domingo, 15 de agosto de 2010

Dos menores de la escuela especial embarazadas, en medio de denuncias de abuso y trata


Estas víctimas son tres veces más vulnerables: son personas con discapacidad mental, son pobres y son mujeres.
Una menor de edad con discapacidad desapareció en abril del colegio al que asistía, en Roca. Quince días después fue encontrada en Neuquén capital. Contó que había estado en un prostíbulo vecino a la Dirección de Seguridad de la Policía.

La joven cursa hoy un embarazo de 3 meses, tiene 15 años y es alumna de la Escuela Especial 1. En el mismo colegio hay otra menor de 14 años embarazada. Según los docentes, se registraron al menos cinco casos de alumnas "captadas" por redes y abusadores.

Este informe tiene un doble objetivo: denunciar la situación de vulnerabilidad de niñas y jóvenes con discapacidad mental; reflexionar en torno a la educación sexual que reciben y el rol que cabe a instituciones estatales que trabajan con esta población.

De la situación de M., la menor "captada", devino una crisis al interior de la escuela, que se sintió "desarmada" para abordar su caso. Eso se tradujo en enfrentamientos por lo que debió hacer o no la institución el día que la alumna llegó sucia, lastimada, sin dormir y aparentemente drogada, y fue devuelta a su casa. Esa tarde M. desapareció.

Dos docentes la vieron ese día, una la vio corriendo cerca de la escuela y la paró. M. dijo que se tenía que ir con su papá (que no existe). Otra la vio por la noche, en una rotonda, muy pintada y arreglada, esperando que "su papá" la pase a buscar.

No hace mucho tiempo la joven fue a la escuela con alimentos y dinero del que no pudo explicar procedencia. M. es una nena linda y vive en una familia integrada por varios miembros con discapacidad mental. Cuando desapareció, desde la escuela acompañaron a la madre de M. a hacer la denuncia y el expediente judicial se archivó al aparecer la menor en Neuquén. Docentes y directivos admiten que cuando ocurrió lo de M. no sabían qué hacer. La directora admite que hace tiempo hay "redes merodeando", pero que se sienten "solos" para enfrentarlas.

Actualmente M. cursa un embarazo de tres meses, que se corresponde con el tiempo que estuvo desparecida. Consultada al respecto, la fiscal neuquina Sandra González Taboada -quien desestimó que fuera un caso de trata- aseguró que se le realizó a M. el examen médico correspondiente, y "a pesar de no haberse hallado en su cuerpo evidencia alguna que permitiera suponer una relación sexual, igualmente y a modo preventivo, se la derivó al Hospital Castro Rendón para profilaxis y prevención de enfermedades venéreas".

Si la concepción fue antes o después de ser encontrada en Neuquén es cuestión de días. Lo cierto es que M. está embarazada, y todas las instituciones que trabajan con ella son interpeladas por tal situación.

Su desaparición evidenció falencias del sistema educativo que la "contiene", del sistema sanitario que la "atiende" y que no evitó un embarazo; y de las instituciones públicas que brindaron escasas herramientas para afrontar la situación en la que estaba en juego su integridad sexual; fragilidad que se extiende a toda la población de la escuela, menores con discapacidad mental e igual condición de pobreza.

Lo que pasó en las dos semanas que M. estuvo desaparecida es materia de investigación, pero hay importantes indicios de que estuvo captada por una red de trata. Parte de esos indicios los aportó la joven tras su aparición.

Coincidencias

Las dos menores embarazadas pertenecen a familias socialmente vulnerables, las mamás de ambas tienen discapacidad mental y ninguna da cuenta de cómo llegó al embarazo. Mientras M. registra poco de lo que está sucediendo, M.E. rechaza su embarazo. Cuando le obsequiaron una cajita con ropa de bebé habría dicho: "Qué lindo, acá lo voy a poner adentro para tirarlo a la basura cuando nazca".

En ninguno de los casos se consideró la posibilidad de un aborto, pese a que el Código Penal lo considera no punible cuando "el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente".

El aborto no es tema de debate, aun cuando sería legal practicarlo. Está vedado al interior de las instituciones intervinientes, incluso el colegio. Dos trabajadoras sociales de la escuela complejizan el panorama: "Estas familias ni siquiera tienen como posibilidad el aborto. El aborto es un tema de clase media. Las familias de estas chicas embarazadas aceptaron la situación. Es más fácil que se hable de dar el chico en adopción que de aborto".

Varios relatos de docentes y técnicos coinciden en que las jóvenes no eligieron concebir.

En la entrevista que acompaña este informe, la directora de la escuela opina sobre qué tendría que fortalecer la institución para evitar que menores con discapacidad lleguen a un embarazo no deseado y descubre una grave realidad.

La Escuela Especial 1 a la que asisten las menores embarazadas es una de las 22 escuelas especiales de la provincia. Concurren niños de 45 días a 16 años que engloban en la categoría amplia de "discapacitados mentales". El único denominador común es que todos provienen de hogares pobres; luego hay matices. Explica Rita Rodríguez, trabajadora social actualmente con licencia en la escuela: "Por la mañana hay chicos de 13 a 16 años que reciben lo pedagógico; la idea es que se apropien de la lectoescritura. Hay chicos con discapacidad mental severa y otros que fueron derivados por la escuela común por problemas de aprendizaje o conducta. Algunos aprenden a leer y escribir y los que no, navegan en el mundo de lo que pueden. Hay chicos que pueden hacer alguna otra cosa y hay chicos que no. Por eso a la tarde se hacen talleres".

"La directora es una persona creativa que busca respuestas para cada caso, hace atención personalizada, pero hay cosas que exceden a la institución", afirma. "Hablamos de chicos que están en riego socioambiental, con padres ausentes, familias carenciadas, chicos desnutridos; en realidad hay una gran población de discapacitados funcionales. Es el que se discapacita porque no ejercitó lo que tenía que ejercitar un chico, porque no fue estimulado, le faltó alimento, no recibió herramientas de la educación formal..."

Hay, entonces, alumnos con triple vulnerabilidad en razón de la discapacidad, el género y la situación socioeconómica. En esta realidad hay dos temas que se superponen: la fragilidad en la que se encuentran las niñas con discapacidad mental frente al abuso sexual y a quienes se aprovechan de tal situación: tratantes, proxenetas y abusadores.

Si bien el abuso intrafamiliar es importante en esta población y la escuela contabiliza estos casos, los docentes visualizan otro fenómeno: la trata. El primer antecedente similar que recuerdan es el de dos menores que fueron captadas por una red de prostituyentes cuyos cabecillas hoy están presos: Alberto Fasanella, condenado a 19 años, y Andrés Reguera, condenado a 12 por promoción de la corrupción de menores. Una de las víctimas, también discapacitada mental, fue contagiada de SIDA y hoy está embarazada.

Una docente que prefiere el anonimato afirma: "Identificamos a un abusador en barrio Campamento, por el que creemos pasaron como 20 chicas. Denunciamos pero no pasó nada y hay nenas en serio riesgo, una de ellas fue víctima de abuso de muy pequeña. Las niñas abusadas tempranamente quedan fijadas en ese momento y se meten en situaciones de peligro: son presa fácil de los abusadores...".

En casos así Educación y Salud Pública deben asumir un rol para el que no suelen estar dispuestos. Pero ¿qué responsabilidad tiene la institución? Hay tantas respuestas como docentes opinen. Algunos se sienten sobrepasados y sienten que los padres les transfieren toda la responsabilidad para cuidar a sus hijas e hijos.

La vicedirectora, Marita Ulla, respondió que ella sólo estaba "para educar", aclarando que la educación sexual no forma parte de ese "educar" y que no le corresponde "meterse en la vida íntima de las y los alumnos". La directora, por su parte, cree "que lo primero es que la institución tome conciencia". También recuerda que este es un problema de la sociedad y todas las escuelas, donde "hay casos de embarazos producto de abuso".

Otra opinión la ofrece Dante López Dorighoni, ex director de la 1, profesor especializado en discapacitados mentales: "La educación sexual está tomada como una responsabilidad individual, cómo se deben cuidar para que no las abusen. Mucha autoayuda, cero laburo comunitario. A las familias, tan vulnerables como los chicos, se les imputan responsabilidades, se las denuncia a la justicia pero no se trabaja con ellas en construir herramientas para la supervivencia...".

Todos los consultados conocen situaciones concretas de abuso. López Dorighoni recuerda que hace un par de años presentó una nota a la directora porque se había librado a su suerte a un grupito de adolescentes en alto riesgo. De ellos, un par de chicas estuvieron vinculadas a la red de Stefenelli (Fasanella y Andrés Reguera - Blog Hijas de Eva www1.rionegro.com.ar/blog/hijasdeeva).

El dato lo confirmó la Defensora de Menores Penal, Mónica Belenguer, quien -por otra parte- desconocía que M. estuviese embarazada. No descarta la realización de una ADN para constatar una posible paternidad y agrega la necesidad de fortalecer los mecanismos de resguardo para estas niñas: "Viven triple vulnerabilidad: discapacidad, pobreza y género".

Días atrás fueron procesados por el delito de trata dos sujetos que habían intentado captar menores en el Hogar de Menores de Roca, otro espacio con población vulnerable.

La Trabajadora Social Rita Rodríguez agrega: "El tema de la trata hay que seguir trabajándolo. En la escuela ya se registraron 4 casos de características similares al de M.. Hay alumnas que fueron metidas en redes de proxenetas, han sido explotadas sexualmente a cambio de comida. Sabemos que el barrio Campamento se registró la mayoría de los casos, tenemos identificado a un hombre que las nenas señalan, pero no logramos que se lo detenga. Hay un caso en el que se drogó a una chica... nosotras indagamos, ella nos odiaba por eso, pero descubrimos de quién se trataba. Supimos que el tipo abusa de menores con discapacidad, que las somete a cambio de comida. En el tiempo que investigamos supimos de unas 20 chicas que pasaron por la casa de este sujeto. La que quiso denunciar fue amenazada".

Pese a la gravedad de la situación, la Supervisora de Educación Especial de Roca se negó en reiteradas oportunidades a hablar con este medio. También le reprochan desde el colegio que haya mantenido absoluto silencio ante el caso M., conducta incomprensible para una escuela que hace lo que puede.

Proxenetismo, trata, violaciones y abusos sexuales son distintas caras de un mismo fenómeno: la violencia que sufren estas niñas - mujeres; que, otra vez, queda en evidencia en las biografías de estas dos menores.

FUENTE: DIARIO RIO NEGRO - SUSANA YAPPERT - BELÉN SPINETTA

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