viernes, 1 de abril de 2011

LAS TRES AUTONOMÍAS DE LA MUJER


El Observatorio de igualdad de género de América Latina y el Caribe y las tres autonomías de la mujer

Durante la décima Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe celebrada en Quito, Ecuador (2007), los estados miembros de la CEPAL solicitaron la constitución de un observatorio sobre la igualdad de género. Asimismo, en tal ocasión los países reconocieron a la paridad como "uno de los propulsores determinantes de la democracia, cuyo fin es alcanzar la igualdad en el ejercicio del poder, en la toma de decisiones, en los mecanismos de participación y representación social y política, y en las relaciones familiares al interior de los diversos tipos de familias, las relaciones sociales, económicas, políticas y culturales, y que constituye una meta para erradicar la exclusión estructural de las mujeres". (Consenso de Quito)

En ese contexto, la secretaría del Observatorio queda a cargo de la CEPAL, a través de su División de Asuntos de Género, con el fin de implementar esta iniciativa y coordinar los esfuerzos tanto de otros organismos de Naciones Unidas (i) y de cooperación involucrados, como de los Mecanismos para el Adelanto de la Mujer y los Institutos Nacionales de Estadística de los países de la región.

Durante la undécima Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe realizada en Brasilia, Brasil (2010), los estados miembros de la CEPAL consensuaron solicitar al Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe "Realizar actividades de capacitación, intercambio y difusión que permitan la formulación de políticas públicas basadas en los datos del Observatorio de igualdad de género de América Latina y el Caribe" (Consenso de Brasilia) con el fin de recoger las prácticas de los países y que constituyan una fuente general de conocimiento y un complemento del Observatorio.

En el año 2008, esta herramienta se pone en marcha con el objetivo de contribuir al fortalecimiento y la sistematización de la producción de las estadísticas de género, dar seguimiento a las políticas públicas destinadas a fomentar la igualdad de género, apoyar a los gobiernos en el análisis de la realidad regional y difundir buenas prácticas de políticas de igualdad de género.

Para cumplir con estos propósitos el Observatorio pone a disposición de los gobiernos un grupo de indicadores de igualdad de género y herramientas analíticas para la formulación de políticas, mantiene actualizado el seguimiento de temas críticos para la igualdad de género y de buenas prácticas y ofrece un sitio web con información sistemática y de fácil acceso (véase [en línea] www.cepal.org/oig). Los indicadores de género propuestos por el Observatorio dan cuenta de la autonomía de la mujer en los ámbitos de la vida privada y pública y se dividen en tres autonomías necesarias para el ejercicio pleno de sus derechos como personas.

La autonomía física:

La autonomía física abarca la violencia contra la mujer -indicador "Muerte de mujeres ocasionada por su pareja o ex pareja íntima"- y los derechos reproductivos -indicadores: "Maternidad en adolescentes"; "Demanda insatisfecha de planificación familiar" y "Mortalidad Materna".

La cifra recopilada en 5 países de América Latina de 289 mujeres víctimas de muerte ocasionadas por sus parejas o ex parejas íntimas ocurridas en 2009 revela uno de los problemas más serios y urgentes que han de enfrentarse a nivel regional y nacional, considerando además que existen en la región graves problemas de registro de las muertes y sus causas. Para enfrentar la ausencia de datos sobre muertes ocasionadas por la pareja o ex pareja íntima, se ha comenzado la construcción del indicador a partir de los datos enviados por un pequeño número de países, que han iniciado registros policiales, judiciales o forenses.

Los indicadores de derechos reproductivos se procesan a partir de datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)/Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

El indicador de maternidad en adolescentes muestra un aumento paulatino del porcentaje de mujeres adolescentes que son madres, que se hace mayor en jóvenes con menor escolaridad y en situación de pobreza.

A 15 años de Beijing, la mortalidad materna no se ha reducido lo suficiente (ii). Los datos se construyen a partir de la información de la OMS, el UNFPA y el UNICEF y muestran que la tasa por 100.000 nacidos vivos registra un descenso a nivel regional y aumentos considerables en los países más pobres, con mayor presencia indígena, con menor acceso a servicios de salud materna y con mayor ruralidad de la región. Sin embargo, muchas de las muertes maternas continúan sin registrarse y tienen definiciones distintas en los países, sobre todo cuando se consideran las muertes por aborto.

En los países con mayores niveles de mortalidad materna, la demanda insatisfecha de planificación familiar es mayor. El indicador se construye a partir de información recopilada por el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) - División de Población de la CEPAL y las encuestas de demografía y salud (Encuestas de demografía y salud (DHS) y Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC)).


La autonomía en la toma de decisiones

El conjunto de indicadores propuestos refieren a los puestos de decisión política: "Poder ejecutivo: porcentaje de mujeres en los gabinetes ministeriales"; "Poder legislativo: porcentaje de mujeres en el principal órgano legislativo nacional"; "Poder judicial: porcentaje de mujeres ministras en el máximo tribunal de justicia o corte suprema"; "Poder local: porcentaje de mujeres alcaldesas electas"; "Poder local: porcentaje de mujeres concejalas electas"; "Países que han firmado y ratificado el protocolo facultativo de la CEDAW" y "Nivel jerárquico de los Mecanismos para el Adelanto de la Mujer (MAM)".

En esta área los indicadores muestran un mayor acceso de las mujeres a posiciones de liderazgo en el poder político de América Latina y el Caribe, donde la representación en cargos de elección popular o de más alto grado de toma de decisiones en el Estado ha sido muy significativa. La presencia de mujeres en los gabinetes ministeriales de los países de la región ha mostrado la voluntad política de instalar la paridad como medida temporal y simbólica. Los promedios regionales sobre la presencia de mujeres en los órganos legislativos nacionales dan cuenta de incrementos en un número importante de países, así como también de estancamientos y, en un número menor de países, de tendencias a la baja. Se suman los archivos de las leyes de cuotas y de paridad y sus sucesivas reformas, las variables complementarias de cada indicador y las fichas de los sistemas políticos, que permiten contar con información para realizar un análisis más complejo.


La autonomía económica

La autonomía económica incluye el trabajo no remunerado y remunerado, para medirla se proponen los siguientes indicadores: "Población sin ingresos propios por sexo" y "Tiempo total de trabajo".

La participación económica de las mujeres se produce en condiciones de desigualdad, discriminación y sobrecarga de horas de trabajo. El indicador de población sin ingresos propios muestra una distancia importante para la nivelación de la actividad económica de mujeres y hombres en 15 países de la región. La demostración gráfica de que las mujeres urbanas mayores de 15 años no acceden a recursos monetarios debido a que realizan los quehaceres domésticos y labores de cuidado en sus hogares como actividad principal subraya la persistente vulnerabilidad de las mujeres a la pobreza y a la desigualdad.

El indicador se ha hecho en base a la recopilación de estudios de 12 países de América Latina que han llevado a cabo encuestas de uso del tiempo desde 1998 y que miden la carga de trabajo total (remunerado y no remunerado) de hombres y mujeres. Esta exploración muestra dos tendencias fundamentales: i) en todos los casos el tiempo de trabajo total es mayor para las mujeres que para los hombres y ii) en todos los casos las mujeres son quienes dedican la mayor parte de su tiempo al trabajo no remunerado.

fuente: Observatorio de la Igualdad de Género de América latina y el Caribe

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