lunes, 8 de julio de 2013

¿ ESTOY EN UNA RELACIÓN DESTRUCTIVA?

La mayoría de las relaciones destructivas pueden empezar siendo muy seductoras. La pareja nos hace sentir seguras y protegidas, pero pasando un tiempo, empieza a tornarse posesiva, controladora, celosa.



Casi siempre pensamos que es porque nos quiere mucho y que nosotras provocamos el enojo. Empezamos a ceder ante los requerimientos de la pareja y cuando menos esperamos, estamos en medio de un verdadero conflicto.

Si en este momento no nos detenemos y pedimos ayuda o nos negamos a recibirla, pasamos a otra etapa donde se empieza a instalar la manipulación, la culpa, el miedo, entre otras emociones destructivas que van minando nuestra personalidad. La personalidad del agresor, que en apariencia se le puede llamar “el más fuerte”,  en realidad es “el más débil”,  ya que solo una persona cobarde (lleno de miedo) se atreve a destruir a otra.

Los estudios realizados sobre esto nos dicen que 1 de cada 3 mujeres sufre violencia por parte de su pareja y 1 de cada 4 es atacada físicamente. Hasta un 50% de las mujeres que ingresan a urgencias en los hospitales han sido atacados por su pareja.

Este estudio refleja el hecho que la mayoría de las mujeres víctimas de abusos, difícilmente reconocen que su relación es enfermiza y mucho menos aceptan recibir ayuda para salvarse de tales uniones.

Muchos psicoanalistas concuerdan en que las conductas agresivas de los hombres es “aprendida” a través de todas las etapas de la vida (principalmente desde pequeños), y fomentando una supremacía relacionada con la propiedad.

Esto desarrolla en el varón un sentimiento de pertenencia, llegando a pensar que sus hermanas, hijas y esposa les pertenecen.

Una de las características que tiene una relación destructiva es que los hombres tienden a minimizar la valía de la mujer. Se empieza por humillar e insultar a su pareja llamándola “tonta”, “inútil”, “ya no me sirves como mujer”, entre miles de frases despectivas que lo único que buscan es subordinarlas y controlarlas. 


...Pero, ¿Cómo podemos saber si estamos dentro de una relación destructiva?.

Enseguida describo varias pistas. Invito a valorar cada una de ellas y así descubrir si en realidad estamos viviendo una relación sana, o estamos en camino de tener una relación destructiva.

1. ¿Cómo te hace sentir tu pareja?
2. ¿Sigues tus propios principios o complaces los de él?
3. ¿Él toma en cuenta tus sugerencias  (te ignora o se burla de ellas)?
4. ¿Se enoja fácilmente por cualquier comentario?
5. ¿No haces nada sin antes comunicárselo a tu pareja?
6. ¿Tienes la suficiente confianza en tí misma como para tomar cualquier decisión?
7. ¿Le tienes la suficiente confianza a él o le tienes miedo?
8. ¿Deja que te desarrolles física e intelectualmente?
9. ¿Le tienes miedo a tu pareja?
10.¿Te amenaza constantemente?
11. ¿Se pone celoso por cualquier tontería?
12. ¿Tienes una buena comunicación con él?
13.¿Deja que se diviertas con tus amigos o te prohibe cualquier contacto con ellos (sutil o abiertamente)?
14. ¿Es distante cuando le pregunta si le pasa algo?
15.¿Evita las conversaciones sobre ustedes y sobre el futuro en común?
16. ¿Te dedica tiempo de calidad?
17.¿Te sientes una persona dependiente de él?
18. ¿Te grita constantemente?
19.¿Te sientes con la capacidad de dejarlo?
20. ¿Es realmente amor lo que sientes o solo es miedo, costumbre, necesidad económica o dependencia?

Si la mayoría de las respuestas son afirmativas, evalúa con toda sinceridad si vale la pena continuar con una relación tormentosa.

Otras preguntas que deberías evaluar, pero que van enfocadas a la violencia física son:

¿Te ha rebajado o menospreciado?
¿Te menosprecia o humilla frente a otras personas?
¿Te ha insultado?
¿Se ha puesto celoso o ha sospechado de tus amistades?
¿Te ha dicho cosas como que eres poco atractiva o fea?
¿Te ha empujado a propósito?
¿Te ha sacudido, zarandeado o jaloneado?
¿Te ha torcido el brazo?
¿Te ha pegado con la mano o con el puño?
¿Te ha pateado?
¿Te ha exigido tener relaciones sexuales?
¿Te ha amenazado con irse con otra mujer si no accedes a tener relaciones sexuales con él?
¿Ha usado la fuerza física para tener relaciones sexuales contigo?





Si contestaste afirmativamente a cualquiera de las preguntas, entonces  estás viviendo en una relación violenta.Hay distintos grados de violencia. Para saber con certeza si estás viviendo una relación violenta y de qué magnitud, es urgente y necesario que hables con  expertos en el tema.


Recuerda que vivir en una relación violenta afecta la autoestima de la mujer, su salud, su capacidad productiva, reproductiva y su participación en la vida pública. Por eso es importante buscar ayuda.


Para terminar, es importante resaltar que somos nosotras las responsables de nuestra integridad , que nadie cuidará de nosotros a menos que nosotras lo hagamos y, sobre todo recuerda... ¡¡estás en el momento ideal para empezar!!. No dejes pasar más tiempo, cuando ya sea demasiado tarde....
Las personas atrapadas en relaciones destructivas tienen muchas posibilidades de liberarse del maltrato (maltratador) y comenzar nuevamente sus vidas en condiciones dignas y saludables (solas o con otras personas), con felicidad, tranquilidad y cariño, como todo ser humano lo desea.

Los pasos a seguir para liberarse son:

1. Reconocer que viven en una relación destructiva. 

2. Habla con la familia o amigos de lo que esta pasando, para romper el anonimato de la violencia.
3. Reconocer que la culpa de lo que esta pasando es de los dos, y en mayor medida del violento, para hacer conciencia de que mereces vivir mejor.

4. Busca inmediatamente ayuda de un especialista, ya que es muy necesaria la ayuda y orientación.

EL DÍA DE HOY PUEDES ESTAR VIVIENDO UNA RELACIÓN DE ABUSO Y/O VIOLENCIA, PERO CRÉEME QUE MAÑANA PUEDES VIVIR UNA VIDA CON DIGNIDAD Y PAZ...





¡NO ESPERES MÁS Y ROMPE ESAS CADENAS QUE TE ATAN ÍNÚTILMENTE A UNA VIDA DE DOLOR Y SOMETIMIENTO!







FUENTE: CRISÁLIDA PERENNE (MX)


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