domingo, 30 de julio de 2017

REFUGIOS PARA VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO: ALTERNATIVAS VITALES

Título original: La vía de escape

Cómo funciona en España el sistema de viviendas para mujeres víctimas de violencia

Brindan el techo que la mujer necesita para dejar de convivir con su agresor. Hay distintos tipos, según la situación particular en cada caso. Zaragoza es el ayuntamiento que más desarrollado tiene el programa. En la Argentina ya hay proyectos para replicar la experiencia.




Tener un techo es el piso que las mujeres necesitan para empezar a salir de la violencia. Hace 35 años que el Ayuntamiento de Zaragoza, España, lleva adelante políticas públicas de vivienda para mujeres víctimas de violencia de género. “Es necesario ofrecerles alternativas vitales que les permitan reconstruir su vida, solas o con sus familias. Por ello, apoyarles en la independencia habitacional y económica es fundamental para poder lograr su autonomía y recuperación”, explica a PáginaI12 Arantza Gracia, concejala a cargo de los temas de igualdad. Aquí, los detalles de una experiencia que se busca replicar en la Argentina con varios proyectos para avanzar en políticas públicas acordes a las necesidades de las víctimas.
Como ya se afirmó en este diario, para muchas mujeres, el sueño de la casa propia puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Son mujeres que atraviesan violencia de género, especialmente doméstica, y no pueden salir de esa situación porque dependen económicamente de su agresor o no tienen otro lugar donde vivir que no sea el techo que comparten. 

Con esa consigna como motor, en 1982 el Ayuntamiento de Zaragoza puso en marcha un programa municipal de atención a las mujeres que atravesaban situaciones de violencia de género. 

La experiencia no es única. En España existen casas refugio o departamentos para mujeres con sus hijos e hijas desde los años 70. Empezaron las asociaciones feministas y ahora existe una red en la que confluyen diferentes modelos (religioso, feminista, institucional). Las mujeres acceden a estos recursos a través de las comisiones provinciales correspondientes, en las que participan instituciones, profesionales y asociaciones .

En Argentina, hay poco y nada más allá de los refugios para la primera emergencia. Sin embargo, la necesidad de las mujeres está y algunos distritos están tomando nota de esto. En mayo, por ejemplo, se aprobó en Concordia, Entre Ríos, un proyecto de ley que establece un cupo de viviendas para mujeres víctimas de violencia de género. En la Ciudad de Buenos Aires, hay varios proyectos en la Legislatura porteña que proponen distintas soluciones hoy inexistentes para dar un techo a las mujeres en situación de violencia de género.

“Tenemos un convenio con el Servicio Municipal de Igualdad que ofrece diferentes programas de alojamiento para mujeres víctimas de violencia de género, adaptados a los diferentes momentos vitales y necesidades que pueden existir”, explicó Pilar Aguerri Sánchez, jefa del Área de Gestión Social y Alquileres, Sociedad Municipal Zaragoza Vivienda. Hoy cuentan con cuatro modelos distintos, según la situación de la víctima: Casa de Acogida, Pisos Tutelados, Acceso Extraordinario y Centro de Emergencia.

Para el primer momento, las mujeres que no tienen otro lugar donde vivir o pueden ser localizadas por su agresor, cuentan con la “casa de acogida” de estancia temporal, donde ellas y sus hijos e hijas tienen apoyo integral que les permite sobrevivir los primeros días.

Superada la urgencia, hay “viviendas de emergencia”, para las mujeres víctimas que hayan estado en casas de acogida pero siguen necesitando apoyo y alojamiento. Son viviendas funcionales, acondicionadas y amuebladas, por las que las usuarias no pagan gastos de alquiler ni de servicios. Durante esta etapa siguen recibiendo apoyo social, psicológico y jurídico.

 “Se trata de viviendas autogestionadas. Es un recurso de carácter temporal para la adquisición de la autonomía, a través de la atención integral y personalizada tanto a las mujeres como a las hijas e hijos. Estas viviendas podrán ser compartidas por más de una unidad familiar como experiencia hacia un proceso de independencia y autonomía. Hay un total de cuatro viviendas con este fin”, explicaron. 

Otra opción son las “viviendas tuteladas”. “Están dirigidas a mujeres y sus hijos/as que, teniendo cierta independencia e ingresos económicos, no pueden temporalmente independizarse y ser completamente autónomas. Se realizan contratos para usos asistenciales por un año con las residentes, que serán responsables, con los apoyos necesarios, de todos los aspectos relacionados con el alojamiento. La arrendataria se encarga de abonar el importe de alquiler mensual, así como los gastos ordinarios de comunidad y los de suministros, y se responsabiliza del cuidado y mantenimiento de la vivienda”, aclararon desde Zaragoza. Hay cinco casas para este uso, y este año sumarán cinco más. 



Luego hay otro tipo de viviendas, llamadas de “acceso extraordinario” para mujeres provenientes del proceso anterior que han agotado los sistemas ordinarios de acceso y  necesitan una vivienda para su integración definitiva o bien para aquellas mujeres que estando en proceso de atención de violencia de género necesitan, de forma especialmente urgente para su proceso personal, disponer de una casa. Cuentan con un  máximo de seis viviendas anuales.

En 2016, 17 mujeres y 16 menores de edad pasaron por una casa de acogida; 13 mujeres y 11 niños y niñas por los departamentos tutelados, y 49 mujeres por un centro de emergencia.

Arantza Gracia, concejala de Educación e Inclusión, es quien lleva el tema de Igualdad en Zaragoza. En respuesta a PáginaI12 explicó por qué apuntalar a las mujeres desde lo económico y lo habitacional es prioridad para el Ayuntamiento. 

–¿Qué es lo que les falta desarrollar en el campo de la asistencia y  acompañamiento a víctimas de violencia?

–Nunca es suficiente todo lo que hagamos, mientras haya mujeres que necesiten nuestra ayuda. El contexto socioeconómico actual tampoco es de gran ayuda. En estos momentos debemos replantearnos, por un lado, cuál es la acogida y atención que les damos en nuestros centros. El modelo de casa de acogida debe ser replanteado, porque es probable que ya no responda a las necesidades. Además, necesitamos siempre más pisos a precios asequibles. Aunque nunca llegarán a ser asequibles si no tienen ingresos, por lo que el impulso al desarrollo local y la implicación de las empresas en la inserción de las mujeres supervivientes es un trabajo esencial, pero complejo.

En el debe, Gracia contabilizó además “contar con un mayor equipo de atención psicológica que pudiera trabajar de forma más individualizada cada uno de los casos”. Así como “mejorar el trato institucional que las mujeres reciben. Esto no es competencia municipal, pero es algo que debemos exigir. La atención que reciben cuando van a denunciar; el acompañamiento en todo el proceso judicial y el propio proceso en sí; la atención sanitaria cuando hay agresiones físicas así como la protección policial ante el maltratador. Las decisiones judiciales respecto a la custodia de hijos/as, que incluso llegan a quitársela o a obligarles a ver a su maltratador en el intercambio en las visitas, son ejemplos de malos tratos institucionales que poco o nada ayudan a las mujeres a tomar la decisión de alejarse del maltratador y a poder recuperarse y reiniciar su vida”.

–¿Cuáles son las políticas fundamentales para que las mujeres puedan salir de esa situación?

–Cuando una mujer está sufriendo una situación de violencia de género no le resulta fácil romper el vínculo con su maltratador. Los principales problemas vienen dados por su situación emocional y su situación vital y económica. Por ello, trabajar en estas líneas y ofrecer alternativas y apoyos son fundamentales. Por un lado, está el daño psicológico. Los golpes físicos son una forma de otro tipo de violencia que generalmente la precede, la psicológica. El estado emocional de las mujeres que sobreviven a una situación de malos tratos es delicado, por lo que primero hay que trabajar su recuperación, en la sanación de sus heridas no sólo físicas, si no también emocionales. Por otro lado, es necesario ofrecerles alternativas vitales que les permitan reconstruir su vida, solas o con sus familias. Por ello, apoyarles en la independencia habitacional y económica es fundamental para poder lograr su autonomía y recuperación. Estas líneas son prioritarias y esenciales, pero no las únicas. En ocasiones, la situación devenida de los malos tratos les ha llevado a tener rotas muchas de las redes de apoyo que necesitamos las personas para vivir. Algunas, incluso, no las han llegado a tejer nunca, especialmente en el caso de mujeres migrantes. En este caso, es importante ayudarles a tejer esos lazos, a construir o reconstruir ese tejido que les permita resituarse y sentirse acompañadas.  

–¿Qué políticas implementan en materia de prevención?

–En muchas ocasiones se considera que con hacer campañas o talleres en los colegios ya se está interviniendo en prevención. Por desgracia, el aumento y cambio de formas de control entre adolescentes y el número de mujeres que siguen sufriendo malos tratos nos demuestran que nos estamos quedando muy lejos de lo que es necesario para romper con la violencia machista. Cuestiones que debemos atender en prevención son, de una parte, hacia las mujeres, trabajando el empoderamiento psicológico y económico. Por otro lado, hacia los hombres, en el aprendizaje de la gestión emocional y la resolución de conflictos de forma no violenta. Y, por supuesto, en global, en la identificación de conductas machistas, por desgracia muchas veces normalizadas; en la condena y rechazo social absoluto hacia cualquier tipo de actitud machista y en la dignificación y no revictimización de las mujeres que sobreviven a los malos tratos.

Fuente: Página 12 - Por Sonia Santoro.-














jueves, 27 de julio de 2017

VIOLENCIA DE GÉNERO: UNA SOCIEDAD ATRAVESADA POR LA INDIFERENCIA

Título original: Desgarrador: "La gente me miraba llena de sangre, pero nadie me ayudaba"


Estefanía Derves es la chica de 18 años que fue brutalmente atacada por un depravado en la esquina de Las Heras y Corrientes, cuando salía de trabajar. En diálogo con LA BRÚJULA 24 habló de ese difícil momento y contó que "la gente me miraba toda llena de sangre, pero nadie me ayudaba".



Entre lágrimas, la joven sostuvo que el agresor la abordó por la espalda y, mediante golpes y amenazas, le exigía que se bajara los pantalones. "Lo vi que estaba orinando en un auto estacionado y seguí. Caminé algunos metros y empecé a sentir que me estaba persiguiendo".

"En ese momento me agarró de atrás, me tapó la boca y me tiró al piso. Traté de empujarlo y me empezó a pegar. Yo le pedía que no me lastimara, le dije que le daba plata y el celular, pero me dijo que me callara y me sacara la ropa", indicó, entre lágrimas, en el programa "Tal cual es". 

VÍCTIMA                    VICTIMARIO

Sentada en el sillón de su casa, junto a su mamá, Estefanía siguió con su crudo relato, marcado por el miedo. "Seguimos forcejeando y me sacó la capucha para agarrarme los pelos. Como no me pudo abusar, me agarró del cuello y me quiso ahorcar. En ese momento pensé que me mataba y le pedía por favor que no lo hiciera".

Para colmo, explicó, "pasaban autos y hasta un hombre en bicicleta, pero nadie hizo nada; después se fue caminando como si nada".

Pero como si fuera poco, Estefanía recordó que se fue caminando del lugar hasta llegar a calle San Martín, muy asustada y con el rostro todo ensangrentado, aunque a pesar del intenso movimiento de gente, la indiferencia fue la que terminó de golpearla. "Nadie me prestó atención, ni siquiera en la parada del colectivo". 

Por último, consultada respecto de las características del atacante, la chica dijo que "tenía olor a alcohol, pero estaba bien vestido". Y también agradeció al personal médico del Hospital Municipal: "Me atendieron muy bien, me dejaron pasar con mi mamá y mi papá". 

Andrea, su mamá, también quiso dejar una reflexión en el micrófono de LA BRÚJULA 24, y sus palabras fueron más que contundentes: "Este es un tema que hace mucho tiempo se viene hablando en casa, sobre todo después de lo que le pasó a Micaela -Ortega-".  

"Mis hijas no salen a ningún lado solas porque viven con miedo. Siempre charlamos sobre la inseguridad, porque estos desgraciados te cagan la vida en un instante", sentenció, con bronca.

FUENTE y Fotografías: La Brújula24

SANTA FE: LOS FEMICIDIOS GOZAN DE BUENA SALUD

Relevan 19 mujeres asesinadas en Santa Fe en lo que va de 2017


La concejala del FPV, Norma López indicó que la cifra es "alarmante", y cuestionó las carencias de las políticas nacionales y provinciales. Exige datos sobre presupuesto.



Cuando faltan 4 días para terminar julio, el equipo de género de la concejala Norma López relevó 19 femicidios en la provincia de Santa Fe, de los cuales 7 fueron en Rosario. La cifra incluye el travesticidio ocurrido ayer en Pérez . En todo 2016, fueron 36 los femicidios en la provincia, según el mismo estudio. "Seguimos alarmadas ante los femicidios registrados hasta el momento, tanto en la provincia como a nivel nacional. En estos meses de 2017 llevamos relevadas 177 mujeres muertas a causa de la violencia machista, de ellas, 19 son de nuestra provincia. Lo peor de todo es el vacío que encontramos en las políticas públicas del gobierno nacional y santafesino, que sólo se jactan de discursos y anuncios y dejan a desprotegidos a hijos e hijas de estas víctimas fatales", señaló Norma López, quien mes a mes lleva el recuento de femicidios, volcados en el primer Mapa Interactivo de Femicidios de Argentina.

La concejala, que es además candidata del Frente Ciudadano Rosario, recordó que "En Rosario, desde 2013 está en vigencia la emergencia en violencia de género. Sin embargo no sabemos nada acerca de las partidas presupuestarias y de las acciones que se realizaron en este marco de urgencia. Los concejales de la ciudad no tenemos idea del dinero destinado a esta terrible problemática".

Ante la contundencia de las cifras, López cuestionó las políticas nacionales y provinciales. "Por un lado, el Presidente Macri anunció un plan nacional contra la violencia de género pero después quita partidas presupuestarias a los programas que existen para combatirlo. Y en esta provincia, mientras aún se espera la aplicación de las pulseras electrónicas para los violentos para que respeten las medidas de restricción y no se acerquen a esas mujeres golpeadas, hacen agua las medidas y las intenciones porque la provincia sigue en el lamentable podio nacional de ser una de las que más femicidios registra", destacó.

López también polemizó con la jueza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Elena Highton, quien consideró que el país está en "emergencia" por violencia de género. "Aplaudimos que se comprometan pero nos llama la atención que recién ahora la jueza se de cuenta de la situación gravísima que estamos atravesando. Años y años lleva el colectivo de mujeres advirtiendo que es momento de que el Estado accione. Además, Highton olvida que la Justicia es responsable porque es la primera que dicta sentencias leves a los hombres violentos, ya que jueces, defensores ni fiscales están formados en perspectiva de género".

Fuente: Rosario 12

domingo, 23 de julio de 2017

HUÉRFANXS POR EL FEMICIDIO, ¿ niñxs invisibles?


Los femicidios dejaron sin madre a 3.158 niños y adolescentes en todo el país desde 2008 hasta el primer semestre de este año. En el 63% de esos casos están involucrados menores de 18 años.

Según cifras del Observatorio de Femicidios de la organización civil La Casa del Encuentro, los femicidios dejaron sin madre a 3.158 niños y adolescentes en todo el país desde 2008 hasta el primer semestre de este año, es decir que en menos de una década casi todos los días algún chico quedó sin su mamá, asesinada en hechos de violencia de género

En el 63% de esos casos están involucrados menores de 18 años (2.012 niños y adolescentes), advirtió Ada Rico, quien preside esa ONG.

"El femicidio es la última y más grave instancia de la violencia de género, casi siempre precedida por violencia doméstica, amenazas y maltratos en todas sus variantes, un círculo que suele tener cautivos durante muchos años a los hijos, quienes, aunque no reciban golpes, siempre resultan agredidos por la situación que se vive en su casa y la victimización de su mamá", explicó Rico.




En el 2016 aumentaron un 8%
Este año, sólo en el primer semestre, 239 hijas e hijos perdieron a su mamá. De ellos, 153 tenían menos de 18 años cuando ocurrieron los crímenes.




En 2016, el Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes intervino en 29.839 casos registrados en la Capital Federal, de los cuales la mitad estuvo relacionado con situaciones de violencia y, de ellos, el 25% fueron graves. Además, el 40% del total de llamados recibidos en la línea telefónica gratuita 102 del Consejo, que funciona las 24 horas, correspondió a "alguna situación de maltrato físico, psicológico u otra forma de violencia sufrida por menores de 18 años".

"Hay que abandonar la creencia que ubica a las situaciones de maltrato infanto-juvenil en la órbita privada de las familias; son actos que lesionan los derechos de los chicos y deben poner en alerta a toda la sociedad", reflexionó Karina Leguizamón, titular del consejo.

El coordinador de la unidad técnica especializada en Maltrato Infanto-juvenil del Consejo, Mauro Pineli, explicó a Télam que es común que los chicos inmersos en situaciones de maltrato doméstico terminen "identificándose con la víctima o con el agresor", porque esas experiencias "condicionan el modo en que los niños construyen su subjetividad".


La violencia deja "huellas" y las secuelas pueden ir desde problemas para dormir, de aprendizaje y miedos hasta dificultades para relacionarse con sus pares, reacciones exageradas o, por el contrario, poca capacidad de autodefensa. 


En los casos extremos, como los femicidios, además de perder a su madre, el padre "queda destituido de su función de padre" a los ojos de los niños.

María Eva Sanz, coordinadora del Grupo Buenos Ayres, dispositivo de rehabilitación para hombres violentos, declaró que "generalmente existe una gran distancia emocional entre los varones que cumplen al pie de la letra el mandato patriarcal, y sus hijos".

"Papá empezó a matar a mamá y yo bajé corriendo por las escaleras", contó en cámara Gesell el hijo de 9 años de Elke Yvars Beck, asesinada de 40 puñaladas en diciembre de 2015 por su ex marido, Claudio López Rossi. Por ese femicidio la Justicia condenó este año a prisión perpetua a López Rossi y los psicólogos que declararon como testigos explicaron que los niños también "son victimas de la violencia de género" que sufren sus madres.

"Presencian la violencia entre sus padres o simplemente viven en un entorno donde las relaciones violentas y el abuso de poder -que justifica, legitima y desencadena la violencia- es parte de las relaciones afectivas y personales. Por eso, internalizan un modelo negativo de relación que daña su desarrollo", argumentaron.

Este año, el Congreso convirtió en ley una modificación al Código Civil que establece que quedan privados de la responsabilidad parental quienes son condenados por delitos de violencia de género o que atenten contra la integridad sexual. Hasta ahora, un hombre acusado de femicidio perdía la patria potestad recién cuando la condena estuviera firme y, a veces, ni siquiera en esa instancia, como por ejemplo en el caso emblemático de Rosana Galliano. 


José Arce mandó a matar a su exmujer, Galliano, en el 2008, con la ayuda de su madre, Elsa Aguilar, según dictaminó la Justicia. Los hijos de ambos, que entonces tenían 3 y 4 años, permanecieron viviendo junto a Arce, beneficiado con prisión domiciliaria, y con su abuela paterna, pese a los infructuosos intentos de la familia materna por conseguir la tenencia.


Los servicios de Protección de la Niñez de la Nación y de la provincia de Buenos Aires presentaron varios pedidos para que los niños fueran a vivir con los padres de Rosana, pero el juez de familia de San Isidro Carlos Ruiz nunca contestó, ni siquiera cuando la Corte Suprema dejó firme la condena a prisión perpetua para Arce y su madre.

"Se inscribe en el patriarcado que regula de manera invisible y naturaliza mitos y prejuicios a la hora de pensar el abordaje de lo familiar", opinó Pineli.

Para la titular del Consejo Nacional de los Derechos de las Mujeres, Fabiana Túñez, "hay una mala interpretación de los derechos del niño: los jueces apuntan a que el niño no pierda la vinculación con el padre desde un desconocimiento absoluto de lo que significa convivir con un padre violento, que además mató a la madre".





El Congreso viene dando pasos hacia un cambio cultural en materia de violencia de género. El Senado tiene previsto debatir un proyecto para que el Estado otorgue una reparación económica a hijos de víctimas de femicidio (ley Brisa), que incluye también una cobertura de salud integral.








Además, en junio último, la Cámara de Diputados convirtió en ley la creación de centros de protección a las víctimas de delitos, que deberán estar abiertos las 24 horas. Se estableció, además, que las víctimas podrán presenciar las declaraciones de testigos y serán notificadas de los beneficios que reciban los imputados o condenados por sus casos.

Fuente: Minuto 1


sábado, 8 de julio de 2017

OMS : LA VIOLENCIA MACHISTA Y EL IMPACTO EN LA SALUD DE LAS MUJERES

Datos y cifras



La violencia contra la mujer -especialmente la ejercida por su pareja y la violencia sexual- constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos de las mujeres.
Las estimaciones mundiales publicadas por la OMS indican que alrededor de una de cada tres (35%) mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.
La mayoría de estos casos son violencia infligida por la pareja. En todo el mundo, casi un tercio (30%) de las mujeres que han tenido una relación de pareja refieren haber sufrido alguna forma de violencia física y/o sexual por parte de su pareja en algún momento de su vida.
Un 38% de los asesinatos de mujeres que se producen en el mundo son cometidos por su pareja masculina.
Estas formas de violencia pueden afectar negativamente a la salud física, mental, sexual y reproductiva de las mujeres y aumentar la vulnerabilidad al VIH.

Entre los factores asociados a un mayor riesgo de cometer actos violentos cabe citar un bajo nivel de instrucción, el maltrato infantil o haber estado expuesto a escenas de violencia en la familia, el uso nocivo del alcohol, actitudes de aceptación de la violencia y las desigualdades de género.





Entre los factores asociados a un mayor riesgo de ser víctima de la pareja o de violencia sexual figuran un bajo nivel de instrucción, el hecho de haber estado expuesto a escenas de violencia entre los progenitores, el maltrato durante la infancia, actitudes de aceptación de la violencia y las desigualdades de género.
En entornos de ingresos altos, hay datos que apuntan que los programas escolares de prevención de la violencia de pareja (o violencia en el noviazgo) entre los jóvenes pueden ser eficaces.


En los entornos de ingresos bajos, las estrategias destinadas a aumentar la emancipación económica y social de la mujer, como la microfinanciación unida a la formación en igualdad de género y las iniciativas comunitarias dirigidas contra la desigualdad de género o tendentes a mejorar las aptitudes para las relaciones interpersonales, han demostrado una cierta eficacia para reducir la violencia de pareja.
Las situaciones de conflicto, posconflicto y desplazamiento pueden agravar la violencia, como la violencia por parte de la pareja, y dar lugar a formas adicionales de violencia contra las mujeres.

Introducción




Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como "todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada".




La violencia de pareja se refiere al comportamiento de la pareja o ex pareja que causa daño físico, sexual o psicológico, incluidas la agresión física, la coacción sexual, el maltrato psicológico y las conductas de control.

La violencia sexual es cualquier acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual u otro acto dirigido contra la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de su relación con la víctima, en cualquier ámbito. Comprende la violación, que se define como la penetración, mediante coerción física o de otra índole, de la vagina o el ano con el pene, otra parte del cuerpo o un objeto.

Magnitud del problema





Las estimaciones más precisas de la prevalencia de la violencia de pareja y la violencia sexual en entornos sin conflictos son las proporcionadas por encuestas poblacionales basadas en el testimonio de las víctimas. En el Estudio multipaís de la OMS sobre salud de la mujer y la violencia doméstica, realizado en 2005 en 10 países, en su mayoría de renta media y baja, se observó que en las mujeres de 15 a 49 años:

  • entre el 15% de ellas en el Japón y el 71% en Etiopía referían haber sufrido a lo largo de su vida violencia física o sexual perpetrada por su pareja.

  • entre un 0,3% y un 11,5% referían haber sufrido violencia sexual perpetrada por alguien que no era su pareja después de cumplidos 15 años.

  • la primera experiencia sexual había sido forzada en muchos casos (17% de las mujeres en la Tanzanía rural, 24% en el Perú rural y 30% en zonas rurales de Bangladesh indicaron que su primera experiencia sexual había sido forzada).

En un análisis realizado en 2013 por la OMS, la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y el Consejo de Investigaciones Médicas, y basado en los datos de más de 80 países, se comprobó que casi una tercera parte (30%) de las mujeres que han mantenido una relación de pareja han sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja.

Las estimaciones de la prevalencia van del 23,2% en los países de ingresos elevados y el 24,6% en los países de la Región del Pacífico Occidental al 37% en la Región del Mediterráneo Oriental y el 37,7% en la Región de Asia Sudoriental. Por otra parte, un 38% de los asesinatos de mujeres que se producen en el mundo son cometidos por su pareja. Además de la violencia de pareja, el 7% de las mujeres refieren hacer sufrido agresiones sexuales por parte de personas distintas de su pareja, aunque los datos al respecto son más limitados.

La violencia de pareja y la violencia sexual son perpetradas en su mayoría por hombres contra mujeres y niñas. El abuso sexual infantil afecta a niños y niñas. En los estudios internacionales realizados, aproximadamente el 20% de las mujeres y el 5%-10% de los hombres refieren haber sido víctimas de violencia sexual en la infancia. La violencia entre los jóvenes, que incluye también la violencia de pareja, es otro gran problema.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de violencia de pareja y violencia sexual son de carácter individual, familiar, comunitario y social. Algunos se asocian a la comisión de actos de violencia, otros a su padecimiento, y otros a ambos. Entre los factores de riesgo de ambas, violencia de pareja y violencia sexual, se encuentran los siguientes:



  1. un bajo nivel de instrucción (autores de violencia sexual y víctimas de violencia sexual).
  2. la exposición al maltrato infantil (autores y víctimas).
  3. la experiencia de violencia familiar (autores y víctimas).
  4. el trastorno de personalidad antisocial (autores).
  5. el uso nocivo del alcohol (autores y víctimas).
  6. el hecho de tener muchas parejas o de inspirar sospechas de infidelidad en la pareja (autores).
  7. las actitudes de aceptación de la violencia (autores y víctimas).

Entre los factores asociados específicamente a la violencia de pareja cabe citar:

  1. los antecedentes de violencia (autores y víctimas);
  2. la discordia e insatisfacción marital (autores y víctimas).
  3. las dificultades de comunicación entre los miembros de la pareja.

Y entre los factores asociados específicamente a la violencia sexual destacan:

  1. la creencia en el honor de la familia y la pureza sexual;
  2. las ideologías que consagran los privilegios sexuales del hombre.
  3. la levedad de las sanciones legales contra los actos de violencia sexual.

La desigualdad de la mujer con respecto al hombre y el uso normativo de la violencia para resolver los conflictos están estrechamente asociados tanto a la violencia de pareja como a la violencia sexual ejercida por cualquier persona.

Consecuencias para la salud




La violencia de pareja y la violencia sexual producen a las víctimas supervivientes y a sus hijos graves problemas físicos, psicológicos, sexuales y reproductivos a corto y a largo plazo, y tienen un elevado costo económico y social.

  1. La violencia contra la mujer puede tener consecuencias mortales, como el homicidio o el suicidio.
  2. Asimismo, puede producir lesiones, y el 42% de las mujeres víctimas de violencia de pareja refieren alguna lesión a consecuencia de dicha violencia.
  3. La violencia de pareja y la violencia sexual pueden ocasionar embarazos no deseados, abortos provocados, problemas ginecológicos, e infecciones de transmisión sexual, entre ellas la infección por VIH. El análisis de 2013 reveló que las mujeres que han sufrido maltratos físicos o abusos sexuales a manos de su pareja tienen una probabilidad 1,5 veces mayor de padecer infecciones de transmisión sexual, incluida la infección por VIH en algunas regiones, en comparación con las mujeres que no habían sufrido violencia de pareja. Por otra parte, también tienen el doble de probabilidades de sufrir abortos.
  4. La violencia en la pareja durante el embarazo también aumenta la probabilidad de aborto involuntario, muerte fetal, parto prematuro y bebés con bajo peso al nacer.
  5. La violencia contra la mujer puede ser causa de depresión, trastorno de estrés postraumático y otros trastornos de ansiedad, insomnio, trastornos alimentarios e intento de suicidio. Las mujeres que han sufrido violencia de pareja tienen casi el doble de probabilidades de padecer depresión y problemas con la bebida. El riesgo es aún mayor en las que han sufrido violencia sexual por terceros.
  6. Entre los efectos en la salud física se encuentran las cefaleas, lumbalgias, dolores abdominales, fibromialgia, trastornos gastrointestinales, limitaciones de la movilidad y mala salud general.
  7. La violencia sexual, sobre todo en la infancia, también puede incrementar el consumo de tabaco, alcohol y drogas, así como las prácticas sexuales de riesgo en fases posteriores de la vida. Asimismo se asocia a la comisión (en el hombre) y el padecimiento (en la mujer) de actos de violencia.


Repercusión en los niños


  • Los niños que crecen en familias en las que hay violencia pueden sufrir diversos trastornos conductuales y emocionales. Estos trastornos pueden asociarse también a la comisión o el padecimiento de actos de violencia en fases posteriores de su vida.
  • La violencia de pareja también se ha asociado a mayores tasas de mortalidad y morbilidad en los menores de 5 años (por ejemplo, por enfermedades diarreicas y malnutrición).



Costos sociales y económicos


Los costos sociales y económicos de este problema son enormes y repercuten en toda la sociedad. Las mujeres pueden llegar a encontrarse aisladas e incapacitadas para trabajar, perder su sueldo, dejar de participar en actividades cotidianas y ver menguadas sus fuerzas para cuidar de sí mismas y de sus hijos.

Prevención y respuesta

Hay cada vez más estudios bien diseñados sobre la eficacia de los programas de prevención y respuesta. Son necesarios más recursos para reforzar la prevención y la respuesta a la violencia de pareja y la violencia sexual, en particular la prevención primaria, es decir, impedir que llegue a producirse.

Respecto a la prevención primaria, hay algunos datos correspondientes a países de ingresos altos que sugieren que los programas escolares de prevención de la violencia en las relaciones de noviazgo son eficaces. No obstante, todavía no se ha evaluado su posible eficacia en entornos con recursos escasos.

Otras estrategias de prevención primaria que se han revelado prometedoras pero deberían ser evaluadas más a fondo son por ejemplo las que combinan la emancipación económica de la mujer con la formación en materia de igualdad de género, las que fomentan la comunicación y las relaciones interpersonales dentro de la comunidad, las que reducen el acceso al alcohol y su uso nocivo, y las que tratan de cambiar las normas culturales en materia de género.

Para propiciar cambios duraderos, es importante que se promulguen leyes y se formulen políticas que:

  1. protejan a la mujer.
  2. combatan la discriminación de la mujer
  3. fomenten la igualdad de género
  4. ayuden a adoptar normas culturales más pacíficas.

Una respuesta adecuada del sector de la salud puede ser de gran ayuda para la prevención de la violencia contra la mujer y la respuesta consiguiente. La sensibilización y la formación de los prestadores de servicios de salud y de otro tipo constituyen por tanto otra estrategia importante. Para abordar de forma integral las consecuencias de la violencia y las necesidades de las víctimas y supervivientes se requiere una respuesta multisectorial.


FUENTE: OMS 

martes, 4 de julio de 2017

PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL SE CAPACITAN EN VIOLENCIA MACHISTA

500 personas han participado en las sesiones itinerantes de sensibilización en violencia de género del curso de extensión universitaria que la UNED, la Comunidad de Madrid y Plena Inclusión Madrid han desarrollado durante el curso 2016/17.






Los 25 participantes del curso diplomados como “Expertos en Violencia de Género y Discapacidad Intelectual” recibieron 60 horas lectivas entre noviembre y febrero, antes de comenzar a impartir sesiones de sensibilización dirigidas a otras personas con discapacidad intelectual o del desarrollo en centros ocupacionales, centros especiales de empleo y centros de educación especial de la Comunidad de Madrid.

En general, valoran muy positivamente la evolución que se produce al finalizar la formación como estudiantes y convertirse en formadores. Este cambio de rol les ayuda a empoderarse y a sentir que también contribuyen a la transformación aportando su conocimiento y tiempo al informar a otros.

Desarrollo de sesiones itinerantes de sensibilización

Las personas que han asistido al Curso de Extensión Universitaria han impartido 25 sesiones itinerantes donde han informado y formado a otras personas con discapacidad intelectual o del desarrollo en prevención de situaciones de violencia, en cómo reaccionar ante ellas si fuera necesario y han mostrado los recursos disponibles para mujeres y las medidas de protección.

El impacto de estas sesiones ha alcanzado a más de 400 personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, 257 mujeres y 187 hombres.

Los participantes han mostrado una gran motivación porque todos tienen presente que es una realidad que forma parte de sus vidas, y gracias a la formación se han hecho preguntas que no se habían planteado antes. Para las organizaciones, además, ha sido un revulsivo de cara a plantear proyectos con los que seguir abordando esta realidad que afecta a las mujeres con discapacidad intelectual o del desarrollo en particular y a toda la sociedad en general.

Datos sobre violencia machista hacia las mujeres con discapacidad

Según el Informe sobre la violencia de género hacia mujeres con discapacidad de CERMI Mujeres (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad): “Un 31% (de las mujeres encuestadas) declararon haber sufrido algún tipo de violencia ya sea física, sexual o psicológica, cualquiera de las violencias: o una sola o varias a la vez, de su pareja actual o anterior pareja y un 14% por alguna de sus parejas”.

El informe aporta datos sobre cinco tipos de violencia: física, sexual, psicológica de control, psicológica emocional y económica.

En relación a la violencia sexual el informe advierte de que un 7,6% de las mujeres con discapacidad declaran que su actual pareja o su pareja anterior les ha obligado a mantener relaciones sexuales. También afirma que “un 5,3% ha mantenido relaciones sexuales sin desearlo porque tenía miedo de lo que podría hacer si se negaba, a un 3,4% le ha obligado a realizar alguna otra práctica de tipo sexual que no deseaba o resultaba degradante o humillante”.

En cuanto a la violencia económica el 9,7 por ciento de las mujeres con algún tipo de discapacidad afirma que sus parejas o exparejas no les permiten tomar decisiones sobre la economía familiar o compras independientes. Aseguran que la desigualdad es la base de la violencia y que por lo tanto estas mujeres son más proclives a sufrirla.

Plena Inclusión Madrid

Federación de Organizaciones en favor de Personas con Discapacidad Intelectual, declarada de utilidad pública y sin ánimo de lucro. En la actualidad, lo forman una red de 107 entidades organizadas, que gestionan más de 350 centros y servicios que ponen a disposición de las personas con discapacidad intelectual más de 29.000 plazas y servicios de las cuales alrededor de 10.000 son contratadas con la Comunidad de Madrid. Trabajan en las entidades alrededor de 4.600 profesionales y colaboran 2.700 voluntarios. 

Fuente: AmecoPress




Información para descargar: http://www.plenainclusionmadrid.org/publicacion/violencia-de-genero-y-mujeres-con-discapacidad-intelectual/

fuente: Plena Inclusión Madrid.

PRIMER JUICIO POR VIOLENCIA OBSTÉTRICA (LEY 25.929)

Una mujer hizo el primer juicio por violencia obstétrica en Argentina. Demandó a la neonatóloga, al obstetra, a la obra social y a la clínica donde nació su hija. La protagonista, contó en primera persona cómo llevó su caso a la Justicia.
Se trata de Agustina Petrella, actriz y comediante de 43 años, quien pidió tener un parto respetado pero ninguno de los derechos incluidos en Ley 25.929 fueron tenidos en cuenta. 



Agustina Petrella, relató en Tiempo FM que con su primer embarazo protagonizó un parto con muchas circunstancias que trazaron en su vida un antes y un después. "El primer embarazo tuve un parto que no me gustó para nada, no me sentí bien pero yo no estaba informada. A partir de ahí me empecé a informar sobre como es el sistema de parto y nacimiento en la Argentina y me di cuenta que la violencia obstétrica es la regla y no la excepción". En este sentido, vale destacar que dicha violencia no sólo sucede con gritos y maltratos físicos, sino que "suele ser más sutil y naturalizada".
Para este segundo embarazo, ya estando informada de cómo debe ser un parto saludable y de la Ley de Parto Humanizado (Ley 25.929), sancionada en 2004 y reglamentada en 2015 que planta firme sobre los derechos de madres y padres a "vivir el trabajo de parto, parto y posparto con libertad de decisión, conciencia y respeto", Agustina quien ya transitaba la semana 39 presentó en la clínica un plan de parto, lo cual no habría sido bien recibido y tras pasar unas horas, recibió una llamada desde la clínica anunciando que "no practicaban partos humanizados".
"Me dijeron que yo había pedido algo que se conoce como la "Hora de oro", que son los primeros 60 minutos del bebé en el pecho de la mamá sin ningún tipo de interrupción. La ley avalaba mi pedido y lo que pasó en esa comunicación muy amable y muy perversa, porque fue una amenaza muy sutil. Me hicieron entender que me convenía ir a parir a otra clínica", relató Agustina.
 
"Tuvimos un parto violento"

Estando en fecha de parto, "mi obstetra quedó sorprendido pero me convenció. Que había sido un mal entendido, que habían pensado que era un hippie una loca, con esas descripciones que estoy completamente en contra y que son completamente discriminatorias, pero esta es la visión de la institución médica en gran parte de las clínicas privadas del país".
 Su obstetra, la convenció de que se interne en la clínica donde ya se había pactado el parto "que iba a estar todo bien y que no me iban a separar de mi bebe. Y al momento de internarme, no hicieron nada de los que le pedí. En el instante que llegué a la internación me dijeron que ya sabían quién era yo, que no había habitación, que me iban a separar de mi hija" momento en el cual intervino el obstetra garantizando una habitación.
"Subí al quirófano, medias a las apuradas. Me maltrataron, no hubo luces bajas, hacían chistes, me retaron durante toda la cesárea y cuando mi hija nació se la llevaron inmediatamente, no hubo contacto. La conocí casi dos horas después".
Durante la entrevista, Petrell remarcó que existe "un sistema que esta caduco y que lo que ellos han implementado durante años creyéndose superhéroes está mal, y con este sistema de parto y nacimiento ellos perjudican más que lo que ayudan".
"La unica manera de que un parto sea saludable es que la mujer pueda estar concentrada en si misma, segura y relajada. Y no hay forma de estar así con residentes haciéndote tacto, gente con luces plenas (durante el parto) comentando lo que pasó en el asado anterior - agregando que - esto no es un invento, no es una moda esto lo dice la Organización Mundial de la Salud, UNICEF, el Ministerio de Salud de la Nación, entonces el sistema está muy agarrado a sus protocolos y no quieren cambiar".
 
"El sistema no estaba dispuesto a cambiar"

Luego del traumático parto, ya dada de alta se retiró del lugar y se dirigió a realizar la denuncia por violencia obstétrica en la Defensoría del Pueblo de la Nación. Tras una auditoría, se determinó que había existido tal situación, una de las seis formas de maltrato contra la mujer estipuladas en la Ley de Violencia de Género.
Ya que la Defensoría no tiene poder de sanción, Agustina fue por la vía judicial, por lo que dedicó a recolectar evidencia para lograr que un abogado tomara el caso, lo cual le llevó un año.
"Una vez que hice la denuncia administrativa, tenía la expectativa de que el sistema cambie. La clínica recibió la resolución, y no hicieron ningún cambio". Sin embargo, "una semana antes de que me preinscribiera la posibilidad de demandar, fui a dar con la abogada correcta, que comprendió mi causa".
Por último, indicó que con su caso la expectativa es abrir conciencias que las mujeres sepan que existe esta Ley, que denuncien porque denunciar no es lo mismo que demandar ante la Justicia. En primer término que denuncien, y que si tienen la voluntad espero que comiencen a demandar porque si al sistema no le empezamos a tocar algo que le afecte, no va a reaccionar".

Fuente  y fotografía: Tiempo Sur

sábado, 1 de julio de 2017

TRATA DE PERSONAS CON FINES DE EXPLOTACIÓN SEXUAL: ETNIA , CULTURA , DELITO.

Título original: Una menor, que vivía en Santa Rosa, fue vendida por 200 mil pesos

El caso sucedió entre marzo y junio de este año, fecha en la que se realizaron allanamientos en la ciudad balnearia y en el sur del país. Durante esta semana, la Cámara Federal de Apelaciones confirmó el procesamiento del comprador* y el juez federal, Santiago Inchausti, dispuso la prisión preventiva del vendedor**. La adolescente, había estado viviendo en Santa Rosa de manera temporaria. Los datos de los detenidos y de los sitios donde se efectuaron los allanamientos fueron mantenidos en reserva para preservar la identidad de la víctima.




Según consignó el diario La Capital de Mar del Plata, de la causa surge que “la adolescente, que estaba alojada en un instituto de menores en Santa Cruz y era tratada por un aparente retraso madurativo, fue llevada a Mar del Plata por su padre y entregada a su ‘esposo’ con quien debía mantener relaciones sexuales y ocuparse de las tareas domésticas. La menor sólo había terminado tercer grado y antes de llegar a la ciudad vivía en un contexto de violencia y carencias”.

“Golpeada y abusada”.

Según lo publicado por el medio citado con anterioridad, la reconstrucción realizada por los investigadores arrojó que “la adolescente de 16 años vivía en San Luis junto a su madre pero en febrero viajó a la ciudad de Santa Rosa en La Pampa para visitar a su abuelo y ver a un neurólogo por un supuesto retraso mental. La madre tuvo que volver a San Luis por una serie de diligencias y la dejó allí una semana”. A partir de allí, el padre de la menor, y ex esposo de la mujer, “se enteró de este trasladado y desde Santa Cruz se movilizó hasta La Pampa”. Una vez aquí “tomó a su hija y la llevó hasta la localidad de Luis Piedra Buena donde residía con su grupo familiar”. Otro dato publicado por La Capital dio cuenta que “según la denunciante, allí su hija fue golpeada y abusada”.





Denuncia y regreso a La Pampa.

Los trascendidos datan que la situación ocurrida fue descubierta por una vecina que contó lo sucedido y permitió que se realizara una denuncia con la que se logró que la menor fuera retirada de esa vivienda y trasladada a un instituto de resguardo de menores en esa misma localidad. Desde allí le notificaron a la madre lo que había ocurrido y la mujer autorizó a una asistente social para llevara a su hija de regreso a La Pampa con sus abuelos. Antes de que se realizara el traslado, el padre sacó a su hija del instituto y la llevó a Mar del Plata para vendérsela al hombre de 74 años. “Mi hija viajó bajo los efectos de pastillas y cuando se despertó en la casa se sentía muy descompuesta y con dolores en la zona vaginal”, declaró la mujer ante la Justicia.

Trata de personas.

El hecho fue denunciado en la Comisaría de la Mujer el pasado 14 de marzo, por lo que se le dio intervención al juez federal Santiago Inchausti -se trataba del delito de trata de personas- , la fiscalía federal y los asesores de menores. “Poco después se comprobó que en la vivienda mencionada por la denunciante efectivamente se encontraba su hija. Ante esta situación el magistrado otorgó la orden de allanamiento y el 17 de marzo se realizó el procedimiento donde se detuvo al hombre de 74 años y se liberó a la adolescente”, consignó La Capital. Pero no sólo eso: “también se secuestraron tres teléfonos celulares y el documento de la menor que le había sido sacado de su poder. La víctima fue trasladada al hogar Gayone para su contención y tratamiento”.

Detenido.

Tras la denuncia, las autoridades comenzaron la búsqueda del padre de la adolescente. En base a distintas tareas investigativas y luego de tres meses, se lo pudo detener el 13 de junio en Santa Cruz, desde donde fue trasladado a la Mar del Plata.
En ese momento, el imputado se negó a declarar ante Inchausti, quien el miércoles dispuso su prisión preventiva en una cárcel del Servicio Penitenciario Federal. Además se declaró incompetente para investigar un caso similar con otras de las hijas del detenido y dispuso que esa causa pase a la Justicia Federal de Santa Cruz.



¿El pago de una “dote”?

La defensa del hombre de 74 años alegó que no se había tratado de una venta sino del pago de una “dote”, que es tradición de la comunidad gitana antes de un casamiento. Es decir, el marido paga a la familia de la víctima por retirarla del hogar.
Sin darle lugar a estas declaraciones, Inchausti y el magistrado de la Cámara Federal de Apelaciones, Eduardo Jiménez, afirmaron que “las circunstancias del hecho que rodean al presente caso se acercan más a la hipótesis que la joven fue víctima de una transacción de su padre en la que ella se transformó en el objeto de una venta ilegal”.



Fuente: Diario La Arena

* se denomina " Prostituyente"
**Se denomina " Proxeneta"