lunes, 27 de mayo de 2013

#Quienessonlasmujeresqueabortan

EL VARÓN PAGA PARA HUMILLAR A LA MUJER

EL PSICOANALISTA JUAN CARLOS VOLNOVICH HABLA SOBRE LA ABOLICION DE LA PROSTITUCION

El psicoanalista y autor del libro Ir de putas, entrevistado por Página/12, sostiene que es necesario penalizar al cliente, pero antes hace falta quitar del imaginario social la idea de derecho consuetudinario que tiene el pagar por sexo.


“Es fundamental una campaña que apunte a desnaturalizar el consumo de prostitución”, dice Volnovich.
  
“La penalización del cliente de prostitución es necesaria e ineludible. Pero hasta que no cambie algo en el imaginario social es muy poco lo que se va a lograr para combatir la explotación sexual. Es fundamental una campaña que apunte a desnaturalizar el consumo de prostitución, a quitar del imaginario social que se trata de un derecho consuetudinario masculino”, dice el médico y psicoanalista Juan Carlos Volnovich, autor del libro Ir de putas. Reflexiones acerca de los clientes de prostitución (Editorial Topia), al ser consultado por Página/12 sobre dos proyectos, uno del senador Aníbal Fernández (FpV), el otro de la diputada Marcela Rodríguez, y que apuntan a perseguir con penas de prisión a quienes paguen por el uso sexual de una persona del mismo modo que ocurre con los proxenetas.

“Yo apoyo una posición abolicionista frente a la prostitución. Considero que se trata de una forma de esclavitud, por lo tanto debe ser abolida”, dice Volnovich, en una entrevista con este diario.

Volnovich indagó el imaginario de los clientes a partir de las vivencias de pacientes suyos. El mismo reconoció en la introducción del libro que a pesar de sus más de veinticinco años de lecturas feministas, recibía los relatos de sus pacientes sobre sus incursiones con prostitutas como parte del rubro “usos y costumbres”, aceptándolos en un pacto de silencio implícito. Algo así como “de eso no se habla”. Hasta ese momento no había reparado que la mayoría de sus pacientes varones tenían o habían tenido relaciones con prostitutas. Hasta que la casualidad de tres sesiones sucesivas de tres pacientes “contribuyó a que pudiera atravesar el límite de lo analizable, a romper las resistencias que impedían ver un poco más allá de lo convencional”. Lo ayudó a asumir ese lugar una investigación que cayó en sus manos basada sobre una encuesta de opinión realizada en Francia –Les clients en question–, que indagó sobre los prejuicios más habituales que sostienen los clientes acerca de su afición a las putas con el objetivo de elaborar proyectos de prevención del consumo de prostitución. Así nació Ir de putas.

El proyecto del senador Fernández penaliza el consumo de prostitución sólo en casos de trata. En cambio, el de la diputada Marcela Rodríguez, del monobloque Democracia Igualitaria y Participativa –que lleva las firmas también de representantes del oficialismo y de bloques de la oposición–, impone penas de seis meses a tres años de prisión a quien paga “por el uso sexual de una persona”. Es decir, no distingue si es una víctima de trata o no. En ninguno de los casos se plantea una condena a las personas que son objeto de ese comercio.

Volnovich cree que no hay que diferenciar entre una prostitución “buena”, adulta, libre, y una prostitución “mala”, infantil, forzada, merecedora de nuestro pleno rechazo. “Claro está que hay una gradación que impone discriminar entre delito de gravedad variable pero, por lo general, estas distinciones son usadas para construir creencias acerca de ciertas formas de explotación sexual que pasarían a ser aceptables: una prostitución permitida y deseable”, advierte Volnovich. “No estoy de acuerdo en aceptar en algunos casos sí la prostitución y en otros no”, señala.

Volnovich destaca el efecto que ha tenido en Suecia la política criminal de penalizar a los clientes de prostitución, el primer país en implementar una medida de ese tipo para combatir la trata de mujeres para explotación sexual. “Bajó muchísimo el índice de prostitución pero lo que aumentó muchísimo es el turismo sexual hacia países como Holanda donde la prostitución está reglamentada o permitida. Por eso insisto en que es necesario un cambio cultural”, enfatiza.

–¿Por qué un varón paga por sexo?

–Paga para denigrar a la mujer y reforzar estereotipos tradicionales que puede ver en peligro. No es porque no pueda conseguir a una mujer de otra forma. Si no pensemos en el actor Hugh Grant, cuando fue arrestado manteniendo sexo con una prostituta de Los Angeles, Divine Brown, en momentos en que mantenía una relación estable con Elizabeth Hurley, también actriz y una de las top model más hermosas del mundo. No hay nada menos sexual que el intercambio de sexo por dinero. Lo que está en juego es la violencia, el ejercicio del dominio y la explotación del cuerpo de las mujeres, que se disfraza, se encubre, a partir de la satisfacción del deseo sexual. El pago garantiza que el deseo de la mujer quede siempre en suspenso. Aun en aquellos casos en los que se aspira a que la prostituta llegue al orgasmo como evidencia del placer recibido para exclusivo beneficio del narcisismo del cliente, lo más anhelado por los varones –ser objeto del deseo de una mujer– es lo más temido. Ese temor se disimula a través del pago. He tenido pacientes que pueden conseguir cualquier mujer, pero no pueden dejar de pagar por sexo.

–¿Al cliente de prostitución le preocupa si con quien tiene sexo pago es víctima de trata?

–Definitivamente no. El cliente de prostitución es un varón que sabe muy bien que esas mujeres son esclavas y víctimas de trata. Pero sin embargo paga con “ingenuidad y candor”. Después podrán preguntarse si ella era menor de edad. Pero dirán que en el momento no lo sabían. Y pensemos que el cliente de prostitución no es un enfermo psiquiátrico, es buena gente. Puede haber perversos, pedófilos, claro, pero son hombres comunes. Pienso que poner el foco en los clientes, penalizarlos, puede ayudar a desnaturalizar esta práctica, como ocurrió con la violación en el matrimonio. Antes de que se pensara como delito, estaba naturalizado que no podía ocurrir una violación dentro del matrimonio.

–Eva Giberti sostiene que los clientes de prostitución son violadores sistemáticos...

–No creo que lo sea en los términos en que pensamos a un violador. Sí creo que es un violentador sistemático.

–¿Qué es lo que genera el consumo de prostitución?

–Es la intersección entre imperativos del capitalismo, de convertir todo en mercancía, y el patriarcado, donde prima el dominio de los varones y la utilización del cuerpo de las mujeres como pura mercancía. Hay un negocio global de la prostitución. Si uno marca el circuito de drogas, armas y personas, va a ver que uno va encima de otro. Los factores de nivel mundial que administran esos negocios ilegales son los mismos. Pero para vender armas, hace falta fabricarlas, para vender drogas, cultivarlas, en cambio, las personas, mayoritariamente mujeres, están para ser comercializadas. Entonces, el negocio de la trata para explotación sexual es muy redituable y se basa en la demanda y una brutal campaña de pornografía que tiende a inocentizar a los clientes. Con las nuevas tecnologías, la prostitución no ha quedado degradada, sino que se ha potenciado, a través de los intercambios de sexo por Internet. Y ha potenciado también la inocentización del cliente.

FUENTE: PÁGINA 12 - Por Mariana Carbajal - Imagen: Leandro Teysseire

ASIGNACIONES FAMILIARES: CAMBIO ESTRUCTURAL CON LAS MUJERES A LA CABEZA

AMPLIACIÓN DE DERECHOS

Es para evitar los problemas que enfrentan las madres cuando quedan solas a cargo de los hijos por el abandono del marido, y éste sigue cobrando la asignación sin aportar a la manutención de los chicos. Se reconoce así el peso de la mujer como pilar del hogar.


Los aumentos en las asignaciones familiares y en la Asignación Universal por Hijo (AUH) se complementarán con un cambio estructural en el modo de distribución de esos recursos que pasó relativamente inadvertido el día de los anuncios. A partir de ahora, ambos beneficios serán pagados a las madre. De ese modo, se reconoce el creciente peso de la mujer como pilar del hogar, algo impensado años atrás en una sociedad predominantemente patriarcal, como era la argentina. “Tenemos muchos reclamos, por parte de mujeres, que por allí el marido las abandona y sigue cobrando la asignación. Por lo tanto, queremos que quien lo cobre sea la madre siempre, salvo que por decisión judicial quien tenga la tenencia de los chiquitos sea el padre”, aseguró la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el miércoles pasado. En el caso de la AUH, el procedimiento ya establece que la mujer tiene preferencia en el cobro, aunque con este cambio se facilitará aún más su cumplimiento. Distinta es la situación de las asignaciones familiares, donde el hombre es el que percibía el aporte.

El porcentaje de mujeres jefas de hogar trepó de 43,3 a 45,6 por ciento entre los censos de 2001 y 2010. A diferencia de lo que ocurría en el pasado, las jefas ya no son sólo personas separadas o viudas que viven solas o con sus hijos a cargo, sino también mujeres en pareja. Incluso varios analistas creen que el porcentaje de mujeres al frente del hogar es mayor todavía que el declarado, pues las pautas culturales machistas que perduran en la sociedad llevan a los hombres en muchos casos a declararse como jefes de hogar ante el censista, cuando en realidad es su esposa la que aporta más dinero. A su vez, las mujeres siguen siendo las principales responsables de la crianza de los menores. “La mujer es uno de los pilares fundamentales en que se apoya la familia, teniendo un rol fundamental en el cuidado de sus hijos, lo que hace esencial que las asignaciones familiares creadas para dar cobertura a los niños, adolescentes y personas con discapacidad puedan ser recibidas y administradas por ellas”, señalaron fuentes de la Anses. No obstante, no sólo este protagonismo de la mujer es el que motivó la medida oficial, sino los problemas que enfrentan algunas madres cuando quedan solas a cargo de los hijos por el abandono del hombre y éste sigue cobrando la AUH o la asignación familiar sin aportar a la manutención de los chicos.

El titular de la Anses, Diego Bossio, corroboró esta situación personalmente hace unos dos meses en el partido de San Martín cuando fue a repartir computadoras y, charlando con algunas madres, se enteró de que no cobraban la asignación porque sus maridos se habían ido y no enviaban el dinero a la casa. Ese hecho se sumó a otros casos previos similares, y entonces Bossio le propuso el cambio a la Presidenta. Otra de las personas que dentro del Gobierno impulsó esta medida es María Lucila “Pimpi” Colombo, subsecretaria de Defensa del Consumidor y una de las fundadoras del Sindicato de Amas de Casa. “Es una medida histórica porque cambia la lógica de la actuación del Estado en protección a la familia. La lógica antigua estaba basada en una visión patriarcal, donde el único aporte considerado es el del varón, pero ahora la tarea de la mujer se valoriza”, aseguró a este diario. En su plenario del 22 de marzo de este año, el Sindicato de Amas de Casa había propuesto “presentar a las legisladoras nacionales un proyecto para que el ‘salario familiar’ sea percibido por las mujeres en todos los casos y no sólo cuando se trata de familias sin trabajo registrado”, pero luego de la decisión oficial ya no hará falta.

La AUH

La Anses ya había establecido, a través de una resolución firmada por Bossio en noviembre de 2009, que la madre tendría preferencia en el cobro de la Asignación Universal por Hijo, aun cuando la tenencia de los chicos fuese compartida. De hecho, en la actualidad el 96,7 por ciento de los titulares de esta asignación son mujeres. Sin embargo, el organismo detectó casos en los que la madre había dejado de cobrar el beneficio porque su esposo figuraba como autónomo, monotributista o beneficiario de un plan social, pese a que no vivía en el hogar ni colaboraba con la manutención de los hijos.

Para evitar ese tipo de situaciones, a partir de ahora las madres que enfrenten ese problema deberán acercarse a cualquier Unidad de Atención Integral de Anses y declarar que desconocen el paradero del padre o que éste no aporta al hogar. El trámite supone sólo completar un formulario que tiene carácter de declaración jurada. Luego un inspector del organismo verificará la situación del hogar en forma presencial y, si se corrobora lo declarado, se habilitará el cobro de la AUH a la madre. Lo mismo ocurriría en el caso de que una situación similar se diera con el padre. “De esta forma logramos proteger aún más a los niños de grupos familiares vulnerables en los que uno de los padres desconoce el paradero del otro”, afirmaron fuentes del organismo a este diario.

Asignaciones familiares

En el caso de las asignaciones familiares, hasta ahora el Estado priorizaba al hombre para el cobro del beneficio, aun cuando su esposa también tuviese un trabajo formal. El problema es que muchas veces el hombre no aportaba ese dinero al hogar por diversas razones. De hecho, hasta el día de hoy 33.940 mujeres han tramitado un embargo de las asignaciones que se liquidan como consecuencia de la actividad laboral o por ser titular de una prestación previsional. Se trata de casos de separaciones o divorcios en los que la madre de los chicos debió recurrir a la Justicia para asegurar que sus hijos reciban las asignaciones familiares.

El trámite para efectivizar el cambio de beneficiario es sencillo. Si la Anses ya cuenta con información sobre una cuenta elegida por la madre de los chicos, a partir de julio las asignaciones familiares le serán depositadas allí, independientemente del progenitor que genera la prestación. Por ejemplo, en el caso de una familia compuesta por el papá, la mamá y dos chicos, donde el papá trabaja en relación de dependencia y la madre hoy no trabaja, a partir de julio las asignaciones familiares se depositarán en la cuenta elegida por la madre. Ahora bien, si la Anses no tiene registrada la elección de una cuenta para el depósito de las asignaciones, basta con que la mujer se acerque a una delegación del organismo y declare una boca de pago para que se comiencen a depositar las asignaciones a su nombre.

Para el caso de familias en las que existe separación o divorcio, las asignaciones hasta ahora eran percibidas por el padre que generaba el derecho (por ejemplo, si el papá que trabaja en relación de dependencia y la madre es ama de casa) y dependía del acuerdo entre los padres para el traslado de las asignaciones familiares para la manutención de los chicos. Si la madre quería percibir las asignaciones familiares, debía realizar un trámite judicial de embargo de tales prestaciones. A partir de ahora, si la madre tiene la tenencia o la misma es compartida, tendrá prioridad sobre el padre en la percepción de las asignaciones familiares. Para la efectivización del pago, es igual que en el caso anterior: si el organismo cuenta con datos de boca de pago de la mamá, ésta no tendrá que hacer ningún trámite; en caso contrario, puede acercarse a cualquier delegación y declarar la boca de pago elegida. De este modo, el trámite se resolverá en la Anses sin tener que darle intervención a la Justicia.

FUENTE. PÁGINA 12

domingo, 26 de mayo de 2013

1° FESTIVAL NACIONAL DE TEATRO SOBRE VIOLENCIA DE GÉNERO


Conozcan las bases para presentar material en:http://festeatrosobreviolenciadegenero.blogspot.com.ar/

 Lxs invitamos a conocer nuestra pagina. En el mes de noviembre lanzaremos la Primer Edicion del Festival Nacional de Teatro sobre Violencia de Genero, y estamos convocando obras estrenadas y sin estrenar que enfoquen la tematica desde distintas miradas. El material puede presentarse hasta el 30 de junio, gracias por la difusion! Saludos!

https://www.facebook.com/FestivalNacionalDeTeatroSobreViolenciaDeGenero?ref=hl

FUENTE: Josefina Torino.

VIOLENCIA SEXUAL DURANTE LA DICTADURA: " LOGRAMOS INFLUIR EN EL 5 % DE LAS SENTENCIAS"



Susana Chiarotti –integrante de CLADEM E INSGENAR- es una de las autoras de Grietas en el silencio, un libro publicado en el 2011 sobre las distintas formas de violencia sexual que la dictadura implementó como parte de su plan de exterminio. En diciembre del 2012, como consecuencia de esa investigación, declaró como testigo experta en la causa Arsenales de Tucumán. En esta nota relata esa experiencia y se refiere a los desafíos que existen para que la justicia argentina incluya la violencia sexual como un delito de lesa humanidad independiente de la tortura.

 “Quiero contar la experiencia de haber presentado un testimonio ‘experto’ en la megacausa Arsenales de Tucumán. Fue el desafío más grande que tuve en los últimos años” dijo al comienzo de su exposición la abogada argentina Susana Chiarotti, durante el panel “Violencia sexual y testimonios” realizado en el marco de la reunión regional sobre Violencias de género en contextos de terrorismo de Estado y conflictos armados, organizada por la Universidad Nacional de Quilmes en la Biblioteca Nacional el 16 y 17 de mayo.

El testimonio “experto” fue presentado por Chiarotti en el marco de la causa Arsenales II – Jefatura II que se lleva adelante en Tucumán en relación a los crímenes cometidos durante la dictadura militar por parte del Estado en los centros clandestinos de detención que funcionaban en el Arsenal Miguel de Azcuénaga y en la Jefatura de Policía de esa provincia; y se refirió a la violencia sexual como parte de los demás delitos de lesa humanidad cometidos contra las personas detenidas en esos lugares.

La especialización de Chiarotti en el tema se remonta al 2010 cuando un grupo de personas de la agrupación H.I.J.O.S., que eran querellantes en otro de los juicios por delitos de lesa humanidad pero en Campo de Mayo, les piden a las integrantes de CLADEM (Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer) –organización de la que Chiarotti forma parte-que presentaran un amicus curiae en la causa ya que había dos mujeres víctimas que, venciendo la resistencia, contaron las situaciones de violencia sexual de las que habían sido víctimas en el barco Murature, en Zárate. Las integrantes de CLADEM presentaron el amicus, pero de todas formas el  juez a cargo de la causa dictó la falta de mérito para incluir el tema en la sentencia porque “las violaciones no eran muchas ni sistemáticas”.


“Con la bronca por la injusticia que se volvía a cometer contra estas dos mujeres que se animaban a declarar, decidimos trabajar en función de la carga que nos dejó ese rechazo –relató Chiarotti-. Una sola violación en el marco de un delito sistemático y generalizado como fueron las violencias de la dictadura ya es un delito de lesa humanidad.” Las integrantes de CLADEM comenzaron una  investigación en cinco provincias entrevistando a mujeres y varones, pidiéndoles que relataran sus experiencias de violencia sexual como víctimas de la dictadura militar. “Sólo cuatro varones hablaron –contó la abogada-. El estigma de la pérdida de la masculinidad debido a una violación está vigente. Pero además tenían muy identificada la violencia sexual con violación. Cuando les explicábamos que entendíamos por violencia sexual desde la desnudez hasta la esterilización forzada, muchos decían ‘Ah, si, me desnudaron’ ‘Nos desnudaron y nos tiraron los perros’, lo cual incluía por ejemplo desgarro de genitales…”

Con los testimonios recogidos fue escrito el libro Grietas en el silencio- Una investigación sobre la violencia sexual en el marco del terrorismo de Estado, publicado por CLADEM e INSGENAR (Instituto de Género, Derecho y Desarrollo) en el 2011 y del que próximamente saldrá una segunda edición.

“Y nos pusimos a militar el libro: nos íbamos con los paquetes a los lugares donde estaban los juicios, hablábamos con fiscales, jueces –relató Chiarotti-. Y como parte de una de esas experiencias, familiares y sobrevivientes del juicio de Arsenales me pidieron que participe como testigo experta en esa causa.” El 13 de diciembre del 2012, Chiarotti se presentó en Tucumán a declarar. “Si en algún lugar tuve la noción de que en Argentina hubo un genocidio fue en Tucumán. La gente en el juicio estaba del lado de los represores, apoyaban al hijo de Bussi. No era como en otras ciudades en las que en los juicios hay militantes de derechos humanos. Y dije ‘acá liquidaron a una generación’.”

Sobre la experiencia de la presentación relató: “Destaqué el significado de la violencia sexual y de las distintas formas de opresión. Inmediatamente el Tribunal me interrumpió y preguntaron si los varones también habían sido víctimas de este tipo de violencia. Relaté entonces todas las formas de violencia sexual contra mujeres y contra hombres: pirámides humanas, parvas de apilamiento, desnudos, lamidas y frotamientos, impedir la higienización cuando menstruaban, falsas revisaciones médicas con tacto, violaciones, y las amenazas de hacerles todo esto. Esto sorprendió al Tribunal que esperaba que hablara sólo de mujeres”.

Luego dio cuenta de toda la normativa regional e internacional que avalaba sus argumentos y por qué la violencia sexual es un delito de lesa humanidad, “expliqué la diferencia entre un delito común y uno de lesa humanidad y por qué la violencia sexual es un delito de lesa humanidad específico, autónomo de la tortura: si ponemos la violencia sexual dentro de la tortura se invisibiliza. Un represor que se presenta como torturador, muchas veces sigue pareciendo un facho puro que limpia al país de la escoria roja y no pone el cuerpo; en cambio, cuando viola, la imagen se desdibuja, aparece la rigidez de la disciplina pero también la libertad que se tomaron para ejecutarla”.

Unos meses después de dar este testimonio, Chiarotti fue convocada desde Tucumán para colaborar en la redacción de un protocolo para tomar testimonios a las víctimas de violencia sexual en el marco de estos juicios de lesa humanidad. Actualmente, en el momento de estas declaraciones, las salas suelen ser vaciadas para protección de las testimoniantes. “Esto las protege, pero se pierde el proceso de visibilización del tema” señala la abogada.

“Yo veo dos desafíos por delante –concluyó-: la redacción de un buen protocolo que garantice la protección de la víctima pero que a la vez permita la difusión del tema, por el impacto fuertísimo que esto tiene; y cómo lograr influir en los 250 juicios que se están llevando adelante en todo el país y que se van terminando. Nosotras hasta ahora pudimos influenciar menos del 5% de la sentencias, ¿cómo hacemos para llegar a las demás causas?”

FUENTE: COMUNICAR IGUALDAD - Por Sandra Chaher

viernes, 24 de mayo de 2013

" SE TE CAEN TODOS LOS ESQUEMAS A LA MIERDA..." ( UN EX- ALUMNO RELATA COMO FUE ABUSADO POR EL ENTONCES CURA RECTOR)


Los episodios de abuso y acoso sexual narrados en el libro La cacería del ángel tuvieron como escenario campamentos organizados por el Instituto Vicente Pallotti, de Turdera, al sur y a la costa, y la llamada Casa del Joven, ubicada a la vuelta de la iglesia que tienen los curas palotinos, en la misma manzana del colegio, entre otros ámbitos. Y fueron perpetrados por el cura y rector de la institución educativa, un profesor de Historia, un jefe de preceptores y docente de Computación y quien fuera encargado de la pastoral y llegó a ser representante legal del Pallotti, como se lo conoce al colegio. Al parecer, ninguno de ellos sigue en el IVP, aunque hace tres meses se lo vio al cura por la zona, y quien fuera encargado de la pastoral todavía sigue vinculado con la organización de campamentos estudiantiles. El ex jefe de preceptores trabajaría en la Municipalidad de Lomas de Zamora. Estos dos últimos se alejaron del colegio luego de que unos años atrás aparecieran pintadas en Turdera que los vinculaban con episodios de pedofilia, según pudo saber este diario.


RELATO

“El caso mío es muy viejo. Sucedió en Pilolil, en una misión. Fue en el verano del ’76 (...). En esa ocasión éramos cuatro: el cura Blas, el cura Seryo, el flaco y yo. La misión consistía básicamente en repartir lo que habíamos llevado y actualizar el tema sacramental. Se celebraba mucha misa, se bautizaba a los que habían nacido durante el año y si había interesados se hacía algún casamiento. El paraje donde misionábamos era un lugar en medio de la nada. El primer vecino quedaba a cuatro kilómetros por caminos de montaña”, dice el relato de Ronco, que en realidad es Marcelo Arruiz y tiene actualmente 55 años. Pilolil es un pueblo de la provincia de Neuquén. En ese escenario, mientras dormía dentro de una carpa, el cura rector de la secundaria, en la que él era alumno por entonces de uno de los últimos años, se le acercó y comenzó a abrirle la bolsa de dormir y le agarró “bien fuerte la pija”. “Fue como si me hubiera caído un rayo en medio de la mollera. Esto no puede ser. Una cosa es que un trolo se te tire un lance en el baño de una estación (...) Pero otra es que estés durmiendo y te agarre la pija el cura. El tipo que hace cinco años te viene enseñando a vivir. A pensar. A reflexionar. El tipo que te lleva de la mano por el tema religioso. Que se las da de amigo. De compañero. Es violentísimo. Es terrible. Se te caen todos los esquemas a la mierda. En el momento atiné a darme vuelta haciéndome el que dormía. Tosí un poco y me acomodé. Cuando insinué el movimiento el cura retiró la mano y se quedó en el molde. Despacio me fui subiendo el cierre. Me sentí destruido ...”, dice Ronco, en el libro.

El cura Seryo –como se lo nombra en el libro– era el rector del instituto. En los días siguientes “me la pasé cagando. Vomitando y sin comer. Llegué a mi casa con diez kilos menos. No dormía. No comía. Un desastre. Durante el resto de la misión tuve que seguir durmiendo al lado del cura Seryo. Por suerte lo podía hablar con el flaco, que es como mi hermano y me decía ‘quedémonos en el molde. Si armamos quilombo no sabemos hasta dónde pueden llegar (...)’. Después estuve más de un año en el instituto. Realmente fue un año difícil porque no tenía con quién hablarlo. Solamente con el flaco (un amigo). Sabíamos que estábamos en un nido de víboras porque eso no se le hace a un pibe. Si a vos te gusta el palo, curtilo en otro lado. Pero los pibes no se tocan”. Este diario se contactó con Arruiz, quien ratificó sus dichos en el libro.

FUENTE: PAGINA 12 - Por MARIANA CARBAJAL

A INVESTIGAR LOS ABUSOS


La Iglesia presentó una denuncia en una fiscalía de Lomas de Zamora por los casos de pedofilia en un colegio católico de Turdera detallados en este diario el domingo último. El obispado hizo pública la decisión de llevar a la Justicia el caso.


Imagen: Leandro Teysseire

La máxima autoridad de la congregación de padres palotinos en el país, rama alemana, se presentó en la Justicia y pidió que se investiguen los hechos de pedofilia revelados por Página/12 en su edición del domingo, presuntamente perpetrados por personal que se desempeñaba en un colegio de la orden, ubicado en la localidad de Turdera, en el sur del conurbano bonaerense. La denuncia fue presentada por el sacerdote Rubén José Fuhr, rector regional de los palotinos, con el aval del obispo de Lomas de Zamora, Jorge Lugones. Es la primera vez que la Iglesia Católica en el país reacciona con tanta celeridad cuando se hacen públicos posibles hechos de abuso y acoso sexual cometidos contra adolescentes que concurren a alguna de sus instituciones religiosas y en la que podrían estar involucrados sacerdotes y docentes. Dos de las víctimas ya adelantaron a este diario que están dispuestas a declarar en la Justicia.

El propio obispado de Lomas de Zamora dio a conocer la denuncia en un comunicado de prensa. “Ante la publicación de un artículo periodístico en el diario Página/12, en su edición del domingo 19 de mayo de 2013, que se hace eco del libro La cacería del ángel (cuyo autor es Sebastián Di Silvestro) y donde habría referencias a diversos sucesos de posible abuso o acoso que podrían haber sufrido alumnos del Instituto Vicente Pallotti (Turdera) perteneciente a la congregación Sociedad del Apostolado Católico (SAC), el Obispado de Lomas de Zamora informa que tomó conocimiento de la situación el viernes pasado a través del libro que fue acercado por el señor Carlos Zermoglio, ex rector de la institución.” En la misma nota del domingo, que daba cuenta de los episodios de pedofilia relatados en el libro escrito por un ex alumno, este diario adelantó que Zermoglio le había llevado un ejemplar de La cacería del ángel al obispo Lugones. En ese encuentro, Zermoglio, hoy de 70 años, le reveló quién es cada uno de los que allí son señalados como victimarios, a partir del relato en primera persona de ex estudiantes del secundario. La SAC es la orden de los palotinos, rama alemana. Zermoglio también dio su testimonio en ese libro. Uno de sus hijos, Pablo, relata en La cacería del ángel haber sido manoseado en sus genitales, en 1993, por quien fuera encargado de la pastoral en el Instituto Vicente Pallotti y uno de los organizadores durante décadas de la famosa Semana de la Juventud (SEJU), a la que concurren alumnos y alumnas de distintas escuelas de la zona y se realiza en septiembre. Más tarde llegó a ser el representante legal de la institución. Zermoglio padre recordó que en 1994 –cuando su hijo le contó lo sucedido– puso al tanto –a través de una carta– al entonces titular de la congregación, Nicolás Dreiling, a quien él conocía desde hacía muchos años, pero nunca obtuvo respuesta ni supo de cambios en el colegio.

La denuncia presentada ahora por el cura Fuhr fue derivada a la UFI N 10 de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Santiago Vadillo. La presentó el lunes en la mesa de entrada de los Tribunales de esa jurisdicción. El fiscal citó para el miércoles al religioso, quien ratificó su denuncia y además se mostró dispuesto a colaborar con la investigación, según confiaron a este diario fuentes de la fiscalía. Por un lado, el rector regional de los padres palotinos de la Argentina dio el nombre de otro ex alumno –que no fue entrevistado para el libro– que habría sufrido también abusos sexuales por parte del ex encargado de la pastoral en el colegio y que estaría dispuesto a declarar en la Justicia. Ese joven fue citado a prestar declaración como testigo el martes próximo. El religioso también aseguró ante el fiscal que ordenará que se envíe una circular a todas las familias del IVP para comunicarles que se abrió una investigación penal por si algunos alumnos o ex alumnos –muchos padres de los actuales estudiantes lo han sido– quieren presentarse a declarar al tener conocimiento de situaciones de abuso o acoso sexual en torno del ámbito escolar.

En el comunicado difundido por el Obispado de Lomas se señala que Lugones está “preocupado” por los hechos narrados en Página/12 y “por ello avala la denuncia penal” presentada por Fuhr. “Ante la gravedad de los sucesos que se relatan en esa nota periodística”, el religioso pidió al Ministerio Público Fiscal que “se promueva una exhaustiva investigación a fin de que se corrobore si estos hechos efectivamente han ocurrido y en su caso se proceda con el mayor rigor previsto en la ley contra sus autores”.

En el libro de Di Silvestro no se dan los nombres ni de los perpetradores ni de las víctimas. Todos aparecen con seudónimos. El autor, también egresado del Pallotti, se comprometió ante las víctimas a no revelarlos, por cuestiones legales, dado que nunca se habían denunciado en la Justicia los hechos. Sin embargo, ayer Página/12 ubicó a dos de los siete ex alumnos que dieron su testimonio, Pablo Zermoglio, actualmente de 39 años, y Marcelo Arruiz, de 55 años, y ambos confirmaron que están dispuestos a declarar en la Justicia.

Al ser el abuso sexual un delito de instancia privada, son las propias víctimas quienes deben promover la investigación. Un cura que fue rector del IVP y llegó a ser la máxima autoridad de la congregación, un ex encargado de la pastoral, quien fuera durante muchos años jefe de preceptores y docente de computación y un profesor de historia son señalados como perpetradores de distintos tipos de abusos. Desde manoseos inapropiados hasta intentos de violación. La mayoría de las víctimas era adolescente en aquel entonces, uno de ellos ya había egresado. Los hechos ocurrieron en distintas épocas, entre las décadas del ’70, el ’80 y el ’90. Pero nunca llegaron a denunciarse en la Justicia por vergüenza a hablar del tema, por temor a las represalias y a que no fueran creídas sus palabras, dicen los ex alumnos.

“Es una buena noticia que se abra la investigación. Siempre pensé que había que ir a fondo con este tema. Me parece saludable que se sepa la verdad, que nos dejemos de hipocresías. En mi caso, el abuso lo sufrí por parte de quien en ese momento, 1976, era el rector del colegio además de cura. Fue en un campamento en la Patagonia. Al día siguiente, el rector me apretó para que no hablara. Me dijo que pensara bien qué iba a hacer porque me faltaba un año para terminar el secundario. Prácticamente sentí que me decía que si hablaba iba a ser mi palabra contra la suya y que iba a terminar teniendo que irme del colegio. Y esto uno lo va guardando. Hasta que pasa el tiempo. Por eso estoy contento que ahora salga a la luz. Tendríamos que haber hablado antes. Se hubiera podido evitar mucho daño”, contó ayer a Página/12 Arruiz, quien aparece en el libro como Ronco (ver aparte). Le duele que el colegio quede manchado por el accionar de unos pocos que se abusaron de la vulnerabilidad de distintos alumnos en su momento. Sus hijas, ya profesionales, también son egresadas del IVP. Arruiz vive en Turdera y tiene un taller de marcos. Se enteró ayer por este diario de la denuncia penal realizada por la Iglesia Católica.

Para Pablo Zermoglio, otro de los ex alumnos que relata en el libro en primera persona un episodio de abuso sexual, la denuncia promovida por Fuhr es “un manotazo de ahogado” frente a la difusión de los hechos por este diario. “Es evidente que tuvieron que salir a dar respuesta a la comunidad educativa”, opinó, al ser consultado por este diario. Desde la UFI 10 lo contactaron para invitarlo a presentarse a declarar. “Yo estoy dispuesto a presentarme. Ya se lo adelanté al fiscal a través de un correo electrónico”, confirmó a Página/12. En su caso, quien fuera encargado de la pastoral y llegó a ser representante legal del Pallotti fue quien “se propasó” con él. En el libro se lo identifica como Rubio y a Pablo, como Chueco. “Tengo la grabación de un encuentro que tuvimos en 2004, en el que él admite los hechos. A esa reunión, que tuvo lugar en un bar de Turdera, fui acompañado por un amigo, que fue testigo de la charla”, agregó Pablo Zermoglio. Es músico, docente de música y hace dos años vive en Cipolletti, Río Negro. En aquel encuentro, aseguró, Rubio le dijo que se iba a alejar de los adolescentes e iba a iniciar un tratamiento psicológico. “Recientemente me he enterado otra propasada de Rubio con otro pibe en el 2005, un caso similar al mío. ¡Todas mentiras!, no se alejó de los adolescentes y volvió a reincidir!”, dijo el ex alumno.

La UFI 10 espera que quienes sufrieron abusos sexuales en torno al IVP se presenten a prestar su testimonio. La fiscalía está ubicada en el edificio de los tribunales de Lomas, en el primer piso. Aunque por el paso del tiempo los delitos puedan estar prescriptos, “es importante llevar adelante la investigación para poder realizar la imputación a los acusados y que se conozca la verdad”, dijo a este diario una fuente de la fiscalía. Desde la sanción de la llamada ley Piazza (por el diseñador de modas que la impulsó), en 2011, la prescripción del delito de abuso sexual empieza a correr a partir de los 18 años de la víctima. Los hechos que fueron cometidos antes de la ley, prescriben –depende de la gravedad de los hechos– entre 4 y 10 años después de sucedidos.

Di Silvestro, el autor del libro, está sorprendido por las derivaciones que está teniendo su obra. Tiene 41 años, vive en Bariloche y es dueño de una pequeña editorial, a través de la cual publicó La cacería del ángel. “Mi único compromiso ético es con las víctimas pasadas, presentes y futuras”, dijo ayer a este diario. Y contó que a partir de la publicación de la nota de Página/12, que da cuenta de los hechos narrados en su libro, le escribieron otros ex alumnos y también ex alumnas que le revelaron que vivieron episodios similares perpetrados por alguno de los victimarios señalados en La cacería del ángel. El libro se vende en un puesto de diarios en Turdera, en la avenida Antártida Argentina al 100, y en dos librerías de Adrogué. Desde la Asamblea de Turdera, lo están prestando a los vecinos que no pueden comprarlo y ejemplares del libro están yendo de casa en casa.

FUENTE: PÁGINA 12 - Por MARIANA CARBAJAL

jueves, 23 de mayo de 2013

CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE TORTURA Y OTROS TRATOS O PENAS CRUELES, INHUMANOS O DEGRADANTES


LAS MUJERES EVOLUCIONAN EN EL MERCADO CHINO



La progresiva incorporación de la mujer en la toma de decisiones de consumo, supone un gran cambio en los hábitos de gasto de las familias chinas
 El espectacular desarrollo que han tenido la economía y la sociedad china en los últimos años, ha permitido que este país reproduzca a una velocidad vertiginosa las transformaciones sociales que en otras épocas tuvieron los países occidentales. Uno de los ámbitos en el que los cambios están siendo más evidentes es el de la igualdad de las mujeres, que cada día son más tenidas en cuenta por la sociedad y están alcanzando cotas de igualdad que antes se consideraban inimaginables.

 

Pese a que generalmente la igualdad de género no se analiza desde el punto de vista económico, las consecuencias de esta evolución para la economía china son evidentes y la mayor participación de las mujeres en la toma de decisiones a la hora de gastar supone una revolución del mercado, que está cambiando radicalmente los hábitos de gasto de sus consumidores y ha obligado a las empresas a adaptar sus productos a esta nueva realidad.

Hasta hace algunos años, las mujeres chinas no tenían ni voz ni voto en las decisiones de la familia, pero ahora reciben una mejor educación, consiguen poco a poco mayores oportunidades profesionales y tienen más independencia financiera. Por estos motivos, su contribución al gasto familiar se ha incrementado de forma dramática durante las últimas décadas y mientras en los años 50 rondaba el 20% y en la década de los 90 no llegaba al 40%, en la actualidad el porcentaje del consumo familiar femenino ya supera el 50%.

Estos cambios sociales han generado una nueva forma de pensar en las mujeres chinas, especialmente en las más jóvenes, que son más independientes y ambiciosas en el consumo que las de generaciones anteriores. Esta evolución ha tenido una incidencia directa en el consumo de las familias que progresivamente han abandonando un estilo de vida ahorrativo y han incrementado sus gastos. En este sentido, la encuesta de la revista Mujeres de China (WOC) refleja cómo mientras en 2006 la tasa de ahorro de las mujeres en zonas urbanas fue del 55%, en 2009 se redujo al 24%.

La igualdad de género también les ha ofrecido a las mujeres chinas la posibilidad de ocupar puestos de liderazgo en la gestión corporativa y la iniciativa empresarial. De acuerdo con la “2011 China Rich List”, elaborada por la revista de Shanghai Hurun Report, de las primeras 20 billonarias del mundo 11 son chinas.

Este aumento del poder de las mujeres y de su capacidad económica puede afectar potencialmente los modelos de negocio en el mercado financiero en dos aspectos: en primer lugar, porque como directivas las mujeres tienen voz y voto sobre las estrategias de inversión de la riqueza de la empresa y segundo porque como consumidoras, a través de sus decisiones de gasto, influyen indirectamente en las estrategias que las empresas adoptan para vender sus productos. Además, el mayor acceso de las mujeres chinas al mercado de trabajo también ha transformado sus papeles en la familia, que son menos patriarcales, pues la voz femenina ahora tiene mayor capacidad de decisión. Como resultado de esto, las preferencias de consumo y de inversión de las mujeres juegan un papel cada vez más importante en la estructura del gasto familiar.

Nuevas estrategias de venta

El dinero gastado por las mujeres se ha convertido en una parte significativa del “gran poder de consumo chino”, un concepto que se está convirtiendo en el ‘mantra’ de los negocios internacionales.

El gasto de las mujeres chinas representa una parte del pastel que ningún vendedor de productos quiere perderse y por eso las empresas de bienes de consumo y los proveedores de servicios dirigidos a este segmento están compitiendo para poner en marcha campañas de promoción, con el fin de atraer nuevas consumidoras.

De acuerdo con una encuesta de Nielsen, en el 2010 la confianza de consumo de las mujeres chinas entre 30 y 39 años alcanzó el mismo nivel que la de los hombres de la misma edad y hay una creciente tendencia a que estas consuman en el futuro bastante más que los hombres, ya que las jóvenes están dispuestas a pagar más por sus artículos favoritos.

 “El futuro es femenino”, dijo HSBC asertivamente en una encuesta en el 2010 sobre los bienes de lujo, destacando la importancia de las consumidoras al tomar decisiones de inversión en muchas empresas globales. Las mujeres eligen cuando se trata de las compras diarias o aquellas al por mayor, ya que de acuerdo con la WOC en 2011 las esposas tomaron el 77% de las decisiones sobre los gastos de la familia.

Todos estos cambios en el patrón de gasto de los consumidores chinos están forzando a las empresas a reformar sus estrategias de venta, teniendo en cuenta patrones de consumo femeninos. Por ejemplo, la industria de los muebles de hogar ha adaptado diseños y materiales para complacer los gustos de las mujeres, ya que son estas las que amueblan las casas, sin importar quién pague.

Además, las mujeres no solo gastan dinero en sí mismas, sino también en todos los miembros de la familia. Por lo que sus preferencias determinan su propio consumo y el de sus familias (gasto en ropa, educación, salud y tiempo libre, entre otros), lo que hace que su influencia sea aún más determinante.

Implicaciones de negocio

Todos estos cambios en el mercado chino hacen que la visión que se tiene de este país desde el exterior varíe y mientras en el pasado se consideraba como un mercado monolítico, las empresas ahora están teniendo una mejor comprensión de la dinámica de género y están realizando más estudios sobre las diferencias en el comportamiento y la psicología del consumidor masculino y femenino.

Las mujeres tienen diferentes valores a la hora de tomar las decisiones de consumo y, en comparación con los hombres, tienden a comprar más y a gastar más dinero en productos de cuidado personal y en alimentos. Además, son conscientes tanto de la marca como del precio, mientras que los hombres solo tienen en cuenta las marcas que prefieren. Segmentaciones del mercado como estas ayudarán a las empresas a producir mejores productos y crear efectivas estrategias de marketing. Por ello las compañías que compitan por captar la demanda femenina deberán tener en cuenta las especiales características de las consumidoras chinas, introduciendo ciertos valores y pensamientos femeninos en sus decisiones estratégicas y comerciales.

Está claro que la igualdad de género afecta a la economía y ha producido grandes cambios en los hábitos de consumo del gigante asiático, por eso es fundamental que las empresas que deseen vender sus productos en China sean conscientes de los cambios que se están produciendo en su sociedad y, aunque solo sea por motivos económicos, se esfuercen en realizar los cambios en sus estrategias encaminados a adaptarse a una realidad que cambia a velocidad de vértigo.

Únicamente las empresas que tengan en cuenta estos cambios en sus estrategias empresariales y que sepan adaptarse a ellos, tendrán éxito en los próximos años. Aquellas que ignoren este progresivo acceso de las mujeres chinas al mercado de consumo y que no tengan en cuenta sus especiales características, diferenciadas tanto de los patrones de consumo de los hombres como de los de las mujeres occidentales, tendrán mayores dificultades para tener éxito a la hora de vender sus productos en el gigante asiático.

FUENTE:  AmecoPress.

ACOSO CALLEJERO: LA BÚSQUEDA DEL ROCE NO TIENE PERDÓN.






El acoso callejero es una de las formas de violencia simbólica más naturalizadas. ¡Cómo vamos a ofendernos si nos dicen “piropos” por la calle! Lo mínimo que recibiremos por semejante reacción es el insulto de un varón ofendido. Sin embargo en los últimos años cada vez más mujeres alzan la voz para decir que un “mamita” no es piropo y que no hay perdón para quien “busca el roce” en un medio de transporte, como proponía meses atrás una campaña –luego levantada por misógina- de cerveza Schneider.  


“El uso y abuso del cuerpo del otro sin su consentimiento puede darse de diferentes formas, no todas igualmente observables” (Rita Segato)





 Monserrat Costa se siente “asqueada, harta” y así lo manifiesta en Facebook cuando llega a su casa – en el barrio porteño de Floresta – y se sienta frente a la computadora.  Las cuadras que caminó por la calle fueron un “desfiladero de chiflidos, groserías y otras yerbas”. Mientras se preguntaba si cabría la posibilidad de hacer alguna denuncia que fuera tomada en serio contra los acosadores callejeros, escuchó una nueva grosería y decidió contestar. Por respuesta, recibió:

- Encima que te digo que sos linda te enojás, loca!

- ¿Sabés qué pasa?, yo no te pedí tu opinión, campeón.

- Loca… Já.

Su muro virtual rápidamente comenzó a recibir comentarios solidarios de muchas de sus amigas y de algunos amigos.

El acoso callejero es una de las formas en que se manifiesta la violencia de género, padecida por las mujeres, por el solo hecho de serlo, en los espacios públicos. Desde el piropo de apariencia más inofensiva, hasta el insulto, el manoseo y el exhibicionismo  se encuadran en uno más de los modos “naturalizados” de apropiación de la identidad de las mujeres a través del dominio sobre sus cuerpos, en el sistema patriarcal de dominación.  Son violencias de todos días, que se ejercen a gritos de imperio masculino.

Cuando Monserrat responde a su agresor, produce, en primer lugar un corrimiento de lugar; se revela como “sujeta” de derechos y así se rebela contra la posición de objeto disponible a las necesidades del hombre, en que la colocó el varón. A él le queda una respuesta: “loca” opera a la vez como descalificativo y como excepcionalidad, lo fuera de la norma. Ambos siguen su camino, ella decidida a continuar la batalla en otro espacio público, el virtual, y él reafirmado en su machismo.

Circula en Internet un video  http://youtu.be/QXYV3wO59UA   que invierte los roles y muestra a un varón transitar su día bajo la mirada e insinuaciones de todas las mujeres con las que se cruza, como intento de concientizar a los hombres de lo que significa en términos de libertad e identidad ser materia de uso apropiada por desconocidos. La naturalización de los estereotipos y roles de género es un logro implacable del patriarcado, no invencible, como está demostrado por las luchas de mujeres de todo el mundo, pero sí muy difícil de combatir. Es por eso, que un varón piropeador cree no tener nada que ver con los feminicidios, dado que las redes que los conectan están invisibilizadas.


Una mujer de 30 años, el 3 de mayo de este año, fue violada en un colectivo, en Río de Janeiro. El atacante primero robó a quienes iban en el micro y luego colocó un arma en la boca de su víctima, la violó y bajó en la zona portuaria de la ciudad. No es la primera vez que sucede. Un mes antes, una turista estadounidense había sido violada en la zona de Copacabana, en una camioneta de transporte alternativo.

Es sabido que el lugar de mayor inseguridad para las mujeres es el ámbito privado; la mayor parte de los feminicidios son cometidos por parejas o personas cercanas a las víctimas. Sin embargo, es en el ámbito público, en la calle, el tren, el colectivo, en donde se comienza a gestar la apropiación del cuerpo de las mujeres por parte de los hombres. Se las condena a restringir sus espacios, momentos y modos de circulación para evitar el acoso. Entonces, el dominio del ámbito privado al que tradicionalmente se relegó a las mujeres es el espacio más inseguro y lo público se constituye en el lugar de amenaza para las mujeres, que más allá de la posibilidad de un robo, temen el correlato de la violación. Es una violencia que se gesta  desde el día en que un varón le dice a una chica un simple “hola linda” y que implica el derecho que él cree tener a abordarla y a opinar sobre ella, sin que nadie se lo haya pedido.

Mariana Salomón vive en zona oeste y viaja desde siempre en el Sarmiento. Desde chica, hizo esfuerzos por invisibilizarse y comprimirse lo más posible ante los varones que se apoyaban en ella, en algunos casos, hasta con movimientos masturbatorios. Nunca pudo contestar, ni siquiera el día en que su abusador de turno, en el tumulto del pasillo del tren,  le rompió el pantalón cuando la manoseaba. “Era de mala calidad, lo había pagado muy barato”; pensó humillada. Su prima fue asesinada por un compañero de trabajo, cuando intentaba defenderse de una violación.  Hoy ella sabe que no es culpable del acoso callejero y que no es su ropa, su mirada, ni su forma de pararse la que lo provoca; sabe que es una problemática internacional que cuenta con activistas que lo denuncian e intentan combatir en todo el mundo. En el círculo de la violencia de género, las desigualdades generan violencia y la violencia se ejerce para perpetuar las desigualdades.


Atrévete o Hollaback es el nombre de un movimiento internacional que promueve la recuperación del espacio público,  proclama el derecho a su uso  libre de acoso y combate la aceptación cultural de  cualquiera de sus formas.  El movimiento surgió en Nueva York en el año 2005. En el subte, un hombre se masturbaba mirando a una mujer. Ella, ThaoNguyen, lejos de bajar la vista, le sacó una foto con su teléfono, con la que intentó, sin éxito, hacer la denuncia. Sin embargo, no se dio por vencida y subió la foto – y la denuncia – a un sitio de Internet desde el que se comenzó a multiplicar.

Cuando Asunción Magno iba a trabajar a la fábrica, en la Buenos Aires de hace sesenta años, solía cruzarse al “sátiro”. Él se abría el sobretodo y le mostraba el pene. Ella, asustada, apuraba el paso. A su hija, Sofía Quaglia, un hombre se le acercaba en las inmediaciones del colegio y amigablemente le mostraba una revista con desnudos; ella la miraba de reojo y sin levantar la vista ni contestar, se retiraba. A su nieta, Lina Correa, en un colectivo le tomaron una foto con un celular. Ella iba con su novio, quien se enojó ante lo que consideró un avasallamiento a “su” chica. Ella, en parte, se sintió halagada de haber sido una “chica bondi”.  Chicas Bondi es el nombre de una página de Internet creada por un hombre joven para subir las fotos que toma en los colectivos – “a modo de piropo” – a las mujeres que a su criterio representan “la belleza natural”. El debate sobre límites de lo público y lo privado, llegó  a la Defensoría porteña que en abril de este año dictaminó que se trata de “invasión a la privacidad” y que “incurre en violencia simbólica al reproducir una condición estereotipada de la mujer.”


El mismo dispositivo – un teléfono celular con cámara de fotos incorporada – hizo posible individualizar al acosador del subte de Nueva York hace ocho años y habilita hoy a un varón a tomar fotos en los colectivos a chicas jóvenes que respondan a su patrón de belleza y subirlas a una página web, sin consentimiento. En ambos casos, y también en el de Monserrat Costa, el medio de difusión fue Internet. Queda claro que la tecnología, en sí misma, no es buena ni mala; es su uso el que la determina.

Además de abuso, violencia, humillación, gritos sordos, el eco devuelve la palabra denuncia. Por eso cabe la pregunta de cuál es el marco jurídico que podría encuadrar la situación. La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer –conocida como Belém do Pará- definió, en 1994, como violencia contra la mujer a  “cualquier acción o conducta, contra la mujer, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico, tanto en el ámbito público como en el privado”. En Argentina se sancionó en marzo del 2009 una ley que incorporó expresamente a la violencia simbólica como un tipo de violencia, la Ley 26485 de Protección Integral para prevenir, sancionar, y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrolle sus relaciones interpersonales. “El cuerpo de la mujer es un campo de batalla” dice Rita Segato. Para que deje de serlo, la batalla que hay que dar es cultural, tecnológica, política, jurídica, literaria, mediática, léxica; ya que se trata de subvertir el orden impuesto por siglos de dominación masculina por sobre más de la mitad de la población: las mujeres.

En Argentina, de todas las situaciones de violencia de género que podríamos incluir dentro del acoso (agresiones, manoseos, descalificaciones, etc) sólo es considerado delito el exhibicionismo. Según el artículo 129 del Código Penal, perteneciente a los “Delitos contra la integridad sexual”: “Será reprimido con multa de mil a quince mil pesos el que ejecutare o hiciese ejecutar por otros actos de exhibiciones obscenas expuestas a ser vistas involuntariamente por terceros; si los afectados fueren menores de dieciocho años la pena será de prisión de seis meses a cuatro años. Lo mismo valdrá, con independencia de la voluntad del afectado, cuando se tratare de un menor de trece años.”

En el ensayo “La argamasa jerárquica: violencia moral, reproducción del mundo y la eficacia simbólica del derecho”, la antropóloga Rita Segato señala la eficacia de la violencia moral en “los menores e imperceptibles gestos de las rutinas domésticas”. En sus propias palabras: “Los aspectos casi legítimos, casi morales y casi legales de la violencia psicológica son los que me parecen revestir el mayor interés, pues son ellos los que prestan la argamasa para la sustentación jerárquica del sistema”.

 FUENTE. COMUNICAR IGUALDAD - Por Lourdes Landeira

miércoles, 22 de mayo de 2013

LA INDEFENSIÓN APRENDIDA EN LA VIOLENCIA DE GÉNERO


La teoría de la indefensión aprendida la formuló Seligman en 1975, la indefensión es el estado psicológico que se produce frecuentemente cuando los acontecimientos son incontrolables…cuando no podemos hacer nada para cambiarlos, cuando hagamos lo que hagamos siempre sucede lo mismo.

Leonore Walker, partiendo de los experimentos de Seligman, inauguró una línea de de investigación hoy todavía vigente y que se puede resumir en que: repetidos malos tratos disminuyen la motivación de la mujer a responder .Ella llega a ser pasiva. Secundariamente, su habilidad cognitiva para percibir éxitos está cambiada. No cree que su respuesta acabará en un resultado favorable.


Los sentimientos de indefensión en mujeres maltratadas podrían debilitar la capacidad de solucionar problemas y la motivación para afrontarlos, favoreciendo de esta forma la permanencia en la mujer en la relación violenta.

L. Walker afirma que parece que una mayor permanencia en una relación violenta puede estar relacionada con haber vivido más experiencias de indefensión en la infancia.

Como conclusión, en la indefensión aprendida concurren tres componentes: pasividad, empobrecimiento de la capacidad para resolver problemas y sentimiento creciente de indefensión, incompetencia, frustración y depresión.

Ciclo de la violencia de género

En la violencia de género se pueden distinguir 3 fases: acumulación de tensión; agresión y fase de “arrepentimiento”.

Esta última fase genera en las maltratadas una ficción de reencuentro llamada luna de miel donde el agresor intenta cumplir con la forma idealizada de pareja que tiene su víctima.

Según Walker la repetición de estos ciclos sirve para atar muy fuertemente a una mujer maltratada con su agresor. Mientras tiene lugar la agresión la mujer sufre una disociación acompañada de un sentimiento de incredulidad, de que eso esté sucediendo realmente; esto iría seguido de un colapso emocional, similar al experimentado por víctimas de secuestros o desastres, este colapso se acompaña de inactividad, depresión, ansiedad, autoinculpación y sentimientos de indefensión.

Más sobre la Indefensión aprendida: "haga lo que haga, nada va a cambiar"

En un experimento de Martin Seligman, un grupo de perros fueron expuestos a descargas eléctricas que no podían evitar ni controlar. Cuando, más adelante, se les dio la oportunidad de escapar de las descargas, los animales permanecieron quietos, sin mostrar ningún tipo de respuesta. Este estado de inactividad se explicó por el fenómeno de la indefensión aprendida.
La indefensión aprendida (learned helplessnes) consiste precisamente en un estado en el que el sujeto no intenta escapar ni evitar los estímulos aversivos (en este caso, las descargas, pero podría tratarse de cualquier cosa) aunque tenga la oportunidad de hacerlo. ¿Por qué no lo hace? Parece ser que el estado de indefensión aprendida produce un déficit en el aprendizaje posterior, es decir, hace que sea más difícil aprender que alguna respuesta puede detener o evitar la estimulación aversiva.
La hipótesis de la indefensión aprendida supone que el animal ha aprendido que su conducta no puede influir de ninguna manera en los acontecimientos, por lo que permanece inactivo.
Este fenómeno se produce también en seres humanos, y puede llegar a ser grave y derivar en trastornos como la depresión. En estos casos, el individuo desarrolla expectativas de falta de control sobre los acontecimientos, y suele pensar que su actuación es inútil. Es habitual encontrar pensamientos del tipo “nunca voy a conseguirlo”, “da igual que me esfuerce”, etc. En estos casos el estímulo aversivo no es una descarga, por supuesto. Puede ser el fracaso en los estudios, en el trabajo o en las relaciones personales, por ejemplo. La persona deprimida aprende que no tiene ningún control sobre lo que le ocurre y esto es precisamente un factor importante que contribuye al desarrollo de la depresión.
La falta de control, además, puede derivar en mayores niveles de estrés y favorecer la aparición de otros problemas de salud, como úlceras o problemas cardiovasculares. En experimentos realizados con roedores, se encontró que los animales que recibían descargas que no podían detener mediante ninguna conducta desarrollaban más úlceras que aquellos que podían detener las descargas, por ejemplo, mediante la presión de una palanca.
La indefensión aprendida en humanos puede ser realmente incapacitante, ya que el individuo sufre un déficit de actividad, es decir, permanece inactivo ante los acontecimientos y es incapaz de reaccionar. El tratamiento que se da a las personas que se encuentran en esta situación suele ser lo que se conoce como terapia cognitiva, que consiste en ayudar a estas personas a “desaprender” que no tienen control sobre los acontecimientos.

FUENTE: MUJERES DEL MEDITERRÁNEO

LATINOAMÉRICA: NO HAY CIUDADANÍA PLENA SIN AUTONOMÍA DE LAS MUJERES


México, mayo 20, 2013 - "Una de las grandes deudas pendientes con las mujeres se relaciona con la autonomía reproductiva. Todavía seguimos siendo un territorio ocupado por las religiones monoteístas y por sectores conservadores, al tiempo que los Estados siguen decidiendo por nosotras el tema de cuándo nos reproducimos, sin preguntarnos si queremos o no".

Así se expresa Susana Chiarotti, abogada Argentina con larga militancia en la defensa de los derechos de las mujeres y encargada de evaluar a los países del continente en el cumplimiento de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como Belém do Pará.



"En América Latina hemos avanzado con programas de educación sexual y de salud sexual y reproductiva, pero aún se enfrentan muchos problemas para su implementación y para que las mujeres puedan decidir sobre sus cuerpos. Los derechos sexuales y reproductivos deben ser respetados porque se afecta no solo el derecho a la salud, sino a la autonomía de las mujeres.

"Nadie puede ser ciudadana plena con un territorio ocupado, con un territorio donde deciden otros", resumió la experta de la OEA durante su estancia en México para asistir al Seminario Internacional organizado por el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM), del 7 al 10 de mayo, para abordar el incumplimiento de los derechos humanos de las mujeres por parte de los gobiernos de la región.

Al hacer balance de los cambios en las mujeres latinoamericanas durante la última década, Chiarotti reconoció "muchísimos logros, aunque falten cosas por hacer" y dijo que la situación actual, respecto a la de años atrás, muestra "pasos enormes".

"La violencia contra las mujeres estuvo legitimada por milenios y ahora se considera una violación a los derechos humanos. Este cambio es brutal y se ha conseguido en solo 30 años, que para un cambio cultural es muy rápido. Que siga impune es otro tema", consideró.

En su opinión, las mujeres denuncian cada vez más, ya no se callan y ello, posiblemente, le da más visibilidad a la violencia que se ejerce contra ellas.

"Ahora bien, que hayan aumentado las denuncias puede ser un indicador de otra cosa; puede que las mujeres ya no aguanten y digan: 'a ver, un momentito, yo a vos te denuncio, tengo a dónde ir'. Sienten que pueden denunciar, que tienen un espacio a dónde ir y tienen gente que las ayudan. Ahí esta el cambio. Sin embargo, no podemos dejar de tener en cuenta que las mujeres que acceden a los servicios no son más del 10 por ciento de las víctimas", comenta a SEMlac.

Los datos basados en servicios son parciales, aislados, asegura Chiarotti y expresa que en Latinoamérica no podremos tener noción de la dimensión del fenómeno a partir de las estadísticas hasta que los Estados no empiecen a cumplir en la construcción de bases de datos ciertas y serias.

Por otra parte, la experta sostiene que las estrategias legales en materia de violencia contra las mujeres tienen sus límites. "Han tenido un impacto simbólico en la población, pero que es parcial. Los Estados tienen la obligación de implementar políticas de prevención", acotó.

"¿De qué me sirve una ley de feminicidio si se aplica cuando la mujer ya se murió?", cuestiona la experta. "Lo que reclamamos es que ya no muera una mujer más. Es responsabilidad de los Estados preguntarse cómo hacer para frenar los feminicidios", insiste Chiarotti a SEMlac.

Para explicar que "hay muchas formas de hacerlo", cita los ejemplos de Argentina y Perú, donde más de la mitad de las mujeres que murieron por crímenes de género habían denunciado la violencia y algunas lo habían hecho, incluso, tres o cuatro veces.

"Entonces le pregunto al Estado: ¿qué hicieron, las escucharon? Y si la escucharon, ¿qué salida les dieron; qué hicieron?, ¿no tomaron medidas de prevención o midieron el riesgo que esas mujeres estaban viviendo? ", acotó.

"Los Estados tienen muchas herramientas para prevenir la muerte de las mujeres, pero muchos de ellos sacan como medida demagógica una Ley y después se lavan las manos. Para combatir la violencia contra las mujeres se requiere que los Estados implementen políticas serias que, incluso, llevan a una redefinición del espacio urbano", afirmó la abogada.


Medidas preventivas, medidas punitivas

Integrante actualmente del Consejo Consultivo de CLADEM, Chiarotti dirige el Instituto de Género, Derecho y Desarrollo de Rosario, Argentina (INSGENAR) y es profesora de la maestría "El poder y la sociedad desde la perspectiva del género", en la Facultad de Filosofía, de la Universidad Nacional de Rosario.

Según explica, muchas organizaciones de mujeres consideran clave incorporar al código penal el delito de feminicidio, pues sostienen que ello obligaría al Poder Judicial a incluir estos asesinatos en sus estadísticas.

"Sin embargo, desde otro sector de opinión, creemos que es importante promover un debate en ese sentido. No todos los problemas sociales deben o pueden ser solucionados con una figura penal. La creación de un tipo jurídico, con numerosos requisitos para su configuración y penas muy graves, podría resultar contraproducente y provocar dificultades para la efectiva sanción de los femicidios, aumentando así la impunidad prevaleciente", subrayó a SEMlac.

"Si la violencia contra las mujeres es el resultado de una situación de inferioridad y un trato discriminatorio, los cambios necesarios para erradicarla deben incluir planes, programas y políticas de transformación social amplios, integrales y permanentes, con una asignación presupuestaria acorde y gran compromiso político", sostuvo.

"Sancionar una ley severa, pero no llevar adelante medidas para la transformación social, puede tener un efecto boomerang",
 precisó mientras cuestionaba cuál es el sentido de una ley con penas altas, si luego no se aplica.


Paso a paso

Al preguntarle cuáles son los retos que hoy se plantea CLADEM, señala que continuar con la exigencia de las deudas pendientes. "En varios países se observan retrocesos en materia de acceso a la interrupción del embarazo o trabas para ejercer las opciones permitidas por la ley, en casos de aborto legal", detalló.

"Y aunque estamos avanzando hacia nuevas leyes integrales de violencia -en nuestra región ya contamos con este tipo de leyes en más en seis países- aún tenemos que hacer esfuerzos para que haya un adecuado acceso a la justicia en casos de violencia, especialmente sexual", reafirma.

Agrega la experta que, si bien parece estar bastante equiparado el acceso a la educación formal, muchos países no han avanzado respecto al cambio en los contenidos curriculares, por lo que se siguen reproduciendo nociones discriminatorias que afectan la construcción de una cultura igualitaria.

"También en el plano económico persisten las diferencias salariales entre varones y mujeres", expresa.

"Las desigualdades en Latinoamérica son tan ofensivas que superan en mucho las de África", enfatiza, pues "allí no hay una desigualdad tan grande; hay otro reparto, se vive de otra manera", argumenta.

"Y no es lo mismo vivir en una comunidad donde todas las personas son igualmente pobres y dignas, que vivir en una comunidad donde un escaso porcentaje son ricas y el resto pobre", concluyó.

 FUENTE: CEMlac - Por Sara Lovera