Después de la multitudinaria convocatoria, la jueza Elena Highton de Nolasco convocó a las cortes provinciales para el registro de femicidios. Los reclamos apuntan contra los “fallos patriarcales”.
La primera respuesta a la masiva concentración de Ni una menos podría decirse que fue casi instantánea y que tuvo que ver con el fenomenal respaldo que significó esa suma de cuerpo más voz más cuerpo más voz más cuerpo más voz. Apenas una hora y media de terminado el acto, en Callao y Corrientes, una mujer le ponía los puntos sobre las íes a su ex pública y visiblemente. Esa primera reacción, multiplicada en cantidades insospechadas, tuvo su primer eco, institucional, apenas un día después de la convocatoria. La vicepresidenta de la Corte Suprema de la Nación, Elena Highton de Nolasco, convocó a las autoridades de las cortes de cada provincia y a las cámaras federales de todo el país para colaborar en la confección del Registro de Femicidios de la Justicia argentina. El anuncio provocó sorpresa en el equipo conformado en el máximo tribunal por Raúl Zaffaroni, que venía trabajando en el tema cuando, a su salida, fueron desplazados por decisión de Ricardo Lorenzetti (ver aparte). Juliana Di Tullio, presidenta del bloque de diputados del FpV dijo a Página/12 que “ésta no puede ser la única respuesta del Poder Judicial. El problema son estos fallos patriarcales que se emiten a lo largo y ancho del país. El Poder Judicial es el único que no se democratizó desde la recuperación democrática”. Fabiana Túñez, cofundadora de la ONG Casa del Encuentro, que realiza el único registro de femicidios en el país desde hace 8 años, saludó el anuncio de la creación del registro, “porque es la justicia la que cuenta con toda la información detallada de las causas”, pero explicó que “no sabemos cómo van a conformarlo, porque no todos los casos son considerados con el agravante por los jueces”.
Al mediodía de ayer, el Centro de Información Judicial (CIJ) publicó en su página web el anuncio de que la vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Elena Highton de Nolasco, “convocó a las autoridades de los Superiores Tribunales y cortes provinciales y a las cámaras federales correspondientes, a colaborar en la confección del Registro de Femicidios de la Justicia argentina.” El informe del CIJ explica que “si bien desde la Oficina de la Mujer y la Oficina de Violencia Doméstica se está trabajando para adecuar los sistemas de registro a fin de elaborar estas estadísticas nacionales, la pluricausalidad y complejidad de la problemática, así como cuestiones de competencia inherentes a la organización federal de nuestro país, no han permitido aún unificar la información. Por ello, y hasta que el sistema de registro se encuentre terminado, resulta imprescindible comenzar por cuantificar la máxima expresión de violencia contra la mujer: el femicidio”.
“Todo suma”, dijo Juliana Di Tullio a este diario. “Reconozco en la jueza Highton de Nolasco a una jueza que ha demostrado una perspectiva de género. Cuando critico a jueces y juezas me refiero a los fallos machistas patriarcales, a los jueces y juezas que buscan atajos para sacar fallos insoportables, la verdad es que el Poder Judicial tiene que repensarse como el único poder que no se transformó desde la recuperación democrática. No digo por lo que anunció hoy Highton de Nolasco sino porque fue el único poder que no se iluminó a pedido de las convocantes y que nos recibió en la marcha con las luces apagadas y su edificio vallado. No parece un buen síntoma. No se hizo eco de la marcha del miércoles.”
“Me gustaría escuchar un compromiso público de ese poder con las violencias –añadió Di Tullio–. No quiero que lo importante sea un registro cuando ya se llegó tarde; quiero que el Poder Judicial pueda prevenir y que puedan pegar en la misma dirección que venimos pegando.”
La selectividad de la Justicia es a lo que se refirió como ejemplo, Jorge Taddei, padre de Wanda, rociada con alcohol y quemada por su pareja, Eduardo Vásquez. “No soy especialista, pero sé lo que viví. El Tribunal Oral 20 inventó una emoción violenta que no estuvo en el debate y que ni siquiera fue planteada por la defensa de Vásquez. Después Casación dio vuelta todo el fallo.”
Casa del encuentro es la ong que desde 2008 realiza el único registro de femicidios que existe en el país. Y lo realiza en base a las publicaciones periodísticas. Fabiana Túñez y Ada Rico llevan adelante la ong y todas sus actividades. “Nos parece muy importante y realmente saludamos esta iniciativa de Highton de Nolasco –dijo Túñez a Página/12–. Nos parece importante que sea la Justicia misma la que genere las estadísticas porque son las que cuentan con toda la información detallada de las causas. No sabemos cómo se va a sistematizar. No todos los casos de muertes de mujeres en manos de los varones se terminan caratulando como violencia de género. Muchos son considerados como homicidio simple. Ellos (la Justicia) podrían contar con toda la información judicial del caso para determinar si fue un femicidio. Ahora si el registro sólo queda basado en aquellas causas caratuladas como femicidio, va a quedar afuera una importante cantidad de casos.”
El anuncio de Highton de Nolasco va en esa línea: informa la elaboración de “un sistema on line, que permitirá que las distintas jurisdicciones publiquen los datos de las causas iniciadas durante el año 2014 por homicidio de mujeres (niñas, adolescentes y/o adultas) perpetrado por varones, por razones asociadas con su género”, y agrega “hayan sido tipificadas como femicidio o no”.
De todas formas, la línea productora de carátulas erróneas seguirá produciendo fallos que deberán ser enmendados al realizar el registro. Todo lleva a dimensionarlo como un problema cultural de fondo.
Fuente: Página 12 - Por Horacio Cecchi
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