martes, 30 de julio de 2019

ACERCA DE LA TRATA ( CANCIÓN)

Les dejo link de un grupo de jóvenes mujeres que han escrito y musicalizado una canción acerca de la trata de personas.
Banda: " Son cuerdas"
Caleta Olivia, Santa Cruz.


//m.facebook.com/story.php?story_fbid=1189603407879493&id=1147781202061714


#VamosLasPibas

DESCARTADAS Y DESECHADAS POR EL PATRIARCADO

Título original: Llegar a tiempo.

Están desaparecidas desde que alguien advierte su ausencia y vuelven a aparecer. Algunas aparecen con vida. Otras, asesinadas. En cada situación el Estado tiene una responsabilidad diferente en la búsqueda de esas mujeres y disidencias, y son muchas las veces que no genera la misma efectividad que las redes desplegadas por el feminismo en los barrios y los territorios. Pero hay un paso en el que no debe fallar: el inicio de esa búsqueda.




Imagen: Julieta Arroquy


La cara primero apareció en las redes sociales. Una foto con un nombre y un pedido desesperado. “Estamos buscando a Eylin Jiménez Condori. No sabemos nada desde ayer a las 18. Tiene 17 años, cabello negro largo, delgada, tez clara. Vestía campera negra, jeans y zapatillas azules. Cualquier información llamar a su mamá, Carmen.” Era sábado al mediodía. Unas horas después, la policía le informaba a esa madre que su hija era la chica que habían encontrado asesinada durante la mañana en el barrio Nuestro Hogar III. Fue el 13 de julio. El cuerpo había aparecido en un descampado. En un baldío también apareció el cuerpo semienterrado de una mujer hace una semana en San Juan. La Justicia investiga si es Brenda Requena Montaña, una chica que buscan desde el 11 de julio aproximadamente y su marido está señalado como sospechoso. Flotando en el río Paraná, cerca de la localidad santafesina de Alejandra, apareció el cuerpo sin vida de Lorena Romero a mediados de junio. Ella había sido vista por última vez una semana antes en su provincia natal, Chaco.
En un descampado, un baldío, un río, o al borde de una ruta. Los cuerpos de mujeres e identidades feminizadas aparecen como material descartable porque el patriarcado nos mira como cosas susceptibles de ser desechadas. En esa premisa está fundada la urgencia de iniciar una búsqueda inmediata cuando hablamos de desaparición. Es un lapso de tiempo que debe convertirse en posibilidad más que en presunciones: la prioridad de llegar a tiempo y salvar una vida, antes que la demora basada en prejuicios que empujan una respuesta común: “Ya va a aparecer”. A veces aparecen con vida. Pero otras aparecen asesinadas, peor cuando ni siquiera encuentran los cuerpos.

Las desapariciones de mujeres ocurren en todo el país, por eso “hay áreas específicas que se dedican a las búsquedas”, explica Mariela Labozzetta, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM). “Las causas son diversas. No siempre tienen que ver con un femicidio, con un secuestro o una causa de trata de personas. También puede ser por peleas domésticas. En casi todos los casos donde se denuncia la desaparición la persona vuelve o se encuentra. Los porcentajes de reaparición son altos. Por esos números, a veces la Justicia o la Policía responde diciendo que vuelvan después de las 48 horas porque ‘ya va a aparecer’”.

Si bien desde las organizaciones feministas rápidamente se despliegan estrategias para iniciar una búsqueda -fundamentalmente a través de las redes sociales- cuando una persona advierte la desaparición, no se genera la misma efectividad en las respuestas cuando se recurre al Estado. 
 Hay una frase muy común al momento de concretar la denuncia en una comisaría o Unidad Judicial: “Hay que esperar 24 horas”. Falso. La Guía Práctica para la Búsqueda de Personas, elaborada por Protex, establece que “es crucial que el fiscal recuerde a los agentes policiales que no hay ninguna norma que exija el transcurso de 12, 24 ni 48 horas para poder empezar a trabajar en la búsqueda”. Además, asegura que “si la persona buscada está siendo víctima de algún delito, sin dudas las primeras horas serán cruciales, más allá de que cuantitativamente los casos en los que la desaparición termina siendo voluntaria sean muy representativos”, agrega.

En ese sentido, el fiscal federal Gustavo Vidal Lascano emitió una Instrucción para la Búsqueda de Personas aplicable en Córdoba cuando estaba a cargo de la Fiscalía General de la provincia, que fundamenta la urgencia en la palabra de quien denuncia. Según ese protocolo, la policía debe tomar la denuncia en el momento y automáticamente informar al Ministerio Público Fiscal para que se inicie la búsqueda.

“Nadie, ninguna persona, salvo un familiar o alguien que conoce las costumbres de quien desaparece tiene la vara para medir la urgencia de la búsqueda. Solamente quien denuncia. Siempre es preferible asegurarse una vida o la integridad de la salud. La prioridad de la búsqueda tiene que ser inmediata y está dada por la persona que realiza la denuncia, no el comisario que atiende o la Policía o el personal de la Justicia”, asegura Vidal Lascano.

Las organizaciones feministas parten también de otra premisa, construida colectivamente: “Yo te creo, hermana”. Si una madre, amiga, o compañera advierte la desaparición de otra inmediatamente su palabra es tomada como verdad. De esa manera se improvisan identikits artesanales que tienen la información que ellas también se encargan de recolectar: una foto, los datos de cómo iba vestida según quien la vio por última vez, y un teléfono de contacto para aportar datos que ayuden a determinar el paradero. La capacidad de agencia y herramientas caseras cobraron potencia al ritmo en que crecía el feminismo como respuesta a las demandas que el Estado aún demora en validar o atender. Aun así, radicar la denuncia en las instituciones correspondientes es fundamental para que se pongan en marcha las búsquedas por parte de las instituciones estatales que tienen recursos y capital humano.

La realidad con lentes violetas

Las primeras horas deberán arrojar material suficiente para intentar trazar una estrategia del caso y profundizar la investigación en ese sentido. Así se podrá definir los motivos de la desaparición. Puede ser por decisión propia frente a algún conflicto en el ámbito familiar o entorno cercano, o por algún problema de salud. Pude haber sufrido algún hecho de violencia de parte de alguien de su entorno familiar o de una persona desconocida. También puede ocurrir como producto de algún delito como secuestro, captación con fines de explotación sexual o laboral. Pudo haberse ausentado del hogar por una decisión propia pero luego, lejos de su entorno familiar, y dada la condición de vulnerabilidad que esto genera, resultó ser víctima de algún delito y se encuentra imposibilitada de tomar contacto.

Es un abanico de hipótesis donde la posibilidad del femicidio o el riesgo de vida están latentes. Si bien el miedo es un dispositivo de control que inmoviliza, frente a la peligrosidad, los feminismos toman conciencia y actúan de manera colectiva. Quizá porque mujeres, lesbianas, travestis y trans conviven con multiplicidad de violencias es que comenzaron a construir estrategias que habiliten modos de vida más libres.
La cara primero apareció en las redes sociales. Una foto con un nombre y un pedido desesperado. “Estamos buscando a Eylin Jiménez Condori. No sabemos nada desde ayer a las 18. Tiene 17 años, cabello negro largo, delgada, tez clara. Vestía campera negra, jeans y zapatillas azules. Cualquier información llamar a su mamá, Carmen.” Era sábado al mediodía. Unas horas después, la policía le informaba a esa madre que su hija era la chica que habían encontrado asesinada durante la mañana en el barrio Nuestro Hogar III. Fue el 13 de julio. El cuerpo había aparecido en un descampado. En un baldío también apareció el cuerpo semienterrado de una mujer hace una semana en San Juan. La Justicia investiga si es Brenda Requena Montaña, una chica que buscan desde el 11 de julio aproximadamente y su marido está señalado como sospechoso. Flotando en el río Paraná, cerca de la localidad santafesina de Alejandra, apareció el cuerpo sin vida de Lorena Romero a mediados de junio. Ella había sido vista por última vez una semana antes en su provincia natal, Chaco.

En un descampado, un baldío, un río, o al borde de una ruta. Los cuerpos de mujeres e identidades feminizadas aparecen como material descartable porque el patriarcado nos mira como cosas susceptibles de ser desechadas. En esa premisa está fundada la urgencia de iniciar una búsqueda inmediata cuando hablamos de desaparición. Es un lapso de tiempo que debe convertirse en posibilidad más que en presunciones: la prioridad de llegar a tiempo y salvar una vida, antes que la demora basada en prejuicios que empujan una respuesta común: “Ya va a aparecer”. A veces aparecen con vida. Pero otras aparecen asesinadas, peor cuando ni siquiera encuentran los cuerpos.


“Lamentablemente en nuestro contexto social, la violencia de género sigue poniendo a las mujeres especialmente y también a las identidades no binarias en riesgo permanente. Cuando las mujeres se ausentan el alerta es máximo porque existen una serie de mandatos patriarcales y una profunda asimetría de poder que las exponen peligrosamente. Durante siglos el cuerpo de las mujeres ha sido territorio de conquista, de exhibición y de disciplinamiento machista, y hasta tanto no podamos revertir estos comportamientos cotidianos, necesitamos de un esfuerzo específico en la búsqueda y del acompañamiento de la comunidad”, asegura Claudia Martínez, a cargo de la Secretaría de Lucha contra la Violencia a la Mujer y Trata de Personas de Córdoba.

El terreno más peligroso es el delimitado por la persona que violenta: traza una línea de poder que bordea el cuerpo y forma un círculo que a veces solo se quiebra cuando cae al vacío, descartado. Entonces el cuerpo aparece. Otras veces la mujer logra romper el círculo y salir de la violencia. Y sucede también que nunca aparecen, como Marita Verón, desaparecida hace 17 años; o Yamila Cuello, desaparecida hace casi 10 años; o Delia Gerónimo Polijo, hace casi un año.

Con perspectiva de género

Si bien en octubre de 2016 se creó por decreto el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (Sifebu), que depende directamente del Ministerio de Seguridad, aún no hay un área específica que atienda a la especificidad de género, ya que las identidades feminizadas son las más afectadas. “Desde la creación del Sifebu hasta el primer semestre de 2018 se registraron como desaparecidas 21.613 personas. De esas, 10.945 fueron halladas. Esto quiere decir que continúan como extraviadas 10.668 personas. La mayoría de las denuncias se concretaron en la Provincia de Buenos Aires (24 %), seguida por Córdoba (15 %) y la Ciudad de Buenos Aires (15 %)”, según publica un informe de Chequeado, publicado en mayo de este año. Las cifras, brindadas por la cartera que dirige Patricia Bullrich, no especifica cuántas de esas personas son mujeres, lesbianas, travestis o trans. La falta de estadísticas por parte del Estado impide que se tome real dimensión sobre las problemáticas de género, en este caso, específicamente sobre las mujeres desaparecidas.

Además, de esa manera también los operativos que se desarrollan en el marco de una búsqueda serían enfocados con perspectiva de género. La titular de la UFEM asegura que “la pauta debería ser que cualquier espacio que pueda brindar pistas sobre la desaparición debe ser abordado como una presunta escena porque puede haber rastros de que esté vinculada con un crimen”. “Aunque se pueda presumir que no, hay que tomarse el trabajo de hacerlo porque se pueden encontrar datos de las investigaciones”, asegura Labozzeta.

La posibilidad del femicidio o que peligre la integridad de la mujer aparecen como fundamentos constantes para agilizar las búsquedas. “A la desaparición no le sigue inmediatamente el femicidio. No siempre se comete en menos de 24 horas o en menos de dos horas. Es posible que se pueda prevenir. Y si hay una posibilidad aunque sea del 1 por ciento de que esa persona aparezca con vida, hay que hacerlo. No importa que se gaste en recursos, no importa que se invierta tiempo, ni que las fuerzas de seguridad tengan que trabajar y que después la chica aparezca”, sostiene la titular de UFEM. Se trata de actuar rápido para llegar a tiempo.

Determinar en qué falló el Estado cuando la búsqueda terminó en un femicidio depende de cada historia que también debe ser analizado teniendo en cuenta las particularidades de cada víctima, de la provincia y de las respuestas que recibió desde que acudió en el pedido de respuestas. Todo comienza en el momento en que se inicia la búsqueda. Es el primer paso en el que el Estado no debe fallar.
Afortunadamente, algunas búsquedas finalizan cuando la mujer aparece con vida y está bien. En ese sentido, Protex señala que es imprescindible recabar su testimonio. Asegura también que es deber del Estado investigar y sancionar la posible comisión de delitos detrás de la aparición. En cambio, si una vez localizada, no se constató la existencia de un delito, la cuestión queda reducida al ámbito privado y el Estado no puede dirimir esa situación, mucho menos en el marco de un proceso penal. Además, cuando la mujer buscada es adulta y la desaparición fue voluntaria o por motivos personales, puede decidir no entrar en contacto con los familiares que iniciaron la búsqueda. Y ahí también aparecen los prejuicios, como si todo hubiera sido en vano, como si la búsqueda solo tuviera sentido si al final aparece un cuerpo inerte. Quien no celebra estas vidas quizá todavía no comprenda lo que es haber esquivado la muerte o el peligro por el solo hecho de ser un cuerpo feminizado. La primera urgencia del feminismo todavía es seguir vivas.

Fuente: Página 12 - Por Florencia Gordillo.

lunes, 29 de julio de 2019

Funcionario la hizo tener sexo a cambio de un trámite y ella filmó todo

Funcionario la hizo tener sexo a cambio de un trámite y ella filmó todo





Ocurrió en Pico Truncado, Provincia de Santa Cruz ( Patagonia Argentina)

Linkeen la noticia sin la presencia de menores.

#EsLaMujerRota



AbusoDePodern

La victima tuvo que filmarse y tofmdo parra que le crean.

Funcionario la hizo tener sexo a cambio de un trámite y ella filmó todo

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Ocurrió en Pico Truncado, Provincia de Santa Cruz ( Patagonia Argentina)

Linkeen la noticia sin la presencia de menores.

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AbusoDePodern

La victima tuvo que filmarse y tofmdo parra que le crean.

Facilitar trámites a cambio de sexo: "Son actitudes que atentan a la dignidad de la persona"

Facilitar trámites a cambio de sexo: "Son actitudes que atentan a la dignidad de la persona"

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jueves, 18 de julio de 2019

MÉXICO: LA TRATA NO SE TRATA

Título original: Pendiente atención integral a víctimas de trata de personas.

En México, 85 por ciento de las víctimas de trata de personas son mujeres y niñas, y aproximadamente 95 por ciento de ellas son explotadas sexualmente.

Al ser rescatadas su pesadilla no termina, ya que las instituciones no les garantizan medidas de atención, reintegración laboral, además enfrentan impunidad y constantes negligencias que no les permiten comenzar de nuevo.  


De acuerdo con el “Diagnóstico Sobre la Situación de Trata de Personas 2019” realizado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), durante los años 2012 y 2017 en el país se identificaron 5 mil 175 personas víctimas de trata, de las cuales, 3 mil 308 eran mujeres y mil 86 niñas.

Pese a que en el mundo se observó una reducción en la proporción de mujeres y niñas víctimas de trata en un 12 por ciento, en México la cifra se mantiene por arriba del 80 por ciento desde el año 2012.

De acuerdo con la CNDH, las principales fallas que no permiten atacar la trata de personas es la falta de comprensión del delito, su diferencia con la explotación y las deficiencias en la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas, así como en los diversos instrumentos jurídicos de las entidades federativas, los cuales impiden que el delito se persiga de la misma forma en todo el país, conjugando así los elementos necesarios para la impunidad.

Las fallas sistémicas se dejan ver en todo el país, no sólo en el tema de acceso a la justicia y reparación del daño, sino desde el momento en que la víctima es rescatada luego de haber sido explotada sexual o laboralmente, después de haber sido víctima de esclavitud o matrimonio forzado, las principales modalidades que ocurren en nuestro país.

ATENCIÓN A VÍCTIMAS, LA CONSTANTE FALLA

El informe realizado por la Quinta Visitaduría de la CNDH deja ver una falta de homologación en los protocolos de atención que deben recibir las víctimas de trata de personas. Las instituciones no cuentan con registros, no hay datos y tampoco líneas trazadas para encaminar una política pública que permita a las víctimas comenzar de nuevo.

Tomando en cuenta el Modelo Integral de Atención a Víctimas -que incluye ayuda inmediata, medidas de asistencia, medidas de atención y reparación integral- la CNDH observó que continúan diversas fallas sistémicas que impiden a las víctimas un acceso adecuado a la atención integral.

Tan sólo entre enero de 2014 y julio de 2017, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) informó a la CNDH que brindó atención a 790 víctimas de trata de personas.

Pese a que las mujeres y niñas representan el más alto porcentaje de víctimas, la CEAV únicamente les brindó atención a 375, mientras que atendió a 398 hombres y niños.

La atención que se debe brindar incluye ayuda inmediata, la cual se compone de atención médica y psicológica de emergencia, alojamiento, alimentación y aseo personal; gastos funerarios; medidas en materia de protección; transporte de emergencia y asesoría jurídica, dicha medida sólo fue aplicada en un 84 por ciento. 

En el Modelo Integral de Atención a Víctimas también se mencionan medidas de alojamiento, alimentación y aseo personal. De acuerdo con información proporcionada a la Comisión, sólo en seis casos se brindó esta medida; en cuatro de ellos se reportó que esta ayuda fue proporcionada por la CEAV y el resto fue canalizado a otra institución.

Los 784 casos restantes se registraron sin información, lo que significa que solamente al 1.75 por ciento del total de las víctimas se le brindó esta medida; cabe resaltar que estas cifras no se encuentran desagregadas por género.

Sumado a lo anterior, no se cuenta con albergues, refugios o casas de medio camino para la atención exclusiva de víctimas de trata de personas. Respecto a la ayuda para gastos funerarios, las instituciones consultadas por la CNDH se registraron sin información para la totalidad de las víctimas.

De igual manera, la CEAV registró que no cuenta con información sobre medidas de protección gestionadas por su personal de Asesoría Jurídica, y señaló que únicamente seis víctimas recibieron esta atención por parte del Ministerio Público y una fue reportada como ingresada en el Registro Nacional de Víctimas (RENAVI) como parte de las medidas de protección.

En el tema de transporte de emergencia, se señaló que únicamente en ocho casos la CEAV brindó esta ayuda, y en un caso se canalizó a la víctima al Consulado de Cuba. Para el resto de las víctimas (781) se dio a conocer que tampoco se cuenta con información.

Otro aspecto que no se cubre del Modelo Integral de Atención a Víctimas tiene que ver con las medidas de atención a través de las cuales se brinda a las víctimas orientación jurídica y psicosocial. En este rubro, únicamente se registraron 15 casos a los que se les brindó esta atención, el resto de las víctimas continúa sin tener herramientas para acceder a sus derechos.

REINTEGRACIÓN Y REPARACIÓN DEL DAÑO

La CNDH destacó la importancia de dotar de herramientas para la vida a personas que sobreviven a la trata de personas, pues es uno de los aspectos más importantes para su recuperación. Sin embargo, las oportunidades para reincorporarse a una vida laboral, social y política son bajas o muchas veces nulas.

Al respecto, la CNDH identificó que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS), no cuenta con una estrategia o programa implementado para brindar oportunidades de rehabilitación y resocialización a las víctimas de los delitos en materia de trata de personas.

En la STPS tampoco hay modelos y protocolos para dar acceso a oportunidades de empleo y capacitación para el trabajo a víctimas de trata de personas.

Al no permitir a las víctimas comenzar de nuevo, tampoco se les está asegurando una correcta reparación integral del daño. La cual se compone de acciones como rehabilitación, compensación, satisfacción y no repetición.

Sin embargo, las fallas también persisten en este rubro, ya que únicamente se tiene registro de una víctima que tuvo acceso a una compensación.

La incorrecta reparación del daño también se debe a la falta de implementación del Fondo de Protección y Asistencia a las Víctimas de los Delitos en Materia de Trata de Personas.

Al respecto, la Secretaría de Gobernación (Segob) no brindó información sobre la implementación de dicho fondo. Es decir, no realizó gestiones para su creación, cuando es uno de los mecanismos más importantes que la Ley General y su Reglamento crearon para la reparación del daño a las víctimas ocasionado por cualquiera de los delitos en materia de trata de personas y para el financiamiento de albergues, casas de medio camino y refugios, así como la implementación de medidas de protección.

“Reportó en este rubro la Segob que no se tuvo registro de resolución o sentencia ejecutoria alguna en la que se haya ordenado la reparación del daño a víctimas de estos delitos en el periodo que abarca la solicitud de información”, destacó el informe.

No hay información, no hay cifras, no hay instancias especializadas y tampoco justicia. Ante este contexto, la CNDH concluyó que las instituciones no hacen lo correspondiente, por lo que la atención, asistencia, protección y reparación integral a las mujeres y niñas víctimas de los delitos en materia de trata de personas continúa siendo un tema pendiente.

FUENTE: CIMAC Noticias

miércoles, 17 de julio de 2019

FRANCIA: 121 FEMICIDIOS EN 2018, 11% MÁS QUE EL AÑO ANTERIOR

 Un total de 121 mujeres fueron asesinadas en Francia en 2018 a manos de sus parejas, un 11% más con respecto a las 109 del año anterior contabilizadas por las autoridades, según cifras publicadas por el ministerio del Interior. Se trata de una cantidad muy superior a la registrada en España en el mismo periodo, que se situó en 48, informa 20 Minutos.

En el informe francés se incluyen por primera vez las parejas que no conviven en la misma vivienda, como las relaciones extraconyugales o las no oficiales.

En total, 149 personas murieron en 2018 a manos de sus parejas o exparejas, de las cuales 121 fueron mujeres y 28 hombres, lo que supone una muerte violenta dentro de la pareja cada dos días y medio.



El estudio precisa datos como la presencia de alcohol en sangre del autor del crimen (en un 29,5% de los casos, principalmente entre los hombres), así como antecedentes de violencia física o psicológica: 47 mujeres habían sido víctimas de violencia antes de ser asesinadas, y 15 de las autoras del crimen de sus parejas habían sufrido violencia en al menos una ocasión.

En España, de las 48 mujeres fallecidas por violencia de género en 2018, en 14 casos se había presentado una denuncia previa contra el agresor. En todos los casos fue la propia víctima quien inició el trámite, salvo en uno, en el que fue su entorno.
El informe también contabiliza en un diferente apartado las víctimas colaterales, especialmente menores, pues 21 niños fueron asesinados por parte de uno de sus progenitores en 2018. En España, la cifra de menores víctimas de violencia de género en 2018 se situó en 3, de acuerdo con datos del Ministerio del Interior.

Al incluir los suicidios y homicidios de víctimas colaterales, el número total de muertos en el seno de la pareja asciende a 231 personas.

76 víctimas en lo que va de año

Como novedad con respecto al año pasado, el Ejecutivo ha puesto a disposición de las víctimas o testigos un chat 24 horas para la denuncia directa de violencia sexual o sexista. En España, existe el teléfono 016, donde se presta servicio de información y de asesoramiento jurídico en esta materia. Además, las compañías fabricantes de móviles han desarrollado funcionalidades dirigidas a que las llamadas a este número no queden almacenadas en el registro de los smartphones.

En 2019, según la asociación Nous Toutes, los crímenes machistas contabilizados en Francia ascienden a 76, una cifra que ha dado lugar a protestas de asociaciones de familias y organizaciones feministas que, junto a numerosos parlamentarios, reclaman medidas urgentes. En España, en lo que va de año han fallecido 29 mujeres a manos de sus parejas o exparejas, después de que este miércoles la Policía haya detenido a un hombre en San Fernando (Cádiz).

Sin embargo, los datos franceses no son oficiales, pues, según ha explicado este miércoles el director del servicio de información y comunicación de la Policía Nacional, Michel Lavaud, estas cifras se presentan habitualmente en julio del año siguiente tras un exhaustivo análisis.

"Se analizan caso por caso, ya que son datos movibles en el tiempo, por ejemplo, suicidios que finalmente resultan ser asesinatos y viceversa", explicó.

Fuente y Foto: AmecoPress.

ECUADOR: MUNICIPIO ELIMINA ELECCIÓN DE REINA DE QUITO

El certamen Reina de Quito no se llevará cabo en este 2019. Así lo dio a conocer la presidenta del Patronato San José, Liliana Yunda, este 16 de julio del 2019 en 'Pulso Informativo', programa de la radio Francisco Stereo, y horas después el Municipio de Quito lo confirmó.  Durante su intervención en el programa, Liliana Yunda dijo que "no es el momento adecuado" para realizar la elección y argumentó que "la elección de la reina ha perdido vigencia". La funcionaria, hermana del alcalde Jorge Yunda, criticó el hecho de que algunas mujeres sean discriminadas por no cumplir con ciertos requisitos estéticos para participar en el certamen. "Considero que la elección de la reina ha perdido vigencia y a una mujer no se le puede discriminar porque no es rubia o porque no tiene los ojos verdes o porque no tiene las medidas adecuadas, 90-60-90, creo que es el momento de no continuar con la elección de la reina y más aún cuando se está afrontando un déficit económico", dijo Yunda en la entrevista radial.


Foto archivo: El Comercio


"Ya no tiene sentido porque cosifica y segrega a la vez a la mujer. Es eso que ya en este año no lo vamos a elaborar la elección de la reina", declaró. "Sé que el precio es muy alto, mucha gente no estará de acuerdo, pero espero que entiendan que ya es hora de no verle a la mujer" como un objeto. Según Yunda, en los últimos cuatro años "tuvimos una pérdida de USD 150 000 en la elección de la Reina. Los auspiciantes, los que iban, no lograron cumplir", con el dinero que se requería para realizar el certamen, denunció.  Dijo, como ejemplo, que la elección cuesta anuamlente USD 120 000 y que solo se lograba cubrir con auspicios USD 80 000. 
Finalmente, la presidenta del Patronato San José hizo un llamado a los auspiciantes a seguir apoyando la labor de la entidad sin el concurso. "Les hago el llamado a esas empresas que vengan y nos ayuden en estos proyectos sociales que es donde va a ir mejor encaminado, y la gente les va a agradecer, los 8 500 niños le van a pagar con una sonrisa, los adultos mayores tendrán un hogar, tendrán un techo. Ayúdenos, ahora es el momento señores de la empresa privada".  El anuncio causó reacciones por parte de la ciudadanía. Exconcejales de Quito como Mario Guayasamín, mostraron su apoyo a la decisión y felicitó la iniciativa de Yunda.



Fuente:  Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección:
https://www.elcomercio.com/tendencias/eliminacion-certamen-reina-quito-patronato.html?fbclid=IwAR3XoKBZ7fsKNxvQhn0eyjd__rQco7vKsMSpZ_Vy3yi64-OurkHXE-7QQ7E#.XS8k60KjgBg.facebook. ElComercio.com

lunes, 15 de julio de 2019

CHILE: IMPRESCRIPTIBILIDAD DE LOS ABUSOS SEXUALES EN LA INFANCIA

Título original: Declaran imprescriptibles los abusos sexuales a menores en Chile.






El presidente de Chile, Sebastián Piñeyra, promulgó la ley que declara imprescriptibles los delitos sexuales contra menores de edad. Según dictaminó el Congreso, se entiende por delitos sexuales violación, estupro, abuso sexual, exposición a actos de significancia sexual, producción de material pornográfico y favorecimiento de la prostitución, cuando ellos se han cometido en contra o bien se han visto involucrados como víctimas menores de 18 años.

La ley anterior establecía que los delitos de abuso sexual contra menores no podían seguir perseguidos penalmente luego de un plazo de cinco a diez años después de que la víctima cumplía la mayoría de edad.

La nueva norma fue aprobada en Diputados el pasado 3 de julio con 137 votos a favor y 2 abstenciones, y fue ratificada por el Senado, donde se introdujeron algunos cambios. El principal, y mas polémico, fue el que dictamina que la ley no regirá de manera retroactiva, por lo que solo serán condenados los delitos sexuales que se denuncien a partir de su implementación.

El otro cambio introducido por el Senado tiene que ver con eliminar de la lista de delitos la “violación seguida de homicidio”, ya que supondría una denuncia imposible de realizar por la víctima asesinada.

Fernando Karadima, cura pederasta

Durante la promulgación de la ley, Piñeyra estuvo acompañado de James Hamilton, uno de los tres denunciantes del exsacerdote chileno Fernando Karadima.

En 2010 Hamilton junto a Fernando Batlle y Carlos Cruz, tres feligreses integrantes de la parroquia El Bosque de Providencia, acusaron al sacerdote Karadima de abuso sexual durante los ochenta e hicieron visible al mundo la pederastia en Chile cuando su caso llegó al Vaticano en 2011.

Ese año, el Papa Francisco condenó a Karadima a “una vida de penitencia y oración” y fue separado de sus funciones en el Vaticano. En tanto, el año pasado fue separado definitivamente de la iglesia católica. Ese mismo año, Francisco, durante su visita a Chile, pidió disculpas en nombre de la iglesia por las violaciones de Kardima.

En cuanto a la condena penal, el poder judicial chileno declaró en 2011 prescrita la causa en contra del cura violador, pero la iglesia fue condenada en marzo pasado a pagar 450.000 dólares de indemnización a tres víctimas de abusos sexuales perpetrados por Karadima.

Estadísticas de abusos clericales

El pasado marzo, la Fiscalía Nacional de Chile confirmó que los investigados por casos de abusos sexuales en la Iglesia católica chilena aumentaron a 219.

De acuerdo con el registro sobre delitos sexuales contra niños, niñas, adolescentes y adultos, cometidos por clérigos y laicos relacionados con la Iglesia católica, existen 158 casos vigentes y 241 víctimas, de las cuales 123 eran menores de edad al momento de cometerse los hechos, precisó el organismo.

Fuente: Diario digital femenino

domingo, 14 de julio de 2019

ESMA: EL CUERPO DE LAS MUJERES FUE BOTÍN DE GUERRA

Título original: Ser mujeres en la ESMA.

La muestra Ser mujeres en la Esma (testimonios para volver a mirar) es un cruce generacional que permite registrar, con los sentidos de los feminismos actuales, las diversas dimensiones de la violencia sexual ejercidas particularmente sobre ellas en los centros clandestinos de detención y las estrategias de supervivencia a las que apelaron las mujeres mientras estuvieron cautivas y también frente a los procesos de Justicia. La memoria que no cesa sigue produciendo sentidos nuevos.




“Otra cosa que hacían era sacarnos a cenar. De pronto llegaba un guardia y decía ‘acomódense para salir a cenar’. No había mucho para acomodarse (…) pero quien tenía una pinturita se la prestaba a la otra y así. Eso formaba parte del Proceso de Recuperación para convertirnos en ‘señoras’” contó una sobreviviente en uno de los juicios de la causa Esma. “El hecho de ser desnudadas nos ocurría a todas”, afirmó otra. “Las mujeres éramos su botín de guerra. Nuestros cuerpos fueron considerados como botín de guerra”, enfatizó otra militante, secuestrada entre 1976 y 1978. “Por supuesto no intervenía ningún tipo de decisión ni voluntad. Ellos eran dueños de nuestra palabra, de nuestra voluntad y ni digo nuestra alma, porque al alma no nos la robaron, pero muchas veces, de nuestros pensamientos también”, contó una sobreviviente más, en 2014.

“Creo que lo más perverso que ocurrió  –y recién ahora después de muchos años hay mujeres que están reflexionando y lo están denunciando– es que todas y cada una de las que pasamos por la Escuela de Mecánica de la Armada fuimos víctimas de acoso sexual, y muchas fueron abusadas sexualmente y violadas”, le dijo al tribunal otra de las cientos de mujeres que dieron testimonio a lo largo de las distintas instancias que conforman la megacausa Esma.

Estas palabras, reproducidas en paneles, forman parte de la muestra temporaria Ser mujeres en la Esma (testimonios para volver a mirar), que se puede ver hasta el 18 de agosto en el Museo Sitio de la Memoria Esma. Sobre la base de testimonios de las sobrevivientes en cada etapa de los juicios por crímenes de lesa humanidad, esta muestra narra y denuncia abusos, violaciones y las múltiples y complejas formas de violencia ejercidas sobre ellas en tanto mujeres por el Grupo de Tareas 3.3.2. Lo singular, además, es que la muestra dialoga con nuevas sensibilidades que despiertan los movimientos de mujeres actuales: es la primera vez que el museo incluye esta mirada como marca institucional. Así, pasado y presente se resignifican, crean una trama porosa de saberes compartidos que abre nuevas posibilidades de diálogo, encuentro y reparación.

“Con el intento de generar un cruce generacional, la muestra retoma ejes de las consignas del movimiento de mujeres como ‘Lo personal es político’, ‘Vivas nos queremos’ y el concepto de sororidad, para revisar las diversas dimensiones de la violencia, las estrategias de supervivencia a las que apelaron las mujeres de acuerdo a las épocas y las dificultades del proceso de justicia para reconocerlas y juzgarlas”, cuenta Alejandra Dandan, curadora de esta muestra que comenzó a ser pensada hace un año y medio atrás y que contó con un trabajo en equipo de todxs lxs integrantes del museo junto a historiadorxs, sociólogxs, trabajadorxs del ámbito judicial, artistas y sorbrevivientes.

“Por otro lado, como  señaló Pilar Calveiro en algunas conversaciones que tuvimos, varones y mujeres entraban por la misma puerta. Es decir, no había secuestros por un tema de género sino por una decisión de reprimir y asesinar militantes del campo popular. Pero aunque todxs entraban por el mismo lugar, sí es cierto que una vez secuestradxs, ciertos tormentos tenían características diferenciadas”, aclara la curadora.

La muestra incluye intervenciones en los paneles de la exhibición permanente en distintos puntos del museo. Quien haya visitado este lugar, sabrá que en esos paneles hay información escrita sobre lo ocurrido en la Esma contada con el genérico masculino. La intervención consiste en visibilizar a las mujeres a través de marcas sintácticas específicas. Así, ya no se trata de lo que les ocurría a ellos sino también, a ellas. Todo esto se pone en diálogo con fotos y videos que documentan las marchas que nos han devuelto a las calles en los últimos años.




“Desde que el museo se inauguró en 2015, empezamos a recibir visitas de grupos de mujeres que ya señalaban la necesidad de incorporar una mirada de género en el guión curatorial permanente porque, obviamente, no sólo se trata de una marca en el lenguaje sino de una concepción profunda. Así que mientras en la calle subía la efervescencia feminista, adentro de la institución también advertíamos la necesidad de revisarnos”, cuenta Alejandra Naftal, directora del Museo. Por estos días, la funcionaria participa de un encuentro de museos de memoria en Madrid, donde, según relata, los aportes feministas empiezan a ser centrales para la actualización de estos debates. “Se trata de encontrar aquellos dilemas del presente que interpelen el pasado y generar un puente generacional entre militantes de los setenta y de ahora”, agrega.

Durante la inauguración de la muestra, en marzo pasado, cientos de mujeres de todas las edades con pañuelos verdes acompañaron los recorridos y los conversatorios (es decir, espacios de encuentro y debate) de los que participaron, entre otras, las investigadoras Elizabeth Jelin del Conicet, la semiótica Patrizia Violi de la Universidad de Bologna, la académica estadounidense Barbara Sutton y Carolina Varsky, coordinadora de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad del Ministerio Público Fiscal.

Hace pocos días, se realizó un nuevo recorrido ya que la muestra fue declarada de interés por la Legislatura porteña gracias a una iniciativa de la diputada Victoria Montenegro. De este reencuentro participaron, entre otras, Edurne Cárdenas y Sol Hourcade, abogadas del Centro de Estudios Legales y Sociales (el CELS ha tenido un gran protagonismo en torno a las querellas de los juicios) y Ana Bellati, presidenta del Centro de Estudiantes del colegio Carlos Pellegrini.

Esta enumeración da cuenta de las interseccionalidades de generaciones y miradas políticas que se habilitan a partir de Ser mujeres en la Esma, cuyo otro antecedente tiene que ver con un homenaje que se le realizó a las mujeres trabajadoras en marzo de 2018 a través de Matilde Itzigsohn. Ella se desempeñaba como programadora de IBM en Astilleros Río Santiago; fue secuestrada en 1977 por el grupo de tareas de la Esma y desaparecida desde entonces. Para recordarla estuvieron sus hijas, Lucía y Maine. También, la doctora en historia e investigadora Victoria Basualdo, que viene indagando en profundidad el vínculo entre trabajadorxs y dictadura como coordinadora del programa “Estudios del trabajo, movimiento sindical y organización industrial”, de Flacso.

“Ese homenaje representó un punto de encuentro que conjugó dos fechas: el 8 de marzo y el 24 de marzo. Fue una posibilidad, además, de visibilizar los cruces entre clase y género ya que Matilde Itzigsohn fue una gran defensora de quienes ejercían tareas dentro y fuera del hogar en sectores populares”, explica Basualdo, quien además fue testigo de contexto en la causa Ford por delitos de lesa humanidad contra trabajadorxs de esa empresa en su planta de General Pacheco.
“En la causa Ford, hablaron las familias de las 24 víctimas de la causa; es decir, esposas e hijxs. Fueron testimonios conmovedores porque sirvieron para ver el impacto de la represión no solo en el espacio laboral y en las instancias de organización sino también, su extensión en la vida comunitaria y doméstica”, cuenta la académica. Fueron las mujeres de los operarios quienes iniciaron la búsqueda de sus familiares y maridos, quienes fueron objetos de requisas y vejaciones en comisarías y quienes debieron sostener sus hogares mientras tanto. De todo esto hablaron durante un encuentro que se realizó en mayo en el Centro Cultural Haroldo Conti, que también funciona en el predio de la ex Esma.

Graciela García Romero también participó activamente de los debates que se sintetizaron en la muestra. García estuvo secuestrada en la Esma entre octubre de 1976 y diciembre de 1978. En 2008 inició una causa por violación contra uno de los represores, que aún está a la espera de sentencia. “Las violaciones fueron parte de una estrategia de dominación y sabemos por buena fuente que en su momento, hubo una directiva de avanzar sexualmente sobre los presas como plan de exterminio. Fue un mensaje para nosotras, antes que nada. Me refiero a las mujeres guerrilleras, las primeras del siglo XX que cuestionamos el poder de manera organizada y en consecuencia, los arquetipos de femineidad imperantes”, enfatiza.


El horizonte más allá de los spots

Los delitos sexuales también fueron un mensaje para los varones presos, para los compañeros militantes que estaban afuera, para las familias que esperaban alguna noticia: “Cuando salimos de ahí, éramos como bombas de tiempo: nadie se nos acercaba. En ese momento, la sociedad en general y la militancia nos hicieron responsables a las víctimas de lo que había sucedido. Hicimos un camino muy duro para llegar al día de hoy, para sacarnos de encima ese estigma”. Subraya García Romero, además, la importancia de que las sobrevivientes de todos los campos de concentración denuncien los abusos y violaciones: “Esta época abrió un canal de diálogo entre aquellas guerrilleras que fuimos y las compañeras que luchan en estos días. Es necesario ampliar nuestra conciencia de género a través de ese diálogo. Entender que fuimos víctimas y que si bien doblegaron nuestros cuerpos, seguimos acá. Denunciar es un acto de valentía por las que seguimos vivas y también, por las que ya no están”.

Los abusos contra mujeres secuestradas constituyen un entramado complejo que involucra la palabra no escuchada, la vergüenza íntima, la indiferencia (la negación) social, e incluso, la culpabilidad que sintieron (sienten) muchas mujeres por la sencilla razón de haber sobrevivido. Para empezar a transitar este camino, fue esencial la reapertura de los juicios de lesa humanidad en 2006. Y en ese contexto, el papel que desplegaron abogadxs querellantes de lesa humanidad y fiscales que transformaron su escucha para que aquello que se diluía en el relato de otros horrores pueda ser puesto en foco. No es un dato menor que estos equipos jurídicos estén formados por varias personas nacidas en los setenta, hijxs biológicxs y/o políticxs de la generación desaparecida.

Las violaciones sexuales, los abusos, los tocamientos, la exposición a la desnudez y los abortos forzados fueron prácticas extendidas en todo el país durante el terrorismo de Estado. Sin embargo, durante el juicio a las Juntas de 1985, la Justicia consideró las violaciones como parte integral de los tormentos. Recién con la reapertura de los juicios, la dimensión de género comenzó a ingresar lentamente a las salas de audiencia. Según los registros de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad del Ministerio Público Fiscal, hasta el 30 de junio de este año, hay 226 sentencias pero solo 27 identifican los delitos sexuales de manera autónoma. Es decir, apenas el 12 por ciento. Además fueron condenadas 915 personas por crímenes de lesa humanidad. Sólo 94 de ellas fueron responsabilizadas por delitos sexuales.

En el contexto de la causa Esma, el juez Sergio Torres declaró a los sometimientos sexuales en ese centro clandestino como prácticas sistemáticas llevadas a cabo por el Estado dentro del plan clandestino de represión y exterminio. Pero no fue suficiente: pese a las numerosas denuncias y hechos vertidos en cada uno de los juicios, aún no hay condenados por delitos sexuales para los integrantes del grupo de tareas de la Esma.

“Ese es un gran asunto pendiente que tiene la justicia”, afirma Miriam Lewin, secuestrada desde marzo de 1978 a enero de 1979. “Muchas de las mujeres que se atrevieron a testimoniar no encontraron una escucha, no solo en los ochenta sino tampoco de manera más reciente. Algunos funcionarios judiciales debieron ser reconvenidos por sus superiores cuando hicieron alguna observación humorística o con doble sentido frente a las denuncias que las mujeres hacían con dolor, culpa, vergüenza. Y es que cuando son denunciadas, estas cuestiones tiene una doble estigmatización, como explica Ana Longoni en su libro Traiciones: los sobrevivientes varones eran sospechosos de haber delatado para salvar su vida y las mujeres, de esto y de haber tenido sexo con sus captores con consentimiento”, continúa. Y agrega: “Lo cierto es que nunca se puede hablar de consentimiento en un campo de concentración. Ni siquiera cuando una mujer es presuntamente liberada pero sigue bajo control de sus captores, como ocurrió en la Argentina dictatorial”.

Lewin considera que la muestra es un acto de reparación. “Yo creo que el feminismo entró en la Esma para no irse nunca más. Lo afirmo ante la visión de tantas chicas de pañuelo verde, de colegios secundarios, que pasaron por la muestra y participaron de diversos conversatorios. Ser mujeres en la Esma es un puntapié inicial para profundizar estas cuestiones y relacionarlas no sólo con lo que pasó en allí sino también con todos los lugares y los contextos pasados y presentes, donde los varones continúan tomando el cuerpo de las mujeres como campo de batalla”.

Fuente: Página 12 - por Ivana Ramos.

sábado, 13 de julio de 2019

RELATO DE UNA VÍCTIMA DE CRISTIAN ALDANA.Carolina Luján en Pura Vida, Cada Día

YA NO NOS CALLAMOS MÁS: CONDENA DE 22 AÑOS A CRISTIAN ALDANA

Título original: Condenan a Cristian Aldana a 22 años de prisión.

Uno de los casos más emblemáticos del #YaNoNosCallamosMás cierra una etapa: hoy se conoció el veredicto condenatorio a Cristian Aldana en el Tribunal Oral N°25 de CABA. Una causa que marca un antes y un después para las pibas que fueron obligadas a silenciar abusos por parte de músicos durante tantos años.
Un año y dos meses después del inicio, llegó esta tarde el veredicto del Tribunal que juzgó a Cristian Aldana, ex-líder de la banda El Otro Yo, por los delitos de abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores.
De acuerdo a los jueces -Goerner, Bustos Lambert y Dieta de Herrero-, la pena será de 22 años.



El condenado cumple desde fines del año 2016 prisión preventiva en el penal de Marcos Paz, luego de que el juez de instrucción lo ordenara. Las denunciantes son siete, y estuvieron acompañadas a lo largo de todo el proceso por organismos especializados como la UFEM (Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres) y DOVIC (Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas): Las primeras denuncias que iniciaron esta causa se radicaron a principios de ese año, luego de que una oleada de denuncias públicas a varones músicos hiciera resurgir la discusión sobre las violencias en el ámbito del rock.
Sin embargo, la primera denuncia la había radicado Ariell Carolina muchos años antes, y había quedado archivada. Tenía 21 años. Fue a la Comisaría de la Mujer de Morón. La causa, después de muchas revictimizaciones por parte del sistema judicial, fue archivada y ella se fue del país. Con la potencia del encuentro con compañeras que habían pasado situaciones similares, la organización permitió que se juntara nuevamente el valor para relatar ante el sistema judicial las vivencias sobre las violencias que Cristian Aldana infligió durante tantos años en tantas niñas y adolescentes.
Al comenzar el juicio, en mayo de 2018, la abogada Gabriela Conder explicaba que la historia que ante el Tribunal se presentaba era “como si fuese realmente una masacre. Los números dan cuenta de la masividad del daño que produjo en las chicas. Se ven causas con muchas querellantes, como AMIA, Once, generalmente son masacres. Entonces ahí se demuestra cual es el daño que produjo en tantas menores.”.



A lo largo de los meses consecuentes, sucedieron muchas cosas: declararon ochenta y tres testigxs, Cristian Aldana recusó al Tribunal en varias ocasiones, su defensor Rodolfo Patiño fue apartado por faltar dos veces al juicio sin avisar, un fan de “El Otro Yo” dejó mensajes satánicos escritos en una remera tirada en la Sala, Aldana nombró a un nuevo defensor que renunció para irse de vacaciones a Europa, recusó a su propia defensora oficial y luego volvió y, finalmente, llegaron los alegatos.

Sebastián Da Vita, de la Defensoría, pidió 35 años por dos de los casos. Gabriela Cónder 20, por uno de ellos. Y en última instancia el fiscal Guillermo La Fuente solicitó 35 años por seis de los casos, pidiendo absolución por uno de ellos. En la instancia de alegato de la defensa se pidió nulidad del juicio, se desestimaron los testimonios de las denunciantes y, finalmente, se solicitó que en caso de recaer en pena, no fuera mayor a 25 años dada la edad del acusado.
La audiencia del día 12 de julio comenzó cerca del mediodía. Cristian Aldana pronunció sus últimas palabras, en las que ratificó que él se considera inocente y leyó un versículo de la biblia en el que insistió con que la justicia es, en verdad, injusticia. Su última exposición duró menos de media hora y al concluir solicitó no estar presente en la lectura del veredicto.

La audiencia se reanudó cerca de las 16 hs.  Como Aldana pidió no estar, sólo estarán sus dos defensores Robbio y Durand para escuchar el veredicto. Los jueces a sala llena dieron lectura al veredicto condenatorio. De acuerdo a lo allí establecido la condena será de 22 años de prisión y los fundamentos se leerán el 6 de septiembre.

Fuente: El grito del sur.

viernes, 12 de julio de 2019

UNIVERSIDAD Y VIOLENCIA DE GÉNERO

Si hay algo novedoso en materia de vida universitaria es la aparición de los protocolos para atender las violencias ejercidas especialmente contra las mujeres. La primera de las universidades públicas que obtuvo ese instrumento fue la del Comahue. Se trató de una conducta precursora que luego tuvo emulaciones. Pero nuestras universidades no manifestaban una acción articulada con referencia sinergial. Las reacciones contra las reiteradas formas de violencia, desde el menosprecio a las consuetudinarias reglas del acoso –cuando no otras gravísimas inconductas–, no habían suscitado una labor mancomunada.



En 2014, a raíz de una actividad a la que nos había convocado la Feria del Libro y frente a diversas manifestaciones y testimonios, surgió la necesidad de crear una red que posibilitara intervenciones consecuentes. En septiembre de 2015, en la sede de la UNSAM, finalmente tuvo lugar el encuentro con representaciones de la mayoría de las casas universitarias públicas. Muchas colegas decidieron entonces que debía hacerse un camino común y así se originó la Red Universitaria contra la violencia que fue incrementándose en estos años.

Pero había que darle un marco de completa visibilidad y reconocimiento institucional. Era imprescindible que el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) admitiera que el flagelo de la violencia constituía el fenómeno más corriente y consuetudinario. Finalmente, el organismo decidió la creación de la Red Universitaria de Género (RUGE). Fue fundamental el papel jugado por las rectoras (un número absolutamente escaso), que se ha constituido en una firme argamasa para enfrentar el desquicio de la violencia.


Elogio de la dificultad

A raíz de la III Conferencia Regional de Educación Superior, coincidiendo con el Centenario de la Reforma el año pasado, la coordinación de RUGE declaró: “Invitamos a las autoridades allí reunidas a actualizar, desde una perspectiva feminista, el legado de aquel Manifiesto liminar con que la juventud universitaria inauguró un tiempo nuevo. Entendemos que recuperar el proceso de democratización de cara a los próximos años debe tener por uno de sus pilares la profundización de una visión más igualitaria de las relaciones entre géneros dentro de las universidades. Imaginar una universidad más libre y democrática tiene por objetivo insoslayable sostener la igualdad de género como principio rector de los vínculos que se dan en el seno de su comunidad”.

Algo nuevo está ocurriendo en el sistema universitario, más allá de la grave coyuntura que limita los recursos y que compromete la función de nuestras casas de altos estudios.

Dora Barrancos: Socióloga, historiadora y feminista. Directora de la Maestría en Ciencias Sociales y Humanidades y de la Cátedra Abierta de Género y Sexualidades de la UNQ.

Fuente: Página 12

MÉXICO: FEMINIZACIÓN DE LAS DESAPARICIONES EN LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas inglés) expresó su preocupación por la feminización de las desapariciones en la niñez y adolescencia en México, prácticamente la mitad de los 5 mil 790 casos registrados son mujeres entre los 12 a 17 años de edad.

Este 11 de julio en la presentación del informe sobre el “Panorama estadístico de la violencia contra niñas, niños y adolescentes” el representante de Unicef en México, Christian Skoog, calificó como alarmante la desaparición de niñas y adolescentes en el país, ellas representan 6 de cada 10 casos que siguen sin ser resueltos.



A partir de información extraída del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPED) el Fondo para la Infancia indica que hasta finales de 2017 se encontraban en calidad de desaparecidas 5 mil 790 niñas, niños y adolescentes entre los 0 a 17 años de edad. Algunas de estas desapariciones están registradas desde 2010, es decir, hay niñez que lleva desaparecida casi 9 años.

Del total de desapariciones un 60 por ciento corresponde a mujeres y 40 por ciento a hombres; destaca que 47.3 por ciento del total de casos son niñas entre los 12 a 17 años de edad.

Christian Skoog indicó que la concentración geográfica de estos casos sobresale la región comprendida entre los estados de Tamaulipas y Nuevo León. La segunda aglomeración se extiende alrededor del Estado de México, Ciudad de México, Morelos y los municipios del norte de Guerrero.

El informe de Unicef tiene el propósito de brindar un panorama de la violencia que afecta a la población infantil y adolescente, sin embargo, concluye que no existe en México un registro estadístico efectivo que ofrezca una imagen clara e integral de este fenómeno.

Unicef logró reunir 16 fuentes de datos sobre distintos tipos de violencia que viven las niñas, niños y adolescentes, no obstante, la mayoría son escasos, están incompletos o se encuentran fragmentados entre diversas instituciones sin que sea posible dar seguimiento o contrastar los datos.

Al respecto México ha recibido recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño para adoptar medidas y mecanismos de supervisión y recopilación de datos acerca de distintas formas de violencia cometidas contra la niñez.

Específicamente ante el contexto de violencia el Comité ha destacado la urgencia de contar con datos desagregados sobre homicidios, casos de feminicidio, desapariciones, violencia sexual, explotación y abuso infantil, utilización en la pornografía, violencia en internet, niños y niñas que pudieron ser reclutados por el crimen organizado. Asimismo, de la niñez migrante, refugiados y desplazados.

En la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (LGDNNA) se prevé como principal proveedor de información al Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), así como al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF).

Sin embargo, existe por lo menos 16 instancias gubernamentales que generan datos al respecto, por lo que titular de Unicef observó que esto genera obstáculos para la obtención de información confiable, especialmente en lo que concierne a la coherencia entre las estadísticas.

En su informe Unicef también destaca que la información con la que se cuenta sobre la violencia contra la niñez y adolescencia es insuficiente para dar seguimiento a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente los relacionados con promover la igualdad de género.

También faltan de datos sobre la situación de violencia que atraviesa el grupo etario de menos de 12 años de edad, ya que la mayoría de las estadísticas que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) recoge información a partir de la adolescencia.

Al respecto en la presentación del informe que se hizo en la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHDF), Óscar Jaimes Bello, director de Desarrollo de Información Gubernamental del Inegi, se comprometió a trabajar en la generación de datos desagregados, más dijo, las estadísticas sobre la violencia en la niñez son unas de las que más recursos económicos requieren, además de personal especializado.

NIÑAS LAS MÁS VULNERABLES

A lo largo de la información que logró rescatar Unicef se observa la vulnerabilidad en la que se encuentran las niñas y mujeres adolescentes en el país.

Son las que afrontan más agresiones psicológicas y violencia sexual en diversos entornos, el hogar, escuela, comunidades, instituciones medias de comunicación e incluso con las más vulnerables a ser víctimas de ciberacoso.

Mientras los varones son más propensos a ser víctimas de homicidio y suelen ser disciplinados con castigos físicos u otras formas de disciplinas severas.

Fuente: CIMAX  noticias.

" SOMOS LOS VARONES LOS QUE DEBERÍAMOS OCUPARNOS DE NUESTRAS PRÁCTICAS VIOLENTAS"

“Somos los varones los que deberíamos ocuparnos de nuestras prácticas violentas”
por enriquestola
Entrevista con Enrique Stola, médico psiquiatra



Enrique Stola, es médico argentino, especialista en psicología clínica y psiquiatría. Hace años está dedicado al activismo en derechos humanos y derechos de las mujeres, algo que no teme en llamar, su activismo feminista. Stola acompañó como médico psiquiatra a Gabriel*, uno de los jóvenes víctima de abuso sexual por parte del Padre Grassi, sacerdote condenado a prisión por abuso sexual en Argentina. Estuvo en Ecuador para compartir una charla en el Seminario Internacional “Criminología y Mujeres” , un espacio que reunió a cientos de abogados y abogadas del país. Stola, habla de temas que pocos médicos quieren hablar: la violencia de género como un hecho cultural e histórico, el aborto como una decisión de libertad, el papel de la Iglesia en la dominación masculina, entre otros temas, que los explica en detalle con un apasionamiento joven que contrasta con su cabello totalmente blanco.



¿Tú te defines como feminista?

Sí, claro.

¿Puede ser un hombre feminista?

Sonríe ante la pregunta

— A ver, Diana Maffía , filosofa argentina feminista, dice que podemos describir la situación de las mujeres en todo el mundo y darnos cuenta de que están peor que los varones en todos los ítems. Eso se puede comprobar a través del método estadístico, algo que está comprobado­. Entonces se plantea un problema ético que eso no está bien y algo hay que hacer. El hacer es una respuesta política y eso es una visión de las mujeres, por lo tanto el feminismo es una respuesta política. No es que se tenga que ser mujer para ser feminista, si no que cualquier persona, mujer, miembro del movimiento LGBTQ puede ser feminista. Pero claro esto implica un trabajo muy fuerte en la propia autopercepción personal y estar las veinte y cuatro horas del día haciendo política feminista.

Quiero hacerle una comentario pero se adelanta. Es evidente que sabe lo que iba a decir.

— Yo entiendo perfectamente que muchísimas compañeras digan que los hombres no podemos ser feministas, yo eso no lo discuto. Digo, no lo discuto, porque entiendo que la dirección política de la liberación de las mujeres y de todo el movimiento LGTBIQ no lo podemos hacer los hombres. Nosotros podemos acompañar. Yo cuando doy talleres, en general, lo hago donde compañeras feministas no han estado o donde no hay grupos feministas, para que sea un aporte.

Yo entiendo perfectamente los cuestionamientos de las compañeras feministas, entiendo la rabia y el malestar que pueden tener con los varones, sobre todo porque también están apareciendo los varones con formación universitaria, con buen discurso y que adoptan tranquilamente este discurso feminista y que en realidad no lo son. Pero las compañeras saben diferenciar perfectamente un machirulo que se hace feminista y alguien que lo es.



Muchas veces, de forma errada, dicen que el feminismo es algo de “mujeres contra hombres”. ¿Qué piensas de esta afirmación?

Los feminismos no plantean la lucha contra el hombre, por lo general son los machirulos y las mujeres atravesadas por el machismo quienes dicen: “ah bueno, pero se oponen a los hombres, ellos son el enemigo”. También es cierto que hay muchísimos hombres que son activos machistas y activos representantes de la dominación masculina, esos hombres sí son parte del problema.

Justificar las actitudes de los hombres, o decir que la lucha feminista está contra los hombres, proviene por un lado de la mala fe de los hombres y por otro lado de la ignorancia. Hay varones que saben que esto no es así pero lo afirman, y hay otros que son ignorantes. ¿Qué quiero decir con esto?, los niveles de violencia hacia las mujeres y la cantidad de violencia que hay hacia las mujeres son múltiples: violencia obstétrica, simbólica, física, sexual, psicológica. Hay un nivel de violencia de género que es extrema, es aquella que mata. Y ¿qué dicen los tipos en general, los machos en general?: “ah no, nosotros no estamos de acuerdo, es que los violentos son enfermos, son alcohólicos, son de clase baja, son pobres”. En realidad, los violentos están en todas las clases sociales, los que ejercen violencia de género extrema están en todas las clases sociales y la mayoría de ellos no son enfermos, si no que se creen propietarios y quieren decidir qué hay que hacer con el cuerpo de la mujer y cómo manejar los tiempos de la mujer.

Entonces solo una pequeña cantidad de varones golpeadores son sociópatas o psicópatas, y los psicópatas aún no son enfermos, puede haber psicóticos que con medicamento se resuelve y pueden tener una vida normal. Por eso, hay que luchar contra ese tipo de mandato, porque lo que están diciendo estos machos es: “no las queremos lesionadas, no las queremos asesinadas, pero queremos que sigan subordinadas, que nos sigan sirviendo en la casa, que nos sigan atendiendo, que cuando tengamos ganas de tirárnoslas, cogerlas, follarlas estén a nuestra disposición y que abran las piernas y cuando queremos prostituir a una mujer, agarrarle y hacerle lo que queremos, tenemos derecho hacerlo. Entonces no las quieren muertas, ni lesionadas, sino subordinadas. Eso es la matriz patriarcal, y contra eso lucha lucha el feminismo.



¿En qué consiste esa matriz patriarcal?

La cuestión es que hay una estructura patriarcal, una matriz de dominación patriarcal que se viene deformando desde hace muchísimos siglos, en todo lo que es el área dominada por Occidente. En el 2.500 antes de Cristo, se detectaron tumbas donde los hombres ya aparecen con determinadas vestimentas que muestran las jefaturas y muestran las jerarquías que tenían.

El patriarcado es una matriz de dominación, matriz de todas las dominaciones existentes, que ha ido jerarquizando la diferencia. Luego ha generado dispositivos que no son conscientes. Uno de esos dispositivos es la dominación masculina que a través de todas las estructuras: leyes, economía, arquitectura etc, lo que hace es jerarquizar la diferencia entre varones y mujeres, para seguir reproduciéndola.

Es cierto que los hombres tenemos, como dice Rita Segato, el “Mandato de Masculinidad”, que nos dice que tenemos que ser “valientes, heterosexuales, machos, reprimir la afectividad”, y a la vez hay el mandato a las mujeres de ser “suaves, amables, comprender a los varones, sostener a los varones, atender el hogar”, todas esas idioteces que tanto sufrimiento le causa a las mujeres. Todo esto se fue complejizando con la institucionalización de las religiones. En nuestro caso la Iglesia Católica, a partir del Concilio del 325 después de Cristo, empieza a participar y toma el poder político. Desde ese momento la Iglesia Católica se constituyó como el referente patriarcal y de dominación masculina.

Los cuerpos de las mujeres están atravesadas por múltiples dominaciones, el de los hombres también, pero la dominación de género atraviesa el cuerpo de las mujeres, y todos los cuerpos feminizados, que es el movimiento LGTBQ.Yo estoy de acuerdo con Rita Segato en que no se debe confiar y la mujer no debe poner tanta esperanza en el Estado, por que los Estados son patriarcales también.



Tú dices que la violencia de género es un práctica cultural ¿Qué implica esto?

La matriz patriarcal y la dominación masculina ha hecho creer que la violencia de género es un problema de las mujeres y en realidad es un problema de los varones. Somos los varones los que deberíamos ocuparnos de nuestras prácticas violentas . Tenemos prácticas muy violentas, por ejemplo, definimos la política del mundo, manejamos la gestión de poder de las cosas principales en el mundo: comercio de armas, trata de personas, trata de personas con fines de explotación laboral y sexual, violaciones en masa, violaciones individuales, guerra.

La violencia es un problema de los varones, no de las mujeres. Los mensajes deberían ser dirigidos a los varones, pero ¿quién tiene el poder político, el poder religioso?: los machos. La Iglesia Católica es un grupo de machos dirigiendo con mentalidad de machos. Si ves cualquier institución religiosa o política, son machos dirigiendo. ¿Quiénes hoy emiten los mensajes? son los varones también.

Entonces la violencia no es problema de las mujeres, es un problema de los hombres. Las mujeres son víctimas, los niños son víctimas, el movimiento LGTBQ son víctimas, pero en este caso hay que diferenciar, ya que hay una cuestión de clase, porque hay sectores del movimiento gay que pertenece al gay capitalista y que son absolutamente explotadores del cuerpo de la mujer, por ejemplo, en el cuerpo de las mujeres pobres para tener hijos, con la llamada maternidad subrogada.

Por un lado, la violencia de género es una violencia instrumental, que obliga a mantener la dominación masculina y a mantener la jerarquía masculina, esto significa disciplinar los cuerpos de las mujeres y; por otro lado, como también dice Rita Segato, la violencia de género es también una violencia expresiva, que se expresa y nos muestra como machos y eso tiene que ver con el cumplimiento del mandato patriarcal.

Entonces si pensamos solamente que la violencia de género es solo la extrema –el feminicidio– entonces ya no hablamos de la dominación masculina, solo vemos el problema como el grupo de “loquitos que si reciben un poco de educación resuelven el tema”.

Hay respuestas fáciles a este problema, pero lo cierto es que la dominación masculina tiene siglos de experiencia y de expresión. En la época del feudalismo la dominación era masculina, cuando comienza el capitalismo la dominación es masculina, con el desarrollo del Estado, con los países socialistas, con el neoliberalismo la dominación es masculina, ósea hay una constante que se mantiene.

***



Enrique Stola durante la entrevista en su visita a Ecuador. Foto: Ana Acosta

La visita de Enrique Stola se da un mes y medio después de dos hechos que colocaron en la discusión pública de Ecuador la brutalidad de la violencia de género. El primero fue la violación grupal a Marta, por parte de su amigos; a semana seguida, el feminicidio de Diana Carolina, ocurrido frente a la Policía y varias personas que miraron y filmaron cómo su ex pareja la acuchillaba hasta matarla. La respuesta de la sociedad se expresó en marchas en varias ciudades del país, y en los medios de comunicación con la realización de programas y debates tratando de encontrar explicaciones a lo sucedido, muchos de estos desviaron el problema hacia un tema de “presencia de extranjeros venezolanos” –ya que el asesino de Diana es venezolano–, otros hablaron de la violencia de la sociedad, evitando profundizar en la violencia de género hacia las mujeres, como algo que tiene origen en el machismo.

Un panelista en un debate sobre violencia de género motivado por un periodista reconocido de Ecuador dijo que hay más hombres asesinados que feminicidios. Con este argumento decía que la violencia de género hacia las mujeres era exagerada y que se debía hablar de toda la violencia en general en la sociedad. Con este mismo argumento varios grupos expresaron que no se debe decir “ni una menos”, sino “nadie menos”. ¿Qué opinas de esto?

– Lo primero que me surge cuando escucho a estos tipos decir eso, es que son ignorantes y no los soporto. Lo que hacen estos machos es decir “estamos en contra de toda violencia, somos buenos, no queremos ninguna violencia”.

En realidad si uno quiere resolver una situación de violencia y tener una buena estrategia, tiene que hacer un buen diagnóstico, una buena caracterización de esa violencia. Uno no puede resolver una violencia armada política diciendo: “estamos en contra de toda la violencia”, hay que tener una estrategia política. Uno no puede resolver una violencia obstétrica diciendo estamos en contra de toda violencia, debemos ver los mecanismos de dominación en los lugares donde las mujeres van a parir. Si vemos la violencia en las escuelas, no podemos decir estamos en contra de la violencia, hay que hacer un análisis de la institución escolar para ver cómo se expresa la violencia social en la escuela. De la misma forma si hay violencia contra las mujeres tenemos que hacer un análisis de contexto para ver cómo se produce ese tipo de violencia.

Entonces la violencia de género, es violencia machista y está dirigida hacia las mujeres, porque hay una estructura social, económica y cultural que es gestionada por los varones y avala esta violencia contra las mujeres. Las mujeres no tienen en ningún lugar del mundo una estructura social, económica, política y cultural que avale su violencia contra los hombres. No existe esa matriz y nunca ha existido.

Los hombres son asesinados por otros hombres. Los hombres son los que deciden las guerras. Los hombres son violados por otros hombres, son castigados y torturados por otros hombres. La violación es una práctica sexual masculina avalada por la cultura . Se viola en manada, individualmente y se comparte con otro para que se de cuenta qué pasó con la mujer que fue violada. Es violada esa ama de casa que está encerrada en su casa, atendiendo a sus hijos, que es católica y está con su esposo súper católico que nunca se va a fijar si ella tiene deseos o no de tener relaciones, y cuando hay sexo sin deseo –aunque haya consentimiento– es violación. Repito cuando hay sexo sin deseo es violación.

Entonces la violación es una práctica sexual masculina, que no todos los hombres la practicamos pero que nuestra cultura la sostiene.



***



Enrique Stola, es uno de los médicos que participó activamente en el debate por el Aborto Legal en la Argentina, sus interés ha sido desmentir muchos de los argumentos de los grupos religiosos. Uno de ellos: el síndrome post aborto.



Quienes se oponen a la despenalización del aborto hablan de un “síndrome post aborto” que viven todas las mujeres que abortan. ¿Tú como médico puedes confirmar que este síndrome existe?

– Eso es mentira. Cuando hay sintomatología las producen ellos, hacen una presión ideológica tan fuerte, tan culpabilizante sobre las mujeres, que son ellos los que producen esto.

Cuando un embarazo no deseado concluye en un aborto, por que no es deseado y la mujer ejerce su libertad, no va a tener efectos psicológicos. No es cierto que el aborto en sí produzca efectos psicológicos negativos. Lo que produce efecto psicológicos negativos en las mujeres que quieren abortar es la represión y la terrible presión, por parte de grupos, instituciones o familiares. Si esa presión no existe, los efectos no existen.

La situación de aborto no es ninguna situación agradable, nadie va a un cirujano contento, pero los mayores efectos se dan por la presión social hacia la mujer.



Pero estos grupos han afirmado que es este síndrome está comprobado científicamente.

– No hay sustentos científicos para esto. Es como los que sostienen que solo hay hombre y mujer, que solo existe el binarismo y que no hay otras realidades. Esta gente es muy mentirosa, lo hemos visto en los debates por la despenalización del aborto en Argentina, esta gente miente permanentemente, falsean datos, son muy mentirosos. Así que es difícil discutir, porque no discute de buena fe, siempre están mintiendo.



En Ecuador hay cifras muy altas de violación sobre todo a niñas menores de 14 años y adolescentes, por lo que la Asamblea está discutiendo aumentar la causal violación para un aborto no punible. ¿Cuáles son los efectos de un embarazo que no consentiste, no deseaste?¿Cuáles son los efectos en la salud mental de una mujer un embarazo que no desea?

–Cuando se la obliga a la mujer a tener ese hijo lo vive terriblemente mal porque es una situación traumática, porque tiene que parir, por que muchas veces no está en condiciones psicológicas, ni económicas de sostenerlo, porque empieza a funcionar toda esa maquinaria ideológica que dice que si has parido tienes que ser una “buena madre”. Esa mujer siente que una parte de ella no quiere a ese hijo, que lo rechaza. Yo recuerdo una vez en Perú fui allí por una misión humanitaria y observé a una mujer con un chiquito y me sorprendió la distancia afectiva que había con su hijo. Las encargadas del área de derechos humanos me informaron que esa mujer había sido violada por las fuerzas gubernamentales y le habían obligado a tener un hijo, pero además, por tener un hijo producto de violación, había sido rechazada por su comunidad, por su familia. Así que fíjense la cantidad de castigos que recibe una mujer por quedar embarazada.

La mayor parte de estos machos violadores, que violan a las mujeres, no se hacen cargo de esos pibes , muy pocos reciben algún tipo de castigo y luego andan por la vida haciendo su vida, mientras las mujeres son las que sufren las múltiples calamidades.



Además de la judialización que impide que las mujeres aborten ¿Cuáles son las razones para que exista tanta oposición al aborto, por qué la sociedad condena a las mujeres que deciden abortar?

– La sociedad mira mal a las mujeres. Las mujeres están en el campo de la sospecha desde que los monoteísmos –las tres religiones monoteístas– dominan gran parte de la humanidad, y esto es entrelazado con las concepciones machistas.

Las mujeres siempre están en el campo de la sospecha y lo vemos cuando van a denunciar un abuso sexual que se ha producido contra sus hijos o hijas, y la carga de sospecha en el poder judicial es sobre la mujer. Lo vemos en las lecturas bíblicas, la mujer siempre está en el lugar de la sospecha y todo lo que haga la mujer puede ser cuestionado.

A partir del Concilio de Nicea , del año 325, la Iglesia Católica fue cada vez, reforzando el control sobre las mujeres. Este es un dato histórico, irrebatible, ningún cura pude decir que no es así. En esto está el castigo a la mujer por el placer sexual, si es que tiene relaciones, el castigo por las decisiones que puede tomar.

La condena social a las mujeres que deciden es producto de la misoginia que tiene el mundo. Contra esto, los feminismos están luchando. Cuando digo los feminismos, hablo del producto de las diferentes estrategias de acuerdo al marco cultural que se da en las mujeres para liberarse.



Otro tema de la despenalización del aborto es el tema del efecto que puede tener la sanción judicial ¿cuál es el efecto que tiene la sanción penal en la mente de las mujeres para tomar sus decisiones?

– No es cualquier mujer la penalizada por el aborto. Son las mujeres pobres o de clase media baja las penalizadas. Las mujeres ricas, de la burguesía del Ecuador, muy católicas y que también van a la marcha en contra del aborto, salen del país o se hacen el aborto aquí con buenos médicos y en buenas condiciones. Lo mismo pasa con las mujeres de la burguesía latinoamericana, que cruzan a otro país, se hacen el aborto y se acabó.

Entonces la penalización es para las mujeres pobres. Lo mismo que la condena a muerte por parte del Estado, porque aquí y en otros países latinoamericanos salvo en Uruguay, hay condena de muerte para las mujeres pobres que abortan en condiciones no adecuadas. Es un nivel de crueldad muy grande.

Por otro lado lo que pasan estas mujeres es un nivel estrés post traumático, depresión, se sienten culpables, son culpabilizadas por el vecindario, la comunidad. Es terrible cómo le hacen pagar a las mujeres que abortan o incluso que han tenido abortos espontáneos. Muchas veces tienen abortos espontáneos, no tienen ellas ningún control voluntario sobre el proceso de gestación, se produce el aborto espontáneo y son cuestionadas, judicializadas. Esa es la crueldad de los cristianos de hoy.



¿Qué implica el poder tomar una decisión para cambiar la estructura? ¿Cuál es el papel del aborto en el cambio de estructura patriarcal? ¿Por qué este tema es importante dentro de la lucha general?

– Cuando hay una ley que permite el divorcio en el matrimonio, las iglesias pierden control de cuerpos. Cuando hay una ley como, en el caso de Argentina, la Ley de Identidad de Género, donde la persona que pertenece al movimiento LGTBIQ puede cambiar su identidad, si no se siente de acuerdo con el cuerpo que tiene y necesita ser reconocido socialmente de otra forma, se presenta al registro civil, sin necesidad de hacerse operaciones, sin necesidad de pasar por el psicólogo o el psiquiatra, es ese derecho que la persona tiene para auto percibirse y que eso se exprese en un documento oficial. Cuando sale una ley como esa, la Iglesia pierde cuerpos y deja de controlar cuerpos y vidas.

Cuando el aborto es legal las mujeres tienen libertad para decidir sobre sus cuerpos. Es decir, que no es el Estado el que decide por ellas, las iglesias y la dominación masculina pierde el control del cuerpo de las mujeres. Por eso es tan importante y por eso se oponen tanto al aborto, porque tiene que ver con el control del cuerpo de las mujeres como elemento de reproducción de esta diferencia, de jerarquización, por un lado, pero también la mujer como fuerza productiva no solo de trabajo, si no también de seres humanos.

Henri Lefebre, filósofo francés, decía que todo proyecto revolucionario tiene que tener dos objetivos a los que no se puede renunciar, uno de ellos es: hay que reapropiarse del propio cuerpo. El cuerpo de las mujeres todavía hoy lo detenta el Estado y las iglesias. Reapropiarse del propio cuerpo, del propio espacio y hacer de ese espacio un lugar de placer y creo que eso están aportando los feminismos. En la medida que las mujeres se liberen, el movimiento LGTBIQ, todes, todas y todos vamos a ser más libres.

Fuente: LINK ORIGINAL: Wambra Radio - Por: Ana Acosta @yakuana