martes, 14 de diciembre de 2010

FEMINICIDIOS: LA EPIDEMIA SILENCIOSA QUE CRECE


Cada dos horas, una muerte. Según el "Mapa de la Violencia 2010" elaborado por la organización no gubernamental brasileña Instituto Sangari, doce mujeres mueren todos los días en Brasil como consecuencia de la violencia doméstica.

La mayoría es asesinada por su pareja, su ex pareja o por un pariente, y el 40% tiene entre 18 y 30 años.

La cifra coloca a la nación más grande de América Latina en el duodécimo lugar de países con mayor tasa de feminicidios en el mundo.

El problema de la violencia de género ha crecido notablemente en los últimos años en Brasil. Según la Secretaría de Políticas para las Mujeres el número de denuncias por abusos creció un 100% en el país entre 1997 y 2007.

Los expertos en el tema aseguran que por cada denuncia hay un gran número de casos que ocurren sin que sean registrados.

Sin cifras oficiales

Justamente, la falta de registros oficiales es lo que -de acuerdo con los especialistas- convierte a la violencia contra la mujer en una especie de epidemia silenciosa.

Si bien muchos creen que los abusos de género forman parte de un problema mayor de pobreza y marginalidad, lo cierto es que se trata de un asunto cultural, que afecta a todos los estratos sociales.

Así lo afirmó a BBC Mundo la directora ejecutiva interina de Amnistía Internacional en Argentina, Gabriela Boada, quien coordinó la campaña de violencia de género de la ONG.

"Es un problema de discriminación contra la mujer relacionado con una cultura machista en la que se la considera un ser inferior, cuyo espacio natural es el hogar y la familia", explicó.

Inversamente proporcional

En un mundo en el que las mujeres han logrado conquistar cada vez más espacios de la vida pública, resulta llamativo que los abusos y los feminicidios hayan ido en aumento.

De acuerdo con los psicólogos y sociólogos, este fenómeno tiene que ver con un cambio de paradigma y con una mayor resistencia en algunos hombres a la autonomía e independencia buscadas por muchas mujeres.

A pesar de que la violencia de género no distingue entre grupos socioeconómicos, Boada sostiene que las mujeres abusadas que provienen de sectores más pobres tienen menos posibilidades de hallar una salida a su situación.

En Argentina

Si bien Brasil es el país de la región con mayor tasa de feminicidios, no es el único en el que la violencia contra la mujer ha ido en aumento. En Argentina se estima que una mujer es asesinada cada tres días por esta causa, un problema que se ha incrementado en 2010.

Estos cálculos, realizados por los grupos civiles, son estimaciones basadas en la cobertura mediática que reciben estos crímenes, ya que los medios son muchas veces los principales denunciantes de este tipo de violencia.

Las mujeres con menos recursos tienen más dificultades para acceder a la asistencia policial, médica, psicológica y legal necesaria para romper el ciclo de la violencia

Para comenzar a compilar estadísticas oficiales sobre el fenómeno, y buscar paliar el problema, la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, firmó esta semana un decreto que puso en vigor la Ley de Protección Integral a las Mujeres.

La nueva legislación, que fue celebrada por las asociaciones que defienden los derechos de la mujer, apunta a prevenir, sancionar y erradicar las conductas que ataquen la vida y la seguridad femeninas.

Para Boada, unas de las principales virtudes de la ley es que propone una respuesta "integral" para ayudar a las víctimas de violencia.

"La ley establece un protocolo claro para todos los actores involucrados en ayudar a la mujer abusada, desde el policía de la comisaría donde hace la denuncia, hasta el médico del hospital en donde se la atiende, hasta el abogado que la defiende ante la Justicia", señaló.

La normativa también propone cambios al sistema educativo, para enseñar y prevenir sobre esta problemática, y regula el contenido de los medios, donde a veces aparece temática abusiva contra la mujer.

Fuente: BBC Mundo

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