domingo, 23 de agosto de 2015

ATRAVIESA TODAS LAS CLASES SOCIALES EL FEMICIDIO

Título original: El cuchillo como un argumento final

Mientras discutían por la separación de bienes, un hombre mató a su ex frente a los abogados de ambos y la madre de él. Es un empresario que frecuentaba a los famosos. Quedó detenido.



Mientras discutían por la división de bienes post divorcio en la casa del country Martindale que alquilaban para descanso familiar, el ejecutivo desempleado Fernando Farré extrajo una cuchilla de entre sus ropas y atacó a su ex mujer. Uno de los cuchillazos, el asestado en el cuello, resultó fatal; poco después, Claudia Schaefer moría desangrada. El ataque y la agonía fueron presenciados por los abogados que víctima y victimario habían designado para tramitar el divorcio; desde otra habitación, en la que él la encerró antes de atacar a Schaefer, la madre del agresor vio, a través de un ventanal, lo que sucedía. Farré, quien hasta fines del año pasado fue gerente general de la multinacional de cosméticos Coty, fue detenido poco después en la misma casa del lote 5. El 14 de agosto se había vencido la orden de restricción mediante la cual la Justicia le había impedido acercarse a Schaefer; ambos habían acordado no renovar esa medida. El femicida, que es padre de los tres hijos de la víctima, quedó detenido; la causa recayó en la fiscal especializada en violencia de género de Pilar, Carolina Carballido Calatayud. Anoche, el cuerpo de Schaefer estaba en la Morgue Judicial de San Isidro, a la espera de que se le practicara la autopsia.

La abogada de Farré, Mariana Gallego, aseguró que “es sorprendente lo que pasó”, porque la semana pasada el hombre y su ex mujer tuvieron una audiencia en la que “se acordó el régimen de visitas (de sus tres hijos) y otras cuestiones”. “Como parecía un riesgo leve, el juzgado acordó un régimen de visitas provisorio y el retiro de las cosas. Eso fue hace apenas cuatro días. De hecho, el martes estuvieron juntos retirando cosas de uno de los domicilios”, recordó Gallego. Ayer, Schaefer había acudido a la casa de Martindale acompañada de su abogado y con valijas, precisamente, para retirar pertenencias suyas, como habían acordado previamente con Farré.

Schaefer y su abogado habían llegado a la casa del country, en Derqui, alrededor de las 11 de la mañana. En el lugar esperaban Farré, su abogado y su madre. En determinado momento, cuando los abogados mantenían una conversación entre ellos, Schaefer y Farré se dirigieron a otra habitación, durante lo cual comenzaron a discutir. “La discusión habría comenzado en la cocina”, aseguró el comisario mayor Oscar Lute, jefe de la Departamental Pilar. Allí, Farré habría tomado un cuchillo sin que ella lo notara. Luego, el hombre trabó la puerta de una habitación en la que se encontraba su madre, Nenina Castro de Farré. Al llegar al vestidor, Farré extrajo el cuchillo que llevaba consigo y atacó a la mujer.

Castro de Farré escuchó los gritos y vio lo que sucedía a través de un ventanal, el mismo que rompió para intentar frenar el asesinato, aunque no logró hacerlo a tiempo.

El comisario mayor Lute aseguró que, pese a versiones en contrario, Farré no intentó escapar luego de acuchillar a su ex mujer. El 911 registró dos llamados, “uno, de la guardia del barrio y otro, del abogado de ella”, informó el policía. Cuando los agentes del Comando de Prevención Comunitario (CPC) de Pilar llegaron a la casa, Farré “se entregó en total tranquilidad”, aseguró Lute.

El matrimonio alternaba la vida cotidiana entre un departamento de Av. del Libertador al 1700, en Ciudad de Buenos Aires, y la casa del country, que alquilaban y donde pasaban los fines de semana. Con la separación en vistas al divorcio, Schaefer permaneció en el departamento porteño y Farré, en la casa de Derqui. En diálogo con un canal de televisión, una mucama que trabaja en el departamento de Libertador y Tagle aseguró que la mujer era víctima de violencia. “El era un cargoso, celoso, la maltrataba todo el tiempo, había gritos constantes. Hace mucho que ellos no dormían juntos”, contó la empleada. Por la tensión, agregó, los tres hijos de la pareja “se están volviendo locos” y “no comen”.

La orden de prohibición de acercamiento a Schaefer que pesó contra Farré, de hecho, había sido dictada por la Justicia porteña, en el marco de la disolución de la pareja. “La mujer quería que él se fuera de la casa, y él no quería porque tenía chicos, y finalmente, cuando volvió, un día se encontró con una (orden de) exclusión” del hogar, aseguró la abogada Gallego. Esa disposición judicial de protección venció el 14 de agosto, y Schaefer y Farré habrían llegado a un acuerdo por el cual ella desistió de pedir la renovación de la orden.

Luego del femicidio, la fiscal Carballido Calatayud concurrió a la casa junto con peritos de la policía científica, para relevar pruebas y dar cuenta de la escena del crimen, de donde se retiraron alrededor de las cinco de la tarde. El cuchillo que fue usado para asesinar a Schaefer quedó secuestrado junto con otros elementos del lugar.

Fuentes judiciales indicaron que en Pilar no existía ninguna denuncia previa contra Farré.

Fuente: Página 12

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