Montevideo, 22 de dic- En la región de Sudamérica se ha actuado activamente para la promoción de la igualdad de género y el fin de la violencia contra las mujeres, pero la voluntad formal no ha alcanzado el grado de efectividad en la vida cotidiana de ellas.
Así lo admite el informe "Sistema de indicadores comparables a nivel regional sobre violencia doméstica basada en género en el Mercosur", resultado de una consultoría realizada por dicha instancia regional.
El documento fue discutido durante la XXVI Reunión Especializada de la Mujer (REM) del Mercosur, realizada en Montevideo del 9 al 11 de noviembre, y en su ejecución participaron cuatro países -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- miembros del Mercosur y con representación en la REM.
Según el informe, los estados participantes "han actuado activamente para la promoción de la igualdad de género y el fin de la violencia contra las mujeres en sus contextos nacionales, en la región y en el continente".
Sin embargo, y si bien así lo han expresado en la ratificación de los tratados internacionales correspondientes, la voluntad formal no ha alcanzado, según lo deja explícito el propio estudio, el grado de efectividad en la vida cotidiana de las mujeres.
La igualdad, en estos casos, no es un hecho. Se presenta pues una brecha entre el derecho formal y el derecho real a vivir una vida sin violencia.
A su vez, el informe da cuenta detallada de las debilidades de las leyes regionales de combate a la violencia doméstica o familiar, en tanto todas plantean como respuesta al delito medidas de sanción de tipo civil y no penal.
Armonías y disonancias
Tanto en Argentina, como en Paraguay y Uruguay, los trabajos de los estados en materia de violencia contra las mujeres involucran a los sectores salud, seguridad y justicia, contando a su vez con la coordinación de los mecanismos de género existentes en el país.
Según el estudio, los países de la región comparten deficiencias en el abordaje de la temática, fundamentalmente desde el punto de vista estadístico, por la falta de sistemática, lo que impide generar series históricas sobre la incidencia real del tema.
La perspectiva de la consultoría, que pretendía dar cuenta del panorama del área para la generación de indicadores regionales dirigidos a unificar los datos sobre violencia doméstica basada en género, parece estar aún muy lejos.
De hecho, uno de los aportes finales explicita las debilidades encontradas para alcanzar dicho objetivo: "Las experiencias relatadas se encuentran en diferentes fases de desarrollo, implementación y también poseen cobertura territorial variable".
Según el documento, "la multiplicación de sistemas de registros de informaciones, la tentativa de implementar un Registro Unificado en Argentina y la estandarización de las fichas en los servicios de Uruguay, constituyen avances importantes para las políticas de enfrentamiento a la violencia basada en género en toda la región".
El informe concluye sin embargo que, tras analizar comparativamente los sistemas disponibles en los cuatro países, estos "no permiten que se vislumbre un indicador sobre violencia doméstica basada en género que pueda ser aplicado para los cuatro países en la región".
Entre las limitaciones que aparecen se encuentra la alta variación entre el origen de los datos primarios (atención directa o centrales telefónicas), la cobertura del servicio (nacional, departamental, local), además de las diferencias en la forma de registro y la ausencia, en algunos casos, de informatización de los datos.
FUENTE. AMECOPRESS
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