Un hombre de 25 años resultó detenido por la Policía en un particular procedimiento. Estaba atrincherado junto a dos hijas menores. Intentó prender fuego utilizando combustible. Antes había abusado sexualmente
El Calafate, (Corresponsal) Un hombre se atrincheró en su casa, intentando incendiarla con sus hijas y él mismo adentro. El caso se dio en la mañana del domingo en una pequeña vivienda de alquiler de la calle Campaña del Desierto de El Calafate.
Vecinos alertaron a la Policía, lo que llevó a la intervención de los uniformados y finalizó con la detención del hombre de apellido Benítez de 25 años de edad.
Según las versiones que recogió la Policía y que ahora confirma la Justicia local, la pareja había permanecido hasta la 1 de la mañana en casa de amigos. Volvieron por separado. Ella lo hizo en un remise y él en una moto junto a dos amigos.
Luego de permanecer varios minutos en la casa junto a sus amigos, Benítez le dijo a su esposa que salía hacia el casino, y que volvería alrededor de las 4 de la mañana.
El hombre volvió a las siete de la mañana y en estado de ebriedad. El testimonio de la mujer es que al llegar a la casa le pidió tener reacciones sexuales. La mujer aceptó. Mientras duraba el acto, el hombre propuso salir afuera de la casa y tener sexo en la vereda, la que da a una transitada calle de la ciudad turística. La mujer no quiso.
A los empujones, la mujer fue llevada al exterior de la casa. Testigos dicen que los dos estaban forcejeando y desnudos.
La mujer de 26 años declaró que calcula en unos dos minutos que permanecieron en el exterior de la pequeña vivienda. Agregó que al reusarse a tener relaciones en ese lugar, el hombre abusó de ella, y luego la empujó hacia el interior, tirándola de la cama, donde siguieron los abusos, seguidos de los primeros golpes de puño.
La situación fue cada vez más violenta. La mujer intentaba escapar y defenderse de las agresiones del esposo, que llegó a arrojarle elementos contundentes como un cenicero.
La joven se fugó por una puerta trasera. Estaba desnuda. Así la vieron los vecinos que la socorrieron y llamaron a la Policía, mientras que desde el interior el hombre advertía que si llegaban los uniformados, quemaría la vivienda.
En el interior también estaban las dos pequeñas hijas de 7 y 3 años, que lloraban y gritaban, lo que convertía en mayor desesperación para su madre que desde afuera pedía auxilio y por sus hijas.
Policías
Cuatro policías llegaron en una patrulla de la comisaría local. El hombre los esperaba con una botella de plástico que contenía nafta. En la otra mano tenía un encendedor. Con la amenaza de prender fuego la casa, le pedía a los policías que se fueran.
Mientras intentaban dialogar, a los policías les arrojó parte del combustible encendido. A dos efectivos alcanzó a quemarles las camperas, pero no tuvieron lesiones.
Un refuerzo de otros oficiales y agentes llegó al lugar, a lo que el hombre respondía con mayor agresividad y dispuesto a continuar dispersando combustible en la vivienda y encender el fuego.
Fue un momento de distracción del hombre que atendía el pedido verbal de un policía, cuando otros uniformados lo sorprendieron irrumpiendo por la puerta trasera. El ingreso violento de los policías originó que el hombre intentara prender el fuego, lo que fue evitado por centésimas de segundo.
Benítez fue reducido y detenido por la policía local. Lo llevaron a un calabozo de la Comisaría Primera, donde permanece hasta el momento.
La mujer y las niñas también fueron llevadas a la Policía para realizar los trámites de rigor, con intervención y conocimiento de la oficina municipal de protección a la niñez.
Justicia
Ayer lunes, el hombre fue llevado ante el juez Carlos Narvarte, quien había ordenado su detención en forma de “incomunicado”. Esta corresponsalía de La Opinión Austral pudo saber que el hombre se negó a declarar.
La defensa oficial solicitó la excarcelación, lo que el juez tiene tiempo para resolver hasta hoy martes al mediodía.
Según las primeras informaciones, el muchacho tendría antecedentes penales por robo calificado, en la provincia de Santa Fe, desde donde la pareja llegó hace poco más de un año para vivir en El Calafate.
FUENTE. LA OPINIÓN AUSTRAL
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