lunes, 24 de mayo de 2010

Pto. Madryn: la importancia de la COMISARÍA DE LA MUJER

ATIENDEN OCHO CASOS POR DÍA
La Comisaría de la Mujer recibió más de mil denuncias de violencia familiar


Los casos más frecuentes de denuncia que se registran en la Comisaría de la Mujer refieren a hechos violentos en el seno familiar y situaciones que atentan contra la integridad sexual, con un rango de edad que va desde los 16 hasta los 35 años. Desde la entidad policial aseguran que año a año la cantidad de casos va en aumento, lo cual es explicado como un cambio de actitud por parte de la víctima, que “se anima a hablar”.
Los datos fueron brindados por la comisario Sandra Muñoz, Jefa de la Comisaría de la Mujer en Trelew, quien aseguró que el trabajo en su área es incesante contabilizando en lo que va del año mas de 1100 atenciones.
“En lo que va del año 2010 llevamos 1113 casos, lo cual nos marca que hubo un aumento con respecto al año pasado. En tanto desde que empezamos en el año 2003, hemos atendido 9720 denuncias. Dentro de ellos hay veces donde se radica la denuncia, por lo cual es caso es judicializado, y en otros donde se ha realizado el asesoramiento o la derivación. No podemos decir que son 9720 denuncias, sino casos en los que hemos tomado intervención”, explicó Muñoz.
Estas cifras deben ser comprendidas entre los casos de violencia familiar, atentado contra la integridad sexual, como así también –aunque en menor medida- asesoramiento en la realización diversos tramites que tienen que ver con procesos policiales y/o judiciales.

En escalada

En los últimos años han ido en aumento los casos registrados con repacto a mujeres sometidas a tratos violentos en el ámbito familiar; sin embargo el motivo no estaría relacionado directamente con un recrudecimiento de la violencia, sino con una mayor denuncia de la temática.
Muñoz asegura que los incrementos en casos recibidos se evidencian mes a mes.
“Todos los años vamos en aumento, es mas, de mes a mes se incrementa el número de atenciones. Este año por ejemplo comenzamos con una atención de 4 personas diarias, y ahora estamos en una atención de 8 mujeres por día que llegan por diferentes casos”, indicó.
En ese mismo sentido la funcionaria policial puntualizó que “no considero que la violencia haya aumentado, sino que la gente habla mas. Hay mayor información y el tema de la violencia familiar es algo que se habla y trata en todos lados, ya sea la televisión, la radio, los diarios o las charlas cotidianas, donde la mujer tiene acceso a escuchar estas cosas, donde escucha que no es lo común y natural vivir en una relación de pareja así de conflictiva y violenta”.
La Jefa de la Comisaría de la Mujer recordó que en los primeros tiempos al cargo del área, con frecuencia llegaban a la oficina mujeres mayores, que habían padecido años de convivencia violenta, y que recién ahora se animaban a denunciar la situación.
Otro de los factores que abonan la temática de la violencia es la prematura convivencia de muchas jóvenes, que por diferentes cuestiones dejan su hogar. Este es uno de los motivos que originó al baja en la franja etárea de los casos mas frecuentes con que se trabaja en el área policial.
“Las edades de las mujeres con que nos manejamos ha bajado mucho, porque los chicos comienzan a formar pareja muy jóvenes, y en relaciones de concubinato que tampoco dan un marco legal a nada. Los casos más frecuentes se dan entre los 16 años a la franja más gruesa que están entre los 35 o 36 años. Después hay también otros casos, pero son aislados”, explicó Muñoz.
Dentro del promedio que se maneja de 8 casos por día la Comisario aseguró que generalmente se trata de nuevas consultas, es decir no son las mismas mujeres que regresan periódicamente, sino que se recepcionan casos nuevos.

Tiempos

Muñoz explicó la complejidad de este tipo de proceso, reconociendo además que los tiempos judiciales en muchas ocasiones van a desritmo con los tiempos reales de las víctimas.
“Cuando se llega a la comisaría es porque se viene de un proceso muy largo en el que a la mujer le ha costado de sobre manera salir a pedir ayuda. Si bien tenemos una ley pionera, que es la provincial de violencia familiar y también contamos con la intervención ante la justicia, lo que no tenemos talvez es la respuesta que la víctima necesita. Son mecanismos que demoran mucho”, puntualizó Muñoz, ejemplificando que “en el caso de la etapa civil tiene su tiempo, que no es tiempo de la víctima, porque necesita la urgencia. Hay medidas cautelares o de protección que las necesita en el momento, no dos semanas después o en otro momento cuando la situación es distinta”.

Mismo dolor

La violencia familiar es una de las problemáticas más antiguas en lo que respecta a las relaciones interpersonales, y que no distingue ni clase social, ni ubicación geográfica. Sin embargo, el poder adquisitivo en muchas ocasiones termina siendo un pésimo aliado. Es que en las clases sociales mas altas los procesos de abusos físicos son más difíciles de detectar, pudiendo ocasionar consecuencias trágicas.
“La clase social media o baja, generalmente no accede a profesionales particulares, sino que a los organismo del estado, entonces es allí donde se pueden detectar este tipo de situaciones para luego tomar intervención. La mujer de clase alta se maneja con sus recursos, sus abogados y médicos, poniendo todo en términos mas privados, aunque en definitiva después tenga que venir acá, porque el mecanismo comienza en esta comisaría irremediablemente”, detalló Muñoz.
La falta de un encuadre judicial específico para esta temática representa una de lso puntos de mayor vulnerabilidad.
“Generalmente las muertes de mujeres víctimas de violencia familiar son caratuladas como un drama familiar, cuando en realidad es un homicidio y a nosotros nos falta tipificarla como delito. Si se encuadra a ciertos delitos como con las lesiones leves, amenazas, lesiones, graves, daños, pero todo el proceso en si no es considerado un delito, y esa es una de las mas graves falencias”, aseveró Muñoz.

Atención y contención

Cuando una víctima de maltratos llega a la Comisaría de la Mujer, es abordada por el equipo de trabajo, quienes tras realizar una escucha de su situación, la orientan sobre los posibles pasos a seguir.
“Comenzamos con una escucha silenciosa en donde no emitimos opinión sobre el tema, sino que tratamos de acompañarla para que entienda que no es ni la primera ni la ultima mujer que pasa por esto y que es posible solucionarlo. Luego le brindamos asesoramiento y le mostramos le abanico de posibilidades que tiene, ya sea radicando la denuncia o dando intervención a otro área competente”, indicó Muñoz, precisando que “tratamos de que tome noción de cuáles son los caminos que ella puede tomar, cuál es la parte judicial, civil. Además queremos que ella misma pueda reconocer sus derechos, porque generalmente no lo saben, o por su misma situación no los tienen en cuenta”.
Más allá del asesoramiento legal, la funcionaria reconoció que en todo este proceso es vital el apoyo y tratamiento psicológico que debe recibir la víctima, puesto que es necesario que “rearme sus estructuras personales” y, entre otras cosas, eleve su autoestima.

Charlas en los barrios

Desde la Comisaría de la Mujer, a cargo de la Comisario Sandra Muñoz, se desarrollan periódicamente diversas charlas y visitas a los barrios de Trelew, en el marco del programa de prevención de este tipo de situaciones.
“Acudimos a donde nos invitan, no nos importa la cantidad de personas que nos van a escuchar, sino el interés que tienen. Concurrimos a las sedes barriales, a los centros de salud, también estamos con iglesias, ONG’s, y después hemos dados muchas charlas en las escuelas, a partir del nivel secundario”, indicó Muñoz.
Las charlas tienen por objeto principal la generación de conciencia en los jóvenes, haciendo hincapié en las formas que puede adquirir la violencia.
“Es mas que nada una campaña de sensibilización y de concientización, que los chicos vean como nacen estas situaciones, y que la violencia hace a la desvalorización de los demás”, precisó Sandra Muñoz.
En esa misma línea la funcionaria policial aseguró que para generar un cambio en los jóvenes, es preciso que entiendan que al violencia no solo es agredir físicamente a otro.
“En las charlas en las escuelas le marcamos a los chicos cual es la convivencia sana, no solamente se rompe con la violencia familiar, sino que existen muchos tipo de violencia. Por ejemplo los apodos y trato entre compañeros que mucha veces son hirientes. Tratamos de que vean que muchas veces se dan relaciones y tratos basados en las burlas, la descalificación del resto, y situaciones similares que afectan al integridad de cada uno”, aseveró.
“Ser violento no se nace sino que se aprende, y un chico que ve constantemente que la violencia es moneda corriente en el trato cotidiano, no puede tener otra visión de familia, y posiblemente después repita ese modelo a diferentes escalas”, finalizó Sandra Muñoz, Jefe la Comisaría de la Mujer de Trelew.
FUENTE.EL DIARIO DE MADRYN

No hay comentarios:

Publicar un comentario