martes, 30 de junio de 2020

FALLO HISTÓRICO: LA JUSTICIA ROSARINA ABSOLVIÓ A ALDANA MUÑOZ






La Justicia rosarina absolvió hoy a Aldana Muñoz, quien había sido acusada por “abandono de persona” tras la muerte de su hijo de seis meses en manos de su ex pareja, Franco López, en abril de 2017. La fiscal Georgina Pairola había pedido 10 años de prisión para la madre por haber dejado al niño al cuidado de él mientras se bañaba. Los jueces resolvieron condenar al homicida a cadena perpetua y señalaron la ausencia de perspectiva de género en la fiscalía por forzar un tipo penal para revictimizar a Aldana. “El fallo sentó un precedente al marcar que bajo ningún punto de vista se puede usar el derecho penal para criminalizar a una mujer en situación de violencia y víctima del asesinato de su bebé”, dijo a Feminacida Victoria San Juan, integrante de ABOFEM, asociación que acompañó el caso difundido la semana pasada por este medio.

La decisión del tribunal conformado por Román Lanzón, Ismael Manfrín y Mariano Aliau torció el rumbo que había adquirido la causa, repleta de estereotipos machistas advertidos desde sus inicios por las abogadas feministas. “No era necesaria la revictimización de Aldana durante todo el proceso de prueba en el juicio, en el que desde la querella y la fiscalía llevaron su vida personal a los estrados, tratando de desacreditarla como mujer y madre. Le preguntaban cuánto había sufrido por la muerte de su hijo, si lloraba mucho o poco, o sobre las relaciones que tenía, con quién se acostaba o no”, repudió la letrada. Por otro lado, agradeció en nombre de la Asociación al defensor Darío Pangrazi, quien estuvo abierto a su acompañamiento desde el primer momento. 
Los fundamentos también advirtieron que la fiscal no contempló que Aldana es la madre y principal cuidadora de otros tres niños. “Desde 2015, el Código Civil y Comercial dice que la regla es la coparentalidad, es decir, responsabilidad parental compartida entre ambos progenitores. Señalar eso es fundamental para derribar al patriarcado y dejar de poner a las madres como las únicas responsables de los cuidados, o decir que el padre ‘ayuda’ y ‘está presente’. El padre tiene que cumplir su rol, que es el mismo que tienen las madres en la crianza de sus hijos”, añadió San Juan.

El fallo terminó con un testimonio de la acusada donde manifestaba que jamás se hubiese imaginado que López iba a matar a su bebé. Por este motivo, pedía que la absolvieran de culpa y cargo. Para Aldana, el sostén de ABOFEM fue fundamental, más allá de lo jurídico, ya que según les expresó, se sintió muy sola durante estos años y el apoyo de ellas “hizo la diferencia desde lo humano”. El escenario da cuenta de la especificidad de la perspectiva feminista en estas y otras tantas profesiones. La mirada integral sobre las múltiples violencias que se ejercen sobre las mujeres es fundamental para promover el acceso a derechos a través de abordajes colectivos donde las voces de quienes protagonizan esos procesos sean escuchadas. 

El caso
Aldana fue el 23 de abril de 2017 a la casa de su pareja con su hijo, Mateo, y lo dejó a su cuidado mientras se bañaba. A los diez minutos lo escuchó llorar, salió enseguida y encontró a López con el bebé en brazos, quien no reaccionaba. Inmediatamente se dirigieron al Hospital Escuela Eva Perón de Granadero Baigorria y luego al Hospital J. Vilela, donde Mateo finalmente murió. Tal como indica un comunicado de ABOFEM, el médico forense que realizó la autopsia afirmó que el fallecimiento se produjo “por un golpe en la cabeza (traumatismo encéfalo craneal producto del mecanismo de sacudida)”. En la etapa de producción de la prueba del juicio, ratificó que es imposible que haya sido un accidente debido a la fuerza con la que se ejecutó, a contramano de las primas declaraciones del acusado, quien manifestó que el niño “se había caído de la cama”.

Las abogadas destacaron desde el primer momento que la figura de “abandono de persona”, con la que se buscaba fundamentar legalmente la acusación a Aldana, no tiene sustento. Según explicó San Juan, es una categoría del Código Penal tipificada en el artículo 106 que no se aplica en casos en los que la persona deja a su niñe al cuidado de otre, sino cuando se lo coloca en una situación de desamparo.

Para la fiscal y la querella, “Aldana no cumplió efectivamente su rol de madre, colocando a su hijo en una situación de riesgo, incrementado injustificadamente el peligro de la vida de Mateo”. La jornada de hoy demostró que la construcción de sentidos subyacente a todo discurso se traduce en efectos concretos y materiales sobre las personas a quienes se juzga. Por este motivo, develar los lugares desde donde se elaboran estas narrativas que deciden sobre la culpabilidad o inocencia es indispensable en la búsqueda de justicia.

Fuente: Feminacida - por Sola Camaño.

viernes, 19 de junio de 2020

ADULTXS MAYORES, LA EXHIBICIÓN OBSCENA EN LA CUARENTENA

Título original : La exhibición en la cuarentena. El aprendizaje de los viejos





La pandemia evidenció situaciones que algunas personas ignoraban, otras presentían y una minoría cotizaba mensualmente, cobrando las internaciones.

Impúdicamente, en estos días las cámaras de TV exhibieron a ancianos en camillas partiendo de los geriátricos; eso constituyó un paisaje novedoso, inesperado y patético que emergió en la superficie de la cotidianeidad.
Fue la noticia que incorporó una nota sensible en el ánimo de quienes tienen padre y madre; imágenes que repicaron mentalmente en el futuro de quienes observaban la escena ¿Tendrían que enviar al viejo del grupo familiar a una “residencia”? ¿Cuánto costaría mensualmente ese nuevo destino?

El desfile de los ancianos en camillas y, al mismo tiempo, el pensamiento acerca de la sangría en la economía de quienes los amaban, sacudió los ánimos por partida doble.

El amor por los viejos no es lo que nuestras sociedades practican; está muy alejado de la gerousia espartana, que ponía el poder en manos de personas mayores de sesenta años, en cuya sabiduría se confiaba. Menos aún se asemeja al Senado romano, el senatus, que, etimológicamente, quiere decir “asamblea de ancianos”, compuesto específicamente por varones porque, según la creencia popular, de ellos manaba la sabiduría (a las mujeres mayores raramente se les reconocía el talento).

La inesperada presencia de los viejos –a los que la idiotez culposa de los adultos inventó una identidad falsa, denominando “abuelos” a mujeres y hombres viejos y mayores, muchos de los cuales nunca soñaron con tener nietos– requirió convertirlos en protagonistas de cuentos para niños con abuelitos y abuelitas. Esa denominación “cariñosa” encubre la denigración que implica deformar la identidad de los ancianos o ancianas, y los incorpora artificialmente como miembros de una familia que no necesariamente los respeta.

Ahora, en desfile callejero, la comunidad ha podido verlos en la plenitud de su vulnerabilidad, lejos, distantes y sin contacto alguno con sus hijos.

Las escenas permitieron adivinar los perfiles de los ancianos bajo las mantas, acompañándose entre sí, emigrando de un caserón en el que convivían con quienes no eligieron, clasificados como “gerontes”, una palabra que deriva del griego asociada con la Gerontología, disciplina que “se ocupa de los caracteres biológicos de la vejez, sus problemas y etcétera”. Los “etcétera” actualmente significan “personas de alto riesgo” descubiertas por casualidad, porque los virus anidaban en ellas, introducidos por “el personal” del geriátrico. Se los incluyó en una categoría a la que había que preservar y eso constituyó un alerta general: segregados para ser cuidados, se recomendó a los adultos que no se acercaran a los viejos porque podían contagiarlos fácilmente, ya que “después de los 60 deben haber sufrido varias enfermedades y por lo tanto son sujetos débiles, ‘fané y descangallados’”. Es más fácil que se contagien el virus y desordenen de ese modo las estadísticas, muriéndose aceleradamente. Sería prudente preservarlos, dejándoles la comida en el umbral de sus casas, sin tocarlos, para que, sobreviviendo, continúen en la amena existencia que los adultos les preparamos en los geriátricos. Estas recomendaciones han sido muy bienvenidas, evaluadas como prueba de una responsabilidad ciudadana que decidió cuidar a nuestros mayores, repitiéndole a la comunidad algo certero: no había que autorizarlos a salir de sus casas.

Pero he aquí que las estadísticas comenzaron a escupir cifras que no partían de los domicilios de los viejos, sino de las residencias, focos de infección, y los contagiados se contabilizaron de manera preocupante. Lo temido se produjo. Los mayores se contagiaban mucho más de lo calculado y los geriátricos mostraron sus deficiencias ¿Serían los “de afuera”, los que trabajaban en la residencia, las visitas? Los picos semanales de la pandemia partían de esas comunidades de viejos que se enfermaban. ¿Entonces? ¿Tampoco el geriátrico era seguro para el bienestar de los ancianos? Se infectaban unos a otros y fue imprescindible que los ejércitos del SAME operaran velozmente, montando aquel desfile y la barricada de familiares que, desde la calle, clamaban por la responsabilidad de los dueños de ese lugar.

Todo sucedió para proteger a las personas mayores. Una protección que los abrumó con limitaciones y prohibiciones dignas de ser aplicadas a niños traviesos.

Si no hay pandemia, los viejos no cotizan

Cuando no hay pandemia, ¿cómo trata la sociedad a “los abuelos”?

Es una pregunta antipática que resulta incómoda y que se escamotea para evitar pensar en ella. Incluso Freud (1915) se ocupó de desconfiar de las posibilidades de los ancianos como pacientes de su psicoanálisis, tesis que muchos hemos destituido de sus enseñanzas, psicoanalizando a personas mayores (¿de 60 años o quizás de 80? ¿Son edades equivalentes?).

Los viejos y quienes no lo son configuran una dupla inequívoca. En determinado momento, alguien es incorporado a la categoría de quien “está muy mayor” y, paulatinamente, es inscripto en el rubro de los viejos que –gracias a los buenos modales de algunos otros– se denomina “anciano”.

Durante ese tránsito, la persona muy mayor comienza a sentir la misericordia de quien arriesga tolerarle alguna equivocación en sus recuerdos, pero comienza a reconocerse a sí mismo como “estando viejo”. Es el momento en que la sociedad empieza a tratarlo con desdén, con malos modales, burlándose de él, gritándole y faltándole el respeto. Porque los viejos ya no son Los Ancianos de la Tribu a quienes se consultaba en tiempos de guerra y de paz. Sobre todo, comienzan a ridiculizarlo y decretan que el viejo está blandengue, que padece miedos ancestrales y ridículos, que no comprende los hechos de cada día y que está irremediablemente perdido para convivir con gente inteligente. De este modo, la vejez ingresa en el territorio de los prejuicios que los otros construyen, aterrorizados, al comprender que no podrán detener el deterioro físico de la ancianidad. No obstante, ella mantiene la lucidez, la sensibilidad y el feroz e ingenuo orgullo de pretender una autonomía que no logra sostener.

Quizás los viejos nunca imaginaron que generarían tanta pavura por ser candidatos a contagiarse y a morir. Eso de contemplarse habiendo sido promovidos como espectáculo representa un nuevo aprendizaje para quienes están empezando a ser gente mayor, antes de saludar al barquero que los trasladará a la otra orilla.

Fuente: Página 12 - Por Dra. Eva Giberti 

jueves, 18 de junio de 2020

EGIPTO: LA PANDEMIA COMO EXCUSA PARA PRACTICAR LA MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA

Título original: Egipto: utiliza la pandemia como excusa para practicar la ablación a las hijas


A pesar que desde 2008 esta prohibida la mutilación, una investigación llevada a cabo en 2016 por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, demostró que el 87 por ciento de las mujeres y niñas egipcias de entre 15 y 49 había sufrido alguna mutilación genital, que en el país practican integristas cristianos y musulmanes


México, 18 jun. 20.  Drogadas e inconscientes, las tres hijas menores de un individuo egipcio fueron sometidas a mutilaciones genitales (ablación) cuando creían que iban a vacunarles contra la COVID-19, según la información publicada por el diario británico The Independent.

La madre de las niñas ha denunciado al padre, del que está divorciada, y la fiscalía ha ordenado la apertura de una causa penal contra el médico y el padre de las menores, quien engañó a las niñas diciéndoles que iban a vacunarlas contra el coronavirus: en realidad, lo que hicieron fue inyectarles una droga que las dejó inconscientes y, a continuación, practicarles una ablación de clítoris.

La Fiscalía pública egipcia ha llevado a juicio al padre y al médico que practicó la ablación a tres menores de edad en el país, en el enésimo caso de una práctica prohibida hace doce años que sigue cobrándose víctimas.

Según el comunicado, el progenitor convenció a su ex mujer para llevar a las hijas -todas menores de edad- a una clínica con el propósito de inmunizarlas contra la Covid-19 a pesar de que el virus, detectado por primera vez el pasado diciembre en China y con 5,4 millones de contagios y alrededor de 350.000 fallecidos a nivel mundial, carece aún de vacuna.

Una vez en las instalaciones médicas, el doctor procedió a practicarles la mutilación. Una autoridad forense ha confirmado que las tres sufrieron la intervención, ilegal desde 2008 en el país árabe. El padre y el galeno han sido enviados ante un tribunal penal. La prohibición, incluida en el Código Penal y la ley de protección del menor, fue enmendada en 2016 para elevar las penas de cárcel. En virtud de la reforma, el progenitor y el profesional sanitario se enfrentan a entre cinco y siete años de prisión.




En Egipto la mutilación genital femenina está prohibida desde 2008

Según el diario británico, «algunos hombres encuentran la manera de eludir la justicia para practicar la ablación, total o parcial, a mujeres y niñas».

Desde 2016, tanto los médicos que se dediquen a estas prácticas, como quienes las soliciten, pueden ser condenados a tres años de cárcel. Sin embargo, hasta la fecha nadie ha sido condenado por este delito.

Los grupos y las organizaciones que defienden a las mujeres han dicho al periódico que se trata de una norma «que no se aplica bien».

«Es importante constatar que las autoridades comienzan a adoptar medidas contra la mutilación genital femenina y que tanto las madres como las niñas son más conscientes de los peligros que entrañan esos procedimientos», ha manifestado Entessar el-Saeed, director del Centro de El Cairo para el Desarrollo y el Derecho.

La muerte de Soheir, de 13 años fue el primer caso que irrumpió en la judicatura

"Me alegra escuchar que hay más casos que llegan hasta los tribunales y que la justicia está adoptando pasos muy positivos hacia la penalización de la mutilación genital femenina", señala Suad Abu Dayyeh, investigadora de la organización Equality Now que lleva años luchando por erradicar la práctica en Oriente Próximo. "Dicho esto, me apena que haya aún gente practicando la mutilación", admite quien hace siete años logró llevar ante la corte la muerte por ablación de Soheir, de 13 años.

Aquel fue el primer caso que irrumpió en la judicatura -el doctor fue juzgado y condenado a dos años y tres meses de prisión- y allanó un camino que aún siguen enfilando otras tragedias. A principios de este año falleció otra niña, Nada Hasan, de 12 años, tras ser sometida a una ablación disfrazada de "cirugía plástica" y sin anestesia. Días después de ser arrestado, el médico que firmó la operación fue puesto en libertad bajo fianza de 50.000 libras egipcias (unos 2.700 euros).

Su muerte, desangrada tras la ablación, levantó una ola de indignación en el país más poblado del mundo árabe, que lidera la clasificación mundial de población sometida a la mutilación por delante de Etiopía, Nigeria o Indonesia. Una de cada cinco mutiladas reside en la tierra de los faraones, según Unicef. En febrero Dar el Ifta -un organismo oficial responsable de publicar edictos religiosos- volvió a insistir en que la mutilación está prohibida en la legislación islámica.

"Una violación de los derechos humanos"

Los valedores de la mutilación aseguran que se trata de una práctica religiosa que reduce la libido de las mujeres, preserva su virginidad hasta el matrimonio y elimina cualquier tentación de adulterio. La ONU recuerda que la mutilación "es una violación de los derechos humanos y constituye una forma de violencia contra las mujeres".

Un informe redactado por una red internacional contra la mutilación genital femenina, publicado el pasado marzo, desveló que la práctica se realiza en al menos 92 países. El documento advierte de que los casos no solo tienen como escenario el continente africano sino que también se cuentan en Asia, Europa y América.

Solo el 55 por ciento de los países en los que se han detectado casos disponen de una legislación que prohíbe la ablación, lo que deja a millones de mujeres sin adecuada protección legal y mantiene alejado el reto de su erradicación definitiva. "Me gustaría poder ver un mundo sin mutilación genital femenina", confiesa Suad.

En Egipto, la mutilación genital femenina está prohibida desde 2008 pero, según el diario británico, «algunos hombres encuentran la manera de eludir la justicia para practicar la ablación, total o parcial, a mujeres y niñas».

Desde 2016, tanto los médicos que se dediquen a estas prácticas, como quienes las soliciten, pueden ser condenados a tres años de cárcel. Sin embargo, hasta la fecha nadie ha sido condenado por este delito.

Los grupos y las organizaciones que defienden a las mujeres han dicho al periódico que se trata de una norma «que no se aplica bien».

«Es importante constatar que las autoridades  contra la comienzan a adoptar medidas contra la mutilación genital femenina y que tanto las madres como las niñas son más conscientes de los peligros que entrañan esos procedimientos», ha manifestado Entessar el-Saeed, director del Centro de El Cairo para el Desarrollo y el Derecho.

Una investigación llevada a cabo en 2016 por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, demostró que el 87 por ciento de las mujeres y niñas egipcias de entre 15 y 49 había sufrido alguna mutilación genital, que en el país practican integristas cristianos y musulmanes.


Fuente: AmecoPress/SemMéxico.- Fotografía : SemMéxico.

miércoles, 17 de junio de 2020

VIEDMA CUANDO SE COSIFICA A LA VÍCTIMA Y AVASALLA SU DERECHO A DECIDIR

Título original : En Viedma allanaron un refugio para mujeres por una ILE



El fiscal Hernán Trejo, a cargo del Ministerio Publico Fiscal de Río Negro, dio curso a una investigación por una denuncia penal que realizó una trabajadora del refugio para víctimas de violencia por razones de género, en Viedma, contra la coordinadora de dicho establecimiento. “La operadora asumía que estaban haciendo un aborto ilegal”, señaló Mercedes Pietranera, secretaria de Igualdad de Género de la provincia, y detalló que “la denuncia dice que ellas convencieron a la mujer de realizarse el aborto”. La mujer, que se encontraba en el hogar desde principios de junio, había solicitado la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), que fue aprobada y realizada de forma ambulatoria, bajo la órbita del sistema público de salud. “No hay ningún delito”, aseguró Pietranera.


La denuncia, radicada en la Fiscalía N°2 de Viedma, fue tomada por el fiscal de turno, Guillermo Ortiz, quien, bajo la aprobación de Hernán Trejo, inició una investigación preliminar, en la que se solicitó la historia clínica de la mujer involucrada, además de realizar un allanamiento en el hogar refugio donde vivía la mujer. “Los fiscales no llamaron en ningún momento a las trabajadoras del hogar ni a la mujer en cuestión”, relató Barbara Donoso, integrante de la agrupación Rosa Salvaje quienes, a pedido de la Secretaría de Igualdad de Género, acompañaron a la mujer en el proceso de la ILE, y agregó que “el allanamiento fue invasivo, violento y en contra de todos los derechos de la víctima”.

“Ella tenía un embarazo no deseado producto de la violencia de su agresor”, relató Pietranera. Por su parte, José Rovasio, director del Hospital Zatti, donde se atendió la mujer, afirmó en una entrevista en un medio local que “toda la ILE se hizo por profesionales del hospital y bajo todas las normas y reglamentos que tenemos”. Luego del allanamiento al refugio donde se encontraba viviendo, la mujer, junto a sus dos hijos, se mudó a la casa de un familiar. “El refugio era el lugar donde debía estar resguardada de su agresor”, señaló Donoso y afirmó que el hombre, contra el que se aprobó la medida cautelar por violencia de género, “está detenido”.

“Ella sabe que hizo lo que tenía que hacer”, aseguró Donoso y relató que “al decidir la interrupción de ese embarazo ella nos dijo que estaba cerrando toda una historia y una vida atravesada por la violencia”.


Desde el martes pasado, las trabajadoras del hogar se encuentran de licencia, mientras que, aseguró Pietranera, la operadora que realizó la denuncia “va a tener algún tipo de sanción”. Según afirmó la responsable de los hogares refugio, “la autocrítica es haber llegado con la denuncia penal ya radicada” y agregó que, en adelante, “vamos a fortalecer no sólo la protección a las víctimas sino también a las mismas trabajadoras”. 
Fuente: Página 12 - 

domingo, 14 de junio de 2020

INGRESÓ A ESTADO PARLAMENTARIO LA RATIFICACIÓN DEL CONVENIO N° 190 DE LA OIT

título original: La Asociación de Abogados reclama la ratificación del convenio respecto a la violencia y acoso laboral


La Asociación de Abogados y Abogadas de Buenos Aires (AABA) solicitó la ratificación legislativa por parte del Congreso de la Nación del Convenio N° 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que proporciona directrices para enfrentar la violencia y el acoso en el trabajo.

“La violencia y el acoso en el mundo del trabajo son una grave inobservancia a los DDHH, y ponen en riesgo la igualdad de oportunidades, agravándose en el caso de las mujeres, y también respecto de las diversidades de género que se profundiza en la intersección con las condiciones de clase, etnia, migración, edad entre otras reforzando la violencia de género”, expresó Juan Pablo Zanetta, titular de AABA.

La OIT, luego de varios años de debate tripartito entre los Estados, empleadores y trabajadores de los países miembros que la integran, y producto del análisis de conductas cotidianas de ambas partes que conforman la relación laboral, normas estatales, consenso y diálogo social, ha aprobado en junio del 2019 el Convenio Internacional N 190 y una Recomendación Complementaria.

Desde la asociación, sostienen que estas prácticas, “lamentablemente más arraigadas de lo que aparentan, no solamente impiden obtener el bienestar material y la seguridad económica en particular, sino además que atentan contra el desarrollo espiritual –en libertad- y en definitiva contra la dignidad del ser humano”.

El convenio promueve la mejora de las relaciones laborales –en los ámbitos públicos y privados- en un marco de dignidad y respeto, incluye especialmente la promoción de políticas de género y hacia personas en condiciones de vulnerabilidad, reduciendo consecuentemente la conflictividad y optimizando la productividad y la calidad de los productos y servicios.

“No obstante lo mencionado, y de forma paradójica, hasta el momento ninguna norma internacional había definido a la ‘violencia y acoso’ con tan profuso detalle en cuanto a sus alcances, consecuencias y directrices referentes al cómo prevenirlo y sancionarlo”, expresó Zanetta y agregó “corresponde entonces al Congreso de la Nación la ratificación de dicho Convenio y su recomendación, para que este ingrese en el sistema jurídico nacional y sea plenamente aplicable por los jueces”.

fuente: El Parlamentario. com 

viernes, 12 de junio de 2020

SE ENCENDIÓ LA ECONOMÍA DE CUIDADOS Y LAS MUJERES ESTÁN EN LA PRIMERA LÍNEA DE FUEGO




La directora nacional de Economía, Igualdad y Género, Mercedes D'Alessandro, afirmó hoy que con la pandemia de coronavirus "se encendió la economía de los cuidados" y recalcó que la construcción de un presupuesto "con perspectiva de género no es solamente registrar en dónde están las partidas para varones y mujeres".

Mercedes D'Alessandro es oriunda de la provincia de Misiones, es Doctora en Economía, en 2015 fundó junto a otras economistas el sitio Economía Femini(s)ta del que fue parte hasta asumir como Directora nacional de Economía, Igualdad y Género del ministerio de Economía y Presidenta del Fondo de Capital Social (FonCap).

A continuación los principales tramos de un reportaje con la agencia de noticias Télam:

-Desde la dirección se está trabajando en la idea matriz de construir presupuestos con perspectiva de género, ¿qué implica desde lo político y qué va a aportar desde el diseño y ejecución de políticas públicas?

 Cuando presentamos la propuesta dijimos que había dos cuestiones que nos parecían fundamentales: tener una construcción rigurosa y bien fundamentada de cuáles son las brechas de género, y para esto, necesitábamos revisar la información y los datos disponibles y armar indicadores básicamente.

 Y la otra línea que es complementaria, dado que el Ministerio de Economía es el lugar en donde se conforma el presupuesto nacional, en donde se organiza y se prioriza cuáles son las políticas que se van a llevar adelante y cómo se van a asignar las partidas presupuestarias, era fundamental que en ese lugar también nosotras tuviéramos como un objetivo primordial el participar de esas definiciones de cuáles son las prioridades presupuestarias en el país.

 La construcción del presupuesto con perspectiva de género no es solamente registrar en donde están las partidas para varones y mujeres, aunque eso sí es parte importante de nuestro trabajo, el poder tener un buen registro es una herramienta fundamental, que es lo que viene haciendo la oficina de presupuesto nacional, pero también nos parece que es necesario avanzar sobre ese aspecto registral y empezar a incidir en cómo se diseñan las políticas para que se puedan cerrar brechas de género.

-En el contexto de aislamiento se visibilizó la economía del cuidado, sin embargo, todavía no se cuenta desde el Estado con datos actualizados que brinden un diagnóstico sobre esta realidad. ¿Cómo se está abordando este tema?

 El año pasado, en noviembre, una de las leyes que se aprobó es la que ordena la realización de la encuesta de uso del tiempo al Indec. Nosotras en el primer mes de trabajo tuvimos una reunión con el equipo de Marco Lavagna muy interesante, de la cual salió después una publicación en paralelo que fue sobre las brechas de género que hizo el Indec y que hicimos nosotras también y conciliamos en un montón de variables para tener la misma forma de medir y de nombrar a los fenómenos.

Por otra parte, en general lo que estamos diciendo muchas economistas feministas, que cuando se habla de la pandemia dicen se apagó la economía y nosotras decimos ¡no! se encendió la economía y se encendió la economía de los cuidados donde las mujeres están en la primera línea de fuego.

 Entonces creo que un gran desafío es mostrar que hay un sector de la actividad que condiciona de manera transversal a todos los demás y ahí tenemos un problema de género también, porque sabemos, por la encuesta de uso del tiempo que hubo en el pasado y por un montón de investigaciones, que las mujeres somos las que dedicamos más tiempo a las tareas de cuidado adentro de los hogares. Por lo tanto, si esta crisis de los cuidados asomara, las que correrían más riesgo de perder sus empleos, de perder horas de trabajo o tener imposibilidades para ir a atender sus empleos pagos serían las mujeres. Es una cuestión sumamente relevante para pensar cómo hacemos para impedir que esto sea una mayor fuente de desigualdad en la inserción laboral, en la precarización, en la posibilidad de que las mujeres puedan salir a trabajar y todo lo que eso implica en términos de su desarrollo personal y profesional.

-Otra cara de la pandemia tiene que ver con el aumento en los niveles de endeudamiento para el pago del alquiler o de servicios ¿Se está pensando en alguna política que atienda este problema?

 Sí, nosotras estamos trabajando con la Secretaría de Finanzas en una estrategia de inclusión financiera a nivel nacional, que se va a lanzar próximamente, justamente atendiendo a esta situación.

-¿Qué datos y qué análisis tiene sobre la ejecución de políticas de transferencias de ingresos en el contexto de pandemia?

 El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) nos permitió entender e identificar un poco mejor como está compuesta y organizada la informalidad en la Argentina. Cuando uno mira a qué porcentaje del decil de menores ingresos llegaba el Estado hace dos meses, con la AUH nada más llegabas al 60% de las personas, hoy está llegando al 90% de las personas.

 Nosotros tenemos identificado el grupo de las empleadas de casas particulares dentro del IFE también, una porción de ellas ya cobraba la AUH, con lo cual ya estaba en el registro, pero logramos también incorporar información sobre más de 150 mil nuevas que no cobraban la AUH y esto es un registro que nos va a permitir el día de mañana pensar soluciones para ese sector, que también entendemos va a estar afectado a la salida de la pandemia.

 Y esto tiene que ver con que el IFE fue pensado también para las personas que no tienen hijos, por ejemplo. Entonces es una herramienta que permitió ampliar la llegada de cobertura del Estado en los sectores de menores recursos que se mostraron muy progresivas.

Fuente: La voz de San Justo

miércoles, 10 de junio de 2020

EL INEXISTE SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL SAP





CUANDO LOS MACHOS COMUNICADORES DE MEDIOS HEGEMÓNICOS INFIRMA BARBARIDES 



DEBERÍA SER SANCIONADO POR APOLOGÍA.!!!!!



( y mezcla todo. Todo progenitor tiene derecho a ver a su hijx - salvo que sea un abusador y/ o violento), pero el SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL ESTÁ DEMOSTRADO CIENTÍFICAMENTE QUE ES UN INVENTO DEL PSIQUIATRA GARDNER ( que además era pedófilo)




MASCULINIDADES: DISPOSITIVOS PARA HOMBRES QUE EJERCIERON VIOLENCIA DE GÉNERO

Título original: «Entre hombres no aparece la vulnerabilidad porque no hay un lugar donde mostrarse frágil»








Infografía: Ana Bellande




Las muertes de mujeres, lesbianas, travestis y trans aumentan. Sin embargo, pocas veces se generan políticas públicas que aborden la problemática de manera integral e incluyan las masculinidades. La asociación Pablo Besson trabaja desde hace 14 años con grupos psico-socio-educativos para varones que ejercieron violencia de género. Algunos de sus integrantes nos cuentan qué recursos existen actualmente para trabajar con estos hombres.

“Comprender la masculinidad es un acto político indispensable, para los hombres inclusive, que la sufren”, explicó la antropóloga Rita Segato en diálogo con la Agencia Télam. Aunque algunes vienen trabajando hace mucho al respecto, el tema de las masculinidades ingresó recientemente en la agenda pública y tuvo su pico mediático luego del crimen de Fernando Báez. Actualmente, si bien el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades está integrando el tema, no existen políticas públicas concretas que aborden esta problemática y piensen medidas contra la violencia de género de manera integral. Si la “cofradía de varones”, como lo llama la autora, no se puede desarticular sola: ¿qué recursos existen actualmente para trabajar con los varones violentos?

La asociación Pablo Besson funciona en la Ciudad de Buenos Aires desde hace 23 años. Si bien comenzó trabajando con mujeres y niñes víctimas de violencia de género o abusos sexuales, a partir de esta experiencia se dieron cuenta de que la única manera real de terminar con el círculo de la violencia era incluir a todos los actores y sumar al otro eslabón de la cadena: las masculinidades. Por eso, desde hace 14 años generan dispositivos de abordaje para varones que han ejercido violencia de género. Hoy, la asociación cuenta con tres grupos psico-socio-educativos que abordan la problemática de manera integral y forma parte de RETEM (Red de Equipos de Trabajo y Estudio en Masculinidades), integrada por 18 equipos de coordinación y trabajo con los mismos marcos teóricos y lineamientos. La mayoría de quienes asisten a estos grupos semiabiertos llegan por derivación judicial, aunque hay un pequeño porcentaje que se acerca por iniciativa personal. El principal trabajo de los grupos se basa en romper la lógica con la que estos varones se relacionan tanto con las mujeres como entre sí para demostrar que se pueden crear otras dinámicas que no funcionen a partir de la sumisión ni deriven en conductas violentas.

Infografía: Ana Bellante

Malena Manzato es psicóloga social y hace 14 años que coordina grupos en la asociación. Sobre cómo surgió la necesidad de crearlos, explica: “En un momento recibimos a dos mujeres y cuando escuchamos las historias eran víctimas del mismo señor. Eso nos impactó mucho y entonces empezamos a estudiar el tema, aún cuando las investigaciones sobre masculinidades eran muy pocas. Así nos fuimos capacitando y a partir de allí comenzamos a abrir grupos de trabajo”. Malena cuenta que hay que generar la demanda de contención y armar la dinámica grupal. Si bien al inicio hay mucha resistencia, compartir espacios con personas que estén más adelantadas en el trabajo grupal permite reconocer las violencias.

Matías de Stéfano Barbero es antropólogo, miembro de la Asociación Pablo Besson y del Instituto de Masculinidades y Cambio Social. Llegó a la asociación con el fin de realizar su tesis de Doctorado en Antropología, pero pronto terminó coordinando grupos. Él explica que la violencia de género está totalmente atravesada por la manera en que se relacionan los varones en su vida cotidiana y la lógica de los grupos de amigos. Si bien estos vínculos están atravesados por alianzas y complicidades, pocas veces llegan a generar espacios de intimidad, ya que existe la concepción de que mostrarse vulnerables significa una oportunidad para ser subsumidos y humillados. “Estamos todo el tiempo tratando de poner de manifiesto que la asociación es un lugar seguro donde se puede ceder a la vulnerabilidad sin que eso suponga una competencia o una humillación, entonces se va armando una pertenencia al grupo. Hay hombres a los que les cuesta más y otros a los que les cuesta menos tomar confianza, pero cuando se dan cuenta que pueden decir algo y que el equipo de coordinación o los compañeros no lo van a usar para burlarse, sino para compartirlo es que se empiezan abrir. La mayoría viene pensando que son los únicos a los que les pasa esto y cuando se encuentran con que no, es más fácil empezar a hablar”.

El filósofo Robert Brannon postula que la masculinidad hegemónica puede resumirse en 4 puntos fundamentales: total repudio a lo femenino, tener poder, éxito y riqueza; controlar las emociones para no mostrarse sensible y tender a la valentía y la violencia. Todas estas características son las que propician la violencia de género. “Uno de los casos que utilizo para mi tesis es el de un hombre que me dijo: ‘Yo no sabía que hablar hacía bien, me di cuenta viniendo al grupo’. Fue muy fuerte. Les pedimos a los varones que reflexionen sobre el patriarcado pero vienen con muy pocas herramientas de comunicación y de reflexión al respecto, entonces hay que hacer un trabajo desde abajo”, agrega Matías.

Si bien los grupos psico-socio-educativos realizan un trabajo fundamental, continúan siendo una burbuja que se rompe cuando terminan y los integrantes deben salir a un mundo exterior donde prima la masculinidad hegemónica y el sistema patriarcal. “Ahí hay varias dimensiones. Nosotros en el grupo demostramos que hay alternativas, por eso es importante que el equipo de trabajo sea mixto, porque si ves que un varón se para de esa manera vas mostrando otras relaciones entre pares. Por ejemplo, al principio cuando uno de los varones se quiebra, los otros no saben qué hacer, pero después de un tiempo de trabajo si alguno se pone a llorar los compañeros lo contienen. Estas experiencias de escucha y diálogo van construyendo un tipo de lazo que en general es la primera vez que lo están experimentando. Es verdad que después salís y te juntás con tus amigos y sigue siendo la misma dinámica, pero en ese sentido el trabajo en el grupo puede cambiar su posición. Ellos también son agentes de cambio de alguna manera”.

Juntarse a jugar al fútbol, ir a la cancha o a un bar no son contextos donde se habilita la charla de par a par. Son contextos en los que el prejuicio y la homofobia limitan las relaciones entre pares porque prima la jerarquía entre masculinidades. “Cuando vos te juntas de a uno hay un espacio más propicio porque sentís que no está la mirada del grupo que te va a juzgar, pero en general no se da. Entre hombres no aparece la vulnerabilidad porque no hay un lugar donde mostrarse frágil y encontrar contención en el otro. Llegar a eso es una transformación mucho más lenta”.
Durante el aislamiento no solo aumentó la violencia de género, sino también la tensión en las relaciones, la frustración frente a las dificultades para generar ingresos y el ahogo por la convivencia. La imposibilidad de continuar los grupos presenciales complicó la manera de seguir con el proceso que se estaba llevando a cabo. “En este tiempo lo que hicimos fue crear un grupo de Whatsapp para mantenernos en contacto. Trabajamos temas específicos, les mandamos actividades, armamos un programa para ir desarrollando, un protocolo. En este contexto en que la violencia es mucho más compleja, insistimos en usar todas las herramientas posibles para manejar la situación de enojo y que en cada momento de explosión se comuniquen con el grupo. Solo tuvimos un caso en el cual hubo que llamar a la fiscalía; sin embargo, eso sirvió para saber que están presentes la asociación y la justicia”, cuenta Malena.

Finalmente hay una pregunta que flota, rondando en el aire: ¿Es posible reconstruir la pareja o construir relaciones sanas luego de un episodio de violencia? A esta pregunta, Malena responde: “Siempre decimos que nosotros no casamos ni divorciamos porque esas son decisiones que tanto mujeres como varones tienen que tomar en libertad. Algunos reconstruyen la relación y otros no. Si ambos hacen procesos en distintos espacios es posible que retornen; también depende del límite de violencia que se haya ejercido”. Por su parte, Matías opina: “Desde afuera pensamos que un varón que ejerce violencia va a ser igual en todas sus relaciones y no necesariamente es así. Mucho tiene que ver con la dinámica específica de las parejas: la posición de la masculinidad es relacional. Puede suceder que un varón tenga un vínculo con una mujer cuya posición le suponga un conflicto en su masculinidad -por ejemplo porque es independiente económicamente- y eso puede generar situaciones de violencia, pero con otra mujer que ocupa otra posición, no. También puede ser que en un periodo el varón se quede sin trabajo y eso suponga una ruptura en su masculinidad. Según cómo se gestione esa incertidumbre se puede dar una situación de violencia, pero en su próxima relación, si hace un trabajo en el grupo, tal vez entienda que no ser proveedor no implica necesariamente perder su identidad, y esto no le suponga un problema. Igual, sin duda, uno de los objetivos principales del trabajo con varones en los grupos es evitar la reincidencia para proteger a las mujeres”.

Fuente: El grito del sur 




lunes, 8 de junio de 2020

EL PATRIARCADO ESTÁ REPRODUCIENDO NUEVAS MASCULINIDADES


Enrique Stola reflexionó en una charla con Diario Digital Femenino sobre las nuevas masculinidades, el capitalismo y la estimulación de la práctica prostituyente como forma de reconocerse como varones, el rol de la pornografía en la educación de niños y adolescentes, y la resistencia de las instituciones a la aplicación de la ESI.

Lenny Cáceres: Para ampliar la charla de zoom propuesta por Monique Altschul de MEI (Fundación Mujeres en Igualdad), con Marta Fontenla, Susana Chiarotti, y muchas compañeras, más introdujiste una mirada distinta acerca de la masculinidad hegemónica. Vos hablas del capitalismo financiero, de cómo al salir la mujer a trabajar, más la lucha de las mujeres, al hombre le queda  un fantasma de macho y que crea la recompensa simbólica 
¿Podés ampliar esa idea?

Enrique Stola: Es un aporte de Beatriz Gimeno, de España, lo del fantasma que queda en los hombres. Y lo otro  es otro aporte de Quijano, Tony Negri, etc., y de otros autores. En el año 73, en Chile se instala el golpe de Estado y todo el país avanza hacia un Estado puramente neoliberal. Tiene su contraparte con la Tacher y eso implicó dos cuestiones. Por un lado, iban cayendo los países socialistas y terminaba de caer con el muro de Berlín. El avance de la tecnología significó que fue cayendo la clase industrial. Con ellos, antes de la década del ’70,  los obreros y los capitalistas estaban localizados con sus fábricas en determinados territorios, regulaban el capitalismo y la plusvalía. A partir de que empieza a destruirse la clase obrera industrial, este avance de los que manejan el capitalismo financiero tienen mucha más ganancias. Se acabó el socialismo. Se dejan de mantener los Estados de Bienestar.  Se rompe el pacto que había en occidente  y se empieza a disminuir el salario. Y por otro lado, se busca mano de obra cada vez más barata. Las migraciones aumentan en todo el mundo, van en aumento y todo esto se empalma con la lucha de las mujeres por salir de sus casas para sostener sus hogares, con autonomía.

LC: Si, el ingreso del macho proveedor no era tanto y las mujeres empiezan a ser parte de esa mano de obra barata también, ¿no?

ES: Pasan a ser parte de esa mano de obra barata, las mujeres del tercer mundo. Pasan a formar parte de lo que después se llama el Cuarto mundo en Europa, o sea, siguiendo con las actividades de cuidado y de servicio, por lo que en la década del ’70 se rompe la configuración básica del capitalismo de que a cada hombre le corresponde una mujer, entonces esto unía al macho de alta clase con el macho más marginal del mundo, porque hasta al más marginal también le correspondía una mujer. Esa configuración vincular se rompe fundamentalmente con la acción de las feministas y  la revolución sexual. Esta revolución sexual que generaron jóvenes y  jóvenas con un contenido político que le dieron ellas, las feministas. Se rompió también ese acuerdo que había entre machos, que a cada macho le correspondía una mujer y las mujeres que les servían a los machos, es decir, las mujeres en situación de prostitución.

LC: Ahí también se rompe hacia adentro de las familias, La masculinidad hegemónica necesita otras dominaciones, ¿no?

ES: Si, pero fíjate que se tienen que modificar las leyes, aparecen las leyes de divorcio en casi todos los países, cada vez la mujer conquista más derechos, dejan de estar legalmente en situación de minoridad, se rompe toda la configuración capitalista que se vivía en aquel momento. Echan mano a las mujeres, a los negros, a los pobres.

LC: También a los niños, niñas y adolescentes por medio de la prostitución, ya sea para consumir o sea para educar

ES: Se produce otra cosa con el capitalismo. Hasta la década del 70, los militantes decíamos que los pobres eran ejército de reserva del capitalismo. Decíamos eso porque el capitalismo entraba en crisis y expulsaba gente, pero luego salía de la crisis y volvía a retomarlos. Pero a partir de esta ruptura de acuerdo en occidente, del capital y los trabajadores, y la caída de los países socialistas, etc, el capitalismo vuelve a entrar en crisis, expulsa gente pero ya no los vuelve a retomar. Con lo cual va aumentando en todo el mundo la situación de los cuerpos indeseables, de los marginados y los pobres que dejan de ser el ejército de reserva y  pasan a ser los indeseables. Aún hoy lo vemos con absoluta claridad en todo el mundo. 

LC: Esta estructura capitalista y esta masculinidad hegemónica que se hace más fuerte en aquellos tiempos, siguen teniendo grandes sostenes.

ES: Las transformaciones que se van produciendo en la sociedad implican una reacomodación del dispositivo  de dominación masculina. Entonces, ellos siguen siempre dominando pero con otro marketing, digamos. En cada momento histórico con otro marketing  y tratando de reacomodarse. Esto golpeó fuertemente esa masculinidad hegemónica que no es más que un modelo machista  y patriarcal, pero también, además, hay un montón de variaciones y hay un hilo que los comunica más allá de las variaciones. Hay una complicidad que se transmite a través de los cuerpos y de las miradas de los machos que hace que  el tema siga siendo operativo para  la dominación masculina. Aquello que era muy importante para ser hombre, como el mandato de ser el proveedor que sostiene a la familia se terminó. Entonces el capitalismo y el patriarcado tienen que dar alguna compensación, porque teóricamente siempre tenemos compensaciones simbólicas a partir de los mitos de los sistemas de creencias que en cada momento histórico la sociedad tiene. Se terminó esa idea de “soy un buen hombre porque sostengo a mi familia, los proveo y nunca les hago faltar nada”, aunque no los vea nunca, aunque trabaje todo el día, aunque tenga que tener amante…

LC: Ya que mencionas lo de las creencias ¿Qué papel juegan las instituciones religiosas en estas cuestiones?

ES: Las instituciones religiosas son la expresión de la matriz cristiana que ha conformado nuestra sociedad  y que impregna la socialización de los cuerpos, ya que las mujeres en su gran mayoría, siguen siendo socializadas para la subordinación y los cuerpos de los varones en su gran mayoría siguen siendo socializados para la dominación.

LC: Ahí hay una gran contradicción ya que la iglesia católica, por ejemplo, tiene la idea del pecado y no entraría para los varones.

ES: Lo que pasa que el cristianismo no es para los hombres. El cristianismo es para el sometimiento de las mujeres. Esa es la matriz cristiana. Es para el sometimiento de las mujeres y  para que los varones puedan dominar con el consentimiento de un dios. Para que los capitalistas puedan explotar a los cuerpos por estar generando trabajo. Y esto tiene que ver con lo que ha sido el cristianismo o las diferentes corrientes cristianas en el desarrollo del capitalismo. Cómo rompieron a las comunidades para generar esa unidad que se llama la familia. En el comienzo de la revolución industrial, por ejemplo, en las familias antes vivían muchas personas en una casa, y se encargaron de ir imponiendo a la sociedad de que eso estaba mal. En realidad lo que necesitaban era que ese grupo familiar, de hombre y mujer, mujer totalmente sometida en el espacio doméstico que no tuviera politicidad y delegara todo su poder al hombre, y ese hombre se iba a encargar de lo público y de sostenerlo.

No les convenía que vivieran en comunidad porque eso era político. Eso se acabó en occidente por lo menos. Esta es la resistencia que siempre hubo por suerte, en toda América Latina, en el África, pero lo cierto que como modelo la figura fundamental occidental se rompió. 

LC: Y en estos tiempos la masculinidad hegemónica hace unos esfuerzos denodados para sostenerse ¿y qué está pasando con las nuevas masculinidades entonces? ¿Cómo se combaten?

ES: Retomo el llamado de atención que nos hizo en un panel hace un tiempo atrás la licenciada Eleonor Faur, algo que ella viene sosteniendo desde hace tiempo  es que el patriarcado está produciendo nuevas masculinidades permanentemente, entonces no se es igual que el abuelo, no se es igual que su padre, mis hijos serán diferentes. Estas son nuevas formas de ser varones y además el patriarcado propone por medio del marketing formas de masculinidades. En algún momento fue el hombre metrosexual, el hombre que se cuidaba, el que se depilaba de acuerdo a la estética pornográfica. La cuestión es que sea una masculinidad que tenga una decisión política claramente, porque hablamos de poder cuando hablamos de masculinidades. Entonces si tiene una decisión política tiene que ser anti patriarcal y cuestionar absolutamente todo el sistema de dominación que se basa en el patriarcado. Si hablamos de nuevas masculinidades tenemos que agregarle la palabrita anti patriarcal o alguna palabra que defina que es una cuestión política porque si no nuevas masculinidades puede englobar todo y nada a la vez.

LC: Existe un temor desde los feminismos y es que el patriarcado se disfrace o algunos varones hegemónicos con masculinidades hegemónicas entren para seguir dominando o para inmiscuirse en las temáticas de las mujeres como es la lucha feminista.

ES: Es un temor lógico y es  algo que las mujeres tienen que prever porque el sistema de dominación masculino cambia de tácticas y de estrategias para sostenerse como tal. Cuando los compañeros dicen: en nuestro país la compañera no quiere que participemos con ella, tienen razones fuertes y justificadas en no aceptar porque no creo que nosotros tengamos que meternos en las organizaciones femeninas. Porque los hombres tenemos toda la sociedad para actuar. Abramos espacios en donde discutamos de feminismos en los lugares donde no se discute el feminismo. Vayamos a esos lugares donde el feminismo todavía no llegó  y si hay compañeras pongámosla en contacto con las compañeras feministas activistas. Tenemos mucho para hacer. También trabajemos sobre nuestra interioridad rompiendo esa unión que tenemos con el dispositivo de dominación masculina, renunciemos a dominar, renunciemos a los privilegios. Todo el cambio que se ha producido en el sistema económico, ¿qué satisfacción le puede dar a los hombres para que los hombres sigan sintiéndose hombres? Porque aún no se ha desarrollado una educación que permita la libre expresión de los  sexos y que los hombres vivan y valoricen lo que es la igualdad democrática.

LC: Las herramientas las tenemos. Esta la ESI, pero hay una resistencia muy fuerte desde estas masculinidades y de estas instituciones para negarla, para no permitirla.

ES: Las herramientas las tenemos. Educación sexual  integral, tenemos una cantidad bibliográfica y de modelos que las feministas nos están ofreciendo permanentemente en todos los campos de  la vida. Es  decir, la oferta está. Las instituciones religiosas que son expresión de esta matriz cultural de dominación que es el cristianismo, el patriarcado, el capitalismo y  otras dominaciones que hay, se oponen fuertemente a la ESI porque  inevitablemente va a tener impacto en la conformación de nuevas configuraciones vinculares que van a ser igualitarias y democráticas. Y estos tipos vienen violando los cuerpos en todas las formas desde hace siglos.

LC: Prefieren que los pibes y las pibas se eduquen con pornografía y no en términos de igualdad.  Desde las emociones y los vínculos. 

ES: Exactamente. El otro día la escuchaba a la compañera Gil Lozano  que decía que el papa estaba en contra de la trata. Y es cierto. Yo sé que el papa verbaliza que está en contra de la trata y que el papa ha ayudado a muchas mujeres en situación de trata. Les ha dado una mano enorme a mujeres en situación de trata cuando él era obispo acá en Buenos Aires, es cierto. Pero también es cierto que cuando el Vaticano y el papa liberan la frase “con mis hijos no te metas”, esta consigna que recorre América latina y América central  en contra de la Educación Sexual Integral  y en contra de los Feminismos, ahí le está dando una gran mano a los sostenedores de la trata, a la prostitución  y a los hombres prostituyentes,  a los agresores sexuales, a violadores. Porque todos quedan ocultos tras las buenas familias.

LC: Y en el tema del Sistema Prostituyente hay un sostén increíble y que no viene solo de un grupito de compañeras reglamentaristas, viene de una línea política internacional tal cual vos lo decís.

ES: Queda sostenida por los machos, no por la compañeras reglamentaristas. Los hombres, como bien dice Beatriz Gimeno, cuando queda esta recompensa de ser los que sostenían el  hogar. ¿Cómo me reconozco como varón? Me reconozco como varón en muchas situaciones. Me reconozco como varón con un grupo que me reconoce como tal, cuando estamos acosando a una mujer en la calle, diciéndole los piropos y  esas idioteces que son acoso sexual. Me reconozco como varón cuando  en la cancha  canto consignas misóginas, homofóbicas.

O sea que hay una cantidad de prácticas que son infinitas en donde los varones se reconocen como varones con los varones. Pero hay una que está produciendo mucho dinero, un gran negocio del neoliberalismo y produce mucho dinero, y con solo cinco, diez, cincuenta dólares  por un completo y es la práctica prostituyente. Si siempre existió la práctica prostituyente de la alta clase media, esto incorporó a todos los pobres del mundo. Los varones de clase media baja que perdieron la posibilidad de sostener a la familia, hoy encontró un espacio donde el Feminismo todavía no entró como dice Beatriz Gimeno, esa media hora prostituyente en donde el hombre paga y  se siente dueño de esa mujer.

LC: En ese segundo, en ese cuarto, en ese momento, en ese espacio el tipo es dueño de ese cuerpo y hace lo que quiere y la mujer no tiene derecho a nada.

ES: Y sale de ahí sintiéndose macho. 

LC: Y ahí vuelca toda su violencia, adicciones  y demás

ES:  Esto significa un altísimo porcentaje, se mide en término de producto bruto, el impuesto de mujeres pobres que son transferidas de países pobres a los países que son desarrollados, de tipos que consumen  prostitución, consumen mujeres y nos les interesa absolutamente nada sobre la situación de esa mujer, porque todos dicen que ellas están ahí porque les gusta.

LC: Es el discurso patriarcal, para terminar, hay una negación y nos instan a plantear el no mezclar prostitución con trata porque no es lo mismo. En los términos de explotación sexual podríamos decir que es lo mismo.

ES: Pongámonos en el lugar del macho prostituyente y desde esa mirada no existe trata ni prostitución reglamentada, existen mujeres que están a su disposición. Hablemos del macho prostituyente y dejemos de poner el acento en las mujeres. Veremos después cómo proteger a aquellas mujeres en situación de prostitución.

LC: Y poner el acento en las acciones o factores que sostienen esta masculinidad hegemónica

ES: Hoy tres factores importantes, no los únicos,  que la sostienen y es importante remarcar. La estimulación de la práctica prostituyente, la pornografía donde se educan niños y adolescentes y las instituciones religiosas, con consignas que hacen resistencia activa contra la ESI

fuente: Diario Digital Femenino

sábado, 6 de junio de 2020

RÍO GALLEGOS: CREARON LA ACADEMIA JUDICIAL SIN PRESENCIA DE MUJERES

Título original: Crearon la acaemia judicial y se olvidaron de las mujeres 


Sus fundadores son todos varones, y no fue hasta que ellas marcaron que existía un sesgo machista que las convocaron para cargos menores. Todas dijeron que no. En tiempos feministas, el patriarcado se resiste.
La Academia de Derecho y Ciencias Sociales de la provincia fue creada recientemente y, aunque suene extraño en pleno 2020, cuando el movimiento de mujeres llegó definitivamente para instalar la conquista por equidad, no fue convocada ninguna abogada, jueza o funcionaria del Poder Judicial.

Sus fundadores son todos varones, entre ellos los camaristas Diego Lerena, Carlos Arenillas, Eduardo López y los del Tribunal Oral, Joaquín Cabral y Jorge Yance, incluidos defensores.

“Es una institución civil provincial, autónoma y sin fines de lucro, con alcance nacional e internacional, creada por el impulso colectivo de abogados de la provincia”, se lee en el sitio web, plagado de representaciones masculinas, en donde marcaron espacios que van desde el derecho penal, hasta especialistas en canónico o laboral y donde cada área tiene una nómina de abogados, pero son todos varones y el espacio dedicado a la violencia de género está vacío.

Incluso la imagen que eligieron para representarlo es, desde el vamos, cuestionable: se ve a una mujer pegándole a un hombre con un zapato con taco aguja. ¿Es eso la violencia de género?

Pero que académicos de este espacio en un poder del Estado, que fue blanco de una de las transformaciones paradigmáticas sobre la necesidad de perspectiva de género, como la Ley Micaela, no advirtiera que las mujeres son la mitad del mundo, no es gratis.

De inmediato, varias manifestaron su descontento, lo que provocó que los varones les hicieran un llamado de apuro para los cargos de comisión. El rechazo fue absoluto y, hasta la fecha, ninguna de peso en la Justicia se sumó.

Fue la jueza de Instrucción de Río Gallegos Valeria López Leston quien, a través de un twit, llevó el asunto hacia afuera de ese entramado que encierra los dimes y diretes en el más conservador de los Poderes.









“Ni una sola mujer!!!! qué llamativo”, posteó con sarcasmo con un print de la nómina de fundadores.
No es para menos, Santa Cruz es una de las provincias con más juezas en un Tribunal Superior, las tres juezas penales de la capital son mujeres, incluso, hay una Oficina de Género cuya titular tampoco aparece entre los expertos.

 
Algunos de los integrantes de esa cofradía de varones fueron consultados por este diario sobre la ausencia de abogadas, y coincidieron en asegurar que no estaban de acuerdo con lo que había ocurrido, y que incluso se charlaría en la próxima reunión.

 

Lo que sucedió es un error y un pésimo mensaje hacia la sociedad, en tiempos en los que la reproducción de roles debe modificarse y permitir que más mujeres accedan a lugares de decisión. El juez, el abogado, el médico ¿Y ellas?

La negativa a sumarse a un espacio que tiene pocas chances de subsistir si no se modifica, es una toma de consciencia por parte de las profesionales, porque si la sociedad no las advierte en esos lugares de representación ¿qué queda para las demás mujeres con menores oportunidades?

No sólo están ahí integrantes del Poder Judicial, sino otros varones de los demás poderes del Estado. A ninguno se le ocurrió que estaban excluyendo a las mujeres y que ellas son necesarias para que aporten “al avance del conocimiento y práctica del derecho como una herramienta para toda la comunidad”, como se lee

en el sitio de la Academia que ya tiene Acta Constitutiva, Estatuto, inscripción en Personas Jurídicas y actividades por zoom

Fuente: La Opinión Austral - Por Sara Gallardo