martes, 13 de octubre de 2009

Una mujer muere cada 3 días por violencia de género en Argentina


Son las cifras difundidas por la organización Amnistía Internacional. Estiman que los datos podrían ser mayores porque no todas las agresiones se denuncian. Es el móvil más frecuentes de asesinatos

Una mujer muere cada tres días como consecuencia de la violencia de género en el país, según un relevamiento realizado por Amnistía Internacional, aunque se estima que el número de casos fatales es superior a esa cifra.

"Este feroz inventario coloca a los crímenes de género entre los más frecuentes, instala a la violencia contra las mujeres como una violación de los derechos humanos de extrema gravedad y demanda acciones urgentes por parte del Estado", consignan desde Amnistía Internacional.

Un estudio de la organización humanitaria reveló que durante 2008 "se produjo la muerte de al menos 120 mujeres a manos de un miembro de su entorno familiar o de una pareja o de ex pareja", según publicó un diario porteño.

El director ejecutivo de Amnistía Internacional Argentina, Rafael Branca, advirtió que "la sociedad estaría escandalizada si las cifras reales de mujeres que mueren en episodios de violencia pudieran conocerse con mayor precisión".

El experto destacó que "se debe hacer hincapié en las que no se convierten en víctimas fatales, pero quedan ahí"

"Son las que entran y salen de un hospital con lesiones, las que no van a trabajar porque tienen un ojo morado, las que no se atreven a contar por años la humillación que padecen, las que o se animan a salir a la calle", precisó.

En tanto, la asociación civil "Casa del Encuentro" sostiene en su documento "Feminicidio", que en el pasado año se registraron 207 casos fatales por violencia de género.

"Los números quizá estén muy por debajo de la realidad, ya que lo habitual es que se notifiquen menos casos de violencia contra las mujeres de los que se dan. En parte se explica en que las víctimas no informan de ello por vergüenza o porque temen que la reacción sea de escepticismo, de incredulidad o de más violencia", aseguran desde la organización de los Derechos Humanos en su informe "Violencia doméstica, un problema de Estado".

Los especialistas destacan que la forma en que la violencia de género atrapa a las víctimas reconoce tres ciclos, que por las experiencias, constituyen un esquema básico.

La primera fase: Acumulación de tensiones; el agresor demuestra una creciente hostilidad, traducida en ataques verbales y control excesivo.

Segunda fase: Episodio agudo. Las tensiones estallan y la violencia va desde un empujón hasta el suicidio o el homicidio; la víctima se paraliza, está aterrorizada y aislada.

Tercera fase: "Luna de miel"; el agresor se arrepiente, seduce, promete cambiar, lo que aumenta la confusión de la víctima; si no se corta ese ciclo, se vuelve a la primera fase con mayor intensidad y peligro.

Fuente: Son las cifras difundidas por la organización Amnistía Internacional. Estiman que los datos podrían ser mayores porque no todas las agresiones se denuncian. Es el móvil más frecuentes de asesinatos

Una mujer muere cada tres días como consecuencia de la violencia de género en el país, según un relevamiento realizado por Amnistía Internacional, aunque se estima que el número de casos fatales es superior a esa cifra.

"Este feroz inventario coloca a los crímenes de género entre los más frecuentes, instala a la violencia contra las mujeres como una violación de los derechos humanos de extrema gravedad y demanda acciones urgentes por parte del Estado", consignan desde Amnistía Internacional.

Un estudio de la organización humanitaria reveló que durante 2008 "se produjo la muerte de al menos 120 mujeres a manos de un miembro de su entorno familiar o de una pareja o de ex pareja", según publicó un diario porteño.

El director ejecutivo de Amnistía Internacional Argentina, Rafael Branca, advirtió que "la sociedad estaría escandalizada si las cifras reales de mujeres que mueren en episodios de violencia pudieran conocerse con mayor precisión".

El experto destacó que "se debe hacer hincapié en las que no se convierten en víctimas fatales, pero quedan ahí"

"Son las que entran y salen de un hospital con lesiones, las que no van a trabajar porque tienen un ojo morado, las que no se atreven a contar por años la humillación que padecen, las que o se animan a salir a la calle", precisó.

En tanto, la asociación civil "Casa del Encuentro" sostiene en su documento "Feminicidio", que en el pasado año se registraron 207 casos fatales por violencia de género.

"Los números quizá estén muy por debajo de la realidad, ya que lo habitual es que se notifiquen menos casos de violencia contra las mujeres de los que se dan. En parte se explica en que las víctimas no informan de ello por vergüenza o porque temen que la reacción sea de escepticismo, de incredulidad o de más violencia", aseguran desde la organización de los Derechos Humanos en su informe "Violencia doméstica, un problema de Estado".

Los especialistas destacan que la forma en que la violencia de género atrapa a las víctimas reconoce tres ciclos, que por las experiencias, constituyen un esquema básico.

La primera fase: Acumulación de tensiones; el agresor demuestra una creciente hostilidad, traducida en ataques verbales y control excesivo.

Segunda fase: Episodio agudo. Las tensiones estallan y la violencia va desde un empujón hasta el suicidio o el homicidio; la víctima se paraliza, está aterrorizada y aislada.

Tercera fase: "Luna de miel"; el agresor se arrepiente, seduce, promete cambiar, lo que aumenta la confusión de la víctima; si no se corta ese ciclo, se vuelve a la primera fase con mayor intensidad y peligro.

fuente:Son las cifras difundidas por la organización Amnistía Internacional. Estiman que los datos podrían ser mayores porque no todas las agresiones se denuncian. Es el móvil más frecuentes de asesinatos


Recomiendo esta nota a otros lectores (17)

Una mujer muere cada tres días como consecuencia de la violencia de género en el país, según un relevamiento realizado por Amnistía Internacional, aunque se estima que el número de casos fatales es superior a esa cifra.

"Este feroz inventario coloca a los crímenes de género entre los más frecuentes, instala a la violencia contra las mujeres como una violación de los derechos humanos de extrema gravedad y demanda acciones urgentes por parte del Estado", consignan desde Amnistía Internacional.

Un estudio de la organización humanitaria reveló que durante 2008 "se produjo la muerte de al menos 120 mujeres a manos de un miembro de su entorno familiar o de una pareja o de ex pareja", según publicó un diario porteño.

El director ejecutivo de Amnistía Internacional Argentina, Rafael Branca, advirtió que "la sociedad estaría escandalizada si las cifras reales de mujeres que mueren en episodios de violencia pudieran conocerse con mayor precisión".

El experto destacó que "se debe hacer hincapié en las que no se convierten en víctimas fatales, pero quedan ahí"

"Son las que entran y salen de un hospital con lesiones, las que no van a trabajar porque tienen un ojo morado, las que no se atreven a contar por años la humillación que padecen, las que o se animan a salir a la calle", precisó.

En tanto, la asociación civil "Casa del Encuentro" sostiene en su documento "Feminicidio", que en el pasado año se registraron 207 casos fatales por violencia de género.

"Los números quizá estén muy por debajo de la realidad, ya que lo habitual es que se notifiquen menos casos de violencia contra las mujeres de los que se dan. En parte se explica en que las víctimas no informan de ello por vergüenza o porque temen que la reacción sea de escepticismo, de incredulidad o de más violencia", aseguran desde la organización de los Derechos Humanos en su informe "Violencia doméstica, un problema de Estado".

Los especialistas destacan que la forma en que la violencia de género atrapa a las víctimas reconoce tres ciclos, que por las experiencias, constituyen un esquema básico.

La primera fase: Acumulación de tensiones; el agresor demuestra una creciente hostilidad, traducida en ataques verbales y control excesivo.

Segunda fase: Episodio agudo. Las tensiones estallan y la violencia va desde un empujón hasta el suicidio o el homicidio; la víctima se paraliza, está aterrorizada y aislada.

Tercera fase: "Luna de miel"; el agresor se arrepiente, seduce, promete cambiar, lo que aumenta la confusión de la víctima; si no se corta ese ciclo, se vuelve a la primera fase con mayor intensidad y peligro.

fuente: http://www.eldia.com.ar/default.aspx

No hay comentarios:

Publicar un comentario