sábado, 31 de marzo de 2018

PARA LOS BENÍTEZ NO HAY DELITO, SÓLO PERVERSO PLACER

Título original: " para los Benítez no hay delito, sino una sensación de placer que justifica todo.





Un líder poderoso, con conductas sadistas y que justificaba sus aberrantes acciones por el placer que le generaban. Un grupo que aceptaba las reglas de ese líder y esclavas, en este caso sexuales, que eran sometidas a las reglas en la casa del terror y cuyo testimonio, en muchos casos, fue descartado por autoridades policiales y judiciales.

Así analizó Laura Quiñones Urquiza, diplomada en Criminología, Criminalística y Derechos Humanos, el accionar de Fernando y Gonzalo Benítez y de su madre, Nélida Llanos, en el domicilio ubicado en Güemes 3.727.

"Desde afuera puede verse complejo, pero desde adentro es un mecanismo muy simple. Esto tiene que ver con el conformismo grupal", explicó la especialista, en comunicación con el Mejor Resumen de la Semana, programa de LA BRÚJULA 24 FM 93.1.

"Cuando un grupo impone un tipo de conducta, la minoría tiende a ser arrastrada y a aceptar esas condiciones. Obviamente que en todo grupo, existe un líder y en este caso, se trata de una persona sádica que manipula y arrastra a los otros a cometer todo tipo de atrocidades", agregó.

Para Quiñones Urquiza, los Benítez tenían a la tortura como hoja de ruta y destacó que este tipo de conductas "no aparece de un día para otro".

"Para ellos no existe crimen, si no una satisfacción emocional que  justifica todo lo que se considera anormal. Son personas poderosas desde el punto de vista psicológico y apuntan a conseguir esclavas, que en este caso eran sexuales. Se forma un círculo vicioso, donde el otro debe ser castigado porque lo merece y porque a esa persona le genera una satisfacción emocional", mencionó.

Por otro lado, Quiñones Urquiza no se mostró sorprendida por la posibilidad de que Fernando Benítez haya instigado a su hermano con discapacidad al suicidio, ya que asoció el bullyng con la delincuencia.

"La mayoría de los delincuentes han hecho bullyng de chicos. Cuando se mantienen este tipo de conductas, entre los 8 y los 14 años, llega a ser grave", mencionó.

Además, mencionó que en la sociedad existe aún "una cuestión patriarcal, donde todo lo que una mujer diga que le están haciendo, no es creído". "Es violencia por inacción. Las mujeres somos consideradas locas, exageradas y muchas veces no nos creen, más allá de las lesiones que podamos mostrar", completó.

Fuente: La Brújula24

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