viernes, 12 de junio de 2020

SE ENCENDIÓ LA ECONOMÍA DE CUIDADOS Y LAS MUJERES ESTÁN EN LA PRIMERA LÍNEA DE FUEGO




La directora nacional de Economía, Igualdad y Género, Mercedes D'Alessandro, afirmó hoy que con la pandemia de coronavirus "se encendió la economía de los cuidados" y recalcó que la construcción de un presupuesto "con perspectiva de género no es solamente registrar en dónde están las partidas para varones y mujeres".

Mercedes D'Alessandro es oriunda de la provincia de Misiones, es Doctora en Economía, en 2015 fundó junto a otras economistas el sitio Economía Femini(s)ta del que fue parte hasta asumir como Directora nacional de Economía, Igualdad y Género del ministerio de Economía y Presidenta del Fondo de Capital Social (FonCap).

A continuación los principales tramos de un reportaje con la agencia de noticias Télam:

-Desde la dirección se está trabajando en la idea matriz de construir presupuestos con perspectiva de género, ¿qué implica desde lo político y qué va a aportar desde el diseño y ejecución de políticas públicas?

 Cuando presentamos la propuesta dijimos que había dos cuestiones que nos parecían fundamentales: tener una construcción rigurosa y bien fundamentada de cuáles son las brechas de género, y para esto, necesitábamos revisar la información y los datos disponibles y armar indicadores básicamente.

 Y la otra línea que es complementaria, dado que el Ministerio de Economía es el lugar en donde se conforma el presupuesto nacional, en donde se organiza y se prioriza cuáles son las políticas que se van a llevar adelante y cómo se van a asignar las partidas presupuestarias, era fundamental que en ese lugar también nosotras tuviéramos como un objetivo primordial el participar de esas definiciones de cuáles son las prioridades presupuestarias en el país.

 La construcción del presupuesto con perspectiva de género no es solamente registrar en donde están las partidas para varones y mujeres, aunque eso sí es parte importante de nuestro trabajo, el poder tener un buen registro es una herramienta fundamental, que es lo que viene haciendo la oficina de presupuesto nacional, pero también nos parece que es necesario avanzar sobre ese aspecto registral y empezar a incidir en cómo se diseñan las políticas para que se puedan cerrar brechas de género.

-En el contexto de aislamiento se visibilizó la economía del cuidado, sin embargo, todavía no se cuenta desde el Estado con datos actualizados que brinden un diagnóstico sobre esta realidad. ¿Cómo se está abordando este tema?

 El año pasado, en noviembre, una de las leyes que se aprobó es la que ordena la realización de la encuesta de uso del tiempo al Indec. Nosotras en el primer mes de trabajo tuvimos una reunión con el equipo de Marco Lavagna muy interesante, de la cual salió después una publicación en paralelo que fue sobre las brechas de género que hizo el Indec y que hicimos nosotras también y conciliamos en un montón de variables para tener la misma forma de medir y de nombrar a los fenómenos.

Por otra parte, en general lo que estamos diciendo muchas economistas feministas, que cuando se habla de la pandemia dicen se apagó la economía y nosotras decimos ¡no! se encendió la economía y se encendió la economía de los cuidados donde las mujeres están en la primera línea de fuego.

 Entonces creo que un gran desafío es mostrar que hay un sector de la actividad que condiciona de manera transversal a todos los demás y ahí tenemos un problema de género también, porque sabemos, por la encuesta de uso del tiempo que hubo en el pasado y por un montón de investigaciones, que las mujeres somos las que dedicamos más tiempo a las tareas de cuidado adentro de los hogares. Por lo tanto, si esta crisis de los cuidados asomara, las que correrían más riesgo de perder sus empleos, de perder horas de trabajo o tener imposibilidades para ir a atender sus empleos pagos serían las mujeres. Es una cuestión sumamente relevante para pensar cómo hacemos para impedir que esto sea una mayor fuente de desigualdad en la inserción laboral, en la precarización, en la posibilidad de que las mujeres puedan salir a trabajar y todo lo que eso implica en términos de su desarrollo personal y profesional.

-Otra cara de la pandemia tiene que ver con el aumento en los niveles de endeudamiento para el pago del alquiler o de servicios ¿Se está pensando en alguna política que atienda este problema?

 Sí, nosotras estamos trabajando con la Secretaría de Finanzas en una estrategia de inclusión financiera a nivel nacional, que se va a lanzar próximamente, justamente atendiendo a esta situación.

-¿Qué datos y qué análisis tiene sobre la ejecución de políticas de transferencias de ingresos en el contexto de pandemia?

 El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) nos permitió entender e identificar un poco mejor como está compuesta y organizada la informalidad en la Argentina. Cuando uno mira a qué porcentaje del decil de menores ingresos llegaba el Estado hace dos meses, con la AUH nada más llegabas al 60% de las personas, hoy está llegando al 90% de las personas.

 Nosotros tenemos identificado el grupo de las empleadas de casas particulares dentro del IFE también, una porción de ellas ya cobraba la AUH, con lo cual ya estaba en el registro, pero logramos también incorporar información sobre más de 150 mil nuevas que no cobraban la AUH y esto es un registro que nos va a permitir el día de mañana pensar soluciones para ese sector, que también entendemos va a estar afectado a la salida de la pandemia.

 Y esto tiene que ver con que el IFE fue pensado también para las personas que no tienen hijos, por ejemplo. Entonces es una herramienta que permitió ampliar la llegada de cobertura del Estado en los sectores de menores recursos que se mostraron muy progresivas.

Fuente: La voz de San Justo

No hay comentarios:

Publicar un comentario