sábado, 6 de junio de 2020

RÍO GALLEGOS: CREARON LA ACADEMIA JUDICIAL SIN PRESENCIA DE MUJERES

Título original: Crearon la acaemia judicial y se olvidaron de las mujeres 


Sus fundadores son todos varones, y no fue hasta que ellas marcaron que existía un sesgo machista que las convocaron para cargos menores. Todas dijeron que no. En tiempos feministas, el patriarcado se resiste.
La Academia de Derecho y Ciencias Sociales de la provincia fue creada recientemente y, aunque suene extraño en pleno 2020, cuando el movimiento de mujeres llegó definitivamente para instalar la conquista por equidad, no fue convocada ninguna abogada, jueza o funcionaria del Poder Judicial.

Sus fundadores son todos varones, entre ellos los camaristas Diego Lerena, Carlos Arenillas, Eduardo López y los del Tribunal Oral, Joaquín Cabral y Jorge Yance, incluidos defensores.

“Es una institución civil provincial, autónoma y sin fines de lucro, con alcance nacional e internacional, creada por el impulso colectivo de abogados de la provincia”, se lee en el sitio web, plagado de representaciones masculinas, en donde marcaron espacios que van desde el derecho penal, hasta especialistas en canónico o laboral y donde cada área tiene una nómina de abogados, pero son todos varones y el espacio dedicado a la violencia de género está vacío.

Incluso la imagen que eligieron para representarlo es, desde el vamos, cuestionable: se ve a una mujer pegándole a un hombre con un zapato con taco aguja. ¿Es eso la violencia de género?

Pero que académicos de este espacio en un poder del Estado, que fue blanco de una de las transformaciones paradigmáticas sobre la necesidad de perspectiva de género, como la Ley Micaela, no advirtiera que las mujeres son la mitad del mundo, no es gratis.

De inmediato, varias manifestaron su descontento, lo que provocó que los varones les hicieran un llamado de apuro para los cargos de comisión. El rechazo fue absoluto y, hasta la fecha, ninguna de peso en la Justicia se sumó.

Fue la jueza de Instrucción de Río Gallegos Valeria López Leston quien, a través de un twit, llevó el asunto hacia afuera de ese entramado que encierra los dimes y diretes en el más conservador de los Poderes.









“Ni una sola mujer!!!! qué llamativo”, posteó con sarcasmo con un print de la nómina de fundadores.
No es para menos, Santa Cruz es una de las provincias con más juezas en un Tribunal Superior, las tres juezas penales de la capital son mujeres, incluso, hay una Oficina de Género cuya titular tampoco aparece entre los expertos.

 
Algunos de los integrantes de esa cofradía de varones fueron consultados por este diario sobre la ausencia de abogadas, y coincidieron en asegurar que no estaban de acuerdo con lo que había ocurrido, y que incluso se charlaría en la próxima reunión.

 

Lo que sucedió es un error y un pésimo mensaje hacia la sociedad, en tiempos en los que la reproducción de roles debe modificarse y permitir que más mujeres accedan a lugares de decisión. El juez, el abogado, el médico ¿Y ellas?

La negativa a sumarse a un espacio que tiene pocas chances de subsistir si no se modifica, es una toma de consciencia por parte de las profesionales, porque si la sociedad no las advierte en esos lugares de representación ¿qué queda para las demás mujeres con menores oportunidades?

No sólo están ahí integrantes del Poder Judicial, sino otros varones de los demás poderes del Estado. A ninguno se le ocurrió que estaban excluyendo a las mujeres y que ellas son necesarias para que aporten “al avance del conocimiento y práctica del derecho como una herramienta para toda la comunidad”, como se lee

en el sitio de la Academia que ya tiene Acta Constitutiva, Estatuto, inscripción en Personas Jurídicas y actividades por zoom

Fuente: La Opinión Austral - Por Sara Gallardo

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