sábado, 16 de julio de 2011

DENUNCIAR LAS SITUACIONES DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR


Cuando se presentan situaciones de violencia familiar es fundamental guiar a la víctima, sobre todo en la manera de proceder ante estos casos, por ejemplo, proveer información acerca de los centros de denuncias y, por sobre todo, brindarle contención.


En los casos de violencia contra la mujer todos los miembros de la familia sufren, tanto los hijos como otros parientes cercanos. Repercute aún más en los hijos en todos los ámbitos de sus vidas, ya que se verán afectados en su desarrollo integral, debido a que viven en una realidad de maltratos constantes que les genera miedo, angustia, dolor, rabia e impotencia hacia los actos de personas tan significativas en sus vidas.

Por lo general, la violencia doméstica genera hijos insensibles, que no conocen otra forma de actuar y de relacionarse, constituyéndose así en potenciales nuevos victimarios.

Muchas mujeres que viven situaciones de maltrato se encuentran violentadas psicológicamente y en estado de depresión, sintiéndose culpables de lo ocurrido y en total estado de dependencia con su agresor. Esto hace que estas personas posean no solo miedo, sino vergüenza de la situación que viven, por lo que es muy difícil para ellas buscar ayuda, afirmó la Lic. Ana Ozuna, psicóloga clínica.

Daño físico y psicológico

La Lic. Teresita Solís de Giacomuzzi, psicóloga clínica, señaló que la mujer agredida o golpeada tiene nociones muy negativas de su propio valor personal, es decir, de su autoestima. La mayoría de las veces la mujer cree que el hombre va a cambiar, como un consuelo de lo que se derrumbaría si rompiera esa relación. También piensa en el bienestar de los hijos y los problemas económicos que se podrían presentar.

El castigo físico deja huellas visibles, en tanto, el psicológico o emocional produce más daño aún. Muchas veces la causa más poderosa por la que una mujer puede soportar la situación de maltrato son los hijos y el “desamparo que sufrirían”, ya que los mismos no son negociables para una madre. Por protegerlos a ellos, aceptaría cualquier sacrificio.

¿A quién recurrir?

La mujer deberá romper el “silencio” y hacer respetar sus derechos, reaccionar inmediatamente denunciando a la policía, a la fiscalía y buscar ayuda psicológica para salir de la situación de violencia, además reconstruir todo lo que generalmente se pierde, como el respeto por uno mismo, el autodominio, la autovaloración y la autoestima. También deberá ser consciente de que esta recuperación no es instantánea.

La denuncia es el paso inicial, que en muchos casos, al ser la primera o segunda vez que sucede, suele dar resultados positivos en el cese de los castigos. Lo que normalmente sucede es que esta situación de violencia se venía generando desde hace años y es como una conducta aprendida por la repetición. Pero siempre, sea nueva o antigua, denunciar es el paso inicial de la recuperación afectiva y emocional. El siguiente paso, luego de la denuncia, es el tratamiento, tanto de la agredida como del agresor.

Si usted ama a su familia, denuncie las situaciones que la destruyen realmente. La violencia física o verbal, del lado que provenga, daña a la familia desde su cimiento y la impide crecer.

FUENTE : ABC,es

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