jueves, 30 de abril de 2009

Violencia en parejas: 28% más de consultas



Son del tipo psicológico, social y legal por casos de maltratos. Muchos casos no se denuncian.

Informe: Diario UNO de mendoza.

En 2008 hubo 28% más de atenciones psicológicas, sociales y legales por casos de violencia en la pareja respecto de 2007. De 949 atenciones se pasó a 1.319 y el 96% de las consultas fue encabezada por mujeres.

Los denominados "casos de violencia" son diferentes de las "atenciones", porque una persona puede recibir más de una atención.

Detrás de las estadísticas que maneja el Instituto Provincial de la Mujer se esconde que el año pasado se denunciaron 524 casos de violencia de género (psicológica, física, económica y sexual), 14% más que el año anterior. El 83% de las personas que accedieron a la consulta aseguró "padecer violencia".

Los números, surgidos en el informe estadístico anual del organismo, hablan sólo de una porción de la realidad, ya que muchas de las situaciones son silenciadas y no llegan a manos del Gobierno.

Lo cierto es que una de las mayores trabas con que se encuentran las mujeres a la hora de denunciar es que las oficinas fiscales (en la mayoría de los casos situadas dentro de las comisarías) no están preparadas para atender a las víctimas. De hecho, en Mendoza no existe un protocolo que indique cómo actuar ante un caso de maltrato.

"Existe una revictimización o victimización secundaria de las mujeres, es decir, maltrato de parte de las instituciones que deberían protegerla", señaló Dolores Alfonso, la psicóloga que está a cargo del organismo que depende del Ministerio de Desarrollo Humano, Familia y Comunidad. Sus dichos fueron en sintonía con lo que hace un mes declaró a UNO Aída Kemelmajer de Carlucci, ministra de la Suprema Corte de Justicia, quien sostuvo que "la gente no tiene que ir a la Policía cuando tiene un problema de violencia familiar. Tiene que ir a los Tribunales de Familia. Ahí los vamos a entender mejor".

Para ejemplificar la falta de conciencia imperante, basta saber que sólo el 2% de los casos que llegaron al Instituto de la Mujer en 2008 fue derivado de una comisaría, mientras que el 35% provino desde los Juzgados de Familia, entre otras instituciones.

Esta problemática parece avanzar hacia una solución con la reciente sanción a nivel nacional de la Ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia. "Allí se insta al diseño de protocolos internos. Por eso nuestra propuesta es convocar a distintos actores relacionados con la problemática para ver cómo será la aplicación en la provincia de Mendoza", adelantó la funcionaria.

Hacia la humanización

Una mujer de unos 35 años llegó desesperada a una comisaría del Gran Mendoza. Tras esperar por más de 20 minutos que los administrativos de la oficina fiscal le tomaran la denuncia, a duras penas alcanzó a decir que su marido la había "golpeado e intentado ahorcar". "Tome asiento, enseguida la llamamos", le dijeron como si su caso fuera equiparable a un hurto menor o pérdida de documentos con los que están acostumbrados a lidiar a diario. Desesperada, la mujer, en pleno ataque de nervios, a la que incluso se le negó el baño porque estaba clausurado, decidió salir por dónde había entrado, dejando su destino librado a la suerte del agresor.

El hecho presenciado por una cronista de UNO hace caer en una realidad preocupante pero que, sin duda, se repite de uno a otro punto de la provincia. Y el texto de la Ley 26.485 lo dice claramente en su artículo 6 al hablar de las formas de ejercer violencia: "La violencia institucional es la realizada por agentes de cualquier órgano o institución pública que tenga como fin retardar, obstaculizar o impedir que las mujeres tengan acceso a las políticas públicas y derechos de esta ley".

Para erradicar la revictimización de las mujeres, Alfonso dice que es indispensable un trato humanizado.

Maltratadas durante años

El 64 por ciento de los casos que el equipo interdisciplinario del Instituto de la Mujer siguió en 2008 corresponde a personas cuya edad va de 25 a 44 años. "Quienes padecieron violencia se encontraban en una etapa reproductiva, por lo que no es difícil pensar que haya niños de por medio", explicó la socióloga Débora Robledo.

El 40 por ciento manifestó haber vivido situaciones de maltrato durante 11 a 20 años. Este dato se contrapone con el hecho de que, en otro aspecto, el 60 por ciento niega haber detectado signos de violencia en el noviazgo. "En general es difícil reconocer ciertas actitudes como violentas durante el noviazgo, ya que es frecuente que las víctimas identifiquen como ‘indicadores de cariño’ ciertas conductas de control o celos excesivos".

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