sábado, 13 de junio de 2009

Apoyo escolar y contención social ante problemas de adicción y violencia


El plan tiene como objeEn Santiago del Estero son muchos los niños y jóvenes que no tienen la posibilidad de acceder a una educación sólida y prefieren dedicar sus años de estudio al trabajo o bien ingresar al mundo de las adicciones.
Desde la Casa de la Juventud se administra, hace seis meses, un proyecto por el cual se brinda clases de apoyo educativo a los hijos de aquellas personas beneficiarias del Plan Jefes y Jefas de Hogar. El “Programa Familias” está sustentado y originado por la Nación, pero organizado a nivel provincial por esta institución, la cual maneja seis comedores en los que se brinda este servicio.
Esta propuesta cuenta con 280 chicos y adolescentes que participan de apoyo escolar y talleres recreativos.
Los comedores funcionan en los barrios Bosco III, General Paz, Juan XXIII (ex Pacará), Jhon Kennedy y Borges, los que reciben diariamente a niños y jóvenes que tienen diversos problemas de aprendizaje.
Estos concurren a sus clases de apoyo con la esperanza de poder aprender algo nuevo que los ayuden en sus tareas diarias y, a la vez, recibir un sustento emocional, dado que en sus barrios se observa frecuentemente casos de violencia familiar, adicciones y chicos con importantes grados de desnutrición.
En diálogo con Valeria Terribile, una de las profesoras que trabaja en estos lugares, informó que “es realmente gratificante ver cómo los niños y jóvenes dejan de jugar, de dormir la siesta o caminan más de 20 cuadras para asistir a clases. Eso es admirable dado que el contexto en el que viven muchas veces los incita a dejar de estudiar para obtener un estilo de vida más ‘fácil’, pero ellos demuestran unas ganas de aprender que son únicas”.
El programa les brinda apoyo escolar, talleres y salidas recreativas, además de desayuno o merienda, según corresponda, con alimentos de primera calidad, por ejemplo, los niños de EGB I y II reciben yogur, barras de cereal, leche, galletas y frutas.
Para sus estudios reciben sets escolares (cuadernillos, carpetas, fibras, lápices de colores), y demás útiles que facilitan su educación.
La profesora Terribile argumentó que desde la Nación se equipó totalmente a los distintos comedores con el único fin de crear un ambiente propicio para los chicos, es decir, se envió heladeras, calefactores, ventiladores, sillas, bibliotecas, juegos de mesa, pizarrones, y demás elementos para cocina y material de papelería.
Lo importante del programa, más allá de todo lo que se brinda, es que los chicos realmente se interesan por su estudio y quieren avanzar en él.
Se han formado grandes grupos de amigos y se ha creado un lugar de contención, donde los chicos pueden contar libremente sus problemas y dificultades. “Tal vez eso no exista en la escuela, porque allí se delimita perfectamente el rol de profesor y alumno, pero aquí es distinto, no sólo les enseño o ayudo a hacer sus deberes, sino también los aconsejo y les presto mis oídos”, manifestó Terribile.
A su vez, nos contó que se observa cotidianamente problemas entre vecinos, adicciones, falta de apoyo familiar en algunos chicos y familias disgregadas, pero la actitud de los niños “supera todo esto, porque algunos de ellos trabajan y sin embargo nunca faltan clases, participan activamente y llevan hechos sus deberes”.
Estas clases se dictan en los comedores: “Cinco Hermanos”, “Madres Unidas”, “Kennedy”, “Canal Feijóo”, “San Cayetano” y la biblioteca “Melvin Jones”. Para finalizar, Terribile argumentó que “siempre se dijo que los niños son el futuro, es por eso que siempre hay que ayudarlos y acompañarlos”.
Contribuyen en este accionar Claudia Gallarato, Paola di Natale, los profesores Valeria Terribile y Verónica Carabajal, entre otros.tivo ayudar a niños y jóvenes de distintos barrios.

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