martes, 9 de enero de 2018

¿ SIN EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES?

Título Original: " Con el ESI no"

 Profesores y profesoras de Educación Sexual Integral de la Ciudad de Buenos Aires emitieron un pronunciamiento alertando sobre la posible desaparición de la asignatura en el escenario de una universidad única que borraría de un plumazo los 29 institutos de formación docente y que abriría las puertas a una currícula muy alejada de la perspectiva de género.




Frente a la amenaza del cierre de los Institutos de Formación Docente y la creación de una universidad docente que los sustituya, la UNICaba anunciada por el ministerio de Educación porteño para 2019, lxs Docentes de Educación Sexual Integral (ESI) emitieron un pronunciamiento de alerta por la implementación de una unidad académica que atenta contra la ESI, que perdería su sentido de obligatoriedad para las universidades, ya que la Ley 26.150 no incluye a ese nivel educativo. Además de exigir la continuidad de los 29 profesorados, de las cátedras de ESI y la efectiva aplicación de la ley con presupuesto acorde y respetando la perspectiva de género, el pronunciamiento advierte sobre “el desfinanciamiento del Programa Nacional de Educación Sexual Integral y, por ende, de la deficitaria aplicación de la ley en todos los niveles educativos”: la formación en servicio es uno de los grandes ausentes en la formación continua.

Las profesoras de ESI Celeste Mac Dougall y Paula Fainsod, que participaron en la elaboración y firma del pronunciamiento, coinciden en que la necesidad urgente de emitir ese documento no sólo da una pelea contra el cierre de los institutos sino que también visibiliza la deficitaria aplicación de la norma en la Ciudad de Buenos Aires, su desfinanciamiento y la falta de políticas públicas que garanticen los contenidos de ESI en las escuelas. “Ese contexto hizo que sacáramos este comunicado. Hay docentes comprometidxs y un Estado ausente”, explica Mac Dougall. “No queremos que simplemente se valore nuestra voluntad respecto del tema sino que se nos reconozca como trabajadorxs de la educación. Hay un derecho de las pibas y los pibes de recibir ESI y una obligación nuestra como docentes de impartirla.”





Fainsod, por su parte, hace foco en “algunos elementos preocupantes”, como la implementación de cursos virtuales y contenidos enlatados, y la incidencia del médico Abel Albino en la cartera de Educación para el nivel inicial, “que es contraproducente y dice cosas que van contra lo que plantea la ESI. Pero también influye fuertemente lo que sucede en Latinoamérica y en nuestro país, con el ataque de algunos grupos fascistas ultrarreligiosos y la ´ideología de género´”.

Sin fundamentos

En su columna del martes para este diario, Adriana Puiggrós aseguraba que el Gobierno de la Ciudad se propone cerrar todos los Institutos de Formación Docente (IFD) de golpe, que ya suspendió la inscripción de la cohorte 2018 y que serían sustituidos por la Universidad docente de la jurisdicción. “No expone fundamento pedagógico ni programa alguno para esa universidad, excepto que usará un subsidio de 35 millones del BID para la construcción de su edificio, abriendo por ahora una carrera en la sede de la escuela Juan B. Justo.” Mac Dougall, profesora de ESI en la Escuela Normal Superior Nº 1 Roque Saénz Peña y en el Instituto de Enseñanza Superior Nº 2 Mariano Acosta, agrega un detalle mayor: “No es lo mismo dar contenidos de ESI para futuras y futuros docentes de nivel inicial que para docentes que tienen que dar en secundario Lengua y literatura o Educación física”.

–El pronunciamiento establece una vinculación clave entre la ESI y el peligro de cierre de los institutos. 

–Tenía que haber algo específico en términos de esta pelea que estamos dando para que no se cierren los IFD en función de varias cuestiones, como la deficitaria aplicación de la Ley 26.150 en Ciudad hace años y falta de materiales o materiales viejos que ni siquiera están adaptados a la normativa actual. Con desfinanciamiento o en todo caso un financiamiento destinado a algunas Ong´s que trabajan en las escuelas. Pero también dar cuenta de que hay un vacío, porque la Ley no indica que en el nivel universitario haya formación obligatoria en ESI.

–Además hay contenidos específicos de ESI que sería imposible trabajarlos en todas sus particularidades si se unifican en un solo ente académico. 

Desde que se aprobó la Ley en 2006 costó muchísimo lograr su incorporación en los planes de estudio como asignatura específica. De hecho en los profesorados ESI está en los proyectos de la formación general y es un taller. Fue un proceso largo porque entre 2009 y 2010 comenzaron los llamados para cubrir la asignatura ESI y recién en los últimos años se completó en todos los profesorados. La Ley supone que haya capacitación en servicio para lxs docentes que están en ejercicio, pero para lxs docentes en formación tiene que haber una asignatura o lineamientos curriculares. Si no hay una política de Estado, repercute en que nadie se hace cargo.

–Es que el contenido de ESI debe ser transversal.

–Todas y todos deberíamos darlo, y ahí hay otro vacío porque no lo termina dando nadie. Que haya una asignatura específica en la formación docente garantiza que va a haber una mirada específica respecto de ese tema con metodología y contenidos propios. Es nuestra obligación como docentes incluir contenidos de ESI en las materias. Fue un gran triunfo garantizar ese derecho en la ley, pero si se vuelca lo que nosotros denominamos desintegración completa de todos los profesorados, me pregunto cómo quedará esa garantía existente en cada uno de ellos respecto de la asignatura.

–Dos reclamos centrales que surgieron durante las tomas de escuelas secundarias en rechazo a la reforma educativa fueron la ESI y los protocolos de intervención frente a la violencia de género. 

–Estamos en un contexto que demanda cómo, cuándo y por qué damos ESI. La efectiva implementación en los niveles medios fue una de las demandas fundamentales de lxs alumnxs cuando realizaron las tomas de escuelas, que enlaza con todo lo que vivieron hacia adentro de las instituciones, situaciones de violencias y de abusos. Pero también en los niveles inicial y primario tuvimos situaciones donde la violencia de género o la violencia machista que se expresaba en una familia terminó siendo responsabilidad de lxs docentes. Frente a estas problemáticas la escuela tiene que construir otros sentidos, y para eso es fundamental la ESI, como responsabilidad de la docencia y del Estado, que tiene que capacitar.

–La escuela sigue cubriendo la intemperie que genera el Estado.

Es que la escuela cumple ese rol que deja vacante un Estado sin políticas públicas, y no es casual que quienes nos ocupamos de esos temas somos también lxs que damos ESI. 


Nada es a distancia

En el Mariano Acosta y en la Escuela Normal Superior N° 7, José María Torres, donde da clases Paula Fainsod, contenidos digitales duros y otras virtualidades son barridas por riquezas interdisciplinarias con perspectiva de género indispensables para transmitir ESI. Sin embargo, el mundo que intenta abrir ante los ojos de sus alumnxs puede encapsularlo de un plumazo el peligro latente de espacios curriculares que ignoran la existencia de esta asignatura. “No hay más información que algunos power points en relación a la UNICaba y a la Secundaria del Futuro, pero hay varias situaciones alarmantes en relación a ESI y formación docente. Algunas se plantearon en el pronunciamiento y otras tienen que ver con las cursadas virtuales: pensar la educación sexual a distancia es una contradicción.” 

–¿Por qué?

Es una contradicción en algún punto para la formación docente porque está planteada como un taller con todo lo que eso implica: la posibilidad, como dice su propuesta de trabajo, de ingresar por diferentes vías, como la labor sobre lo personal, que implica el trabajo con otrx y la riqueza de ese encuentro para pensar y pensarse en estas cuestiones, por lo tanto la cuestión de la virtualidad sería un peligro. Aunque desde el ministerio de Educación piensan en una carga fuerte de cursada virtual y ya hay un antecedente en la UCA de un curso para docentes y ESI, con lo cual deben haber algunas cosas cerradas en ese sentido. 

–Usted mencionó la distribución de contenidos enlatados y la presencia de Abel Albino como posible ejecutor de políticas educativas contraproducentes.

–Los contenidos enlatados son otros de los peligros de esa virtualidad y la incidencia de Albino en el nivel educativo inicial es contraproducente por los conceptos que expresa y son de público conocimiento, y que van en sentido contrario a lo que plantea la ESI. Esto sumado a los embates de grupos ultrarreligiosos contra la perspectiva de género. La centralización desde lo virtual y los enlatados, y la centralización de contenidos romperían con una lógica de autonomía de cátedra. Si el Gobierno de la Ciudad piensa en una universidad como posibilidad única de formación, rompe con una tradición de formación superior que es la libertad de cátedra. Y también si pensara en una única cátedra, si hubiese de ESI, rompería la pluralidad de voces, de perspectiva y la interdisciplinariedad propia del campo de la ESI, enmarcadas en la ley. 

–Algo de todo esto se vislumbró en lo que es la currícula para Ciudad de la Nueva Escuela Secundaria (NES).

–La ESI implica desde sus lineamientos curriculares la posibilidad de trabajar en espacios específicos, y/o en la transversalización como esa doble vía. Frente al reclamo de lxs secundarixs, de ESI en la escuelas, el Gobierno de la Ciudad realizó jornadas de trabajo pero centralizadas en la violencia de género, que si bien es un punto que hace a la temática no es el único. El temor es que la materia sea reemplazada por esas jornadas como espacios específicos transversales pero diluyentes. Por ejemplo, para la currícula de la NES, Educación Sexual Integral aparece casi al final, con la invitación a la transversalización pero con ninguna bajada de contenidos ni de lineamientos. 

–Todo esto tiene como antecedente una línea de trabajo que se viene dando en el ministerio.

Sí, acompañado por un vaciamiento en Ciudad y Nación de todo lo referente a ESI y al Programa Nacional de Educación Sexual Integral. Existen los talleres pero como una cuestión institucional anterior. No hay trabajo fuerte de política pública o educativa,  ni de formación docente, capacitación docente o de trabajo en las escuelas. En ese gran vaciamiento ellos se montan sobre lo que cada unx de nosotrxs hacemos desde nuestros lugares de compromiso para mostrar un como si de lo que dicen que hacen y en realidad no hacen.


Fuente: La 12/ Página 12 - Por Roxana Sandá.

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