viernes, 20 de julio de 2012

HAY UNA ADORMECIMIENTO DE LA AGENDA DE LAS MUJERES

Disminuyeron las mujeres en el Congreso y los parlamentos provinciales tras las elecciones de 2011, concluye un estudio coordinado por la cartera nacional de derechos humanos. La subsecretaria de Promoción de Derechos Humanos María Cristina Perceval reclama reactivar la lucha por la paridad política, historizar y visibilizar dos grandes barreras para el acceso a cargos, el sistema político y la falta de corresponsabilidad familiar en el hogar y las tareas de cuidado. La investigación Derechos humanos de las mujeres en la Argentina. El camino hacia la igualdad. Participación social y política, trabajo y salud, a la que tuvo acceso exclusivo COMUNICAR IGUALDAD cuantifica la obtención de cargos electorales por parte de las mujeres a partir de las elecciones presidenciales de 2011. Al mismo tiempo propone una revisión de los índices desde que la mujer conquistó el derecho a votar y ser elegida en 1951, y analiza el vínculo entre el progreso en la representación de las mujeres en los ámbitos de toma de decisión y el incremento de políticas sobre equidad de género. Sobre la representación femenina en lugares de poder, el estudio destaca que la elección de Cristina Fernández de Kirchner (CFK) en 2011 significó un avance en América Latina, al convertirse en la primera mujer en la región y también en el país en acceder a la primera magistratura por segunda vez consecutiva. Pero fue la chilena Michelle Bachelet la primera en capitanear una nación latinoamericana con la legitimidad del voto popular. Dese el año pasado la designación de Dilma Rousseff en la presidencia de Brasil incluyó a este país en la nómina de gobiernos presididos por mujeres. Sugiere luego que la novedad de las mujeres presidentas ayuda a legitimar la presencia de mujeres en cargos de mayor responsabilidad. No obstante líderes y lideresas regionales advierten que “este papel legitimador no se extiende de la misma manera a sus eventuales contribuciones a la generación de políticas públicas que mejoran la situación de las mujeres”, según un sondeo de opinión realizado por la CEPAL En este sentido Perceval propone un debate “más franco” sobre qué significan políticas de igualdad para las diferentes lideresas. “No significa lo mismo Ángela Merkel que Cristina Fernández. Las mujeres planteamos diferentes agendas. Sí podemos acordar una agenda especial para mujeres y ese acuerdo es entre varones y mujeres”, agregó. Parlamento modelo “Nuestro país tiene un porcentaje alto en cuanto a participación de las mujeres en el Parlamento Nacional, sin embargo en las provincias y las intendencias hay una mayoría abrumadora de varones”, recuerda Perceval. Según el ranking sobre representación femenina la Unión Interparlamentaria (UIP), la última renovación de autoridades ubicó a la Argentina en el 17º puesto mundial y el 4º regional –la anteceden Cuba, Nicaragua y Costa Rica–. El equipo coordinado por Perceval elaboró los índices sobre participación política que explican ese posicionamiento: la Cámara de Diputados tiene 37,3 por ciento de mujeres y Senadores 38,88, en ambos casos las legisladoras superan la masa crítica (30%) reconocida necesaria para fomentar la igualdad de género. De modo que la Cámara baja muestra una caída en el índice de participación respecto de la renovación parlamentaria de 2009, donde las mujeres ocuparon 107 bancas de 257 (41, 6%). Esta disminución llevó a la Argentina a descender 5 lugares en el ranking de la UIP, el cual es elaborado a partir de los datos de las cámaras bajas y parlamentos unicamerales. Este indicador es simbólico en cuanto a que describe la brecha entre la representación femenina y la composición de la población, donde las mujeres constituyen más del 50 por ciento. Sigue siendo baja la llegada de las mujeres a los cargos principales en el Parlamento, por ejemplo no hay mujeres al frente de las Cámaras. En cuanto a las comisiones, en la Cámara Baja las parlamentarias conducen 19 de unas 45 comisiones permanentes (42,2 %); ellas se están incorporando además a las presidencias de comisiones que tradicionalmente lideraban varones. “Las mujeres están diversificando sus áreas de trabajo y ampliando su campo de acción, lo cual contribuirá a cambiar las percepciones esencialistas sobre ellas”, dice Perceval. ¿Cuántas mujeres acceden a la presidencia de los bloques partidarios en el Congreso?, plantea el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) en el informe Sexo y poder. Quién manda en la Argentina, aportando información cuantitativa sobre la participación política de las mujeres. Según este informe previo a la contienda electoral de 2011 las mujeres liderando bloques sumaban 33 por ciento, lo cual descendía a 20 por ciento en la Ciudad de Buenos Aires y en las legislaturas provinciales de Buenos Aires, Corrientes, Mendoza, Misiones y Santa Fe. “Hay una ausencia sistemática de mujeres en la presidencia de bloques numéricamente mayoritarios”, en tanto que “los bloques presididos por mujeres son unipersonales o minoritarios”. Acción afirmativa “El hecho de que mujeres ocupen diferentes cargos legislativos aumenta las posibilidades de que ocupen cargos ejecutivos y mejora de manera sustancial las condiciones de posibilidad para plantear la paridad como objetivo en la Argentina”, indica la investigación de la cartera de Justicia y DDHH, tras historizar el acceso de la población femenina al Parlamento. Recuerda que las mujeres lograron votar y postularse para ocupar bancas durante el segundo gobierno de Juan Perón en 1951 y a instancias de Eva Duarte, quién materializó los reclamos de políticas de los partidos peronista, radical y comunista. Cuando Perón fue derrocado 4 años más tarde, las diputadas que significaban 16 por ciento y la senadoras 25 disminuyeron drásticamente, hasta 2 por ciento en la Cámara Baja y nula representación en el Senado. En adelante el porcentaje de mujeres fue muy bajo, incluso a partir de 1983, con la recuperación de la democracia. En 1991 el acuerdo entre políticas de diferentes fuerzas impuso la Ley de Cupo Femenino, obligando a los partidos a incluir como mínimo 30 por ciento de candidatas mujeres en las listas electorales, pero la representación femenina no creció porque se incumplía la norma. La situación se revirtió a partir de la judicialización de diversos casos, uno de ellos fue presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la dirigente radical María Merciadri de Morini, que actualmente tiene 100 años y sigue vinculada a la política. Desde entonces la incorporación de las mujeres al Congreso fue aumentando gradualmente. Perceval opinó que la lucha pendiente es la paridad en todos los ámbitos de poder y advierte que este tema se encuentra “adormecido”. También llama la atención sobre el retroceso en los porcentajes de representación femenina en las cámaras provinciales. Sobre un total de 1153 personas en los parlamentos provinciales, las mujeres constituyen 27,15 por ciento (313 legisladoras), contabilizó el equipo de Perceval poco después de octubre de 2011. En 2010 ELA informaba que la representación femenina en las cámaras provinciales era de 29 por ciento. “Hay una regresividad en las legislaturas provinciales, parecería que las mujeres deberíamos conformarnos con tener una mujer presidenta, qué más quieren he escuchado decir. Sin duda la llegada de una mujer a la Ejecutivo tiene un efecto democratizador, pero hay que estar alertas porque se convierte en un motivo para invisibilizar la agenda de las mujeres por parte de la cultura patriarcal”, analizó la funcionaria, quien recordó que “la incorporación de mujeres a las legislaturas importó la sanción de leyes específicas, por ejemplo en materia de participación política, sanción del acoso sexual, de prevención y sanción de la violencia de género y promoción de la salud sexual y reproductiva”. Desigualdad en la base Es escasa la representación femenina en cargos ejecutivos a nivel provincial y municipal. Dos de 24 provincias son gobernadas por mujeres, lo cual marca un record. Fabiana Ríos fue reelecta en Tierra del Fuego, siendo la primera mujer en la historia del país en ser reelegida en la elección de 2011 y en gobernar una jurisdicción provincial tras los comicios de 2007. Desde el año pasado Catamarca es la segunda jurisdicción argentina presidida por una mujer, la kirchnerista Lucía Corpacci. De 2218 municipios, sólo 218 (9,8%) están siendo gobernados por mujeres, y el 81, 1 por ciento de dichas intendencias tienen menos de 5000 habitantes. En el laberinto que recorren las mujeres para acceder y sostener cargos políticos, Perceval señaló dos grandes barreras, el sistema político y la desigualdad en la corresponsabilidad familiar. Sobre el sistema político dijo que debe ser reconstruido teniendo en cuenta el enfoque de género y destacó la importancia de lograr una distribución equitativa en la financiación de las diversas campañas electorales de candidatos y candidatas. Señaló luego que la mayoría de las fuerzas políticas aún deben incluir en sus cartas orgánicas los avances en materia de participación política de las mujeres. Finalmente dijo que la incorporación equitativa del varón en la organización del hogar y las tareas de cuidado necesita una ‘ruptura cultural’ tal como la que causó la Ley de Matrimonio Igualitario y de Identidad de Género. Perceval percibe en este sentido un ‘adormecimiento’ del movimiento de mujeres frente a una regresión en la asignación de roles por parte de la cultura dominante que pretende legitimar que es mejor que las mujeres estén en el espacio domestico. FUENTE: COMUNICAR IGUALDAD - Por Alejandra Waigandt

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