miércoles, 18 de abril de 2012

CÓMO AFECTA LA VIOLENCIA ALREDEDOR DE UN NIÑO


Los niños que sufrieron agresiones físicas o psicológicas durante los primeros dos años de vida, o que vieron cómo agredían a su madre, tienen un menor desarrollo cerebral que quienes nacen en un ambiente más estable.
El juego y un ambiente tranquilo son vitales para el desarrollo de los menores de ocho años.
Estos menores tienen un coeficiente intelectual hasta 7,25 puntos más bajo que los niños con un entorno familiar más estable. Las calificaciones de las víctimas de agresión pueden ser hasta 50% más bajas que las del promedio.
Así lo señala un estudio hecho en Minnesota, EE. UU. publicado en la revista Journal of Epidemiology and Community Health.
Los investigadores siguieron a 206 niños entre su nacimiento y los ocho años de edad.
Los científicos realizaron observaciones en las casas de los niños cada seis meses para determinar la convivencia familiar (con padres y hermanos). Asimismo, hicieron cuestionarios sobre el estilo de vida de cada quien.

Por otra parte, se revisaron los expedientes médicos de los menores y se les hicieron tres pruebas de coeficiente intelectual: a los dos, cinco y ocho años de edad.

“Los resultados sugieren que el maltrato o el testificar violencia doméstica en los primeros años, particularmente en los dos primeros años de vida, tienen efectos en el desarrollo cognitivo”, dijo en un comunicado de prensa Michelle Bosquet, una de las investigadoras.

Repercusiones. El estudio destaca que no solo las capacidades intelectuales se ven afectadas por la violencia hacia los niños.

“Los primeros años de vida son un período de mucha sensibilidad. Las distintas zonas del cerebro comienzan a formarse y se inicia la evolución de las neuronas. Además, el desarrollo cerebral es más rápido en estos años, por lo que la exposición continua a la violencia afecta la mente y el comportamiento social”, cita el reporte.

Para Virginia Rosabal, presidenta de la Asociación Costarricense de Psiquiatría, la agresión que sufran los menores a estas edades puede repercutir no solo en su niñez, sino en el resto de su vida.

“Un niño que es agredido no va a poder explotar sus habilidades ni llegar a ser lo talentoso que puede ser. También se convierte en un niño más inseguro y con más miedos”, explicó.

“Muchos de ellos incluso sufren en silencio porque los amenazan para que no le cuenten a nadie lo sucedido. Eso les hace vivir con temor y puede repercutirles durante toda la vida”, añadió.

Rosabal y el reporte estadounidense coinciden en que cuanto más tiempo se mantenga el abuso, mayores serán los daños.

FUENTE:ALDEA GLOBAL. - RODRIGUEZ, IRENE

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