viernes, 26 de mayo de 2017

ARGENTINA: ¿ IGUALDAD EN EL ÁMBITO LABORAL?

TÍTULO ORIGINAL: LA INVOLUCIÓN PRODUCTIVA

Para el organismo recaudador de la provincia de Buenos Aires, ARBA, embarazarse, enfermarse o adoptar un niño o una niña es motivo suficiente para perder parte del salario. Según su director, Gastón Fossati, quienes acudan a las licencias para este tipo de eventos que hacen a la reproduccion de la vida perderán la productividad, que es un derecho adquirido en los usos y costumbres de ese organismo. La medida está justificada porque se necesita aumentar la recaudación, pero lo cierto es que una medida de este tipo sería como evitar que las personas se vacunen para ahorrar dentro de los centros de salud. Lo que significa no entender ni el remedio, ni la enfermedad.




Aura tiene que pagar el alquiler, está embarazada y tenía planeado comprar la cuna con un plus que recibe todos los años. Pero se acaba de enterar que su sueldo va a bajar al mismo ritmo que crece su panza. Viviana viaja casi dos horas a su trabajo de ida y vuelta. Tiene mareos, la cintura le cobra la falta de descanso, pero no puede hacer reposo porque necesita llegar a pintar la pared de un cuarto para la beba que está esperando. Cynthia es madre soltera y no tiene con quien compartir los gastos de pañales, ni las levantadas nocturnas. Si ella no lleva la plata para la comida y el jardín de su otro hijo nadie lo hace. Romina buscó el embarazo cuando se sentía bien con su pareja y podían pensar en construir una pieza para su hijo/a. Ahora no sabe si parar la obra o seguir adelante a base de deudas. Daniela quería arreglar un auto que ya vive más en el mecánico para no arriesgarse a sufrir náuseas arriba de los dos colectivos que se toma del trabajo a su casa. Pero si se le achican los ingresos no se anima a nada. Karina ya había visto un cochecito y se había imaginado la ropa, los juguetes y la forma de salir a la calle con su hija de paseo para enfrentar el frío del invierno. Su imaginación se detuvo. Nunca ni a ella, ni a ninguna, se les cruzó por la cabeza que por ser madres les iban a descontar de su cuenta sueldo la licencia de maternidad de noventa días que es obligatoria para todas las madres de la Argentina. Pero lo inimaginable sucedió y les dio más náuseas durante el embarazo y puerperio. 

Laura, Viviana, Cynthia, Romina, Daniela y Karina son algunas de las trabajadoras -con reserva de su identidad para que no corran riesgo sus fuentes laborales- de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA), a las que pudo entrevistar Las/12, y que ven cercenados sus derechos a la maternidad y a la igualdad salarial y de oportunidades por una medida tomada por un organismo público de la Provincia de Buenos Aires. En ARBA las mujeres que se tomen licencia por maternidad (un derecho que no tiene opción legal de rechazar o achicar) van a ver recortados sus ingresos. El Director del organismo, Gastón Fossati, decidió que un plus por productividad histórico en el organismo (que ya forma parte del cálculo de ingresos de los y las trabajadoras) se les iba a quitar a quienes se tomen cualquier licencia, incluso la de maternidad, adopción y cuidado de hijos e hijas. No se sabe que va a pasar con las horas menos para garantizar la lactancia exclusiva de seis meses que recomienda el Ministerio de Salud. O si van a poner a elegir a las mujeres entre dar la teta o llegar a fin de mes.

En ARBA justifican la medida en que deben llegar a una recaudación de un monto aproximado de $200.000 millones. Sin embargo, la especialista en política social comparada de la Universidad de Costa Rica Juliana Martínez Franzoni, refuta: “Sujetar medidas de productividad al no uso de un derecho sería como incentivar que la gente no se vacune para no usar los servicios de salud. Posiblemente se ahorren una vacuna, pero las consecuencias serían mucho más graves que el costo de una vacuna. Las licencias son un derecho que debe ser estimulado para su uso pleno. Ya con las licencias tan cortas que hay en la Argentina las mujeres de mayores ingresos pueden tomar licencias más largas y las mujeres con menores ingresos o que no conviven con una pareja que no las mantiene económicamente (que es la realidad de la mayoría) no pueden hacerlo. Por eso, esta medida va a contrapelo de las recomendaciones internacionales y de la búsqueda por asegurar los cuidados básicos. Los países más desarrollados tienden a fortalecer la presencia de madres y padres durante los dos primeros años de vida. Cuando el Estado incentiva que la gente no tome licencias deja librado los cuidados al bolsillo de la gente, a la capacidad de pago, al mercado y, por lo tanto, genera injusticia”. 

En ARBA el premio por productividad se va a abonar en mayo y septiembre del 2017 y en enero del 2018. En principio se anunció que la medida iba a ser retroactiva para las personas que se hubieran tomado licencias el año pasado. Finalmente, se dio marcha atrás con quitar derechos sin anuncio. Pero se mantiene firme, hasta ahora, el quite de ingresos por licencias, inclusive, parentales. De todos modos, con una licencia por paternidad híper escasa el quite monetario recaería en las cuentas saqueadas de las trabajadoras ya que el descuento es proporcional a los días de licencia. Para colmo la plata quitada a las mujeres (el remanente de los quites a todas las personas que se tomen licencias pero que en el caso de las embarazadas es el único caso en donde no pueden dejar de hacerlo y cuando los hijxs se enferman son mayoritariamente las mujeres) entre toda la planta con lo que la brecha de género entre varones y mujeres (con un promedio nacional de 27 por ciento) se vería ampliada. Las mujeres serían las que, en mayor medida y obligatoriamente (salvo que se realicen partos en las delegaciones fiscales y se saltee la obligatoriedad de cumplir con los días de licencia maternal) se tendrían que tomar días para compartir un piso mínimo de 45 días con un/a recién nacido. En dinero constante y sonante una mujer que se tomen licencia por maternidad puede sufrir una multa en sus ingresos, en ARBA, de aproximadamente, 13.500 pesos. Y si el bebé es prematuro (y la licencia más larga) el recorte a la plata que se le va a evaporar del cajero puede llegar a 20 mil pesos. La maternidad nunca es gratis. Ni en trabajo no remunerado, sueño, tiempo, esfuerzo, cuerpo, salud y sacrificios intangibles que no pueden, siquiera, ser contabilizados. Pero, en este caso, implica directamente, una forma de quita salarial que agrava todas las desigualdades que recaen en la espalda de las madres.

La normativa es discriminatoria porque ni siquiera los objetivos (de productividad y recaudación) son personales, pero se le descuenta las embarazadas y otros afectados. Representa el equivalente a dos sueldos por año y se incluye tácitamente en la negociación por paritarias. Y para una embarazada o recién parida es con lo que contas para gastos como cochecito, ropa, preparación de la casa y pañales”, denuncia otra de las afectadas por el descuento por panza. A otra de las trabajadoras su proyecto de vida se le atragantó con las malas nuevas: “En el verano decidimos con mi compañero tener un hijo, hacia un tiempo soñábamos con eso pero este verano lo decidimos. En el mes de marzo nos enteramos de que vamos a ser padres, mi compañero trabaja de electricista  y no tiene un sueldo fijo. En ese momento empezamos a planificar agrandar la casita que es muy pequeña y ahora vamos a necesitar mas espacio. Estos días no son fáciles, estoy muy cansada, todo el tiempo con nauseas pero eso no impide que yo cumpla como desde el primer día en que entre a trabajar en la agencia, es un gran esfuerzo. Siento un profundo dolor por la gente enferma, por quien no podrá faltar para llorar sus muertos y otros que dejarán de ser donantes de sangre y órganos por esta mala decisión. Pero, en lo personal, me produce dolor porque durante cinco años siempre di lo mejor de mí yahora que decido ser madre se me restringe económicamente. La injusticia me duele”. 

Fossati no accedió al pedido de entrevista de Las/12, tampoco se brindaron datos sobre a qué cantidad de trabajadoras, embarazadas y madres afecta el recorte a su bolsillo. Pero estimaciones gremiales calculan en cien la cantidad de embarazadas y puérperas que verían recortados sus ingresos por la medida. Mientras que en el organismo confirmaron que se trata de un sistema de “premios y castigos” a quienes concurran (o no al organismo) por hacer uso de licencias que no sean vacaciones. La información oficial de ARBA califica la decisión como “Una medida equitativa que no implica ahorro ni ajuste” y resaltan que “Los cambios no vulneran ningún derecho”. En uno de los carteles de repudio de las trabajadoras se ve una foto de la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal tocando la panza de una embarazada con el lema “Fossati vos no pensas lo mismo”. 

No se trata solo de buenas intenciones, sino de la salud de bebés recién nacidos. “La semana pasada me tuve que tomar tres días porque mi bebe estaba con fiebre y me los descontarían en el segundo incentivo”, se lamenta una trabajadora de ARBA. Mientras que la comunicación oficial del organismo recaudador de impuestos de la Provincia de Buenos Aires promueve una idea de equidad inspirada en un liberalismo rabioso y una meritocracia en donde la maternidad no tiene ningún mérito ni se considera productiva, a pesar, incluso, que uno de los graves problemas fiscales, a largo plazo, es estimular la maternidad para que haya futuros contribuyentes en sociedades donde el envejecimiento de la población pone en riesgo el equilibrio demográfico que, según estimaciones difundidas por CIPECC, en la Argentina va a entrar en crisis en solo treinta años. “Este mecanismo contribuye a la equidad y posibilita una evaluación objetiva del aporte que cada trabajador realiza para lograr las metas comprometidas. En la práctica, la redistribución del incentivo en función del factor de presentismo implica que aquel agente que trabajó mayor cantidad de días cobrará más, en términos proporcionales, que quien trabajó menos. Los cambios implementados generan una evidente mejora para nuestro capital humano y no vulneran ni afectan ningún derecho premiando el presentismo y la prestación efectiva de servicios y reconociendo el mérito y el esfuerzo a partir de una fórmula más equitativa y transparente”, asegura la comunicación oficial de ARBA. El mérito tiene género según esta medida porque si un trabajador es padre va a cobrar la productividad mientras la madre de su hijo da la teta, lleva al pediatra, cambia pañales y no pega un ojo. Pero el desmérito de las mujeres, en cambio, les va a costar (demasiado) caro por improductivas. 

EN ARBA el plus por productividad es histórico y parte de los ingresos ya calculados por sus trabajadoras. En la Administración Nacional, en cambio, es una novedad incorporada por una paritaria muy baja (de 20 por ciento) acordada por el gremio UPCN y que tiene como novedad un plus por presentismo y productividad, pero que también, excluye a las personas que se tomen licencia salvo a quienes realicen estudios secundarios y universitarios, pero no exceptúa a las mujeres que se tomen licencia por maternidad o cuidados por hijos/as enfermos. Esta medida afectaría a 76.000 contratados/as y 15.000 o 20.000 personas de planta. Y fue firmada por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social a pesar que también afecta el derecho básico de la protección a la maternidad y la igualdad salarial entre varones y mujeres. 

Laura Sotelo, delegada y responsable de género de ATE Capital, subraya: “Repudiamos la paritaria cerrada por UPCN donde no se recupera el salario perdido ni alcanza la inflación sino que además se agregan sumas por productividad y presentismo donde se entiende el trabajo como meritocracia. El presentismo afecta a las mujeres que cargamos con los cuidados y las responsabilidades de la casa. Esta medida es inconstitucional y vamos a ver las consecuencias en el bolsillo”. 

Mientras que Gala Díaz Langou, Directora del Programa de Protección social de CIPPEC apunta: “En el caso de ARBA se trata de una medida que obstruye muy directamente el derecho a igual salario de las mujeres. Se trata de una medida que enfatiza la discriminación por género en el mercado laboral. Mientras se mantenga el actual régimen de licencias por maternidad y paternidad, su sesgo materialista implica que penalizar las licencias es penalizar la maternidad y reforzar los obstáculos para una mayor y mejor participación laboral de las mujeres. El Estado debería modificar el régimen actual de licencias, contribuyendo a su universalidad y co-parentalidad, tal como venimos proponiendo desde CIPPEC junto con UNICEF y ELA. Al restringir las ganancias de las mujeres por ser madre, se sigue ampliando la brecha laboral e, indirectamente, se refuerza el techo de cristal. También se contribuye a la profundización de la femenización e infantilización de la pobreza”. Por su parte, Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social de UNICEF enmarca: “En Argentina tenemos un régimen de licencias que está significativamente por debajo de los estándares internacionales. Asistimos a algunos debates donde la asociación entre productividad, licencias familiares y cantidad de trabajo está basada en una falsa percepción de que la maternidad es costosa, tanto para el sector público como para el privado, reforzada por una convicción ideológica, también falsa, de que el trabajador ideal es que el que está ‘siempre disponible’ y que la dedicación al trabajo de las mujeres disminuye cuando están embarazadas o son madres. La mayoría de los países desarrollados (y algunos países vecinos) implementaron períodos de licencia de maternidad acordes o superiores a las recomendaciones internacionales, ampliaron las licencias por paternidad e incorporaron licencias familiares, sin que ello haya implicado desbalances en los sistemas de seguridad social ni pérdidas de productividad. Por el contrario, los países que resolvieron este desafío lograron asegurar niveles de pobreza infantil bajos; desarrollo de servicios de calidad; alta participación de las mujeres en el mercado laboral y sostenimiento de tasas de fecundidad. No puede existir regresividad en derechos fundamentales”.

fuente: Página 12 - Por Luciana Peker


Desde nuestra opinión : Recordamos que en 1994 Argentina adhirió a la CEDAW ( Convención a todas las formas de discriminación contra la Mujer)ratificado en el año 2006 [ley 26.171]; Belém Dó Pará y, ley 26.485. + ley 26.061 ( Derechos de lxs niñxs) y ley 25.929 [ protección del embarazo y del recién nacido]. ¿ hablamos de igualdad??? #Vergüenza

FEMICIDA OVACIONADO EN FESTIVAL DE AVIÑON

TÍTULO ORIGINAL: Jean Louis Trintignant " me produce náuseas que el asesino de mi hija sea ovacionado como un gran artista en el festival de Aviñon"



El actor expresa su rechazo a compartir escenario con el músico Bertrand Cantat, que mató a su hija Marie en 2003.




Jean-Louis Trintignant resume la tragedia con la precisión del gran intérprete de textos clásicos: “Me produce náuseas que el asesino de mi hija sea ovacionado como un gran artista en el festival de Avignon”. 

Marie Trintignant murió en Neuilly, el 1 de agosto del 2003, a causa de una hemorragia y edema cerebral sufridos durante la brutal paliza que le dio su amante, Bertrand Cantat, un par de días antes, en un hotel de Vilnius (Lituania).




Bertrand Cantat, fundador del grupo Noir-Désir, fue condenado a ocho años de cárcel por homicidio involuntario. Y “justificó” la muerte de Marie Trintignant como consecuendia de un “accidente”, durante una “disputa de enamorados”. La autopsia demostró que Marie Trintignant había sufrido numerosos golpes violentos en la cabeza, precipitando la hemorragia que le sería fatal.




A lo largo del juicio que lo condenó por homicidio involuntario quedó demostrado que Cantat apaleaba a su amante con implacable regularidad, por las razones más diversas. Otras amantes del cantante declararon haber sufrido tratamientos físicos violentos y vejatorios.

Cantat estuvo en prisión apenas tres años, para ser puesto en libertad el 16 de octubre del 2007. Meses más tarde reiniciaría con cierto éxito su carrera de músico, actor y cantante, que debía culminar dentro de estas semanas, con un espectáculo propio en el Festival de Avignon.

Jean-Louis Trintignant se apea de Aviñón




Jean-Louis Trintignant, uno de los grandes actores del cine y el teatro francés, el padre de Marie, también estaba invitado al mismo festival de Avignon, que parecía llamado a ser el escenario de un distante “reencuentro” entre el padre de la víctima y el hombre que mató a palos a una de sus amantes.

Jean-Louis Trintignant: «Me produce náuseas que el asesino de mi hija sea ovacionado como un gran artista en el festival de Aviñón»


Trintignant ha decidido anunciar su retirada del Festival de Avignon: “Me produce náuseas que el asesino de mi hija sea ovacionado como un gran artista en el festival de Avignon”. El actor dice “comprender” las “razones artísticas” de quienes han invitado al cantante, pero prefiere estar lejos, muy lejos, de los escenarios donde se celebrará al hombre que mató a su hija.

Cantat también debía presentar una obra de teatro en Canadá. Pero los canadienses son mucho más escrupulosos moralmente que los organizadores del Festival de Avignon, y han declarado indeseable a Bernard Cantat. Jean-Louis Trintignant habla con la dignidad de un padre víctima de una pavorosa tragedia: “Quizá soy impúdico, decidiendo retirarme del Festival de Avignon, hablando en público de mis sentimientos. Pero no puedo ponerme a decir poemas en un festival donde también se ovaciona al hombre que mató a mi hija. No comprendo que ese hombre pueda presentarse en una escena teatral y ser ovacionado. Todo me parece una mierda mal oliente, que me da náuseas”.

fuente: ABC.es - Por Juan Pedro Quiñonero

martes, 23 de mayo de 2017

VIOLENCIAS Y FEMICIDIOS, LA DEUDA INTERNA

TÍTULO ORIGINAL: LA DEUDA INTERNA

A partir de un documento público del Comité Contra la Tortura de Naciones Unidas, el Estado argentino tiene un año de plazo para informar sobre la implementación de políticas contra las violencias hacia mujeres, trans y travestis, enmarcadas por primera vez como hechos de tortura y malos tratos inhumanos y degradantes. Los reclamos surgen de las presentaciones que hicieron ante el Comité organismos políticos, sociales y de derechos humanos en Ginebra.




El Estado argentino deberá enviar a Naciones Unidas antes del 12 de mayo de 2018 un informe de seguimiento de las recomendaciones y observaciones que realizó el Comité Contra la Tortura (CCT) de ese organismo y donde manifestó su preocupación por el aumento exponencial de los femicidios y hechos de violencia contra las mujeres, el impacto de la aplicación de la legislación en materia de estupefacientes en el aumento de la población femenina encarcelada, las requisas vejatorias de personas transgénero y travestis en la vía pública, y las condiciones de detención humillantes en dependencias policiales. Es la primera vez que el CCT enmarca las violencias contra mujeres, trans y travestis como torturas y malos tratos inhumanos y degradantes. 

En un documento público con recomendaciones al Estado a partir de las exposiciones que hicieron a fines de abril en Ginebra funcionarios de gobierno, organismos de control y organizaciones sociales y de derechos humanos, el Comité calificó como “alarmante” el incremento “de los casos de violencia física sobre las mujeres detenidas bajo jurisdicción federal” y si bien “aprecia la información proporcionada” por el Estado argentino “con respecto al seguimiento que se ha dado a los casos de femicidio durante 2015”, advirtió que “lamenta que esta información no se haya extendido al período sujeto al examen”, desde inicios de 2016 hasta abril de 2017. 

El órgano de supervisión de Naciones Unidas hizo foco sobre el crecimiento preocupante de femicidios y violencias contra las mujeres y personas trans y travestis a partir del informe del Observatorio de Género de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires presentado en la sesión de Ginebra, y que señala como torturas y malos tratos inhumanos y degradantes las diferentes violencias contra las mujeres, las condiciones de detención de mujeres y personas trans y travestis encarceladas y la violencia policial hacia este colectivo en territorio bonaerense. “En los últimos años el número de denuncias, de causas judiciales por violencia contra las mujeres y de casos de femicidios crecieron exponencialmente, lo que ha provocado masivas movilizaciones sociales y protestas que se congregan bajo la consiga NiUnaMenos”, dice uno de los párrafos del trabajo. “A partir del Informe elaborado por el Relator especial contra la tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes, entendemos que la violencia contra las mujeres puede configurarse como malos tratos y tortura porque es tolerada por el Estado, ya sea por omisión o por un conjunto de prácticas que consagran su impunidad y propician el aumento de situaciones de riesgo, exponiendo a las mujeres a violencias extremas perpetradas por autores particulares.” 

En la Argentina, una mujer es asesinada cada 18 horas, sin embargo no existen registros oficiales sobre femicidios y hechos de violencia pese a las últimas recomendaciones del Comité de la Cedaw. Las denuncias y causas judiciales sobre violencia contra las mujeres se han triplicado desde 2010: en la actualidad, en la provincia de Buenos Aires se reciben más de 600 denuncias por día solo en dependencias policiales y lo mismo ocurre con las causas penales por delitos relacionados con violencias que afectan a las mujeres. Pese a esto, el 75 por ciento de las causas que se inician por violencia de género son archivadas por la Justicia y la mayoría de los asesinatos de mujeres no son investigados ni juzgados como femicidios. El acceso a la Justicia presenta serios obstáculos por la falta de implementación de la ley de Patrocinio Jurídico Gratuito en todo el territorio nacional y la ausencia de perspectiva de género en la investigación y sanción de los casos, que genera un clima de impunidad frente al  número creciente de denuncias.

El CCT hizo un llamado puntual frente “al alarmante número de casos de femicidios y violencia de género registrados, así como el incremento de los casos de violencia física sobre mujeres detenidas”, y recomendó al  Estado intensificar sus esfuerzos para combatir todas las formas de violencia de género, incluidas dentro de los centros de privación de libertad, investigar en profundidad todas las denuncias, enjuiciar a los autores con  penas apropiadas  y garantizar a las víctimas políticas reparatorias integrales.

También expresó su preocupación frente al proyecto legislativo de reforma de la Ley 24.660 de Ejecución Penal, que limita el acceso a salidas anticipadas a un número amplio de condenadxs, y remarcó el número elevado de personas encarceladas bajo un régimen de prisión preventiva, que en el caso de las mujeres en la provincia de Buenos Aires supera el 64 por ciento y de las mujeres trans, el 80 por ciento.

La coordinadora del OVG, Laurana Malacalza, manifestó que el reconocimiento del Comité a la violencia contra las mujeres y contra personas trans y travestis, y a los obstáculos para acceder a abortos seguros y gratuitos como casos de torturas y malos tratos inhumanos y degradantes, “amplía el standard internacional que se entiende por violencia de género y en el marco de las relaciones interpersonales, y sobre las responsabilidades internacionales del Estado, al que le compete impedir que esos hechos se reiteren por la inexistencia de políticas públicas de prevención o por la inacción judicial frente a esos casos”.

De Ginebra en más, los organismos de control constitucional y de derechos humanos que participaron de la sesión podrán exigirle al Gobierno que cumpla con las recomendaciones del CCT, una herramienta válida para incidir en las definiciones de políticas públicas y de reparación de daños en todo el territorio nacional. “Es fundamental lo que se señala en el informe ONU sobre políticas de reparación a víctimas -destacó Malacalza-. Significa que el Estado no sólo es responsable de las políticas de asistencia y/o prevención, sino que tiene la obligación de reparar a las víctimas de violencias contra las mujeres y a lxs familiares de víctimas de femicidios, por los daños ocasionados por su inacción.”


El Estado argentino sigue manteniendo una deuda gravosa mientras no ponga en marcha políticas integrales que promuevan el fortalecimiento económico de las mujeres, el acceso a tierra, vivienda y a empleo formal para garantizar una vida libre de violencias, la creación de programas efectivos de asistencia a víctimas, sus hijxs y sus familias, la capacitación judicial con perspectiva de género, el cumplimiento de leyes y protocolos de salud sexual y reproductiva, programas de protección de testigxs y la implementación de políticas reparatorias de daños en los casos de violencia contra lesbianas, mujeres, trans y travestis.


A semanas de la tercera movilización nacional de Ni Una Menos, este 3 de junio, no es temerario afirmar que son las deudas pendientes las que están matando a las mujeres.

Fuente. La12 - Por Roxana Sandá

VIOLENCIAS: AYUDA EN CLAVE

TÍTULO ORIGINAL: Un secreto a cuatro voces

Bares y pubs de distintas ciudades alemanas promueven una frase en código para que muchachas puedan pedir ayuda al personal y salir ilesas de situaciones de acoso y violencia sexual. Una campaña que comenzó el pasado año en Gran Bretaña y continúa replicándose en otros países, más locaciones.





En Inglaterra, hay que pedir por “Jennifer” o “Ángela”, al igual que en ciertas urbes de España, Suecia, Sudáfrica o -incluso- del norte argentino; en Austria por “Sabrina”. Y solo recientemente, en Alemania, “Luisa” -nombre de origen germano que no tan curiosamente significa “guerrera”- se ha vuelto santa protectora de muchachas en potencial riesgo. Sucede que, haciéndose eco de exitosas campañas de distintos puntos del globo, la teutónica ciudad Münster recientemente ha lanzado Luisa Ist Hier: propuesta que invita a que damiselas en apuros, asediadas por hombres en bares, discotecas o restaurantes, pidan asistencia sin alertar al mentado perseguidor. “¿Tu cita se está propasando? ¿Te sentís amenazada? ¿Estás siendo sexualmente acosada? Andá a la barra y preguntá al staff: ‘¿Está Luisa aquí?’. Ellxs sabrán qué hacer”, ofrece la web oficial de la concienzuda iniciativa, donde la muchacha en cuestión solo necesita decir la frase decretada, un código pautado, y sin necesidad de dar explicación alguna, recibirá la requerida ayuda para escapar del mal trance… 

“Susi está celebrando con sus amigas Marie y Lisa, y hace contacto visual con un chico. Bailan. Él le invita una copa. Pero, en cierto momento, ella comienza a sentirse incómoda: el muchacho la acorrala, intenta besarla y reacciona violentamente cuando Susi detiene sus avances. Entonces ella mira a su alrededor; no encuentra a sus amigas ¿A quién puede recurrir?”,  se pregunta el sitio alemán Jetzt, previo a contestar con contundencia: ¡A Luisa! Léase, el/la bartender o mozo/a de ocasión, instruidos para lidiar con situaciones de ascendente peligro, amén de salvaguardar a posibles víctimas, dándoles un espacio seguro, asegurándose que lleguen a casa sin problemas, retirando del recinto al agresor. “La decisión última es de la mujer. Si decide abandonar el bar, el personal llamará a una amiga o le pedirá un taxi. Si decide quedarse, buscará el modo de que vuelva a sentirse protegida y a gusto”, anota Daniela Stöveken, impulsora junto a Andrea Werthmüller y Gerlinde Gröger -miembros de la organización contra la violencia sexual Frauen-Notruf-, de Luisa Ist Hier. Duchas, por cierto, en entrenar al staff de las locaciones que ya se han sumado a la propuesta, ofreciendo cursos temáticos, teléfonos de contacto de especialistas en acoso y violencia de género, afiches con información indispensable. 

“La acción está diseñada para atraer a mujeres y alentarlas en su derecho a pedir ayuda. Con una frase simple, sin complicaciones, buscando evitarles momentos desagradables, engorrosos”, advierte la tríada, entusiasmada porque cada vez más sitios se comprometan con la iniciativa (en la web, una guía de locales suscriptos evidencia que en otras ciudades -Flensburgo, Neuss, Leverkusen, Dusseldorf, etcétera- Luisa Ist Hier ya ha prendido). Y no se les caen los anillos al admitir que, en efecto, el modelo para la cruzada lo han tomado de la inglesa Ask for Angela, que debutó en el condado de Lincolnshire, en UK, el pasado septiembre, con sonados resultados y extensivas réplicas por coordenadas varias de Inglaterra y el mundo. Cuenta Hayley Child, coordinadora de estrategias contra la violencia y el abuso sexual de la región, que ciertos bares de la zona ya venían adoptando estrategias similares por cuenta propia, pero que la intención de sistematizar la acción responde a “promover un cambio cultural y empoderar a las víctimas para que tomen la decisión de reportar incidentes de acoso”. En su organizado caso, con afiches con similares sentencias a las antes mencionadas: “¿Tu cita de Tinder o Pof (Plenty of Fish) no es quien decía ser en su perfil? ¿Sentís que no estás en una situación segura? ¿Estás incómoda? Preguntá por Ángela, y el personal del bar sabrá que necesitás auxilio y te asistirá para salir de esa situación, llamará a un taxi o te socorrerá sin alboroto”. 

“Aunque se suponía que la idea inicial debía ser discreta para funcionar, con la viralización de la campaña esta opción ya no está en las cartas. Empero, el concepto aún es aplicable y cada local dispuesto a ponerla en práctica, puede hacerlo con su propia variedad, alternativa”, advierte Child, que contrario a lo que muchos presumen, no eligió el epíteto “Ángela” en referencia al ángel de la guarda: lo hizo en homenaje a su amiga Angela Crompton, que murió asesinada a martillazos por su marido en 2012...Ofrece además la inglesa que “al mirar la data de la policía, la tendencia es clara: la mayoría de los casos de violencia sexual suceden los viernes y sábados, y el alcohol a menudo está involucrado. Por tal razón, quería trabajar con pubs y bares, encontrar un modo sencillo de que se implicasen y dieran una mano a mujeres vulnerables”.   

En Estados Unidos, por cierto, una intentona semejante permuta nombre propio por trago: allí, la muchacha alarmada no pregunta por nadie; solícitamente solicita un trago de mentirillas, “el chupito Ángel”. De requerirse solito, el barman decodificará que la joven necesita que la escolten a su auto; con hielo, que velozmente le pidan un remís; con lima, que urgentemente llamen a la policía… 

Con todo, más allá de que pedir por Luisa, Ángela, Jennifer -y otras variaciones- sí ofrece una solución temporal a situaciones concretas de acoso, existen voces críticas que argumentan que lo que genuinamente provocaría un cambio cultural es pensar campañas que desalienten este tipo de conductas agresivas en varones. Para Geri Burnikell, de la ONG Support Line, en UK, por caso, “la prioridad debería ser que los hombres no actúen así en primer lugar, con sentencias más fuertes para disuadirlos. Todo debería estar orientado para decirles que su comportamiento es inaceptable, que será penado”.

Fuente: Página 12 - Por Guadalupe Treibel

viernes, 12 de mayo de 2017

LAS MUJERES DE LA PLAZA

“No lograron entristecernos, nos indignaron”, dice Nora Cortiñas, exultante, después de la marcha que el miércoles puso a ondular pañuelos blancos en todas las plazas del país con la fuerza de una marea. Lo dice cuando la indignación se ha transformado en alegría porque la enorme demostración de poder popular puso un límite muy concreto: a la impunidad, no. Una alegría compartida que emociona porque a la vez demostraba la fuerza de la unidad de las fuerzas políticas; fue un abrazo para esas mujeres que se rebelaron frente al poder en plena dictadura, cuando ese poder se pretendía totalitario. Nora es una figura emblemática de ese movimiento que lleva 40 años de persistencia en la calle, porque siempre fue crítica cuando había que serlo, porque siempre apostó a la unidad de quienes llevan los derechos humanos como bandera. 





La marcha fue extraordinaria”, festeja Nora Cortiñas, en la noche del miércoles 10 de mayo, con una Plaza de Mayo rebalsada de gente, un golpe a la impunidad y un efecto de la unidad de la lucha de los derechos humanos frente a la inercia del partidismo tradicional. “Fue un triunfo de la movilización popular rompiendo el silencio y las patrañas que quieren ponernos palos en la rueda, pero no lograron entristecernos perdonando a los genocidas. Nos indignaron”, subraya Nora, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora e independiente del poder político (una característica que resaltó su legitimidad y autonomía más allá de los ciclos electorales) y un símbolo de la unidad que pudo convocar a una sola marcha como no se podía, ni siquiera, en los 24 de marzo. Su figura resalta por su vitalidad, coherencia, alegría y lucidez, un filo sin flaquezas en la calle y en la palabra.



Mientras en la Catedral se proyectaba la frase “Aquí ocultaron apropiaciones” para negar cualquier reconciliación posible y los pañuelos blancos se multiplicaban con las manos en alto como bandera de un país que no olvida a quienes hicieron de los pañales un símbolo de maternidad política frente a la crueldad sin ley.



Nora Cortiñas pide la renuncia de los tres integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación –Elena Highton de Nolasco, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti– que votaron la liberación de represores. “La plaza de la resistencia mostró abiertamente que no vamos a dejar avasallarnos con fallos inmorales de la Corte Suprema de Justicia. Sus tres miembros tendrían que renunciar si tienen dignidad. Esta plaza demostró que este pueblo no olvida, no perdona y no se reconcilia. Es un triunfo de la unidad y del pueblo rompiendo el silencio y haciendo resistencia mientras que el gobierno nos quiere sumir en el silencio”, resaltó. Y destacó la aprobación, por parte de la Cámara de Diputados y Senadores, de una ley que prohíbe la aplicación de la ley de 2x1 a los condenados por delitos de genocidio, lesa humanidad y crímenes de guerra): “Me parece muy bien que el Congreso esta vez escuchó al pueblo y tomo una determinación para avanzar en un país sin impunidad con toda la justicia y toda la verdad. Ahora tienen que abrirse los archivos para ver que paso con los desaparecidos y con los bebes apropiados”. 

Nora fue una de las oradoras del acto en donde su pañuelo se multiplicó en miles de brazos levantados. Leyó parte de un documento que alertaba que la Corte quería dejar libre a Jorge “Tigre” Acosta, Miguel Etchecolatz y a Alfredo Astiz. La muchedumbre gritó enfurecida contra los genocidas y ella se sumó también con sus propios gritos emponchada en una campera negra inflada, sin que ni el frío ni los años la detengan, pero, a la vez, haciendo de la voz del pueblo su propia voz y del eco un eco en el que ella se reconoce y se sabe reconocer. Fuera del palco, después de la marcha, en una pizzería del centro puso sus manos en la boca para gritar “Desaparecidas”. En una mezcla de recital y marcha con sillas desde todas las mesas se levantaron, con los brazos, en alto, para gritar, con su arenga, “presentes”. Nora levanto sus puños y llevo la voz cantante con el pie de “Ahora” y todas las mujeres que la rodearon reafirmaron “Y siempre”. Y el siempre se convirtió en himno “Hasta la victoria siempre” que salió de su voz fuerte como un puño, fuerte y renacida. 

fotografía de Sebastián Freire

Apenas un día antes de la marcha la misma garganta que forzaba un abucheo y entonaba el pedido de justicia y hablaba con y para la gente estaba dolida. La recuperación de la voz es una metáfora sin remedio. 

–Tengo la garganta amarga –le contó a Las12 y se consoló con el diagnóstico de un dolor político: “No es para menos”, el martes 9 de mayo. No hacía falta aclarar la amargura de un clima de época en donde el desprecio al pasado y la saña con las matemáticas de las desapariciones se vertieron, como una cloaca, en la conmutación de penas para genocidas decidida por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, una medida que ella define como una amnistía. “Nunca hemos pedido venganza, pero los crímenes no pueden ser atenuados con una amnistía”, subrayó.

Nora Cortiñas abrió la puerta de la calle Piedras, una oficina de un organismo que cobija frío, calcomanías pasadas de época y maderas que chillan, pero que no la amainan de dar no uno sino veinte pasos arribas para subir unas escaleras angostas y empinadas en busca de pastillas para su garganta amarga, pero nunca callada. Tiene 87 años y una vitalidad que no se puede explicar por el transcurrir de los años –desde 1930, la década infame hasta el presente de liderazgos CEO´s– si no es cruzada por una lucha lucida, decidida, autónoma y genuina. Camina y sube con pasos rápidos, la espalda apenas se la encorva. Y el rostro se le ilumina con los labios brillantes en rosa y los ojos resaltados por un celeste que hace de su rostro un mito, todavía, más iluminado. Tiene además un pañuelo –que se acomoda para las selfies– en el cuello hecho cadenita y en plata un collar mapuche, un saquito negro que la delinea y un prendedor con más brillo frente al brillo de su presencia que encandila con su pelo blanco. Cierra los ojos cuando algo se le escapa de una memoria prodigiosa en rescatar la memoria y apenas se le ven las líneas del esfuerzo por atrapar los nombres que vuelven a su boca. Los ojos se le abren y la victoria vuelve a la lengua: nada se le escapa.


Son 87 vital y móvil –define ella misma.  Y la mitad de su vida, en la calle, en una pelea que nunca tiene una victoria inmóvil, sino una defensa permanente. “Pasaron cuarenta años y la salud se resiente. La búsqueda y la angustia por un lado dan vitalidad de todos los días para seguir estando y levantar la bandera de lucha de nuestros hijos e hijas. También te compromete a cuidarte la salud para estar todos los días. Pero cuarenta años es mucho, con sus días, sus meses”, reseñó, también, sobre una pasión que hace de escudo al descuido o la inercia.

–¿Cómo ves la actual coyuntura política y judicial que enmarca la decisión de conmutar penas a genocidas?

–Ahora estamos viviendo momentos muy difíciles porque hay un gobierno de derecha y conservador que no es para nada lo que teníamos, con todos sus defectos.

–Vos, justamente, fuiste crítica...

–Yo fui crítica y me siento conforme. Saludo los avances que tuvimos, pero no estuve de acuerdo en temas que fueron errados de parte del gobierno como poner a (César) Milani como Jefe del Ejército, la Ley Antiterrorista, el proyecto X de (Sergio) Berni de espiar a militantes, Monsanto y otras cosas. 

–¿Crees que el 2 x1 fue una medida independiente del Poder Judicial?

Para nada. Es una medida obscena e inmoral. Pero esto fue preparado cuando se intentó sacar como feriado al 24 de marzo, entre otras cosas. Los miembros de la Corte (Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti) no vienen de carrera sino que fueron puestos, primero, de manera ilegal por el Presidente y, después, aprobados por el Congreso de la Nación. No fue ni rechazado ni discutido. Sabemos a quienes representan estos jueces. Y la Jueza (Elena Highton) de Nolasco antes rechazó esta medida y ahora se dio vuelta porque tenía que jubilarse por la edad. Preocupa este desfasaje de la Corte que tiene que gobernar para el pueblo. La ley del 2 x 1 no está hecha para crímenes de lesa humanidad. Esto es una amnistía y, por eso, el pueblo salió a la calle. 

–¿El 2 x 1 fue un intento también de abrirle la puerta a sectores pro represión?

Si salen los genocidas libres eso genera miedo. No titubearon en organizar los vuelos de la muerte donde se arrojaba a las víctimas torturadas y moribundas, ni siquiera muertas, y se arrojaron a madres que buscaban a sus hijos que fueron enterradas como tumbas anónimas durante muchos años. Las Madres nunca pedimos venganza. Pero sí que los crímenes no puedan ser atenuados en su condena ni puedan tener prisión domiciliaria. En la Argentina existieron campos de la muerte al estilo nazi. No puede ser que quienes cometieron crímenes que ofenden a la humanidad puedan salir a la calle. Por eso creemos en la movilización popular. 

–El respaldo a genocidas también se vio acompañado de mayor represión policial. Vos esperaste afuera de la comisaría cuando la policía detuvo a Micaela, la integrante de La Garganta Poderosa, que metieron presa, en marzo de este año, en Flores por filmar atropellos policiales contra un chico de 13 años…

–Afuera, no adentro –aclaró. La aclaración abre las aguas. Ella no solo viaja de Castelar a la Ciudad de Buenos Aires para hacer presencia, sino que se queda adentro hasta que la injusticia se resuelve.

–¿Cuál es el secreto para poder poner el cuerpo con tantos años de lucha?

–Me da la salud y otra cosa que es necesaria: la voluntad. Yo tengo voluntad, compromiso y salud.


Nora salió a la calle para reclamar por la desaparición de su hijo Gustavo, en 1977. Pero, además, se convirtió en una pionera feminista y formó parte de la comisión que organizó, por primera vez, un Encuentro de Mujeres, en 1986, en el Centro Cultural San Martín, de la Ciudad de Buenos Aires. Marta Merkin, Ana María Muchnik, Liliana Daunes, Claudia Korol, Mabel Belucci, Magui Belotti y Marta Fontenla son y fueron sus amigas feministas que le abrieron un mundo que para ella era desconocido y la hacía sonrojar hasta sacarse el pañuelo blanco que hoy, también, puede nombrar feminista. 

–¿Cómo te hiciste feminista?

–Las amigas feministas se arribaron a nosotras cuando había mujeres de partidos políticos que no veían con buenos ojos nuestro atrevimiento de ir a Plaza de Mayo. No tenían en cuenta que nos habían amputado una parte de nuestra vida. No éramos heroínas, sino madres que sentíamos el golpe terrible de la desaparición de un hijo o una hija. Pero no todas las madres son feministas, ni todas las feministas son madres.

–¿En un primer momento no combinaba ser madre con ser feminista?

–En ese momento no era difundido el feminismo. Ahora los mundos están unidos, pero, en los años ochenta, te mostraban una marcha feminista como desentendidas de lo que a nosotras nos convocaba que era estar apegadas al hogar. El feminismo te asustaba. Nosotras estábamos criadas dentro de un patriarcado y no te podías despegar tan fácil. Pero salir a la calle, hablar con otras mujeres, nos cambio.

–Vos contaste que en un Encuentro de Mujeres empezaron a hablar de sexualidad y te sacaste el pañuelo porque te dio pudor

–En ese momento parecía que hablar de placer no combinaba con buscar a nuestros hijos e hijas. Pero cuando dejas las cuatro paredes de tu casa ya vas cambiando. Empezás a aceptar a otros. En algunas familias muy patriarcales la homosexualidad era criticada, no como ahora, que hay libertad. 

–¿Cómo eras antes de convertirte en una Madre de Plaza de Mayo?

–Mi papá, Emanuelle, era un catalán muy machista, pero no quisiera decirlo para desvalorizarlo, era criado en la idea que el padre era la figura, el que tomaba las decisiones y el era muy celoso de sus hijas. Mientras que mi mamá, Mercedes, era muy tímida. Mi marido, Carlos, era igual, pero un poco más moderno porque creo que mi suegra era feminista sin saberlo. Ella tenía más autoridad. Yo cuando me casé creí que tenía deberes y no que tenía derechos, aunque mi marido era respetuoso y no era ni violento, ni mal educado conmigo. Era muy considerado, pero era patriarcal. Igual caminamos juntos por la vida y tuvimos a Gustavo y Marcelo. Soy viuda hace 24 años. Pero yo era la machista. Y cuando desaparece Gustavo, en 1977, y me tengo que topar con un mundo tan difícil para una ama de casa, ahí doy un paso para adelante. La mujer estaba muy desvalorizada por los militares y la Iglesia Católica. 

–Fuiste una de las pioneras de la comisión organizadora del Primer Encuentro de Mujeres. ¿En qué te cambiaron la vida?

Los Encuentros de Mujeres te van ayudando a entender, en la medida que te encontras con las historias de otras mujeres, de otras dimensiones como seres humanos. Yo no creo que sea la feminista perfecta, pero desarrollé un feminismo a mi modo. Y, en el 2015, Ni Una Menos, que explotó de una manera terminante, ayudó a la visibilización y a decir “acá estamos, tenemos derechos” y eso animó a otras mujeres, que son tímidas, o que se asustan. Yo creo que ahora los hombres nos tienen miedo porque nosotras ya no les tenemos miedo. 

Fuente: Página 12 , suplemento Soy - Por Luciana Peker

jueves, 11 de mayo de 2017

EL VIOLENTO NO TIENE LÍMITES

Título original: Violencia Vicaria: Las hijas y los hijos víctimas de la Violencia contra sus madres


En los últimos años, el mundo occidental ha tomado conciencia de la importancia de atender un delito que ocurría en la intimidad de una relación, de una casa, de una familia y que por lo mismo, se lo consideraba “privado”: la violencia contra las mujeres en el marco de las relaciones de pareja. Por ello, los países han considerado importante adecuar leyes, protocolos de actuación e intervenciones en dirección a protegerlas de su agresor, se han impuesto órdenes de protección y de alejamiento, aunque aún y a la luz de las estadísticas, estas medidas continúan siendo escasas. Las mujeres continúan siendo asesinadas a manos de hombres violentos que no aceptan ser dejados o contrariados en su afán de control y sometimiento.

En el sistema patriarcal, la violencia contra las mujeres, cobra la forma además, de desplazarse a todo aquello (o aquellos) a lo que la mujer está apegada o siente cariño.  Por este desplazamiento, el hombre expresa su odio dañando a las mascotas, dañando lo más preciado que tiene la mujer sobre la que ejerce violencia: daña su imagen desfigurando su rostro con ácido, desprestigia su “buen nombre y honor” publicando anuncios eróticos con su número de teléfono, amenaza con dañar o matar a sus padres o familiares, rompe sus objetos preciados, quema su ropa…


Judicialmente, ese individuo sabe que no tiene derechos sobre su esposa/pareja, pero sí sabe que conserva (y conservará hasta la mayoría de edad) poder y derechos sobre las hijas y los hijos. Por lo mismo, los transforma en objetos para continuar el maltrato y la violencia.

Sabe que esa mujer será capaz de callar, tolerar, ceder y seguir aguantando muchas cosas sólo por sus hijos e hijas. Sabe que la amenaza más efectiva (que siempre está presente en todos los casos de maltrato en la pareja) es: te quitaré a los/as niños/as!…entonces ella no se divorciará, no denunciará, no pedirá la mitad de los bienes y hasta entregará su parte del patrimonio con tal que él le deje ejercer la custodia y el cuidado de sus hijas/os .

Este individuo sabe que además, es muy probable que la justicia hará prevalecer los derechos de El Padre, por encima de cualquier otro interés, incluso a veces, llegando a interpretar de modo perverso, que el “interés superior del menor”, consiste en estar obligadamente con ese padre y en cumplir sus deseos.




Estos hombres violentos, frente a los obstáculos que las leyes y la justicia ponen a su afán de ejercer la violencia sobre la que consideran “su” propiedad privada, han encontrado el modo de continuar ejerciendo violencia y maltrato a través de la parte más vulnerable para ella: sus hijas/os. 



Todos los días vemos cómo hombres que durante el matrimonio no se preocuparon ni interesaron por sus hijas/os, al momento del divorcio, solicitan la custodia compartida, un régimen de visitas amplio y algunos solicitan la custodia plena, sólo por su afán de continuar en contacto con la mujer y continuar el maltrato, ahora a través de los hijos y las hijas. A este fenómeno, lo he denominado “violencia vicaria[1]”: aquella violencia que se ejerce sobre los hijos para herir a la mujer. Es una violencia secundaria a la víctima principal, que es la mujer. Es a la mujer a la que se quiere dañar y el daño se hace a través de terceros, por interpósita persona. El maltratador sabe que dañar, asesinar a los hijos/hijas, es asegurarse de que la mujer no se recuperará jamás. Es el daño extremo.


El maltratador sabe que dañar, asesinar a los hijos/hijas, es asegurarse de que la mujer no se recuperará jamás. Es el daño extremo.

Pero ¿qué factores hacen desplazar la violencia a los hijos y las hijas? ¿Qué mecanismo opera en un individuo que asesina a sus hijas/os? El principal factor que opera en primera instancia es sin dudas que pueda convertir a sus hijos/as en objetos, en instrumentos para infligir daño a quien considera la diana en su objetivo: la mujer. Que pueda asesinarles y dañarles, es la prueba irrefutable que para ese individuo, esos no son sus hijas/os y no les considera personas, por el contrario,  ellos/as son un objeto más para manipular, controlar y continuar maltratando e hiriendo a esa mujer. Él sabe que los hijos son lo más importante que tiene ella y al dañarles, el hombre violento se asegura que esa mujer no se recupere jamás.

Según la Macroencuesta de Violencia de Género elaborada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en 2012,

En España:

  • 840.000 hijos e hijas de mujeres maltratadas sufren cada año las consecuencias de la violencia de género al vivir en el mismo hogar donde se produce.

  • 540.000 padecen la violencia de forma directa (el 6’2% de los niños y niñas de España).

  • En la última década, el número de menores muertos por causa de la violencia contra su madre asciende a 44 (entre 4 meses y 16 años de edad).

  • 26 fueron asesinados durante el régimen de visitas o en el periodo de la custodia compartida correspondiente al hombre.

De acuerdo al registro anual que realiza la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, muchos de los hijos e hijas perdieron la vida junto a sus madres durante un episodio múltiple de violencia de género. Pero ese modus operandi no fue mayoritario. Más de la mitad (23) de los 44 menores muertos en la última década por violencia de género no fue asesinado en presencia de la madre, sino durante el régimen de visitas o en el periodo de la custodia compartida correspondiente al hombre. Y en tres casos los niños fueron asesinados con la madre presente, pero sin que ella fuera agredida físicamente. Muchos de estos asesinos, avisaron previamente a la mujer lo que harían, generando impotencia y desesperación.

840.000 hijos e hijas de mujeres maltratadas sufren cada año las consecuencias de la violencia de género al vivir en el mismo hogar donde se produce.




Frente a estos hechos, nos encontramos con una realidad judicial que nos dice que el 80% de las víctimas de violencia de género no denuncia. Las mujeres creen que al divorciarse se acabará la violencia y al poner distancia con el maltratador, se pondrán “a salvo”. En la relación con un hombre violento, el divorcio, si existen hijas/os menores de edad, da comienzo al calvario para una mujer, ya que él estará dispuesto a utilizar todos los instrumentos a su alcance para continuar maltratándola, y esos “instrumentos” incluyen de forma prevalente a los hijos y a las hijas.




En la gran mayoría de los casos analizados durante la última década, la violencia vicaria sobre los hijos con resultado de muerte, fue el final de una violencia previa sobre la madre, episodios que arrastraban una larga historia previa de maltrato.

La violencia vicaria sobre los hijos con resultado de muerte, fue el final de una violencia previa sobre la madre.

[2]Casi un 60% de las mujeres maltratadas en el 2015 tenían hijos menores, y de ellos la mitad sufrió agresiones. No nos equivocamos si afirmamos que la Violencia contra la mujer-madre, es otra forma de maltrato infantil. Según la organización Save de Children, en España, en el 2014, 3.349 niñas y niños fueron víctimas de malos tratos en el ámbito familiar.

Las y los menores de edad, víctimas de la violencia hacia sus madres sufren graves secuelas y requieren de una asistencia especializada para prevenir problemas en la madurez. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció en 2014 a estos menores como víctimas del maltrato infantil, ya que considera que viven en un entorno en el cual la violencia es una pauta diaria, que puede afectar no sólo a sí mismos sino a sus relaciones afectivas y personales hasta convertirlas en un modelo negativo de relación.

Según datos del Consejo General del Poder Judicial en España, sólo el 3,1% de los casos de violencia de género en España terminan con la suspensión del régimen de visitas a los padres que han maltratado a sus mujeres; y apenas en un 5,2% los jueces dictan la retirada de la guarda y custodia a los agresores como medida cautelar de protección de los menores.

A mi entender, creo que es hora de revisar la hermenéutica de las leyes, su interpretación y su tratamiento a la luz de pensamientos con visión y perspectiva de género. Es hora de comprender que un ser violento, que maltrata a su pareja, que es capaz de ensañarse con seres vulnerables que él considera de “su propiedad”, no dejará su violencia de forma espontánea ni la clasificará en “con esta si y con este no”.

Ser violento es algo más que una conducta: es un pensamiento, es una identidad, es una creencia que inunda todas las áreas de la vida de quien Es violento. No existe “con los niños no”, por el contrario, los niños y las niñas, aquellos sobre los que sabe que tiene poder, serán considerados objetos para ejercer su violencia. Este individuo sabe que son su arma más poderosa, que además la ley lo ampara y por lo mismo, continuará maltratando. Cuando les asesina disponiendo de sus vidas como si fuesen su propiedad privada, sabe que le asesta el golpe más fuerte a esa mujer, la madre. Un golpe del que nunca se recuperará.

El interés superior del menor, como indica la Convención sobre los Derechos del Niño (ONU, 20 de noviembre de 1989), debe prevalecer ante el ‘in dubio pro reo’. O sea, en todo fallo judicial, ante la duda, se tendría que favorecer a los menores no al padre sobre el que hay indicios de desatención o violencia.

El Tribunal Supremo de Justicia de España, en un fallo reciente por un caso de intento de homicidio de una mujer en presencia de su hija, resolvió: (cito textualmente)

 “(…) repugna legal y moralmente, mantener al padre en la titularidad de unas funciones respecto de las que se ha mostrado indigno pues resulta difícil imaginar un más grave incumplimiento de los deberes inherentes a la patria potestad que el menor presencie el severo intento del padre de asesinar a su madre (…) no resulta acorde con el derecho ni muy especialmente con la protección que merecen los menores, pues es un dato incontestable que la presencia de la menor en el ataque a su madre efectuado por su padre, va a tener un prolongado efecto negativo en el desarrollo de la menor de mantener este la patria potestad (…)”.

Fallos ejemplares en su esencia, como este, reconcilian con la justicia, y nos permiten considerar que para que la justicia sea justa, son necesarias juezas y jueces con criterios que contemplen en primer lugar y siempre, los derechos de los y las menores de edad, que no deben ser jamás la parte “menor” de ninguna causa, sino el núcleo central de todas aquellas que les involucren.





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[1] S/ RAE (como adjetivo) Vicario: 1. que toma el lugar de otra persona o cosa; sustituto. 2. castigo vicario: sufrido o realizado por una persona en lugar de otra.

[2] Fiscalía de Sala de la Violencia sobre la Mujer (España)


Fuente: Tribuna Feminista - Por Sonia Vaccaro.