miércoles, 31 de octubre de 2018

XENOFEMINISMO: TECNOLOGÍAS DE GÉNERO Y POLÍTICAS DE REPRODUCCIÓN

TÍTULO  original: una reseña al xenofeminismo: tecnologías de género y políticas de reproducción.

Helen Hester ofrece en este libro una versión elaborada e igualmente potente del xenofeminismo, desplegando imaginarios políticos basados en prácticas históricas



En nombre del feminismo, la "naturaleza" ya no será un refugio de injusticia, ni una base para ninguna justificación política en absoluto! Si la naturaleza es injusta, ¡cambia la naturaleza! Laboria Cuboniks .
Manifiesto comunista (1848) de Marx y Engels; Manifiesto para Cyborgs (1985) de Haraway; Manifiesto Cyber Feminista para el siglo XXI (1991) del grupo australiano VNS Matrix; Manifiesto contrasexual (2000) de Preciado; Manifiesto por una política aceleracionista (2013) firmado por Nick Srnicek y Alex Williamsy; Manifiesto xenofeminsita (2015) del colectivo , son todos ellos lugares de emplazamiento en donde es posible pensar la conjunción de elementos muy diversos –incluso contrapuestos e indeseables– dirigidos a redefinir la matriz social que sustenta el orden capitalista y el heteropatriarcal así como los cuerpos que producen.

El xenofeminismo (XF) se basa en una multiplicidad de influencias y tiene implicaciones para muchas áreas de la filosofía, la industria farmacéutica, la música, la biología, las matemáticas, el activismo, las tecnologías digitales, el lenguaje, los cuerpos, la vida misma y probablemente para el más allá también. Digo esto porque no sólo muestra una gran afinidad con la ciencia ficción, el prefijo xeno (del griego, ajeno, extraño) no sólo es una apertura a la diferencia uniendo tradiciones feministas muy diversas, sino también significa raritud, extrañeza respecto de sí mismo. Una gran apertura epistemológica propia de las mejores cocineras, de las maestras rurales, de las djs del techno más profundo y ruidoso.

En 2015, el colectivo anónimo Laboria Cuboniks, del que forma parte la propia autora, publicó por primera vez su manifiesto "Xenofeminismo: una política para la alienación" como un archivo PDF descargable y una página web  a través de los cuales expresaba sus ideas de cómo el feminismo, como movimiento emancipador, podría responder más efectivamente a los retos de vida y muerte que expresan los sistemas sociales en el momento actual. Una coyuntura definida por el aceleracionismo después de 30 años de neoliberalismo planetario.

El manifiesto recupera la genealogía de la tecnología, la ciencia y la abstracción desde Firestone a Haraway, desde la segunda ola al transfeminismo, al movimiento queer y la disidencia sexual racializada actuales, para decretar que la transformación sólo puede verse afectada con un encuentro con lo desconocido, con lo extraño, con lo fracasado que “Nada debe ser aceptado como fijo, permanente o "dado", ni condiciones materiales ni formas sociales ... Cualquiera que haya sido considerado "antinatural" ante las normas biológicas reinantes, todo aquel que haya experimentado injusticias cometidas en nombre del orden natural, se dará cuenta que la glorificación de la 'naturaleza' no tiene nada que ofrecernos”.

Helen Hester ofrece en este libro una versión elaborada e igualmente potente del xenofeminismo, desplegando imaginarios políticos basados en prácticas históricas; entre ellos el Del-Em  que era un dispositivo de extracción menstrual que permitía a las mujeres realizar abortos tempranos fuera del control médico en la década de los setenta, un momento marcado por leyes prohibicionistas. También en futuribles, ya presentes, como la evocada planta transgénica desarrollada por Open Source Gendercodes que permite cultivar hormonas sexuales dentro de las hojas de tabaco. Estas y otras intervenciones descritas en el libro se caracterizan por su versatilidad, la posibilidad de funcionar en múltiples escalas simultáneamente. Son lo que la autora llama “protocolos”: arreglos flexibles, relacionales y organizativos que transforman los mundos sociales en los que se mueven y operan, y con la capacidad  de cultivar nuevos futuros  desde dentro del propio corazón alienado.

En lugar de rechazar la tecnología, XF exige una reutilización crítica de ella, alejada de los intereses del capital y dirigida hacia objetivos progresistas de emancipación de género. De esta manera, la autora nos señala que la aparición de múltiples géneros sería solo un primer paso para negarse a aceptar cualquier género como una forma de explicar los roles sociales, justificar la discriminación, etc. Otro de los temas centrales en el libro es el derecho de las personas a no procrear. Pero por otra parte, también trata de que quien quiera pueda hacerlo en condiciones de seguridad y apoyo. Hester argumentará que ambas opciones no se han distribuido socialmente de manera uniforme y tendrían que formar parte de un amplio movimiento social por la justicia reproductiva. Un movimiento  que avanzaría en propuestas concretas dirigidas a la creación de espacios culturales que permitan descentrar la familia biológica y la dinámica hegemónica  que insiste en establecer formas correctas e incorrectas de formar unidades sociales reproductivas. Se trataría de promover instituciones alternativas para la reproducción social,  que incluyan diferentes maneras de disfrute de la intimidad y la solidaridad, pero también ampliar el papel del estado y la acción pública para reconocer y cuidar a personas que no quieren ni forman parte de unidades familiares tradicionales. 

“No más repeticiones sin futuro en la cinta de correr del capital, no más sumisión al trabajo pesado, productivo y reproductivo por igual, no más reificación de lo dado enmascarado como crítica. Nuestro futuro requiere depetrificación. XF no es una apuesta por la revolución, sino una apuesta por el largo juego de la historia, que exige imaginación, destreza y persistencia.”… “XF aprovecha la alienación como un impulso para generar nuevos mundos”. A diferencia de algunas visiones apocalípticas que señalan un colapso sistémico y global a corto-medio plazo, la escritora se aparta de esta senda y nos indica que hay posibilidades, que si bien tenemos muchas cosas rotas y dañadas también hay expectativas, opciones entre estas cosas rotas y dañadas. Hester dirige su mirada optimista hacia una suerte de aceleracionismo reparativo que abanderaría un xenofeminismo que no necesariamente tendría que quemarlo todo para que podamos empezar de nuevo.

Fuente:CTXT - Por Fefa Vila Núñez

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