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jueves, 7 de marzo de 2019

DINAMARCA FRENTE A LA VIOLACIÓN Y LA IMPUNIDAD ENDÉMICA

Título original: Amnistía denuncia la " impunidad endémica" frente a la violación en Dinamarca.

Dinamarca es visto como un país ejemplar en lo que a igualdad de género se refiere pero esta imagen oculta otra realidad, la de uno de los índices de violación más altos de Europa y la de una “impunidad endémica” de quienes cometen las violaciones, ha denunciado Amnistía Internacional.

En un nuevo informe, ‘”¡Queremos respeto y justicia!”. Superar los obstáculos de las supervivientes de violación a la justicia en Dinamarca’, la ONG denuncia que mujeres y niñas se encuentran desprotegidas debido a las “leyes desfasadas” vigentes en el país. Asimismo, pone de manifiesto que muchas de ellas no denuncian las agresiones sufridas por temor a que no las crean o a sufrir estigma social o por falta de confianza en el sistema de justicia.

El informe es el resultado de entrevistas con 18 mujeres y niñas de más de 15 años que han sufrido violación, así como con ONG, especialistas y autoridades pertinentes. Según ha podido constatar Amnistía, en Dinamarca se denuncian muchas menos violaciones de las que realmente se comenten y la probabilidad de condena de los culpables es “muy pequeña”.

En 2017, se produjeron entre 5.100 violaciones, según los datos del Ministerio de Justicia, y 24.000, según un estudio reciente, sin embargo solo 890 mujeres denunciaron violación ante la Policía. De estas denuncias, aunque 535 dieron lugar a procesamiento solo 94 terminaron con una sentencia y sólo 94 se resolvieron con sentencia condenatoria.

A pesar de la imagen de Dinamarca como país con igualdad de género, la realidad es muy distinta para las mujeres, debido al grado terriblemente alto de impunidad de la violencia sexual y a anticuadas leyes sobre la violación que no cumplen las normas internacionales”, ha lamentado el secretario general de Amnistía Internacional, Kumi Naidoo.

NO SE TIENE EN CUENTA SI HUBO CONSENTIMIENTO

Aunque Dinamarca ratificó el Convenio de Estambul en 2014, el cual sostiene que la violación y todos los demás actos de naturaleza sexual no consentidos deben ser calificados como delitos, la legislación danesa no se basa aún en la falta de consentimiento para definir la violación sino que lo hace en base a si hubo violencia física, amenazas o coacción y en si se puede determinar que la víctima no pudo resistirse.

“Lo cierto es que el sexo sin consentimiento es violación”, ha defendido Naidoo. “No reconocerlo así en la ley deja a las mujeres expuestas a sufrir violencia sexual y fomenta una peligrosa cultura de culpabilización de la víctima e impunidad, que se ve reforzada por mitos y estereotipos muy extendidos en la sociedad danesa, desde el terreno de juego hasta el vestuario, y desde la comisaría de Policía hasta al banquillo de los testigos”, ha subrayado.

Según Amnistía, la existencia de prejuicios profundamente arraigados en el sistema de justicia es una de las razones del bajo índice de condenas en el país, unido a la desconfianza en el sistema junto con el miedo a no ser creídas o a ser culpadas de quienes han sufrido una violación y que las lleva a no denunciar.

La investigación ha permitido a la ONG constatar que muchas mujeres se encuentran con actitudes de desprecio, culpabilización de la víctima y prejuicios durante el proceso para denunciar lo que les ha ocurrido. Kristine, una periodista de 39 años, ha asegurado a Amnistía que el proceso de denuncia supuso “soportar más miedo, vergüenza y humillación”. “Si hubiera tenido 20 años, no habría seguido tras el primer intento”, ha añadido.

Amnistía considera que el hecho de centrarse en la resistencia y la violencia en vez de en el consentimiento de la víctima ha afectado no sólo a la denuncia de las violaciones, sino también a la sensibilización en general sobre la violencia sexual, aspectos, ambos, que “son clave para prevenir las violaciones y abordar la impunidad”.

HACEN FALTA MEDIDAS MÁS AUDACES

En este sentido, la ONG ha celebrado que el Gobierno danés haya puesto en marcha un grupo de expertos para que recomienden iniciativas que puedan ayudar a las víctimas de violación a recibir apoyo adecuado y tratamiento profesional cuando accedan al sistema, si bien ha sostenido que el Ejecutivo “tiene que tomar medidas mucho más audaces y modificar la legislación para que esté basada en el consentimiento”.

Además, ha subrayado que aunque reformar las leyes actuales sobre la violación “sería un paso esencial para cambiar las actitudes y conseguir justicia”, hace falta “hacer aún mucho más para generar un cambio social e institucional”.

Esto pasa, según Amnistía, por adoptar medidas legales que garanticen que “los mitos sobre la violación y los estereotipos de género son cuestionados en todos los niveles de la sociedad y que los profesionales que trabajan con supervivientes de violación reciben formación adecuada y continua”. También hacen falta programas de sensibilización y educación sexual en general a edad temprana.

“Reformando sus anticuadas leyes y poniendo fin a la perniciosa cultura de culpabilización de la víctima y aplicación de estereotipos negativos existente actualmente en los procedimientos judiciales, Dinamarca tiene la oportunidad de sumarse a la oleada de cambio que está recorriendo Europa”, ha incidido Naidoo.

“Esta oleada, encabezada por mujeres valientes, ha llevado a ocho países de Europa a adoptar definiciones de la violación basadas en el consentimiento”, ha añadido el secretario general de Amnistía. Según la ONG, estos países son Suecia, Reino Unido, Irlanda, Luxemburgo, Alemania, Chipre, Islandia y Bélgica.

“Esta oleada de cambio de Dinamarca y otras partes de Europa puede ayudar a garantizar que las mujeres están mejor protegidas y supondrá que las generaciones futuras de mujeres y niñas no tengan nunca que preguntarse si la violación es culpa suya ni que dudar de que los violadores sean castigados”, ha remachado Naidoo.

fuente: Tribuna Feminista

jueves, 20 de febrero de 2014

MÉXICO: NO HAY REFORMAS SIN DERECHOS HUMANOS

La misión de AI tiene especial preocupación por las violaciones a los derechos de las y los migrantes, sobre la desaparición de personas y la violencia contra las mujeres.




México, D.F,.- El lunes, Salil Shetty secretario general de Amnistía Internacional (AI) como cabeza de una misión de “alto nivel”, se entrevistará con el presidente Enrique Peña Nieto, para entregarle sus opiniones sobre el estado que guardan los Derechos Humanos en México. El señor Shetty habría dicho en Saltillo, Coahuila, que no puede hablarse de Reformas Estructurales si no hay respeto a los derechos humanos.

La misión tiene especial preocupación por las violaciones a los derechos de las y los migrantes, sobre la desaparición de personas y la violencia contra las mujeres. Asuntos profusamente investigados, a tal grado que contamos con el detalle de dónde y cómo suceden atrocidades en espacios territoriales concretos; sabemos, incluso, qué ciudades o delegaciones políticas significan grave peligro para las mujeres, periodistas, defensores y defensoras de derechos humanos. Pero todo ello no ha significado casi nada, reina la impunidad y no sabemos nada congruente sobre las acciones de justicia.

La misión de “alto nivel” de AI ocurre precisamente un mes antes de que se cumpla el plazo para que México informe al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU) sobre cuántas y cuáles de las 188 recomendaciones que ese organismo hizo a México en su segundo Examen Periódico Universal (EPU), que presentó el miércoles 23 de octubre de 2013 en Ginebra, Suiza, y nadie sabe si México ya respondió o no. Por lo que la visita de AI es estratégica.

¿Qué irá a responder el gobierno? Para nadie es una novedad, dolorosa y tremenda, sobre la crisis que vivimos en materia de Derechos Humanos. Lacerantes todos los datos. Se han detenido, torturado y desaparecido -según AI-, a 83 mil migrantes, es insoportable pensar en más de 26 mil desapariciones para no hablar de las más de tres mil mujeres asesinadas cada año y los números de trata de niñas y mujeres con fines de esclavitud sexual.

La Iniciativa de las Mujeres Premio Nobel concluyó, en un informe, que por el crecimiento del feminicidio entre 2006 y 2012, la situación en México había alcanzado la calificación de “crisis preocupante”.


El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio contabilizó, en los últimos cuatro años, tres mil 139 feminicidios en 13 entidades de México, sin considerar los datos de Chihuahua, donde creció la tasa a pesar del operativo contra el crimen.

Amnistía Internacional registró dos mil asesinatos de mujeres en un solo año, un promedio de seis por día, ya que entre 2008 y 2009 aumentaron los homicidios femeninos 69 por ciento en relación con años anteriores.

El número de asesinatos contra mujeres en estados como Chihuahua es 15 veces más alto que el promedio mundial, por ejemplo, y en todo el país se cometen 6.4 asesinados de mujeres por día, de los cuales 95 por ciento quedan en la impunidad, mientras que 10 estados las cifras registran tasas de crecimiento sostenidos de asesinatos de género.

Según cifras de las Procuradurías, han desaparecido en los últimos cuatro años 3 mil 149 mujeres en nueve estados de la República, en edades que oscilan entre los 10 y 17 años de edad.

Si hablamos de las víctimas de violencia sexual y trata de personas, la maestra Teresa Ulloa, directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC), afirma que el crimen de desapariciones llega a 20 mil personas al año, o sea 16 víctimas por cada 100 mil habitantes.

Y si hablamos de violencia sexual en un solo año, Amnistía Internacional detectó alrededor de siete mil violaciones, de las cuales en sólo cinco por ciento ha sido ingresado en la cárcel. Y hasta 2012 la Cámara de Diputados habló de 15 mil violaciones denunciadas.

Pero la cifra negra es espeluznante, se habla de 112 mil violaciones cada año. Es, además, alto el porcentaje de mujeres violadas que resultan embarazadas, como lo indica el Informe Nacional sobre Violencia y la Salud en México realizado por Ipas Salud, organización civil, que señala que entre siete y 26 de cada cien violaciones provocan un embarazo.

En la Encuesta Nacional sobre Violencia contra las Mujeres, del Instituto Nacional de Salud Pública, se reflejó que el 7.6 por ciento reportó abuso sexual en la infancia, y son los familiares agresores en un 13.7 por ciento del total de mujeres que fueron violadas cuando eran menores de 10 años, mientras que el 65 por ciento, lo fue entre los 10 y los 20 años de edad, según esa encuesta.

El agravamiento de la violencia contra las mujeres periodistas y defensoras de los derechos humanos es funesto. Sólo entre los años 2002 y 2010 fueron asesinadas 10 periodistas en México, y entre diciembre de 2010 y noviembre de 2012 fueron asesinadas 15 defensoras de derechos humanos, la mayoría de ellas en los estados de Chihuahua y Guerrero, según denuncia de la organización internacional Asociadas por lo Justo (JASS).

El secretario general de AI llegó a México el día 15 y además de escuchar a personas migrantes, víctimas de tortura y a sus familiares, también se reunirá con integrantes del Congreso. AI abrirá una nueva oficina en México y seguramente su análisis de la situación, nos va a retar a volver los ojos a nuevos referentes valóricos de la convivencia humana, porque las cifras son superiores a las historias de países en guerra o sometidos por alguna dictadura, como las conocidas en la historia.

En el Examen Universal de Naciones Unidas llamó la atención la observación de Holanda en cuanto a la legislación de algunos estados de la República en los que se protege la vida desde la concepción, lo que ha influido en la dificultad de las mujeres para poder recurrir al aborto en caso de violación y otras causas. Feminicdios indirectos, puesto que muchas muren en el intento.

Es también alarmante que según ONU hay un aumento de casos de tortura, efectos negativos de la desigualdad social, el abuso del fuero militar y la indiferencia al combate a la corrupción.

Fuente:  AmecoPress.