Los secuestradores de Marita Verón tenían la intención de trasladarla a “Las Casitas” de Río Gallegos. Hay 13 acusados y 150 testigos.
Después de diez años de una incansable lucha impulsada por Susana Trimarco, comenzará el juicio por el secuestro y la desaparición de su hija, Marita Verón, en San Miguel de Tucumán. La Justicia tratará de determinar quiénes fueron los responsables del secuestro y la posterior desaparición de María de los Ángeles Verón. Hay trece acusados y 150 testigos citados a declarar.
Entre los imputados se encuentran Daniela Milhein junto a su marido y un oficial riojano que transportaba mujeres. Los tres fueron señalados por la justicia y supuestamente tendrían la intención de llevar a Marita a Río Gallegos para explotarla en “Las Casitas”, barrio prostibulario de la capital santacruceña.
El caso se volvió emblemático por las derivaciones que tuvo, con evidencias de connivencia tanto policial como judicial y política con las mafias de trata del noroeste de la Argentina y de sus conexiones con otras redes que operan en el país y el extranjero.
La madre de Marita, Susana Trimarco libró desde la desaparición de su hija una lucha que generó numerosos cambios en la legislación sobre la trata de personas. En 2007 inauguró la fundación “María de los Ángeles” en Tucumán, para prevenir y apoyar a las personas que sufren esta situación.
En los diez años que lleva de búsqueda logró rescatar a más de 140 mujeres y puso al descubierto redes de traficantes que operan en La Rioja, Tucumán, Buenos Aires, Córdoba y Santa Cruz.
A casi diez años, Trimarco recorre el país en su búsqueda. Pero ahora también viaja para luchar contra “los delincuentes”, como ella los denomina, a los secuestradores de jóvenes que las reclutan en tormentosos prostíbulos.
“Mi objetivo es encontrar a mi hija y es un compromiso de por vida para seguir luchando en contra de estas redes y que de una vez por todas terminen desarticuladas. Debemos terminar con delincuentes que dañan las vidas de las jóvenes”, afirmó Trimarco en una de sus visitas a Río Gallegos, luego de entrevistarse con el entonces ministro de Gobierno, Carlos Barreto.
Consultada ante la posibilidad de que se reabran las “Casitas de la Tolerancia”, Trimarco cambió su tonó de voz y manifestó: “Seria terrible que se vuelvan a abrir las Casitas, cuando se ha dado un paso importante de sacar está industria que formaron los delincuentes, ganando dineros ilegales a costilla de las explotación de las mujeres”, sentenció.
No obstante sostuvo que no considera que se abra “el barrio”, como lo denominan algunos riogalleguenses, al lugar donde están instalados gran parte de los prostíbulos de la ciudad. La madre de Marita tiene sus esperanzas puestas en las medidas que adopte la magistrada Cecilia Álvarez, a quien respeta y define como “una jueza excelente”, que esta “comprometida con esta temática”. Pero reitera que la apertura de las “Casitas” sería “retroceder un paso importante que se dio en Río Gallegos” y, adelantó que su Fundación que está desembarcado en Santa Cruz, se va oponer a la reapertura.
FUENTE: EL PERIÓDICO AUSTRAL
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