domingo, 28 de febrero de 2010

El machismo que no desaparece


Fuente: Por Sarah Babiker

La violencia de género no cede con el paso del tiempo. Aún con los avances conseguidos en la legislación y la asistencia a las víctimas en muchas sociedades, el imaginario colectivo se resiste. Los varones jóvenes siguen sintiendo que el ejercicio de la violencia los refuerza en su masculinidad y las mujeres aún no están lo suficientemente empoderadas como para detectar los síntomas de maltrato.

'Yo cambié varias cosas de mi persona porque a él ‘le molestaban’, dejé de verme con algunas amigas, y amigos.... Lo que tiene es que se enoja por cualquier cosa y es muy orgulloso.' Tras cuatro años de novia y oculta tras el 'nick' de Deni, una joven plantea su situación en un foro, e interpela directamente al consejo de los internautas '¿Cómo sé si mi novio me conviene?'. Los foros de internet constituyen modernas plataformas donde los jóvenes hablan abiertamente de situaciones que no tienen nada de nuevo, pero que no acaban de pasar a la historia: 'Cuando le digo que voy a salir con las chicas se enoja, me trata mal y cuando me defiendo me insulta, se pone loco, nunca me pegó pero las palabras que dice me duelen. Hace una historieta para que yo quede como la mala y termino no saliendo sola, sino con él y después me pide perdón. Él es perfecto en todas las cosas menos en ésta', protesta una chica de 19 años.

Las hay muy jóvenes. 'Diva Virtual,' de 14 años, describe así las conductas problemáticas de su novio de 16: 'No me deja salir a ningún lado con mis amigas, me borra contactos del Messenger y me revisa los mensajes del celu…'

'Existen nuevos modos de control tecnológico, mirar el móvil, espiar el Facebook… Las jóvenes muchas veces no asocian este control con violencia, pero al sacar el tema en los talleres caen en que esto no puede ser.' Jorgelina Schmidt coordina la Red Nacional de Jóvenes para la Salud Sexual y Reproductiva. Durante los numerosos talleres de salud sexual que la organización realiza, tiene ocasión de charlar con adolescentes sobre las conductas de control que persisten en sus relaciones.

El ejercido entre adolescentes y jóvenes se trata de un machismo poco visible, pero resistente que puede derivar en maltrato y violencia psicológica y física.

'La feminidad va progresando hacia una mayor paridad en los sectores juveniles, pero puede recaer de modo inadvertido en actitudes de sometimiento que sorprenden a las mismas mujeres. Se trata de la impronta, difícil de borrar, de un inconsciente social que comprende y excede los casos individuales' advierte en este sentido la psicóloga Irene Meler, Coordinadora del Foro de Psicoanálisis y Género de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires.

La psicóloga Cecilia Correa, que cuenta con una larga trayectoria en el ámbito de Género y Juventud lo resume así: 'Las mujeres aún no se sienten totalmente empoderadas'.

Esta asimetría en las jóvenes parejas se manifiesta al mismo tiempo que los roles de género van evolucionando. Así lo ve la doctora en psicología Mabel Burín, experta en Género y Salud Mental, quien destaca que 'la gente adolescente tiene esquemas de masculinidad y de femineidad que reconocen como propios, aunque a menudo se rebelan contra las mismos y procuran activamente cambiarlos, especialmente en la actitud de las chicas adolescentes en relación a la sexualidad, y de las chicas veinteañeras hacia el proyecto tradicional de casarse y tener hijos como forma convencional de asumir su femineidad'.

Los chicos, sin embargo funcionan a otra velocidad. 'Las actitudes de dominación de los varones en los vínculos de intimidad persisten. (…) Todavía son muchos - demasiados! - los varones que sienten que el ejercicio de la violencia hacia una mujer le provee de una confirmación de su masculinidad. Esto aumenta, lamentablemente, cuando se trata de grupos sociales donde la inserción laboral de los jóvenes se precariza, y ellos se sienten más vulnerables y sometidos a condiciones de vida que los hacen verse débiles e impotentes. El ejercicio de la violencia, en esos casos, los masculiniza, y les suministra un supuesto poderío sobre su pareja' completa Burín.

Para combatir esta violencia remanente, ejercida por los jóvenes contra las jóvenes, se creó en el año 2000 el programa Noviazgos Violentos en el gobierno de Buenos Aires. Éste provee atención especializada a las jóvenes entre 14 y 21 años que han sufrido cualquier tipo de violencia física, emocional, sexual, o económica. Las estadísticas revelan datos preocupantes: más del 50% de los casos de violencia de género empezaron durante el noviazgo.

Los esquemas prevalecientes de machismo y dominación entre las y los jóvenes dificultan así mismo la lucha contra las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados. Ésta fue la conclusión de la organización no gubernamental brasileña Promundo, tras realizar un estudio en 2004 sobre 780 jóvenes brasileños, mujeres y varones, de entre 15 y 24 años en las comunidades más pobres de Río de Janeiro. Los investigadores encontraron una relación entre la prevalencia de estereotipos machistas (el hombre necesita más sexo, la mujer es la que debe cuidarse, a ella le compete hacerse cargo de niños y niñas) y la adopción de conductas de riesgo, en la población masculina.

Un problema que trasciende fronteras

Y es que al margen de los avances en la deconstrucción de los roles de género y a pesar de las políticas de igualdad, la juventud se resiste en todo el mundo a abandonar ciertos paradigmas. Y el fenómeno traspasa fronteras y clases sociales, al fin y al cabo muchos productos culturales que tienen un fuerte impacto sociabilizador disfrutan de un alcance global. Las mismas casas multinacionales de juguetes producen muñecas y princesas para las niñas, coches y luchadores para los niños. Los medios de comunicación aportan unos modelos basados en la diferencia, donde jóvenes mujeres y jóvenes varones asumen roles y conductas bien distintos.

En España, donde desde hace unos años se han fortalecido las políticas de igualdad, se multiplican las alarmas ante la persistencia de actitudes y conductas machistas en la juventud. Quienes estudian el tema, advierten que hay más machistas entre la población de 16 a 23 años, que entre los hombres de 40. En 2007 en Cataluña se desarrolló un estudio con jóvenes de ambos sexos entre 14 y 18 en el que se puso de manifiesto que muchos de ellos aún percibían el machismo como un aspecto positivo en una relación sentimental. Según el trabajo realizado por el gobierno de la región entre la población escolarizada, tanto los chicos como las chicas atribuían un valor positivo a los celos en la pareja, como demostración de compromiso.

Con el fin de abordar conjuntamente los temas de violencia de género y juventud, en noviembre del 2009 se celebró un foro internacional en Madrid que contó con la participación de más de 1200 jóvenes provenientes de 54 países. Durante el evento, la Ministra de Igualdad, Bibiana Aído, facilitó algunos datos que ilustran la dimensión del fenómeno: 'De las 113.500 mujeres que contaban con orden de protección al 31 de diciembre de 2008, el 39,2% tenían menos de 30 años; el 29,3% de las mujeres que llaman al teléfono de atención a las víctimas 016 son menores de 30 años; de 2003 a 2008, 121 mujeres menores de 30 años han perdido la vida a manos de sus parejas o ex parejas. Y un último dato, un 17,7% de los hombres menores de 30 años creen que el hombre agresivo es más atractivo, frente a un 4,5 de las mujeres menores de 30 que coinciden en ese planteamiento'.

Un poco más al norte, en Francia, donde se ha puesto de actualidad el combate contra el burka como instrumento de dominación masculina, subsisten obstáculos para la equidad más arraigados e invisibles. Un sondeo de realización reciente entre jóvenes, mujeres y varones, de 15 a 18 años, señala que casi un 40% sienten, por parte de sus padres, una diferencia en la educación, y un 30% directamente un tratamiento diferente según su sexo. Los estereotipos persisten: solo un 69% piensa que las tareas del hogar se deben repartir, y la mayoría considera que son los hombres los que deben seducir a las mujeres y que ellos 'deben ser viriles para ser auténticos hombres.'


Artemisa Noticias

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