lunes, 21 de junio de 2010

VIOLENCIA Y LENGUAJE


La ponencia, titulada 'Violencia y lenguaje: de la palabra del amo a la toma de la palabras', fue presentada por la filosofa y diputada porteña de la ciudad de Buenos Aires el panel Discriminación, Género y Violencia.
'El lenguaje puede resultar violento y discriminatorio de muchas maneras, unas obvias (como el insulto) y otras menos obvias (como el genérico masculino que nos deja fuera del lenguaje). Pero todas merecen una reflexión feminista para ejercer un efecto político sobre el lenguaje. Una política feminista sobre el lenguaje es la que incide en las relaciones de poder, la que explicita nuestra presencia en el discurso en primera persona, la que revela las trampas del lenguaje que nos enajenan de la igualdad y la justicia al transformar la igualdad en identidad y la diferencia en desigualdad.
Entre las muchas estrategias de análisis feminista sobre el lenguaje, una tiene que ver con el 'test de cambio de sexo', es decir con la diferencia de significados que adoptan las palabras cuando son aplicadas en femenino o en masculino.
'Atorranta' es una de esas palabras. Aunque diccionarios eruditos como el Diccionario de Uso del Español de María Moliner presenten indistintamente el argentinismo 'atorrante/a: Vagabundo, holgazán, sinvergüenza', y el propio Diccionario del Habla de los Argentinos de la Academia Argentina de Letras ignore estas diferencias sexistas del uso del lenguaje cuando define 'atorrrante-ta: desfachatado, desvergonzado', y sólo agregue luego como forma coloquial 'mujer de vida fácil' (lo cual, obviamente, no se aplica a la forma masculina), se trata de uno de los tantos vocablos en los que su versión femenina remite, inequívocamente, a la disponibilidad sexual y a la prostitución: 'zorro/zorra', 'ligero/ligera', y -viene a cuento destacar- el mucho más pertinente 'hombre público/mujer pública'.
Las recopilaciones provenientes del lunfardo o del uso vulgar de la lengua tienen mucho más claras estas diferencias. Así, en el Diccionario de Voces Lunfardas y Vulgares de Fernando Casullo, 'atorranta' es definida directamente como 'ramera', mientras se le da a 'atorrante' el significado de 'Vagabundo, haragán, persona que vive sin ocupación, que vive mendigando'. Señala que esta voz singular sólo se usa en Argentina, es desconocida para todo el resto de hablantes del español.
En su indispensable compilación Las Palabras tienen Sexo, las periodistas Sandra Chaher y Sonia Santoro enfocan la complejidad de utilizar una herramienta tan cargada de ideología patriarcal como el lenguaje, y las estrategias para escapar de las trampas que a veces impone el oficio.
Deconstruyen con paciencia piezas tomadas de diversos medios de comunicación masiva para desmontar sus presupuestos y desalojar los polizones ideológicos que se cuelan en los estereotipos comunicativos.
Las palabras tienen sexo, efectivamente, y ese sexo a veces es violento', plantea Maffía.

Fuente : Artemisa noticias

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